El usar rituales y fraseos religiosos ha sido el recurso más notorio en la cadenciosa retórica de Keiko Fujimori en toda su campaña. Pero tras los resultados de la segunda vuelta ha llegado al punto de dejar de lado la realidad y pasar a un mundo regido sólo por creencias. Una creencia es una forma de conducta adecuada a la satisfacción de las propias necesidades tal como el mundo es percibido y no a la verdad. Las religiones y algunas ideologías sustentan sus creencias en dogmas, es decir, en afirmaciones innegables solo por ser sagradas, como la perpetua virginidad de María.

Apelar en el Perú a ese discurso no es para nada una novedad, en tanto su población ha intentado ser conquistada, sometida y engañada durante siglos por discursos basados en una palabra divina emitida por la clásica trilogía de Clorinda Matto de Turner: la del juez, el sacerdote y el hacendado. Tres figuras que comunicaban distorsionadamente los marcos jurídicos, territoriales y morales para explotar campesinas y campesinos mediante el dominio y control del castellano y de la escritura, dos herramientas fundamentales de la escuela, ausente hasta la reforma agraria. Lo sorprendente es que la vigencia de estos dogmas haya salido a la luz en un amplio sector de las clases medias y altas: aún cree que el campesino pertenece a una raza sometida por la suya, que solo pueden ser noticias aquellas que les son convenientes, que la justicia debe satisfacer hasta su despecho, y que toda norma del Estado que contradiga los puntos anteriores será ejemplo de su ineficacia.

Como el triunfo del maestro rural Pedro Castillo ha ido contra esos dogmas, el sector social que Keiko representa ha reaccionado, despechado, con la sacralización y ritualización como bandera, el medio más apropiado por tratarse de un reclamo basado solo en sus creencias. Ni el desconcierto nacional e internacional ha sido suficiente para detener sus reacciones. Su racismo se concentró en burlas al castellano rural y a la supuesta incapacidad de Castillo para poder ejercer el cargo de Presidente de la República. Lo mismo ocurrió con la tergiversación del rol de las rondas campesinas, reconocida y respetada forma de autoorganización para la protección del ganado y resolución de conflictos locales. Que portaran machetes como equivalentes a la espada, a la usanza formal de cualquier guardia, sirvió para negar el deslinde que ya Castillo había dejado en claro respecto de cualquier vínculo con Sendero Luminoso. Por todos los medios de señal abierta, los fieles de Fujimori acusaron a los ronderos que habían vencido a SL en todo el país, de ser “terrucos”, tal y como actuó el Estado peruano durante el conflicto armado, cuando no podía distinguir entre campesinos y terroristas, y optó perversamente por masacrar. Estas reacciones se vieron respaldadas por lo que el Tribunal de Ética del Consejo de la Prensa Peruana ha considerado como una falta de los medios de comunicación contra el derecho a una información en las campañas electorales: titulares que tergiversaban los hechos ocurridos, la invitación a especialistas en programas políticos que daban opinión interesada presentada como correcta e imparcial, y la desigual cobertura de ambos candidatos en los medios, pese a  que algunas actividades de Castillo eran incluso más trascendentes a nivel nacional e internacional.

Pero el dogma más gravemente afectado parece haber sido el de la justicia hecha para sí. Cuando debiéramos vivir como un acto de justicia con la población campesina, históricamente excluida de la ciudadanía, el que un maestro rural, hijo de campesinos analfabetos pueda alcanzar el cargo más alto del país, los fieles de Fujimori se enfurecen. Es algo inconcebible. Más aún cuando resulta amenazante porque de perder Keiko Fujimori no podrá protegerse de inmunidad presidencial mientras ella y varios protagonistas de su campaña se encuentran con un proceso de investigación judicial abierto por corrupción. Su argumentación basada en creencias para anular las elecciones rompe no solo con todo el marco jurídico electoral, sino con un principio básico del Derecho y la Justicia: no se puede acusar sin ninguna prueba sólo porque se cree. Lo terrible es que el círculo se cierra al volver al racismo, pues de los de los 945 pedidos de nulidad presentados para inventar las pruebas, más del 60% se realizó en 164 distritos con territorios indígenas. En un absurdo mayor, tras amenazas de marinos y militares retirados vinculados con Vladimiro Montesinos, anunciando un posible golpe de Estado, se culpa al Estado de no querer presentar las pruebas para que ellos acusen a nuestras instituciones electorales de no haberle dado el triunfo.

En el Perú, siempre se ha sostenido con desprecio que en las zonas rurales prima un pensamiento inferior, que debe ser erradicado, el pensamiento mágico religioso. Pues en las zonas urbanas, particularmente en Lima, existe un pensamiento mucho más peligroso, violento y vinculado directamente con el poder de la corrupción política y mediática que estoicamente estamos derrotando. Cual fiera herida, este pensamiento político religioso lanza como último recurso desfiles con banderas monárquicas que cantan la muerte de los terrucos. Sus fieles se niegan fanáticamente a aceptar que su poder ya nunca más nos va a engañar, que hasta en comunidades alejadas se sabe leer y escribir, que hay medios de comunicación alternativos y que, la mayoría digna del país siempre se guiará por la justa verdad de los hechos.

30 de junio de 2021

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Campesinos, Keiko Fujimori, Ronderos

Todos los días, de lunes a viernes, Alexandra Ames, David Rivera y Paolo Benza discuten los temas más importantes del día por Debate. En nuestro episodio número 163: El Congreso define prioridades. La censura a la MD parece no ser una. Los 58 revacunados. La transparencia en las AFP. Y lo evidente: el 4 rompió sus principios rectores.

