Según la Encuesta Nacional de Hogares (Enaho), al tercer trimestre del 2020, el 70.3% de la población de Perú ya contaba con acceso a Internet. Además, la población de Lima Metropolitana con acceso a Internet ya alcanzaba el 83.4% en septiembre del año pasado. Definitivamente los medios digitales representan una gran oportunidad para el posicionamiento de nuestra marca y potenciar las ventas.

Expertos en marketing de HubSpot brindan algunas recomendaciones para elaborar un plan de medios eficiente:

Ten un objetivo claro y realista

Para determinarlo puedes hacerte unas cuantas preguntas, como a dónde quieres llegar, cuál es tu alcance, qué cambios quieres lograr en tu mercado y cuál es el valor diferencial que tienes respecto de tu competencia. Tu plan de medios puede centrarse en ampliar tu público, lograr que tu audiencia aumente su cantidad de compras o reforzar la relación que tienes con tu público.

Identifica el recorrido de tus consumidores

Lo positivo de las campañas digitales, es que todo es medible y rastreable. Pensar en el recorrido de tu comprador ayuda a tener una mejor comprensión de lo que quieren tus clientes. Esto puede lograrse mediante el rastreo digital que los usuarios van dejando a lo largo de sus búsquedas en Internet y los temas, productos, servicios o sitios en los que se interesan. Este concepto es también conocido como customer journey.

Estructura el plan de medios digitales

Desarrolla una ruta de acción en donde incluyas los siguientes puntos:

  • Descripción de tu producto o servicio.
  • Posición actual en el mercado.
  • Lista de tus competidores directos e indirectos.
  • Definición del objetivo de campaña.
  • Periodo, alcance y amplitud de tu estrategia.
  • Inversión disponible.
  • Descripción de tus potenciales clientes.
  • Define la estrategia de la campaña

Define la vía que utilizarás para llegar a tu público. Ten en cuenta tu tipo de audiencia y el objetivo que planteaste desde el inicio, ya que de esta manera podrás saber cuál es la mejor estrategia para exponer tu mensaje. Estas son algunas de esas vías:

Estrategia de redes sociales: Elige las redes según tu público y objetivo. Por ejemplo, si deseas impactar a un usuario más joven las tendencias de marketing en Instagram apuntan al video. Los consumidores cada vez más tienen mayor apreciación por los contenidos en este formato, en lugar del escrito, ya sea a través del feed, stories, Reels o IGTV.

Estrategia SEO: Para que los usuarios te encuentren por medio de un buscador tienes que contar con un sitio web optimizado con palabras clave que te ayuden a posicionarte. Cuanto más específicas sean, segmentarás mejor a tu público objetivo.

Estrategia de email marketing: Las campañas de correo electrónico ofrecen el mejor retorno de inversión que cualquier canal de marketing. Considera que tus correos siempre deberán estar optimizados para todo tipo de dispositivos. Procura ser agradable y dirígete al lector usando un tono que le resulte familiar. Usa un lenguaje atractivo, práctico y personalizado.

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Entender lo que nos pasa en el Perú va mucho más allá de las elecciones que acaban de pasar. Es generar más preguntas del tipo ¿cómo llegamos a esto?, ¿cuáles son las razones de fono que lo explican?, ¿cómo comprender el agotamiento y la angustia de estos días? A fines del 2020, Guillermo Nugent publicó “La desigualdad es una bandera de papel, antimanual de sociología peruana”, a nuestro gusto el mejor marco de referencia para construir un espejo hoy y comprendernos como sociedad.

Por eso le pedimos conversar para explorar sus puntos de vista y el resultado son estas líneas en las que se discute la actualidad, pero también el Perú con mayor profundidad. Espero que el lector disfrute el texto, tanto como el entrevistador disfrutó la conversación.

Buscando referencias, asas de apoyo, que nos permitan entender lo que vive hoy el Perú, pero desde una perspectiva de más largo aliento, hallamos “La desigualdad es una bandera de papel”, tu más reciente libro y que nos parece una manera de interpretar esta realidad tan extraña que vivimos. A partir de allí, ¿cómo plantear explicaciones a esta realidad que agota tanto?

Sí creo que agota y agota por una una razón que me parece central y es que hay una diferencia entre el temperamento de algunos actores políticos y el temperamento de la población. Esta cosa sectaria, absolutamente confrontacional respecto de los resultados por parte de los del bloque de Keiko Fujimori no representa un estado de opinión general. Dicen que el país se ha polarizado. País polarizado es Chile antes del golpe de Pinochet, donde tienes una una parte de la población absolutamente en contra de la Unidad Popular y otra parte de la población absolutamente en contra de de la derecha, era una cosa muy fuerte, Allende no tuvo tiempo de desactivar la tensión que había. O en la Argentina antes del golpe militar del 76, muy polarizada, una sensación absolutamente inmanejable. Ahí tenías una cosa polarizada. Yo no veo que esto sea así acá. El último caso de un fraude que merece esa palabra fue con Fujimori en el 2000. Después no ha habido y yo no veo que ahora la población esté en un ánimo confrontacional como sí lo están quienes perdieron la elección y no quieren aceptarlo.

Pero hay ciertas cosas que son objeto de reflexión y que son interesantes. Una es un detalle y sabemos la importancia que tiene darle atención a los detalles: en el Perú pensamos que todo lo dejamos para último momento, cuando hay que hacer cualquier trámite, lo dejamos para el último momento. Sin embargo es increíble cómo en las elecciones es al revés. Generalmente a las dos de la tarde ya votó todo el mundo. Mi interpretación es que esto pasa porque nos gusta votar. Hay algunos que no van, pero los que votamos vamos porque no gusta, si no, esperaríamos el último momento, cuando ya no no te queda de otra. Hay un gusto, un placer en la participación de la de la elección.

Pero además -esto es un dato importante- en nuestra cultura, la elección es el momento de la descarga. Es el fin del proceso por el que has estado pensando en los últimos días, pones ahí tu voto y das la vuelta de página. Ya votaste. Ese es el temperamento en la población.

¿Cómo salimos de esta angustia en la que estamos a diario?

