Un día, durante un seminario que estaba dictando Albert Einstein, el físico más reconocido y respetado en la historia de la humanidad, él escribió en la pizarra:

9×1 = 09

9×2 = 18

9×3 = 27

9×4 = 36

9×5 = 45

9×6 = 54

9×7 = 63

9×8 = 72

9×9 = 81

9×10 = 91

Inmediatamente, en todo el salón, las burlas no se hicieron esperar. Todos, absolutamente todos, se burlaron de lo que acababa de suceder, porque Albert Einstein se había equivocado en algo que aparentemente, supremamente, era sencillo. Ya que, como todos sabemos, la respuesta correcta de 9×10 es igual a 90. Todos sus alumnos, en ese momento sin excepción, se rieron de él.

Entonces, Albert Einstein, sin inmutarse en lo absoluto, esperó a que el salón estuviese en silencio y que todos se callaran, y les dijo: «Hice 10 operaciones de multiplicación, a pesar de haber acertado las 9 primeras, nadie me felicitó. Nadie dijo absolutamente nada al respecto. Sin embargo, cuando fallé solo una, todos se burlaron, todos se empezaron a reír y esto es lo que vemos constantemente, porque en el fondo, lo que significa, es que a pesar de tener mucho éxito, las personas, la sociedad en general, se fijarán en tu más mínimo error y se burlarán de ello. Yo los invito a no dejar que una simple crítica destruya sus sueños».

Alguna vez te ha pasado que te compras algo, que se supone nadie tiene y te das cuenta de que ahora que lo tienes, resulta que “todos” lo tienen y que en realidad ¿no era tan especial? Vamos a hacer un experimento y te pido que leas con cuidado lo que vas a hacer. En donde estés, te pido que mires a tu alrededor, mira bien, realmente mira muy bien, adelante, detrás, a la derecha, a la izquierda, y fíjate en todas las cosas de color marrón que veas: OJO, justo antes de cerrar los ojos sin quitarlos de esta hoja/monitor/pantalla, lee lo que sigue-  ahora cierra los ojos y con los ojos cerrados, menciona todas las cosas rojas, o verdes que había en la habitación (lee esto y cierra los ojos).

Cuando cerraste los ojos, viste más cosas rojas, verdes o marrones. Probablemente, mientras estuviste con los ojos cerrados, te acordaste/viste más cosas marrones que rojas o verdes. Esto es porque estabas enfocado en ver cosas marrones y no cosas verdes o rojas. Ahora, abre los ojos y mira cuantas cosas rojas o verdes hay, quizás sea muy probable, que ahora con los ojos abiertos veas mas cosas rojas y verdes. Esto sucede porque vamos a encontrar en abundancia, a lo que le pongamos el foco, es decir, vamos a ver en mayor medida en lo que nos enfoquemos.

Esto no sería una complicación o algo que no funcione, sin embargo, al mismo tiempo que nos sucede eso, debemos considerar también lo siguiente: a lo largo de nuestra vida, nos enseñan o en muchos casos hemos aprendido, nos han inducido a ser “policía” de los errores. Estamos más buscando los errores y criticarlos, que felicitar el éxito y enfocarnos en lo que funciona. Si nos enfocamos tanto en esto, en encontrar errores, le estamos dando nuestro enfoque y nuestra energía a lo que no nos sirve necesariamente, o a lo que no nos funciona.

Visto de otra manera: en lo que te enfocas se expande – si constantemente te estás enfocando en el error – vas a estar constantemente pendiente del error en vez de ver y enfocarte en lo que si esta correcto o bien hecho. Y esta experiencia negativa o que no te funciona, se va a expandir, generando negatividad y falta de esperanza. Lo que menos funciona de esta forma de actuar, de esta actitud, es que esto no sólo lo hacemos hacia los demás, en realidad lo hacemos principalmente hacia nosotros mismos. Y es que estamos siempre siendo los jueces más severos cuando de nosotros se trata. Si te enfocas más en las cosas negativas, en tus errores, eso se va a expandir, porque tu energía la estás concentrando en eso.