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Vacunagate

Por Alessandro Azurín y Alba Ñaupas

«El feminismo surge de un enfoque patológico de la sociedad, de quienes creen que pueden ser dueños de las vidas de su pareja o de la mujer», respondió la candidata María del Pilar Tello a una de las preguntas de la Comisión Especial encargada de escoger a los mejores exponentes para conformar el Tribunal Constitucional (TC). Tello, aunque usted no lo crea, es la séptima en el orden de mérito de la lista final.

 

Su peculiar respuesta fue una de las frases memorables que dejaron las jornadas de entrevistas personales en el Legislativo. En esta etapa, previa a la votación final en el Pleno, hubo de todo. Desde alusiones al aborto y el divorcio, hasta menciones a iniciativas de este Congreso como el retiro de los fondos privados de pensiones.

La carrera pública de Tello, que obtuvo uno de los más altos puntajes de la etapa de entrevistas, ha estado vinculada al APRA. No solo postuló con ellos al Congreso en el 2001, sino que también fue funcionaria del segundo gobierno alanista como presidenta del Instituto Nacional de Radio y Televisión del Perú (IRTP) y de Editora Perú en el 2006. Renunció luego de que una denuncia periodística revelara que percibía doble sueldo del Estado: trabajaba en Editora Perú y la Universidad Nacional Federico Villarreal. 

Como ella, otros actuales candidatos también tienen relación con parte de la variada fauna política peruana. Y podrían convertirse, gracias a estas elecciones retomadas hace solo tres meses, en uno de los seis nuevos tribunos.

María del Pilar Tello, la candidata al TC con corazón aprista. Foto: Andina.

La prisa no sorprende. Detrás de estas elecciones express -que buscan designar a los nuevos magistrados del Tribunal Constitucional antes del 28 de julio- hay más de un motivo económico y político. “La situación del TC es clave para muchas cosas. Se va a elegir para los próximos cinco años y no es dable que un Congreso con estas características proceda ahora a elegir a seis de los siete magistrados”, dice Walter Albán, exdefensor del Pueblo y miembro del directorio del Consejo Directivo de Proética. 

Y luego añade: “En esta elección se suman varios intereses, pero ahora probablemente el interés más predominante es poner gente para tener un TC que convalide cualquier barbaridad de las que ya están postulando algunas de las actuales bancadas”.

Por ejemplo, en los 38 meses en los que estuvo activo el Congreso disuelto, tres de sus leyes fueron declaradas inconstitucionales. En menos tiempo, este Congreso complementario ya alcanzó a su predecesor. Y queda una larga lista de acciones de inconstitucionalidad presentadas por el Ejecutivo contra las leyes aprobadas por este Parlamento que serán atendidas por el TC, como aquella que elimina el régimen CAS o la que establece la formalización de los taxis colectivos.

La lista aún puede crecer. Durante la cuarta legislatura aprobada por este Congreso se han aprobado varias normas express que, según la abogada Úrsula Indacochea, el Tribunal podría declarar inconstitucionales. La más importante es el dictamen sobre la interpretación de la cuestión de confianza. “Por más vicios o irregularidades que tenga [este dictamen], un TC controlado políticamente no lo declarará inconstitucional. Claro que va a afectar a un posible gobierno de Castillo”, explica.

Albán coincide: “Si están tratando de aprobar esta norma sobre la cuestión de confianza, obviamente es para impedir que Castillo pueda tener ese recurso a la mano de llegar a necesitarlo y el nuevo TC probablemente va a confirmar la constitucionalidad de esa norma sin mayores empachos, a pesar de que sea abiertamente inconstitucional”, sostiene el exministro.

Para tener una mayoría en el TC, basta con que este Congreso logre cambiar a solo uno de los magistrados: Manuel Miranda Canales, a quien le correspondería salir primero si es que se opta por la opción de reemplazar primero al magistrado que tiene la colegiatura más antigua. Miranda ha sido un actor impredecible y no siempre ha votado a favor de los intereses de los grupos de poder. Por ejemplo, cuando votó -junto a Marianella Ledesma, Eloy Espinosa-Saldaña y Carlos Ramos- para declarar infundada la intentona para que prescriban más de S/9 mil millones de deudas tributarias (en litigio) de grandes empresas.

El plan para limitar los poderes de Pedro Castillo ya está en marcha y el TC podría entrar a tallar más temprano que tarde. El sábado 26 de este mes, el Poder Judicial declaró improcedente el pedido de acción de amparo de Javier Villa Stein para anular la segunda vuelta presidencial, en donde resultó ganador Pedro Castillo. Contrario a lo que pueda parecer, esta rápida respuesta del PJ deja la vía libre para que Villa Stein y compañía apelen en una de las Salas Civiles de la Corte Superior. Si otra vez el pedido es rechazado, la acción de amparo llegaría al Tribunal Constitucional.

“Rechazar rápidamente estos casos, aunque es lo que corresponde, acelera que los casos lleguen al TC. Esto es peligroso si en los siguientes días se nombran personas no independientes para ocupar los cargos en el Tribunal”, explica la abogada Úrsula Indacochea. Lo mismo opina Walter Álban, que fue integrante de la Comisión de Reforma del Sistema de Justicia: “Lo que le conviene a Villa Stein es llevar esto al Tribunal, donde tendría un resultado favorable de ser elegidos los nuevos magistrados a medida”, apunta.