Estamos recibiendo la angustia de los que han perdido. Su gran habilidad es cómo nos están inoculando una angustia que es de ellos. Y no me refiero a todos los que votaron por Fujimori, sino a esa parte que votó por ella, que no es la mayoría de los votantes, pero que tienen muchos medios de influencia y que están realmente angustiados. Y la gran estrategia mediática que hay en estas semanas es cómo esa angustia se la están queriendo inocular al conjunto del país. Mi respuesta es que frente a eso hay que poner límites, en efecto. Hay que delimitar quiénes son los que están con la angustia y quiénes son los que están queriendo desparramar esa angustia.

Por eso no deja de ser algo falaz esta idea de que el país está polarizado. Eso es lo que quienes han perdido las elecciones y los medios comunicación quisieran, pero no se ve ni siquiera entre los propios votantes de Keiko Fujimori. La encuesta que salió la semana pasada del IEP indicaba que una gran cantidad de gente que había votado por ella asumía que en efecto los resultados les eran adversos. Hay un sector no sé qué tan pequeño, que es muy intransigente y beligerante, para quienes está claro que la democracia es lo que algunos sociólogos llamarían una “valoración débil”, no es un un compromiso. Lo que se ha mostrado acá es que la democracia para un sector muy conservador está dentro de la valoración débil: si las elecciones las gano, no está mal; pero si las pierdo, ya pues, a otra cosa.

Este elemento de valoraciones fuertes y débiles respeto a la democracia creo que es importante porque en el conjunto de la población, desde hace una buena cantidad de elecciones, la gente vota, siente que el voto fue la descarga y ya terminó el asunto porque hay una cierta confianza en las instituciones encargadas de los procesos electorales, que es lo que justamente ahora se quiere minar.

Eso nos lleva a la distinción que se plantea en el texto entre poder y autoridad, como una característica de la modernidad, pero que estaría presente en esta situación. Finalmente quien salga de autoridad en el fondo da lo mismo porque la estructura de poder se va a mantener y es invisible.

Justamente la facilidad para la corrupción, para el manoseo de las instituciones, es porque el elemento de autoridad pierde peso, lo que cuenta es el poder. Para los poderes fácticos las elecciones son aleatorias, si hay bien y si no, la vida continúa. Por eso señalo que mientras que el poder es eficaz en la medida en que es oculto, la autoridad tiene que ser visible. Si no se ve la autoridad, se pierde legitimidad.

Parte del problema es que estas últimas elecciones las gana un un candidato que se convierte en autoridad y es una autoridad visible que no es considerada aceptable por quienes a partir de este resultado explícitamente desconocen las elecciones. Y se debe hacer una distinción relevante: están los que votaron por Keiko Fujimori válidamente, y eso es totalmente aceptable; pero hay otra -esperamos minoritaria- que después de las elecciones no quiere aceptar los resultados.

Este es un matiz que se está perdiendo, que considero clave. Mucha gente que no aceptaba tener como autoridad a alguien como Castillo antes de las elecciones y en consecuencia votó como votó. Pero otra muy distinta es que una vez que se haya votado tú consideres que ese no tiene por qué ser tu autoridad. Ese es el centro del debate: cuando hay elecciones es para elegir una figura de autoridad para todos y todas los peruanos. No es solamente “ese me representa a mí”, es que representa a la Nación. Ese que está ahí, representándonos, es porque fue producto de una elección. Entonces nos representa a todos sin dudas.

Esto se une con el concepto de democracia negativa que desarrollas también. Me basta con definir la democracia como ausencia de dictadura y eso la transforma en una democracia de mínimos, como el votar.

Ese es parte de nuestro problema, que tenemos una democracia de mínimos. Hay democracia porque no hay militares, porque no hay golpe y entonces es una democracia que se define mucho en términos negativos y no en términos de, por ejemplo, vigencia de derechos ciudadanos, o posibilidades de participación.

Y eso implica libertad de expresión y libertad de pensamiento. Lo que tenemos ahora es una escisión entre la libertad de pensamiento y la libertad de expresión. Donde la libertad de expresión está al servicio de la intolerancia más desembozada como podemos ver en estos tiempos.

En ese sentido, ¿cómo evalúas la emergencia de canales como Willax por ejemplo, que poco a poco han ido generando audiencias interesantes?

En primer lugar, que surjan canales como Willax no es un problema, en la medida en que no se difundan mentiras. Si alguien tiene opiniones muy de derecha conservadora y las publicita, dentro de un margen de dar información veraz, no habría problema. El tema es que es un tipo de medio de comunicación cuyo eje central es la acusación: siempre hay un objeto que es acusado que tiene que ser perseguido, ahora es el comunismo, antes era la corrupción de Vizcarra, antes sería alguna otra cosa, pero siempre hay algo qué acusar. Y no es tanto acusar a una falta, si no acusar a un sector de la opinión.

En esta lógica de acusaciones quisiera subrayar otro elemento. Cuál sería el problema con el comunismo, si eso es una corriente de pensamiento tan legítima como el liberalismo el socialcristianismo o la religión “X”. No veo por qué se tiene que satanizar a una corriente de opinión. Esa es la parte que a me parece más peligrosa en todo esto. Históricamente, en nuestro contexto en América Latina, el anticomunismo ha sido el discurso de las dictaduras, Trujillo, Stroessner, Pinochet o Videla, todas son dictaduras anticomunistas. Porque la idea es que ahí lo que cuenta es que se trata de un enemigo al que hay que derrotar y los medios para hacerlo son secundarios, sólo importa la idea de que hay que eliminar al comunismo.

Ligado a esto, hay un elemento adicional muy importante. Se está haciendo un desplazamiento de lo que durante los años previos era la lucha contra el terrorismo. Antes a la gente se la acusaba de terroristas, es decir, se la acusaba o se le atribuía un tipo de acción y eso era lo delictivo. Pero la cosa cambia cuando tú acusas a alguien de comunista, ¿cuál es el problema en ser comunista? Eso es lo que el el congresista Montoya quiere al plantear prohibir los partidos comunistas. Espero que cumpla su palabra y presente ese proyecto de ley prohibiendo partidos comunistas en el Congreso porque va a dar lugar a un debate muy interesante.

