Han pasado 15 meses desde que nuestro país adoptó medidas restrictivas para cuidar de la salud de los peruanos frente a la pandemia por Covid-19. Estas medidas implicaron un cese temporal de actividades económicas que poco a poco fueron reactivándose.
Según el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), la producción nacional logró recuperarse gracias a la reactivación progresiva sectorial, pues durante abril, se registró un crecimiento de 58,49% comparado con el mismo mes del año pasado.
El economista de Oxfam Armando Mendoza explicó que esta cifra se debe a un rebote estadístico considerando que, durante la mitad de marzo, abril y mayo, la economía estuvo paralizada al adoptar una de las cuarentenas más estrictas del mundo. “Es una noticia alentadora, pero todavía estamos muy lejos de haber alcanzado un nivel para decir que se ha superado la crisis económica y social generada por la pandemia”, indicó el especialista, que además señaló la amenaza de una tercera ola de contagios y la aún tensión política electoral como elementos importantes a tomar en cuenta.
La posibilidad de una tercera ola
Hasta la fecha, el comportamiento de la pandemia en el Perú ha sido similar al mostrado en el Viejo Continente, pues tras el colapso de la sanidad durante la primera ola, se vio una recuperación en los indicadores económicos, para nuevamente ver el colapso de la sanidad en una segunda ola. Estos fenómenos, es importante recordar, se han registrado meses antes que en nuestra región, donde fueron similares.
Estando ya a mediados de año, el economista David Tuesta avizora, para el escenario 2022-2026, un camino difícil para que el Perú consiga superar un crecimiento del 3,5%, incluso con un impacto positivo de metales.
“En este contexto ya incorporo el hecho que la administración que llegue en julio podrá gestionar el escenario fiscal, que implica que tendrá que realizar ajustes presupuestarios necesarios a partir del 2022 (yo dejaría el 2021 tranquilo el ámbito tributario, salvo introducir necesarias políticas de eficiencia en el gasto) para darle un perfil sostenible de convergencia dado el nivel de alto endeudamiento en que hemos quedado”, indica el economista.