 

Los intereses de las bancadas

Los más interesados en reanudar el proceso para elegir a los nuevos magistrados, según Walter Albán -que ha seguido de cerca el proceso- y una fuente cercana al TC, fueron los parlamentarios de la bancada de Acción Popular (AP). Esto, dado que es la que “está más cerca de la influencia del señor Raúl Diez Canseco”, asegura Albán.

Uno de los que promovió estas elecciones porque considera que es su “deber como congresista” y no puede “darle la espalda a sus obligaciones”, es el accionpopulista Luis Roel Alva, vicepresidente del Parlamento. Según fuentes del partido de la lampa, Roel es afín a la facción de Raúl Diez Canseco, dueño de la Universidad San Ignacio de Loyola (USIL). Esta universidad cuenta con dos demandas de amparo en el TC por asuntos tributarios que superan los S/10 millones, de acuerdo a un reciente informe de ‘Hildebrandt en sus trece’. Sudaca buscó al equipo de prensa de Diez Canseco y respondieron que no comentarían al respecto.

Pero esto no es lo único que hace levantar la ceja a más de uno. David Velasco Pérez, otro candidato al TC, es actualmente militante del partido de la lampa. Ha ocupado cargos dentro de la organización política e incluso postuló dos veces con este partido: en 2002 para ser regidor distrital y en el 2020 para ocupar una curul en el Congreso. No ganó en ninguna oportunidad y ahora parece tentar suerte en el máximo órgano constitucional del país.

“Creo que en esta oportunidad la bancada debería abstenerse de presentar algún militante porque al final se podría ver como una repartija. Lamento que hayan militantes que estén mezclando sus intereses personales […] Públicamente deslindo responsabilidades de mi partido”, asegura el presidente de Acción Popular, Mesías Guevara.

Consultado por los intereses que moverían a su bancada, el congresista Luis Roel Alva respondió que, al menos de su parte, “no hay ningún interés debajo de la mesa” y que, por ello, no votará por su correligionario Velasco Pérez, quien obtuvo uno de los puntajes más altos en la etapa de las entrevistas personales.

Otra bancada involucrada es Podemos Perú, el partido de José Luna Gálvez, quien actualmente cumple arresto domiciliario por presuntamente liderar una red criminal que pagó coimas para influir en la elección del entonces jefe de la ONPE, Adolfo Castillo, en el 2017. Su hijo, José Luna Morales, es titular de esta comisión.

“Nosotros nos quejamos porque dijimos: ‘¿cómo un señor que está investigado por hechos tan graves va a poder representar a su partido dentro de la comisión que va a escoger al TC?’. Eso no puede ser porque seguramente sus casos van a llegar ahí también. Hay un claro conflicto de interés”, explica el parlamentario del Partido Morado Gino Costa, exmiembro de esta comisión. 

El caso de Luna Gálvez podría terminar en el TC como el de tantos otros políticos. Por el tribunal, solicitando un hábeas corpus que puede anular las prisiones preventivas, han pasado ya Ollanta Humala, Nadine Heredia, Alan García, la misma Keiko Fujimori y su padre.

Otra bancada interesada en renovar el TC es la bancada de Unión Por el Perú (UPP). José Vega, su representante en el grupo parlamentario, es vicepresidente de la comisión. Sus pretensiones por influir en decisiones trascendentales como estas se verán disminuidas en el nuevo Parlamento porque no tendrá escaños. 

Vega ha renegado en varias ocasiones sobre la labor del actual TC. Cuando el tribunal declaró inconstitucional la ley que suspendía el cobro de peajes durante la emergencia sanitaria el año pasado –la primera de las leyes declaradas así por este Parlamento– el congresista aseguró a Canal N que “el Gobierno les está poniendo la agenda”. 

En febrero, cuando el TC declaró inconstitucional la ley que devolvía los fondos de la ONP, Vega trató de hilar una oración atacando a los actuales magistrados: “Hoy día, era la sospecha nuestra, que podría ser pasible de manipulación o interferencia, y hoy el TC ha fallado en contra. Una resolución infame”.

Los favoritos

Lo más preocupante, para los entrevistados por Sudaca, es que los candidatos que pasaron por la ronda de entrevistas no cumplen con el perfil idóneo para atender tareas complejas como las que hemos mencionado en las líneas precedentes. Además, claro, de haber adelantado opiniones, en su mayoría conservadoras, sobre temas ideológicos. 

El constitucionalista Carlos Hakansson Nieto, tercero en la lista de méritos, ya ha postulado al TC en 2014 y 2019. La última vez fue propuesto por la congresista Marisol Espinoza, en representación de la bancada de Alianza para el Progreso. Años atrás Hakansson afirmó que era conveniente plantear una ley para establecer razones que justificaran un arresto domiciliario en casos como el de Alberto Fujimori.

De acuerdo a El Comercio, precisamente Alianza para el Progreso y Fuerza Popular serían las bancadas que lo apoyarían. Su postura conservadora en determinados temas podría ser la razón. “¿Usted está de acuerdo con el aborto?”, le preguntó el congresista Jorge Pérez (SP), a lo que Hakansson respondió: “No concibo un constitucionalista que esté a favor del aborto… perdonen que sea así de radical”.

Fernando Calle Hayen, por su parte, sería el candidato respaldado por Acción Popular. Exmiembro del TC entre 2007 y 2014, se afilió y desafilió del APRA el mismo día: el 3 de marzo de 2009, mientras ejercía funciones como magistrado. Anteriormente, en 2001, ya había postulado con el mismo partido para ser congresista por Junín sin éxito. Con un puntaje de 91.45, ocupa el primer lugar en el cuadro de méritos.