Pero además nos metemos en el mundo de los significados concretos. En muchas conversaciones el decir “no al comunismo” sólo se justifica por el miedo a que “me van a quitar algo”, eso lo escuchamos todos los días.

Generalmente los que hablan del peligro de que “el comunismo me va a quitar cosas” son aquellos que empiezan quitando cosas. El caso más clásico es Keiko Fujimori en la campaña presidencial usando la camiseta de la selección. ¿Qué es lo que estaba haciendo allí? Nos estaba robando a una parte de electores que no votamos por ella un emblema que es de todos. Eso es lo que hace el fascismo en general. Es quitarle al otro sus partes valiosas, en este caso es “la camiseta me pertenece, no es de ustedes”, discursivamente es una cosa muy violenta, simbólicamente es tremendo porque le estaba sustrayendo a más de la mitad del electorado un símbolo. Entonces cuál es el mensaje ahí: eso que yo he hecho es lo que el comunismo le va a hacer a ustedes, les va a quitar cosas, a un nivel de un proceso inconsciente pero es así como funciona.

¿Crees que estamos yendo, como sociedad, hacia el fascismo o hacia una representación formal del fascismo?

Es muy difícil hacer previsiones sobre sobre el futuro pero en general no veo que haya un contexto que nos lleve a ello. Los fascismos históricos, el el de Italia o Alemania por ejemplo, suelen darse en contextos de descalabros totales. Habían perdido la guerra, eran sociedades muy desmoralizadas y es allí donde entonces surge un tipo de esperanza casi milagrosa que empieza a adquirir mucha importancia.

No veo que sea el caso de Perú. Más bien tengo una lectura distinta. Desde el siglo XX tenemos ciclos políticos de aproximadamente 30 años. Empieza con el golpe contra Leguía en el año 30, donde se da un ciclo conservador, hasta el año 62 cuando se dan las movilizaciones campesinas. Haya de la Torre gana las elecciones que son anuladas por un golpe de Estado y ahí se inicia otro ciclo de otros 30 años, que en mi opinión es el más intenso que hemos tenido, porque en esos 30 años pasó lo mejor y lo peor de nuestra historia. Tuvimos cosas como la reforma agraria, un nivel de derrota del gamonalismo, tuvimos hiperinflación, tuvimos una generalización del asesinato en la política, tuvimos una izquierda electoralmente masiva, todo en un lapso de 30 años que se clausura con el autogolpe de Fujimori. Con él entramos a otro período restaurador extremadamente conservador que está durando más o menos otros 30 años.

Aparentemente hay ciclos de emociones políticas que suelen durar pues más o menos 30 años y sin quitarle valor a la coyuntura también es importante verlo con una cierta perspectiva. Son movimientos pendulares que tenemos. Hay un momento restaurador que estaría llegando a un cierto límite…

¿Y crees que por ejemplo una figura como la de Castillo es una figura que representa muy bien un un espacio transicional, un espacio de cambio?

Castillo es más una figura que un personaje, una figura que ha resultado ser muy poderosa, pero hasta ahora no se conoce mucho del personaje. Cuando en el 90 la gente vota por Fujimori padre, está votando por una figura. Nadie lo conocía: se presentaba como el chino simpático, académico.  Ganó la figura, pero al personaje se le conoció después. Vargas Llosa sí era un tremendo personaje por el contrario. Entonces esta idea del personaje derrotado por la figura es un tema interesante para para la reflexión y para la discusión

Igual Keiko Fujimori en estas elecciones es todo un personaje. Pero un personaje que al menos en segunda vuelta se presentó con un sentido de la espontaneidad totalmente anulado. No hay un solo gesto que no te no te des cuenta de que se hizo siguiendo las indicaciones de su media trainer.  Mientras que lo que atrajo del Castillo además del sombrero es esta esta cosa espontánea, el tipo es genuino -en sus aciertos y en sus desaciertos- y eso también tiene un componente de atracción muy grande. Me llama la atención que esa distinción entre acartonamiento y espontaneidad no se haya incluido en los en los análisis, porque fue muy evidente.

Se habla del Castillo como un tipo casi improvisado, pero no vemos que es sindicalista del magisterio, uno de los espacios sindicales mejor armados que hay en el en el país. Disputarle la dirección del magisterio a Patria Roja no lo hace cualquiera. Entonces tan precario, tan caído del palto no es. Tiene su trayectoria y tiene un estilo que no es el de los candidatos que se mueven con su media training al lado pero que está ahí. Ahora cabe evaluar el tema de la curva de aprendizaje, qué tanto va a ser su capacidad para adaptarse a esta nueva realidad.

Uno de los conceptos más interesantes que desarrollas es el ingenio como capacidad de la sociedad peruana para hacer frente a la dureza del poder. Ese ingenio, ¿cómo lo defines en este espacio reciente?

El ingenio parte de un principio básico de que en primer lugar todo sirve. Puedes hacer muchas cosas con todo lo que hay. Pero además, el ingenio te permite hacer conexiones inesperadas que te producen situaciones armónicas, nuevas armonías, que no es nada nuevo. Recuerda la rima de Ricardo Palma sobre cómo hacer un poema; él da instrucciones de cómo debe empezar un poema y cómo termina el poema. ¿Y al medio? Ah, ahí está el ingenio.

Lo que quiero decir es que esa referencia al ingenio está muy presente en nuestra cultura. Nosotros valoramos el ingenio. Hay una valoración diferente del ingenio entre nuestras élites y la cultura popular. En ésta, el ingenio es algo bien recibido pues permite salir adelante con las cosas a la mano y hacer más. Junto tres o cuatro cosas pero las combino de una forma que no se ha hecho antes y salgo adelante. Mientras que en la cultura élite el ingenio suele describir transgresiones más bien, aparece para describir nuevas modalidades de estafa, tipos de robo inauditos. Allí donde el ingenio aparece como sinónimo de transgresión, en las culturas populares aparece como más bien como aquello que me va a permitir manejar mejor la realidad.