Si estás viendo las cosas negativas de los demás, pero sobre todo de ti mismo, cuál crees que va a ser tu experiencia de la vida. No es que la vida sea así… pero si lo que ves es negativo, los errores, lo que no funciona, lo que está equivocado, o en mayor medida ese es tu foco, esa va a ser tu experiencia, porque eso es lo que estás buscando, eso es lo que vas a encontrar, a pesar de que quizás hayan más aciertos que errores.

Entonces, no es hacernos los “locos” de lo que no funciona, de los errores, de las metidas de pata, pero que tal si comenzamos a generar una experiencia poderosa, generosa, llena de esperanza y posibilidades y también comenzamos a “buscar” nuestros aciertos, lo que sí funciona, las veces que “la hacemos”. Así mismo, podemos comenzar a tener una experiencia positiva de los demás, si dejamos de ser los “policías” de las equivocaciones, los desaciertos, los problemas. Enfócate en construir, enfócate en lo que funciona, enfócate en las posibilidades, enfócate en crear una experiencia positiva de ti.

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Coaching, Creciendo entre amigos

El neuroliderazgo es un término acuñado por David Rock, CEO de Results Coaching Systems, en 2006. Surgió de la necesidad de comprender más sobre cómo podríamos ser mejores líderes para ser más efectivos en liderar a otros y a nosotros mismos al involucrarnos con lo que dice nuestro cerebro.

Los neurolíderes son profesionales cada vez más demandados por las empresas, no solo en jefaturas, sino que en todos lo niveles de una organización. Esto sucede porque la incorporación de nuevas habilidades es una transformación que ya está en marcha. Con el avance y la consolidación de la neurociencia como herramienta a utilizar en el área de recursos humanos, el cambio se profundizará y las habilidades relacionadas con el neuroliderazgo tendrán más peso al momento de elegir nuevos integrantes en los diversos equipos de una organización.

Estas personas deben actualizarse continuamente. Quienes desean convertirse en este tipo de líder, deben capacitarse y entrenarse en modelos de liderazgo que contemplan la utilización de la neurociencia. Algunas características clave de los neurolíderes son:

Visión sistémica

Esta es la capacidad de comprender y percibir el panorama completo y las partes que lo componen, así como el impacto de cada una de ellas, viendo su complejidad y las interrelaciones existentes entre ellas. Los neurolíderes tienen la capacidad de ver o hacer conexiones que el común no vería fácilmente.

Es importante que esta capacidad no se detenga en la observación, pues puede retrasar la toma de decisiones para llevar a la acción lo que se necesita.

Fijarse objetivos

En los neurolíderes, la capacidad de plantearse objetivos claros, va un paso más allá, pues estos son específicos, concretos, medibles, alcanzables, retadores y articulados en el tiempo. Además, estos objetivos van conectados con el propósito de vida. El neurolider tiene claras las razones por las que se levanta día a día, sin importar las complicaciones.

Romper moldes

Esta característica es una de las claves que definen a muchas “personas exitosas”. Son personas que no se dejan llevar o arrastrar por los patrones comúnmente aceptados y que suelen ser guías de comportamiento para la mayoría de las personas.

La neurociencia explica que el cerebro está diseñado para la supervivencia y la adaptación continua y se enfoca en optimizar todos sus mecanismos de funcionamiento hacia este objetivo. Por ello, el cerebro necesita certidumbre y seguridad para que no se activen sus mecanismos de alarma y que al mismo tiempo se adapte continuamente porque sabe que vive en un entorno cambiante.

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Neurolider, neuroliderazgo, neurolideres

La resistencia fraudulenta del fujimorismo, frente a su derrota electoral y la muy probable prisión de su lideresa, evidencia algunas verdades históricas desconocidas u olvidadas  por nuestras élites informadas, pero muy tangibles en este contexto. Como Keiko Fujimori se defiende hoy con lo que tiene y puede, deja flancos que develan las mecánicas y formas políticas de su facción. Es así siempre: las redes de poder, las convicciones y los objetivos económicos se explicitan en la coyunturas políticas urgentes y polarizantes.