Fernando Calle Hayen, quien sería el favorito de Acción Popular, encabeza el cuadro de méritos. Foto: Andina.

Otro aspirante es Vicente Walde Jáuregui, quien fue jefe de la Oficina de Control de la Magistratura (OCMA). En el 2018 se reveló un audio que tenía con el exjuez Cesar Hinostroza, presunto cabecilla de los ‘Cuellos Blancos del Puerto’, donde hablaban sobre la contratación de una relatora. En noviembre pasado fue cesado por la Corte Suprema por haber excedido el límite de edad como juez titular.

Walde es un candidato con un pasado cuestionable. En el 2005 fue destituido de su cargo de vocal supremo por haber anulado su propia sentencia y dictar otra, en la misma instancia, en el caso de un juicio de la Sunat con la empresa Becom. En la ronda de entrevistas fue cuestionado por una discusión que tuvo con un policía en el 2018, cuando le gritó a dos efectivos que le reclamaron por estacionar su vehículo en la vereda.

“Varias de estas personas que están como finalistas tienen cosas que explicar, que los hacen muy fáciles de presionar. Entonces, lo que quieren [los actuales congresistas] es poner a gente que sientan que le deben el puesto a ellos […] que entre ellos se esté eligiendo a los seis magistrados me parece terrible. Y en estas condiciones, todavía peor”, dice Albán.

“De méritos no tiene nada”

Con el cuadro de méritos publicado, falta poco para conocer a los nuevos seis magistrados. La comisión especial presentará, como máximo el día de mañana miércoles 30 de junio, el informe final a la Mesa Directiva del Congreso. Luego de eso, la votación del Pleno se daría en los primeros 10 días de julio.

La votación será individual por cada candidato. Para ser escogidos necesitan 87 votos, aunque el congresista Diethell Columbus, representante fujimorista en la comisión seleccionadora, dice que “nadie tiene asegurado” el respaldo mínimo porque “este Congreso es impredecible”. Parte de esa falta de acuerdo es gracias a los cuestionamientos al proceso.

De hecho, Gino Costa, exmiembro de la comisión por el Partido Morado, adelanta a Sudaca que su agrupación no respaldará a ninguno de ellos. “No votaremos por ninguno de los 15 porque cuestionamos el proceso en conjunto. Y, por lo tanto, no formaremos parte de esa elección. Esa será la posición de la bancada morada”, afirma.

De las 11 bancadas que conforman el Congreso actual, los morados y el Frente Amplio son las únicas que decidieron mantenerse al margen por los cuestionamientos al proceso. “Es una elección que tiene como propósito elegir a un Tribunal Constitucional que sea afín a una mayoría que claramente ha vulnerado sistemáticamente la Constitución”, denuncia el legislador morado recordando las leyes del Legislativo que ya han sido declaradas inconstitucionales. 

El TC es motivo de discordia desde hace años. Basta recordar noviembre del 2019, cuando Vizcarra disolvió el Congreso, para entenderlo. El conflictivo desenlace hace olvidar que la cuestión de confianza que presentó el expresidente –que luego interpretaría como denegada tácitamente– se dio, justamente, por su intención de modificar la Ley Orgánica de Elección del TC. 

Con ese precedente, el nuevo Parlamento decidió completar esa misión y aprobó la modificación. “Cuando se da la disolución y se dan las elecciones para el Congreso complementario, la mayoría en campaña, incluido yo, propusimos que no se podía elegir a los candidatos por ‘dedocracia’, porque eso generaba repartija. La reforma eliminaba la elección de magistrados por invitación y establecimos que el único medio era un concurso público basado en la meritocracia. Logramos ese cometido”, explica Luis Roel Alva, segundo vicepresidente del Parlamento. 

Sin embargo, tuvieron que pausar sus pretensiones por la crisis política provocada por Merino y su banda (presidencial). Una semana antes, en la Comisión Especial empezaron a pasar cosas turbias, como reveló Perú21 el 6 de noviembre del año pasado.

Rolando Ruíz, presidente accionpopulista del grupo parlamentario, había anunciado que 32 de 65 candidatos continuaban en competencia, pero luego redujo la selección a 30. A su vez, otros que no tenían observaciones iniciales, fueron retirados. 

Los abogados Héctor Chávez Vallejos y Luis Carrasco García, este último excandidato de UPP por Piura en las últimas elecciones congresales, habían sido descartados porque “las copias que acreditan su experiencia profesional no están fedateadas ni legalizadas por notario”, pero en la lista actualizada de Ruíz fueron reincorporados sin falta alguna. Hoy ninguno forma parte de los 15 finalistas.

Esto motivó la renuncia de las bancadas de Somos Perú, Alianza Para el Progreso, Frente Amplio y Partido Morado al grupo parlamentario por la irregularidad del recorte en la lista de candidatos. El último 20 de abril, días después de la primera vuelta, la Comisión Especial fue reactivada. Volvieron todos, menos el Frente Amplio.

El Partido Morado se retiró al día siguiente. Carolina Lizárraga, quien había entrado en reemplazo de Gino Costa, asistió a la primera sesión para exigir que el proceso vuelva a punto cero para corregir los cuestionamientos. No le hicieron caso. 

“Ella fue a la comisión a plantear que la única manera de elegir a los magistrados era comenzando el proceso por el principio, con una nueva comisión especial. No con la misma integrada por Luna Morales y Vega Antonio, entre otros”, explica Costa. 