Sobre el ingenio se ha escrito mucho desde la época de los Epigramas, de Marcial, que deberían leer todos los dedicados a la publicidad porque eran textos muy breves y de una contundencia feroz. Además, en el Siglo de Oro en España, cuando Descartes está hablando del método, Baltasar Gracián ya habla sobre el ingenio como una forma distinta de aproximarse al mundo. En el ingenio está muy marcada la sorpresa -el resultado sorpresivo-. De hecho cuando alguien dice que no se entiende esta cosa tan sorpresiva de Castillo, es que hay un cierto ingenio colectivo también en haberlo elegido. Mendoza tuvo a toda la prensa en contra que la sepulta y luego Lescano comete la falta que es fatal para todos los candidatos que es sentirse ganador antes de tiempo. Castillo se metió por los palos. Es una forma de ingenio.

Siento, de forma muy particular, que los ensayos presentes en “La desigualdad…” nos permiten ver el país. Como aprendimos a verlo en los textos de Basadre, de Matos Mar, de Cotler. Pero en este tiempo. Tus ensayos incorporan el análisis del individuo, de sus emociones y sus relaciones a un nivel más micro incluso. ¿Cómo se logra un proceso así?

Quisiera subrayar que yo me siento un producto de la cultura peruana. Claro, hay lecturas que ayudan, pero lo central es estar caminando por las calles o viajando en transporte público o escuchando a la gente en clases. Hay todo un un murmullo ciudadano que es el que alimenta mis reflexiones. A mí sí me interesa presentarme como un producto de la cultura peruana, porque pienso en el país, porque en la calle escucho acentos, porque me tropiezo con gente y todo eso hace que aprenda mucho. Mi esfuerzo es por conversar con la gente que tengo más cerca y conversar con con los peruanos y peruanas y creo que sí nos entendemos bien. Estoy absolutamente en contra de de un esfuerzo de conocimiento que apunta a ganar el reconocimiento de los que están lejos. Yo le doy mucho valor a ganarme el reconocimiento de los que tengo cerca, el sentido de escribir las cosas con un sentido de cercanía es muy importante, quiero producir con los lectores y lectoras un efecto de cercanía.

Por ejemplo, una cosa muy linda que escuché ahora en la mañana de una estudiante en sociología en la Universidad, qué está haciendo sus prácticas profesionales. La conversación derivó en cómo así se le había ocurrido estudiar esto. Pues contó que cuando era adolescente y todavía no había terminado el colegio ella se dijo: yo quiero estudiar algo que en las mañanas, cuando me despierte, vaya contenta del trabajo. Ese relato me pareció extraordinario. Era la idea de cómo encontrar un tipo de estudio que me haga trabajar con gusto. Que el “trabajar con gusto” hoy en día sea contrapuesto al “trabajar por el dinero”. Me pareció una descripción maravillosa de lo que es el sentido de la vocación en las cosas.

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Perú clasificó a los cuartos de final de la Copa América. Luego de recibir una goleada frente a Brasil en el debut, Perú reaccionó, mejoró y le ganó a Colombia, le empató a Ecuador tras ir perdiendo por dos goles y, finalmente, venció a Venezuela. Este último partido deja una prudente sensación positiva, pues confirma que los dirigidos por Ricardo Gareca atraviesan por una dinámica de crecimiento que, en un torneo de esta naturaleza, puede ser determinante. Las relaciones al interior del colectivo cada vez adquieren un superior grado de compenetración, lo cual permite que la aplicación de la propuesta de juego peruana se muestre con mayor solidez y convencimiento.

Si bien el planteamiento conservador de José Peseiro, articulado sobre un 5-4-1 con las líneas bastante juntas, dificultó la creación de ocasiones de peligro para la selección peruana en la primera mitad, careció de sorpresa ofensiva y, más allá de algunas incursiones individuales de Jefferson Savarino y Sergio Córdova, no encontró la profundidad necesaria para dañar sostenidamente a la estructura defensiva ‘bicolor’. De hecho, la rápida salida de Alexander Callens —reemplazado por Luis Abram— no mermó el funcionamiento su última línea, ya que esta se mostró bastante aplicada y segura, aplicando de forma correcta las conductas requeridas para neutralizar el juego ofensivo venezolano. Más allá de consideraciones sobre los nombres y las ausencias del ataque ‘vinotinto’, puede ser vista como una señal positiva que, luego de doce partidos, el conjunto peruano  haya mantenido su valla invicta.

Sin haber desesperado en la búsqueda del objetivo, el complemento se presentó idóneo para los intereses de la ‘blanquirroja’. Encontrar rápidamente el gol vía un inspirado André Carrillo le permitió al equipo dirigido por Ricardo Gareca ganar confianza, sostener el orden y terminar el cotejo imponiendo condiciones a partir del manejo fluido de balón. En ese marco, Renato Tapia, Yoshimar Yotún, apoyados por un participativo Sergio Peña, los encargados de dotar de equilibrio a la escuadra peruana, cumplieron con su rol y estuvieron certeros no solo para la recuperación y el despliegue, sino también, en la mayoría de ocasiones, los pases para relacionar a las demás líneas y permitir que el equipo ‘viaje junto’ en los diversos sectores del campo.

Con sus respectivas cualidades individuales, lo de Christian Cueva y André Carrillo —que acertadamente se ubicó con mayor libertad en el frente ofensivo en el segundo tiempo— por su movilidad, conducción y capacidad para tejer situaciones favorables en ataque, fue de lo más destacado del conjunto peruano. Ejerciendo un liderazgo futbolístico, siempre ofrecieron apoyos para superar líneas y ser opción para ir al frente. Vale resaltar también el ingreso de Raziel García que, en los minutos que estuvo en el campo, mostró atrevimiento para encarar y asociarse, lo cual da la impresión de ser una aparición interesante en materia ofensiva para el cuadro ‘rojiblanco’. Y, marcado al milímetro por los tres zagueros venezolanos, Gianluca Lapadula, si bien luchó y generó lo que estaba a su alcance, no encontró los espacios necesarios para disponer de mayores chances de gol. El que sí tuvo una clara fue Alex Valera que, aunque no logró marcar, demuestra que su ‘olfato de gol’ es un activo valioso en esta selección.