Ha quedado bastante claro, una vez más, que a los principales promotores del liberalismo en el Perú (y sobre todo a los inversionistas de nuestro oligopólico mercado) no les interesan las libertades políticas y la democracia que vitorean según conveniencia, siendo que sólo buscan asegurar un régimen económico que les permita seguir acumulando, así sea vía corrupción millonaria. No contentos con haber co-diseñado e implementado una campaña electoral llena de mentiras, prejuicios y racismo, a través de una aplanadora mediática corporativa (no periodística), han pasado luego, con intentos desesperados y totalmente infundados, a denunciar fraude electoral. Felizmente hay cada vez más voces autorizadas, nacionales e internacionales, que descartan esta grotesca falsedad.

Un temerario camino inicial que ensayaron, y que en las últimas horas ha perdido fuerza por ser claramente inconstitucional, fue sugerir nuevas elecciones a partir de presionar al Jurado Nacional de Elecciones con masivos e injustificados pedidos de nulidad de actas. Con la ONPE también quisieron hacer lo mismo. Hasta el momento han sido derrotados, más que nada por la opinión pública, en calles y redes. El otro frente de batalla que han elegido es el Tribunal Constitucional – a punto de ser renovado por un congreso conservador y muy poco confiable -, pues han presentado una acción de habeas data donde piden las listas de electores con firmas, de tal manera que se pueda demostrar lo que aseguran hubo: reemplazos de votantes y de presidentes de mesa. No lo dicen, pero buscan lograr que algunos electores accedan a decir que votaron de tal forma que el conteo de su mesa no cuadra. Desde luego, esto dinamita el sistema electoral de cualquier país, que se basa en la confianza hacia los ciudadanos voluntarios que administran las mesas de sufragio, y que protege, por obvias razones, la condición secreta del voto. La treta tiene para largo, y será la primera escaramuza que planteará la derecha para debilitar el ya inminente gobierno de Pedro Castillo. Menos mal que hoy los militares no tienen el poder de facto que antes tenían, y por eso no pasan de gestos bravucones por parte de su personal retirado.

Nada de esto es nuevo. Desde 1821, nuestro empresariado es pobre de espíritu, lo que lleva a la pequeñez política y la corrupción. Pese a su enorme tendencia a la concentración de riqueza, casi ninguno de sus hombres ha tenido la grandeza de querer empujar la transformación del país con inversión de valor agregado y creatividad tecnológica. Ninguno ha tenido la obsesión de conquistar el mundo a partir de una innovación productiva que incluya a las mayorías de su país y lo coloque en la historia de su tiempo. Heredaron un modelo primario-exportador de renta exorbitante para muy pocos mercantilistas, y con una mayoría explotada que lo sostiene además de unos cuantos clasemedieros, y lo defienden con uñas y dientes. Googleen el prólogo de Pablo Macera a la reedición de Ensayo sobre la industria algodonera en el Perú (1849), de Juan Casanova, y encontrarán interesantes detalles: el siglo XIX tuvo la permanente sombra de conspiraciones nacionales e internacionales para boicotear, y mejor aún impedir, cualquier esfuerzo destinado a conformar un mercado interno que asegure nuestro bienestar sin depender de los vaivenes del mundo desarrollado. No hace falta profundizar en el todavía nítido siglo XX, que ha estado lleno de regímenes militares dirigidos a bloquear este camino progresista, obviamente con apoyo internacional, estatal, y financiero. Odría, Morales Bermúdez (criminal condenado según la justicia italiana) y Fujimori – en fórmula contemporánea de dictablanda y con un escenario muy crítico que impidió ver la realidad – son los últimos, pero cualquiera que abra un libro de historia económica peruana podrá deducir, con facilidad, cuáles fueron los objetivos económicos de los diferentes gobiernos castrenses que hemos tenidos en los últimos 121 años, y sus conspiraciones para faltar a la voluntad popular expresada en las urnas. Desde luego, la derecha empresarial siempre ha tenido a los medios masivos de su parte – son sus dueños o socios – y los fortalecen haciendo de la vista gorda con una ley de medios que nos expropia un bien común (las ondas radioelectrónicas que permiten la señal de medios masivos) y se los entrega de por vida. 