El miembro de la comisión seleccionadora, Diethell Columbus, cuestiona que los morados hayan apoyado la reforma de la ley del TC, pero no formen parte del proceso. “Yo discrepo con muchas cosas que se puedan decir en la comisión, pero yo no tengo un doble discurso: no apoyo una reforma legal para que exista una ‘elección meritocrática’ y de repente saco cuerpo”, critica.

Columbus rechaza que otros miembros de la comisión hayan preguntado por leyes recientemente aprobadas en las jornadas de entrevistas de la última semana. Al legislador le parece rochoso que se pregunte “sobre el tema de la AFP o proyectos de ley que están en curso con posible inconstitucionalidad ante el TC que posiblemente [los candidatos] integren”.

Para Luis Roel, segundo vicepresidente del Parlamento, en cambio, era importante conocer la opinión de los candidatos sobre la “eutanasia, el aborto y la interpretación de la cuestión de confianza” porque son temas que podrían llegar al tribunal. “Nos deja ver las posiciones de los posibles magistrados para que luego no se contradigan o nos sorprendan con sus posturas”, afirma. 

Aún así, Columbus admite que, si eligen a alguien, no será, necesariamente, por su puntaje. “De méritos no tiene nada. Finalmente la comisión puede hacer todo el esfuerzo por evaluar, plantear preguntas pertinentes y otras impertinentes a los candidatos, pero lo real es que quien va a ser elegido magistrado es quien tenga los [87] votos”, asegura.

Por números y afinidades conservadoras. Así podría resolverse este lío que tiene cola desde hace más de dos años.

(*) Fotocomposición de portada e infografías: Leyla López

 

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Congreso, Tribunal Constitucional

El anuncio de Pedro Castillo y su posterior efectivización, de invitar a Julio Velarde a que se mantenga como presidente del Banco Central de Reserva, ha generado turbamulta al interior de Perú Libre y de su bancada, y muestra que el camino de la eventual moderación del presidente electo no estará libre de turbulencias y zozobra.

Pero lo interesante de reflexionar es si acaso, el acceso al poder por parte de la izquierda, con la dosis de realismo y pragmatismo a la que está obligado un gobernante que no sea un desquiciado (como lo fue el primer Alan García), termina por generar la edificación de una izquierda moderna, capaz de aceptar que es perfectamente posible construir una opción de políticas públicas de izquierda junto al respeto a los principios básicos de una economía de mercado.

Esta elección tan polarizada va a producir un decantamiento tanto en la derecha como en la izquierda. Ya en la derecha, el keikismo ha empezado a tomar distancia de las posturas maximalistas de la ultraderecha (ojalá lleve al keikismo a recuperar el centrismo liberal-populista de sus orígenes y abandone el nicho de la ultraderecha que tanto daño le hizo en los últimos cinco años).

Lo mismo puede suceder en la izquierda si Castillo rompe con los sectores cerronistas radicales y decide seguir el camino de la sensatez macroeconómica y si, además, abandona, así sea solo por pragmatismo, la idea de convocar a una Asamblea Constituyente. Puede terminar siendo el germen de una izquierda moderna. Castillo, por su arraigo popular, lograría lo que el elitismo de la izquierda mendocista no pudo hacer en sendas ocasiones.

Al Perú le convendría que se fortalezcan posturas de izquierda y derecha relativamente liberales, que permitan trazar en perspectiva un escenario de eventual rotación en el poder sin que eso suponga que el tablero de la gobernabilidad estalle en mil pedazos cada cinco años.

Sería bueno que el final de la transición post Fujimori dé pie a un escenario democrático a la chilena, y no a la entronización de opciones extremistas de ambos lados, que lo único que harían, a la postre, sería destruir los cauces democráticos en los que nos venimos moviendo, a pesar de todo, hace más de veinte años.

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izquierda moderna, Julio Velarde, Perú Libre

Siempre conectados, enterados de la realidad global y preocupados por el medio ambiente. Esas son solo algunas de las características más destacadas de los centennials. La agencia peruana de PR y reputación Trend explica que el estar resolviendo problemas los ha hecho autosuficientes, y están convencidos de que tienen que ser escuchados siempre y que su opinión debe ser oída.

Además, creen en las comunidades y grupos digitales, juegan en línea con personas que no conocen, compran online, y ven tv en dispositivos móviles mediante servicios de streaming como Netflix o Disney+.

Para esta generación, el mundo digital es tan importante como el tangible. En ese sentido, los Centennials, pendientes de los “me gusta”, han aprendido a normalizar la frustración y la depresión que se origina de las expectativas no cumplidas con cada publicación. A mayor número de “likes” mayor popularidad y por ende mayor validación recibida de sus pares.

Deseos en el sector empresarial

Esta generación ya empezó a involucrarse en el mercado laboral, entonces es importante tomar en cuenta que la tecnología es aliada de los jóvenes si es que se espera el máximo rendimiento de ellos en el plano laboral. Éstos requieren de un feedback constante más que otros métodos de evaluación de rendimiento.

Los jóvenes que pertenecen a esta generación toman en cuenta tres elementos para aceptar algún trabajo: qué ofrezca un plan de salud, que ofrezca un salario competitivo, y que el jefe directo sea un líder o alguien en quien confiar.

El compromiso de la Generación Like con el trabajo es similar a la que tenían las generaciones X y Baby Boomers. Según diversos estudios realizados en Estados Unidos, esta generación tiene la intención de permanecer en la misma empresa durante 3 a 4 años y el 45% que permanecerá en la misma industria durante su vida profesional. Sin embargo, la lealtad de esta generación se basará en cinco pilares: avance de carrera, motivación, balance entre trabajo y vida social, y, recompensa económica. Es importante demás que las empresas tengan en cuenta que un valor indispensable para los jóvenes en el ámbito laboral es mantener un alto nivel de felicidad.