Entonces, tras ir de ‘menos a más’, a Perú le tocará esperar, con unos días de descanso, a su próximo rival para la siguiente ronda del torneo. Tomando como referencia lo visto en los últimos cotejos y, como siempre, el carácter dinámico del fútbol, al parecer Perú está reencontrándose con su versión más fructífera a partir de una serie de ajustes tácticos, en los cuales destaca la conformación de una especie de rombo en el mediocampo con Tapia como eje junto a Yotún y Peña; la ubicación de Cueva como ‘enganche’ y André Carrillo más cerca de la portería rival como segundo delantero acompañando a Gianluca Lapadula. Así pues, superada esta primera prueba competitiva, solo queda adaptarse y responder ante un escenario que se presenta desde un creciente, y cómo no, desafiante rigor.

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Gianluca Lapadula, Perú, Ricardo Gareca

Toda estrategia económica se aplica dentro de un marco institucional determinado. No se hace en un vacío. Esto nos lleva a definir qué son las instituciones, porque sin ellas funcionando de manera adecuada, ningún modelo económico tendrá éxito.

Las instituciones tienen dos acepciones en economía: en primer lugar, son organizaciones, como el Congreso, las universidades, la Policía Nacional, un club de futbol, etc. En segundo lugar, son las reglas de juego, algunas formales como la Constitución Política y otras informales que responden más a costumbres y hábitos de la población. Tanto las primeras como las segundas determinan cómo funcionan las economías, pues todas las sociedades funcionan con reglas, algunas no escritas.

La corrupción puede considerarse una institución, pues se trata de una mala costumbre en nuestro país, un mal hábito, que está extendido en amplios segmentos poblacionales. Las reglas tributarias también son una institución. En el primer caso se trata de una institución informal, mientras en el segundo, formal. El punto es que dentro del marco institucional que cada sociedad tiene, funciona una economía. Por eso es que cualquier reforma que se quiera hacer en el campo económico debe ser antecedida por una mejora institucional.

¿Cómo podría fluir la inversión privada, tan importante para reactivar la economía, si no evitamos que en el camino funcionarios corruptos encarezcan el proceso buscando intereses personales a cambio de una coima? ¿O es que no se puede hacer nada y que debemos caer en la corrupción para poder funcionar? ¿Cómo aumentamos la inversión pública si los Gobiernos Locales, Regionales y Central no tienen capacidad de gestión? ¿Cómo sostenemos un país en el que la formalidad solo funciona para 30% de los trabajadores y la mitad de las empresas? ¿Cómo podemos avanzar en un país en el que nadie cree en nadie y reina la intolerancia y desconfianza?

Note, estimado lector, que se trata de factores que en apariencia no están relacionados con la economía. Sin embargo, lo están y mucho. Imagine usted, cuánto tiene que invertir una empresa en seguridad, cuántos días pierde en trámites con el gobierno, las dificultades que enfrenta cuando pretende que el poder judicial le resuelva un problema. Los funcionarios públicos parecen no seguir las reglas establecidas, sino que la mayoría favorece a unos sobre otros.

Por eso no sorprende que los países más competitivos del mundo sean aquellos con mejores instituciones y como consecuencia de ellos, resultados económicos positivos y mayor calidad de vida. La clave está en encontrar cómo cambiar las instituciones y aunque todos creen tener la receta perfecta para mejorar el marco institucional, hay una verdad universal: no sabemos cómo hacerlo.

Mientras no tengamos mejores instituciones, mientras no cambiemos las personas, resulta muy difícil que seamos un país competitivo, capaz de brindar a sus ciudadanos servicios básicos de calidad. Por eso es que las cosas no funcionan en nuestro país. El debate institucional está más allá de la izquierda y la derecha y es anterior a ellas. Miremos el mundo y veamos por qué algunos países funcionan mejor que otros. Por ahí debería estar la agenda del nuevo gobierno.

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Carlos Parodi, Entendiendo de Economía, Instituciones, Paraíso

Para Theodore Dale, consultor internacional del Banco Mundial, el 95% de los emprendimientos peruanos no tienen éxito debido a que no se eligen buenas ideas de negocios que resuelvan necesidades.

Es necesario que los emprendedores peruanos, y quienes están prontos a aventurarse en el emprendimiento, tengan algunas pautas claras y aprendan de sus errores e historias de fracaso.

El movimiento Fuckup Nights, creado en México y ahora expandido a Latinoamérica, lleva cinco años demostrando que cuando un emprendedor encuentra el fracaso en su intento por llevar a buen puerto un proyecto y lo reconoce como tal, hay más posibilidades de que consiga más adelante sus objetivos, al haber aprendido de sus propios errores y de los de otras personas.

Un informe de Fuckup Nights explican algunas de las razones que evitan el crecimiento del emprendimiento:

Pocos recursos

Muchas veces los emprendedores no tienen el dinero suficiente para subsistir. Entre los problemas financieros se encuentra el generar una idea de negocio poco rentable, administrar mal los recursos con los que se cuenta o no tener acceso a fuentes de financiamiento para concretar la idea.

Falta de medición

Muchos emprendimientos no cuentan con indicadores y métodos para medir resultados, rendimientos y eficiencias. Otro punto débil es la mala estructura organizacional y conflictos entre accionistas para obtener el control de la empresa.

No analizar las 4P

El marketing no sólo es publicidad y las estrategias para dar a conocer tu servicio o producto. Este también tiene que ver con el precio, producto, la promoción y el lugar en dónde lo ofrecerás. Son muchos los emprendedores que olvidan analizar estas áreas antes de emprender.

No contar con el personal adecuado

Los problemas en esta área derivan de una falta de desarrollo personal, problemas de compensación de los empleados, falta de selección adecuada del personal, o incluso robos por parte de los trabajadores y alta rotación.

Aspectos técnicos

No contar con la capacidad para cumplir con la demanda de producción, desorden en el inventario de productos. tener problemas de abastecimiento de insumos y el registro de patentes.

Factores externos

Las crisis económicas, políticas, pandemia, los cambios repentinos en los gustos de los consumidores, la entrada repentina de un competidor, las reformas legislativas, la inseguridad, la adopción de nuevas tecnologías y el desconocimiento de grupos de interés son los factores que podrían debilitar a las empresas y están completamente fuera del alcance de los emprendedores, pero siempre es necesario tomarlas en cuenta para elaborar un plan de acción.

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Banco Mundial, Empresa, Fracaso

Estimado Mario, desde que Alberto Fujimori (tu adversario en las elecciones de 1990) dio el autogolpe de 1992 y tomó por asalto todos los poderes del Estado (con la anuencia del 90% de los Peruanos) e instauró un narco estado corrupto junto a Vladimiro Montesinos, tú defendiste la democracia peruana desde tu obligado auto exilio en España y desde entonces recibiste los ataques de una parte importante de la población peruana que veía envidia o rencor, en donde había en realidad un genuino interés por preservar los valores democráticos de nuestro país. Por lo menos, así lo vi yo, siempre.

Por esa misma razón, te opusiste férreamente a las dos primeras postulaciones de Keiko Fujimori a la presidencia de la República en el 2011 y el 2016, denunciando su candidatura como expresión de los peores valores de la política nacional.

Sin embargo, en la segunda vuelta electoral peruana de este año, frente a la candidatura de Pedro Castillo que representaba a primera vista una amenaza a la democracia que siempre defendiste, no tuviste más opción que apoyar abiertamente la postulación de la señora Fujimori, apretando los dientes y dejando de lado 29 años de abierta y franca oposición al fujimorismo.

Pero las elecciones se realizaron y la ONPE dio como ganador al candidato de Perú Libre por más de 44,000 votos.

Tú sabes muy bien que los observadores de la OEA, el Departamento de Estado de los Estados Unidos de Norteamérica, Canadá, Inglaterra, la mayoría de medios internacionales como CNN, así como la Defensoría del Pueblo, Transparencia Perú e IPSOS han calificado el proceso electoral peruano de justo y democrático, no habiendo encontrado ninguna señal de fraude.

A pesar de ello, te has apresurado en apoyar las peligrosas insinuaciones de “fraude en mesa” de la candidata perdedora, sin tener ningún elemento de convicción, ya que como debes saber, todas las impugnaciones presentadas por la señora Fujimori han sido rechazadas o descartadas por los Jurados Electorales Especiales, por carecer de sustento.

Ahora que el Jurado Nacional de Elecciones empieza a ver las reclamaciones del fujimorismo, ha comenzado una campaña de demolición con el claro e inocultable propósito de impedir la proclamación del ganador de estas elecciones. En ese sentido, importantes medios de comunicación del mundo han reconocido en Fuerza Popular la misma estrategia de negación de las elecciones de Donald Trump en los EEUU.

A estas alturas y con todos los contactos con que cuentas en el mundo, que te pueden confirmar directamente lo que estoy apenas reseñando, me pregunto si vas a seguir manteniendo tu apoyo a una causa perdida, que no solo no defiende la democracia por la que tanto has luchado, sino que la amenaza y la pone en grave peligro, al pretender desconocer los resultados electorales que el mundo civilizado reconoce. Más allá de que nos guste o no el resultado electoral y de que tengamos justificado recelo sobre un posible gobierno de Perú Libre.

¿Quieres ser recordado como el hombre que nunca claudicó en su lucha por los valores democráticos de su patria, o como el escritor que prefirió plegarse al final de sus días a un grupo que representa lo más rancio del racismo, clasismo y fascismo en el Perú?

Estás a tiempo.

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Alberto Fujimori, Keiko Fujimori, Mario Vargas Llosa, Pedro Castillo

Usted ha dicho que Pedro Castillo y Vladimir Cerrón están distanciados, pero un reciente informe del periodista Ricardo Uceda habla de un gobierno tripartito. Por un lado, Pedro Castillo. Por otro, el partido liderado por Cerrón. Y la tercera parte, la bancada de congresistas electos. ¿Esto no lo contradice?

Pedro Castillo está distanciado de Cerrón. Cualquiera sea el partido, es natural que todos tengamos que conversar, que nos tengamos que poner de acuerdo, escuchar al uno y al otro. No podemos rechazar al otro solo porque tiene opiniones contrarias a la nuestra. Por supuesto, alejándonos de cualquier terrorismo, de cualquier extrema derecha o extrema izquierda. Pero todos nos tenemos que comunicar. Pedro Castillo se ha distanciado del que ha sido el jefe de ese partido [Vladimir Cerrón, de Perú Libre]. Yo no sé por qué ustedes insisten en eso. Lo que ustedes han visto es ese distanciamiento. 

Ciertamente algunas declaraciones del señor Castillo manifiestan un distanciamiento, pero…

Y declaraciones del señor Cerrón también.

Pero más bien el señor Cerrón y su partido se proclaman ganadores de estas elecciones.

Pero impídanlo ustedes, pues [ríe]. ¿Lo podemos impedir nosotros? ¿Lo puede impedir un tribunal? ¿No hay libertad de expresión para el país?

Doctor Torres, ha dicho para un reciente informe de Sudaca que usted salió a defender a Pedro Castillo “porque lo llamaron terrorista y comunista” y que él “no lo es porque en Chota no hubo terrorismo gracias a los ronderos”. Terrorista no es. Pero sí viene de un partido [con un ideario] comunista. ¿Usted comparte el ideario de Perú Libre?

Pedro Castillo no es comunista, no es terrorista. Es un rondero, un profesor de una escuela rural. Y justamente por eso a mucha gente le duele que él haya ganado la presidencia. ¿Pero a  quién le duele? A esos acomplejados, que tienen el complejo de superioridad con relación a los demás peruanos. A esos que desprecian al sur, al centro del Perú que han votado por Pedro Castillo y que para ellos han cometido delito de fraude. En cambio, quienes vivimos en San Isidro, Miraflores, en otros barrios, somos personas honestas, decentes. El que tiene complejo de superioridad o inferioridad es un pobre diablo, inservible, negativo para cualquier sociedad. Y eso es lo que hay que superar en el país. Aprendamos a hablar como personas decentes, honestamente y no desvirtuar las declaraciones de Castillo u otras personas. Y menos tergiversar mis declaraciones.