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centennials, Generación Like, Generación Z

Tener a un ‘coach’ puede sonar a contar con un entrenador deportivo como los que tienen los atletas de alto rendimiento, pero es también un proceso de transformación personal. Dentro de las empresas, el coaching funciona como una herramienta intermedia entre una capacitación y las terapias.

Según el coach Franklin Ríos, director de Perfil, actualmente, el coaching es una gran piedra angular en las organizaciones porque permite que las personas alcancen su máximo potencial. En su opinión, el momento adecuado para aplicarlo debería ser siempre que se quiera tener los mejores resultados con los líderes de la compañía o con el equipo de trabajo.

“El coaching no se utiliza cuando uno está mal, sino para hacer mejor a las personas. Todo el mundo tiene cosas por mejorar y en esta coyuntura también es difícil trabajar desde casa porque ha sacado a las personas de su zona de confort. Es como meditar, pero con la ayuda de otra persona. No es algo que te aconseja, no te dice qué hacer, pero ayuda a descubrir el potencial y la fortaleza para lograr lo que uno quiere y que la empresa necesita”, explica.

Para el BBVA, entidad que lo viene aplicando en distintas formas, no es una terapia ni una formación al uso, se trata más bien de un entrenamiento para desarrollar habilidades y actitudes que mejoren la actividad profesional. “Normalmente, se suele recurrir a estos profesionales cuando el equipo está en la fase de inicio y necesita ajustarse, cuando hay problemas para avanzar o cuando quiere mantener su éxito”, indican en su blog.

Beneficios potenciales

De acuerdo a la compañía Berlitz, el coaching en los centros de trabajo demuestra qué tan valiosos son los miembros del equipo para la organización, entre otros beneficios como: dotar a cada empleado de una conexión más fuerte con el panorama general de la compañía, inspirarlos para trabajar más duro y reducir drásticamente la tasa de rotación y de deserción.

Según Ríos, bajo esta circunstancia de pandemia, el coaching es todavía más importante para los trabajadores que ahora tienen que laborar con otros profesionales de manera remota.

“El coaching les puede ayudar a ubicarse en este nuevo contexto no solo de la distancia, sino también de la tecnología porque a veces no estamos preparados para un uso de herramientas tecnológicas tan intensivo, ya no puedes estar encima de los trabajadores, hay que cambiar el liderazgo, los sistemas de control y debe estar orientado a cumplir objetivos”, indica.

En esa misma línea, la consultora y Master Coach de LHH DBM Perú, Mónica Berger, indicó que el coaching permite transitar por el cambio en tiempos de incertidumbre sin perder los objetivos (mantenerlos), retomar los objetivos y acelerar los resultados que se desean obtener.

“Se requieren líderes resilientes, versátiles, necesitan ser creativos e imaginar el futuro, con amplia visión. Requieren asumir riesgos, ser rápidos, pero eficaces, para poder acelerar los resultados”, expresó.

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Coach, Coaching, equipo de trabajo

Han pasado 15 meses desde que nuestro país adoptó medidas restrictivas para cuidar de la salud de los peruanos frente a la pandemia por Covid-19. Estas medidas implicaron un cese temporal de actividades económicas que poco a poco fueron reactivándose.

Según el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), la producción nacional logró recuperarse gracias a la reactivación progresiva sectorial, pues durante abril, se registró un crecimiento de 58,49% comparado con el mismo mes del año pasado.

El economista de Oxfam Armando Mendoza explicó que esta cifra se debe a un rebote estadístico considerando que, durante la mitad de marzo, abril y mayo, la economía estuvo paralizada al adoptar una de las cuarentenas más estrictas del mundo. “Es una noticia alentadora, pero todavía estamos muy lejos de haber alcanzado un nivel para decir que se ha superado la crisis económica y social generada por la pandemia”, indicó el especialista, que además señaló la amenaza de una tercera ola de contagios y la aún tensión política electoral como elementos importantes a tomar en cuenta.

La posibilidad de una tercera ola

Hasta la fecha, el comportamiento de la pandemia en el Perú ha sido similar al mostrado en el Viejo Continente, pues tras el colapso de la sanidad durante la primera ola, se vio una recuperación en los indicadores económicos, para nuevamente ver el colapso de la sanidad en una segunda ola. Estos fenómenos, es importante recordar, se han registrado meses antes que en nuestra región, donde fueron similares.

Estando ya a mediados de año, el economista David Tuesta avizora, para el escenario 2022-2026, un camino difícil para que el Perú consiga superar un crecimiento del 3,5%, incluso con un impacto positivo de metales.

“En este contexto ya incorporo el hecho que la administración que llegue en julio podrá gestionar el escenario fiscal, que implica que tendrá que realizar ajustes presupuestarios necesarios a partir del 2022 (yo dejaría el 2021 tranquilo el ámbito tributario, salvo introducir necesarias políticas de eficiencia en el gasto) para darle un perfil sostenible de convergencia dado el nivel de alto endeudamiento en que hemos quedado”, indica el economista.

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Covid-19, Perú, Tercera ola

Sofía le dice a Lucho: “Lucho, ve a comprar un asado para el almuerzo, pero recuerda… deben cortarle las tapas, es muy importante que lo recuerdes”. A lo que Lucho le contesta: “No hay problema Sofía, yo voy a comprar el asado, pero quisiera que me expliques por qué hay que cortarle las tapas, por qué eso es tan importante”. Y Sofía le responde: “Lucho, haz lo que te digo, compra el asado y que le corten las tapas, así es como debe ser, no preguntes tanto, solo ve y hazlo”.