Yo no he dicho que Castillo sea comunista, sino que lo alberga un partido comunista.

No es verdad. Fue invitado por Perú Libre y por supuesto que se ha distanciado de Cerrón y no tiene nada que ver con eso. Acá todos los peruanos tenemos que hablar con transparencia, todos nos tenemos que unir, a todos nos necesita el Perú.

No estaríamos hablando de esto con usted si de repente el señor Castillo se animara a dar entrevistas. ¿Por qué no lo hace?

Le voy a decir la verdad: ¿cómo fue tratado por el 99% de la prensa peruana Pedro Castillo? Él declaraba una cosa e inmediatamente tergiversaban su declaración. ¿Para llevar a qué? Justamente a eso, a señalarlo de comunista, de terrorista.

¿Y acaso no hay medios más serios que el Grupo El Comercio o que Willax para que él pueda aclarar varias cosas?

Lo tendrá que hacer y lo va a hacer. Para que haya una comunicación más franca y leal con la población. Yo he salido a declarar para defender a Castillo del abuso de la prensa.

Ha hablado usted también de racismo. Dijo hace poco: “Todos nosotros que estamos aquí en esta sala somos despreciados por un pequeñísimo grupo que se creen superiores”. ¿Cómo se ha evidenciado este racismo en la campaña?

Mire usted. No desconozcamos la realidad. ¿No estamos viendo cómo está actuando Fuerza Popular? Con un absoluto desprecio por la gente del sur y del centro. Solo porque no pertenecen a su clase social. Esa discriminación existe, solo que se ha evidenciado ahora. Nosotros somos dos personas dialogando. Usted tendrá sus ideas, yo las mías. Dialogamos y al final, a lo mejor, nos ponemos de acuerdo y empezamos a trabajar en función del interés nacional. Castillo es un peruano más, ¿a dónde va el odio?

Doctor, ¿cómo llega usted a Pedro Castillo? ¿Quién se acerca a quién?

Yo tengo una página en Facebook. He escrito alguna cosa ahí defendiendo algunas posiciones de Perú Libre. Pero por esa consecuencia me llama Pedro, que es mi paisano. Los dos somos de Chota. Eso se da luego de la segunda vuelta, para enfrentar las impugnaciones. A mí no me gusta estar en los medios, no es esa mi vida. Estoy aquí accidentalmente, ocasionalmente y estoy esperando que termine esta cuestión para regresar a mi actividad privada. Yo vivo de mi trabajo.

¿No aspira usted a ningún cargo? ¿No le ha ofrecido ninguno el señor Castillo?

No aspiro a cargos, él tampoco está ofreciendo cargos.

Pero Castillo debería hacerlo, para su eventual gobierno.

Sí, tiene muchos asesores. Se dice que no, pero yo veo varios economistas alrededor de Pedro Castillo, entre ellos a Pedro Francke que, según mi opinión, debería ser el ministro de Economía. Pero yo no cuento para nada en esa elección.

El tema con Francke es que no es muy del agrado de algunos miembros de Perú Libre.

Es muy posible. En toda agrupación social, hasta en la familia, se producen esas cuestiones.

Usted escribió a inicios de mayo, antes de sumarse al equipo de Castillo, que “afirmar que no se puede convocar a una Asamblea Constituyente porque no está regulada en la Constitución es de una ignorancia supina del Derecho”. Pero muchos constitucionalistas han salido a decir que no es posible hacerlo vía referéndum. ¿Qué responde?

Esa es la ignorancia, pues. Esos son, entre comillas, los grandes juristas en el Perú. Le voy a dar una respuesta facilísima. Si el poder constituyente estuviera regulado en la Constitución ya no sería poder constituyente, sería un poder constituido. Como lo es el Ejecutivo, el Legislativo, el Judicial y todos los otros órganos con poderes limitados que representan a la sociedad. El poder constituyente es un poder absoluto, que radica en el pueblo, el creador de la Constitución. El Congreso, por delegación de la Asamblea Constituyente, puede modificar la Constitución, pero lo que no puede hacer es dar una nueva Constitución porque esa es facultad del poder constituyente, a través de la Asamblea Constituyente.

También dijo recientemente que “si el pueblo dice que quiere una Asamblea Constituyente, allí se verá si continúa el Tribunal Constitucional o si desaparece este organismo que ha causado enorme daño al país y sus funciones son asumidas por la Corte Suprema, como ocurre en Estados Unidos y en otros países” ¿Qué lo hace pensar que el Poder Judicial va a estar más capacitado que el TC?

Pero también dije ahí que se debe hacer una reforma en el sistema de justicia a fin de contar con una Corte Suprema de calidad. Y también expliqué por qué el TC ha causado mucho daño al país. En una sentencia, por ejemplo, actualizó, como si las haciendas estuvieran en su apogeo, el valor de los bonos de la reforma agraria. Y ahora el Perú debe una suma fabulosa que los medios de comunicación no dicen y todos los medios y grandes juristas aplaudieron. Y nadie dijo que en el Perú también queremos un TC que, por ejemplo, ordene la indemnización de todo el daño que se ha hecho a los trabajadores de las haciendas o los herederos de esos trabajadores. Un daño inmenso porque se les sometió a esclavitud o semiesclavitud. Yo lo he visto, lo he vivido como estudiante en San Marcos y, por ser norteño, he conocido cómo fue la vida en las haciendas azucareras del norte. Hablo conociendo la realidad. El TC además ha hecho un gigantesco daño al país promoviendo la corrupción en el Poder Judicial, haciendo retornar mediante acciones de amparo a aquellos magistrados destituidos por corrupción. Hay todo eso, se tiene que evaluar.

¿Acaso lo que está fallando no es más bien el modo de elegir al TC y no el TC en sí mismo?

Esa es la otra alternativa que mencioné. Que no pueden designarse a los miembros del TC mediante la repartija, que no todos los miembros deben ser elegidos por el Congreso, porque ya vemos las consecuencias y la calidad de los miembros que han llegado al tribunal.

Doctor, ¿qué hará Perú Libre si llegamos al 28 de julio sin que el JNE proclame a Castillo como presidente?

Esa posibilidad es muy remota, porque ya lo único que falta es que el JNE resuelva rápidamente algunos casos de nulidad y termine proclamándolo. El JNE está en la obligación de proclamar al presidente aun si no ha resuelto esas nulidades por haberse interpuesto estos actos negativos de renuncia de uno de sus miembros o que al otro no se le ubica. 

¿Ve improbable entonces que Castillo no sea proclamado el 28 de julio y que el señor Jorge Montoya asuma la presidencia como cierta derecha quiere? Le recuerdo que se está enfrentando usted a un aparato que incluye estudios de abogados ‘top’, exmagistrados del TC y una serie de políticos conservadores que han salido a defender a la señora Fujimori. Sin mencionar a los grandes medios.

Sí, ellos están trabajando en ese sentido. Es verdad, pero el JNE está en la obligación de proclamar al presidente antes del 28 de julio. Sea cual sea la situación. Situaciones que no se han producido solo aquí en el Perú, sino en otras partes del mundo. En el mismo Estados Unidos, en una ocasión, no pudieron resolver todas las nulidades dentro del plazo y declarar al gobernante vencedor.

Analizando la correlación de fuerzas, ¿ve posible un golpe, en cualquiera de sus formas?

Eso es lo que está trabajando Fuerza Popular. Con ese objetivo ya sea de parte de las fuerzas armadas o utilizando algún mecanismo para anular las elecciones. Lo que pasa es que no tienen ninguna causal para eso. La única es que los votos nulos y viciados superen los dos tercios y eso no se ha dado en el Perú.

¿Teme lo que pueda pasar en las calles si no se proclama Castillo como vencedor?

Sí. Eso sí lo tememos. Por eso estamos pidiendo por todos los medios a la población que, si bien tienen derecho a la libertad de reunión y mítines, que todo debe hacerse dentro del ordenamiento jurídico, con paz, con orden, sin afectar la propiedad pública ni la propiedad privada. Hay que conservar la calma, hay que conservar la prudencia. Que Fuerza Popular persigue eso, que haya dos, tres muertos y que siga la escalada, no me cabe ninguna duda. Porque ellos no tienen ningún límite. Hay que darnos cuenta de que nos estamos enfrentando a una organización delictiva que viene desde el papá hasta ahora. Ella está acusada por gravísimos delitos, como lavado de activos. En realidad, no debería estar postulando a la presidencia de la República.

Ahora, si uno revisa sin apasionamientos el caso de los ‘Dinámicos del Centro’, ¿no le parece que hay indicios para pensar que Perú Libre empieza a funcionar también como una presunta organización criminal? Hablamos de militantes importantes que trafican con puestos de trabajo en los gobiernos locales que ellos manejan.

En ese aspecto yo he visto que Pedro no se deja influenciar. Lo vemos una persona muy humilde, muy sencilla, pero no he notado que sea débil de carácter. Hemos hablado al respecto y él mismo me ha dicho: ‘doctor, todo el que esté cerca a nosotros y que esté implicado en hechos delictivos, no tenemos por qué defenderlo. Estos deben responder ante la justicia’. Esa es una forma de actuar en mi tierra. En mi tierra la gente es decente, es honesta, respeta la palabra empeñada. Lo que no se respeta ya lamentablemente en nuestro medio capitalino.

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anibal torres, Pedro Castillo, Perú Libre, Vladimir Cerrón

-Pedro Castillo: invitó al economista Julio Velarde a mantenerse como presidente del Banco Central de Reserva. Velarde, quien ha hecho una extraordinaria gestión al mando del instituto emisor, había insinuado su retiro, imaginamos que para evitar anticipadamente algún maltrato del gobierno entrante. Con este mensaje Castillo ratifica el camino de moderación que muchos vemos como altamente probable y que supondría un rompimiento con la línea radical de Vladimir Cerrón contenida en el ideario original de Perú Libre.

Castillo persiste, no obstante, en la idea de la Asamblea Constituyente (así lo dijo en reciente evento en Cusco y en un medio marxista norteamericano), pero el pragmatismo que revela con la invitación a Velarde, quizás podría conducirlo paulatinamente a darse cuenta de que bien puede desplegar una política económica de izquierda sin necesidad de cambiar la Carta Magna, haciendo los cambios tributarios que le son tan caros y construyendo un Estado inclusivo en salud y educación, que son, en verdad, los pilares fundamentales de su propuesta de gobierno. Su mensaje, en todo caso, genera gran tranquilidad en los mercados.

-Keiko Fujimori: anoche rompió con la DBA. No se sumó al mitin convocado por Erasmo Wong en el Campo de Marte y que tenía como principal propósito erigir a Rafael López Aliaga como líder de la oposición los años venideros y que se basa en el no reconocimiento, bajo ninguna circunstancia, del triunfo de Castillo.

Keiko efectuó un mitin paralelo, más concurrido, en la Plaza Bolognesi y allí anticipó que sí reconocerá el fallo del Jurado Nacional de Elecciones. La excandidata de Fuerza Popular habría tomado consciencia de que no es un cadáver político y que necesita, en consecuencia, mover con perspectiva sus fichas en el tablero de ajedrez en el que se halla inmersa. Si ecualiza la conversión del keikismo en una opción de centroderecha liberal, divergente de la línea ultraconservadora del grupo de la Coordinadora Republicana (aupada anoche en el Campo de Marte), puede aspirar a un futuro político de mejor porvenir.

Los astros parecen estar alineándose para que la crisis política por la que pasamos, se recomponga, las aguas vuelvan a su nivel, la turbamulta se encauce y nos enfrentemos a los desafíos del bicentenario en mejor pie de lo que parecía luego de las primeras turbulencias post 6 de junio.

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Asamblea Constituyente, DBA, Julio Velarde

Guión, voces y música original: Juan Luis Nugent

Edición y postproducción de audio: Carlos Mejía V.

Ilustración y diseño: Adriana Galbani

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