Lucho que no le funcionaba, que no le gustaba hacer las cosas sin saber o sin entender porque las debía hacer de una u otra manera, insiste y vuelve a preguntar: “¿por qué le debe cortar las tapas?”.

Sofía ya bastante molesta y contrariada, le contesta: “Lucho, las tapas se le deben cortar porque así me enseñó mi mamá. Así se hace y punto. Deja la preguntadera y ve a comprar el asado”.

Lucho se entusiasma y le responde: “entonces tu mamá sí sabe porque se le cortan las tapas…” y antes de que Sofía pudiera decir algo, Lucho ya estaba delante de la mamá de Sofía, preguntándole por qué se cortan las tapas al asado.

Cuando Lucho le pregunta a la mamá de Sofía por las famosas tapas y por qué debían de cortarse, la respuesta no fue nada amable: “las tapas se cortan porque así ha sido, así es y así será… ¡punto!, no preguntes tanto y ve. ¡Haz lo que mi hija ya te dijo que hicieras!”.

Lucho no se quería quedar con esa sensación de no saber y, a pesar de todo, insiste y le pregunta nuevamente a la mamá de Sofía, ya con miedo de cómo le iba a contestar. Por qué cortar las tapas. Esta vez la respuesta fue: “porque así me enseñó mi mamá y así es como se hace”.

«¡Ah!», exclamó Lucho. «Entonces la Sra. Domitila sí sabe»; y antes de que nadie pudiera moverse, Lucho tenía el celular en la mano y le estaba marcando a la señora Domitila. Finalmente, después de unos minutos logra comunicarse y le pregunta por las tapas del asado, a lo que ella le responde: “ay hijito, te explico, es muy sencillo: cuando yo me casé y comencé a aprender a cocinar, no éramos muy ricos, y tampoco teníamos muchos lujos, así que el horno que teníamos con mi difunto esposo Jacinto era muy pequeño, así que para que el asado entre, había que cortarle las tapas”.

Esta historia puede sonar chistosa, quizás, por lo necio que fue Lucho al querer saber por qué se le deben cortar las tapas al asado. O por lo intransigentes de Sofía y su mamá, que simplemente le decían que haga lo que se le pedía.

Pero vayamos al fondo de la historia. Por un lado, la resistencia de hacer algo porque “se supone que así es cómo se ha hecho siempre”; y por otro lado, el hacer las cosas sin saber o cuestionar el por qué se deben hacer de una u otra manera. Cuántas veces te has preguntado ¿por qué hago lo que hago? ¿Por qué lo hago de la manera en que lo hago?

No se trata de si una u otra posición es correcta o no. De lo que se trata es de preguntarnos, basado en los resultados, cuál de las dos posiciones, en general, nos puede dar mejores resultados. Por un lado, si siempre haces las cosas, como se supone se deben hacer sin cuestionar nada, vas a obtener los mismos resultados: ni bueno, ni malo. Es lo que es y el resultado, lo más probable, es que siempre sea el mismo de siempre. Por otro lado, si te cuestionas porque haces las cosas que haces y por qué las haces de la forma en que las haces, quizás existan posibilidades de que encuentres otras maneras, otras formas, otros caminos para obtener el resultado. Nuevamente ni bueno, ni malo. Como todo en la vida es una elección, y esa elección estará basada en tus creencias y paradigmas, o puede estar basada en los resultados.

Si está basada en tus creencias y paradigmas, lo más probable es que optes por hacer lo de siempre, porque es más cómodo, es más seguro, es más predecible, es más conocido. No requiere cambios de tu parte. Si está basado en tus resultados, es posible que quieras probar soluciones nuevas, nuevos métodos, nuevas formas, sobre todo si no estás conforme con el resultado o crees que podrías mejorarlo.

Entonces, si quieres tener mejores resultados, si quieres lograr lo que hasta ahora no has logrado, debes comenzar a cuestionar. Si la manera en que haces las cosas y, sobre todo, si las cosas que haces te van a generar el resultado que esperas o deseas. Albert Einstein decía: “la locura más grande del ser humano es hacer las cosas de la misma manera, y esperar resultados distintos”.

“Una vida que no permite ser cuestionada, es una vida que no vale la pena vivir”.

Sócrates.

Vamos a vivir una vida plena, cuestionando por qué hacemos lo que hacemos y sobre todo el para qué. Ver de qué manera esto nos puede acercar a nuestras metas, a nuestros sueños. No lo hagamos porque está bien o mal, no lo hagamos con carga o con peso, hagámoslo con la intención de vivir nuestra vida al 100% con dirección y propósito.

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Creciendo entre amigos

En su afán por resaltar la importancia del conocimiento científico, muchas personas presentan una imagen distorsionada de la ciencia. Hoy quiero hablar específicamente de la idea de que las ciencias se enfocan en describir hechos. Voy a discutir tres ejemplos que muestran claramente cómo las mejores explicaciones científicas de algunos fenómenos no se limitan a describir lo que ocurrió, sino también lo que no ocurrió. Esta información es una parte fundamental del conocimiento científico.

Ejemplo 1. Voy a un concierto y sin darme cuenta se me caen mis audífonos del bolsillo. Al día siguiente voy al lugar del concierto, ya vacío, pero aún sucio, y encuentro mis audífonos destrozados. ¿Por qué están destrozados? Primera explicación: había mucha gente en el concierto saltando y las probabilidades de que alguien los pise eran altísimas, entonces alguien los pisó. Segunda explicación: la persona X saltó una altura H1, y chocó con la persona Y1, la cual desvió a X en un ángulo A1, luego X saltó una altura H2, chocando con Y2, desviándose un ángulo A2, etc. Todo esto hizo que X pusiera su pie izquierdo sobre los audífonos, los cuales fueron aplastados con un peso W. Evidentemente la segunda explicación es absurda e innecesaria. No solo eso, al ser tan específica resulta siendo peor que la primera. El énfasis en X obscurece el hecho de que, si no hubiera sido X, es muy probable que otra persona habría pisado mis audífonos de todas maneras. Cuando mis audífonos se me cayeron en un concierto la probabilidad de que alguien los pise se incrementó a casi 100%, mientras que la probabilidad de que X haya tenido la trayectoria específica descrita en la segunda explicación era bajísima. La explicación general engloba de alguna manera a todas las posibles explicaciones específicas, tanto a la que ocurrió como a las que podrían haber ocurrido.

Ejemplo 2. El agua en un recipiente cerrado alcanza la temperatura de ebullición y el recipiente se raja. ¿Por qué se rajó? Una explicación es que, al alcanzar la temperatura de ebullición, el promedio de la energía cinética de las moléculas de agua se incrementó, lo cual hizo que estas golpeen más frecuentemente y con más fuerza las paredes del recipiente hasta quebrarlo. Es posible complementar esta explicación con más detalles, pero no siempre una descripción más fina va a ser mejor. Por ejemplo, de nada serviría identificar la trayectoria específica de cada molécula, la dirección que tomó al colisionar con otras moléculas o con la pared, la cantidad de colisiones que ocurrieron, etc. (datos que, además, son imposibles de conocer). Si la explicación consistiera en describir qué moléculas específicas golpearon la pared en qué momento, perderíamos de vista una información valiosa, a saber, que si no hubieran sido esas moléculas específicas otras habrían hecho que el recipiente se raje. El punto es que la explicación menos específica sí nos brinda esta información: ya que el promedio de energía cinética es tal o cual, es muy probable que haya un conjunto de moléculas de agua que golpee las paredes del frasco y lo quiebre. El nivel adecuado de descripción en este caso es el del conjunto de moléculas de agua como un todo, no el nivel de las moléculas individuales: menos detalle brinda mayor información.

Ejemplo 3. Una pareja de esposos comparte la misma profesión, son igualmente calificados, y ambos tienen la misma motivación para avanzar profesionalmente. Tienen una hija y no tienen ingresos suficientes para pagar una niñera o guardería. Entonces, la mujer decide dejar su trabajo. ¿Por qué dejó su trabajo? Primera explicación: las mujeres enfrentan una gran presión social por ser las que se encarguen de sus hijos en lugar de sus esposos (a ellas se les suele considerar malas madres si no lo hacen, mientras que a ellos no). Además, existen disparidades respecto al sueldo entre hombres y mujeres. En el Perú, a una mujer le pagan en promedio menos del 80% de lo que le pagan a un hombre por hacer el mismo trabajo. Ambos factores hicieron que la mujer termine decidiendo quedarse. Segunda explicación: ella es una persona muy práctica que está dispuesta a hacer sacrificios por su familia, a él no le gusta cambiar caquita, etc.  En este caso, la explicación psicológica hace que se pierda de vista el punto crucial: cualquiera haya sido la personalidad de los esposos en este ejemplo, es bastante probable que, dadas las condiciones estructurales de injusticia social, hubieran tomado las mismas decisiones. En este caso en particular, las explicaciones biológicas o psicológicas ocultan esta injusticia, mientras que la explicación estructural la resalta.

En los tres casos, prestar atención a los detalles individuales de un fenómeno no es tan importante como comprenderlo desde la perspectiva de la estructura de la cual forma parte. No se trata solamente de los audífonos y la persona que los pisó, sino de la situación general de dejar caer los audífonos en un lugar con cientos de personas saltando apretadas: si no hubiera sido esa persona, otra los habría pisado. Igualmente, no se trata de describir al detalle qué moléculas de agua chocaron con la pared, sino de la transferencia de energía que afectó al conjunto de moléculas como un todo: si no hubieran sido esas moléculas, otras habrían roto el frasco. Finalmente, no se trata de los esposos en sí, sino de la estructura de injusticia social de la cual forman parte. Si hubieran tenido una personalidad diferente, probablemente hubiera tomado la misma decisión.

Es importante notar que las explicaciones estructurales no se deben a limitaciones de información, pues incluso si uno tuviera acceso a todos los detalles en todos los casos, perdería información importante acerca de lo que hubiera podido ocurrir si las cosas hubieran sido diferentes en cierta medida. Esta información contraria a los hechos (llamada en filosofía ‘contrafáctica’ o ‘modal’) es crucial para poder explicar científicamente una gran cantidad de fenómenos. En ese sentido, la ciencia no se limita a describir lo que es, sino también lo que podría haber sido, pero no fue.

[Notas: El ejemplo de la temperatura es de los filósofos australianos Frank Jackson & Philip Pettit. El ejemplo de la pareja es de la filósofa estadounidense Sally Haslanger. El dato del gender gap en Perú es de ourworldindata.org]

* Manuel Barrantes es profesor de filosofía en California State University Sacramento. Su área de especialización es la filosofía de la ciencia, y sus áreas de competencia incluyen la ética de la tecnología y la filosofía de las matemáticas. Obtuvo su doctorado y maestría en filosofía en la Universidad de Virginia, y su bachillerato y licenciatura en la PUCP.

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