Sin embargo, esta propensión histórica a desconocer las libertades y formas democráticas – cuando peligra el modelo económico – no sólo es natural a nuestra derecha política, sino también al liberalismo en sí mismo, siendo que se agudiza en el subdesarrollo, donde hay extrema desigualdad e instituciones políticas altamente frágiles. Es tiempo de desbaratar el repetido e desinformado lugar común de que el verdadero liberalismo es una narrativa en la que la libertad política y la económica van ineludiblemente juntas, porque esto fortalece a ambas partes. El liberalismo económico, desde Adam Smith hasta hoy, es una prédica y una prescripción al servicio del gran empresario capitalista, donde caben – sólo de modo complementario –  las libertades individuales o civiles (relativas a la opinión, la religión y la vida) pero nunca las libertades políticas que fundamentan la democracia, como son los derechos universales a elegir y ser elegidos. Esto no lo pudieron ofrecer tan fácilmente, porque ponía en riesgo el orden económico más propicio para sus negocios. Así que debió llegar por presión ciudadana, consolidándose recién a partir de mediados del siglo XX. La filosofía política de los clásicos del liberalismo, en realidad, es el utilitarismo decimonónico, cuyo gran principio analítico y prescriptivo plantea que todo individuo decide y actúa a partir de su vocación de acumular placer (beneficios) y evitar dolor (pérdida). Esta una premisa moral es muy funcional para el modelo de libre mercado, donde la concentración de capitales es natural, y necesaria para los volúmenes que algunos pretenden. Pero es muy nociva para la democracia, que es una igualdad política que implica participación general y compromiso solidario con lo común, lo que el utilitarismo petardea. La historia es elocuente: ninguna de las potencias capitalistas ha construido sus grandes ventajas materiales y competitivas con plenas libertades políticas (ni civiles, la verdad). Al interior de sus posesiones coloniales ni qué decir: esclavizaron y eliminaron. Hasta hoy los grandes poderes económicos, en alianza con gobiernos aliados, toman territorios estratégicos por la fuerza.

Así que los liberales y centristas peruanos de mayor registro cultural y bibliográfico (no son los empresarios, casualmente), que votaron por Keiko Fujimori o en blanco para evitar la presidencia de Pedro Castillo, tienen ahora bastante elemento para repensar la pregunta de si es posible una verdadera democracia en el capitalismo de libre mercado, sobre todo en sociedades tan rezagadas como la nuestra. También si una familia que convive con la muerte y la corrupción desde hace décadas, y que lidera una mafia política cuya voracidad destructiva no tiene límites, puede ser mejor opción que un docente rural honesto y comprometido, sea cual fuere la parada ideológica de éste. Está muy bien que ahora exijan respetar los resultados de las elecciones, pero eso no quita deban respuestas frente a la desubicación histórica y perniciosa de pretender un liberalismo democrático y honesto que no existe ni es posible en el Perú. No sorprende que Vargas Llosa opte por el fujimorismo en esta circunstancia: ¿cuándo un conservador colonial, atrevido en su ignorancia política y económica, ha celebrado a un presidente campesino? Pero sí es muy extraño que haya arriesgado tanto su prestigio cultural, apadrinando a la candidata fujimorista y promoviendo – a media voz para luego salvarse – la barbaridad ilegal de denunciar fraude. Nada es voluntario y casual entre los poderes del capitalismo occidental.

Ya se ha evidenciado en muchos auditorios que el capitalismo liberal se ha quedado sin respuestas frente a las crisis cada vez más duras que cíclicamente genera. También es indiscutible su fracaso en la era republicana del país y la región, así como su histórica violencia, que puede llegar a ser criminal cuando, en el horizonte político, aparece un cambio de régimen económico que hace peligrar sus millones venideros. Pero aun con ello, seguirán apelando al populismo y al miedo tribal como arma opositora, porque no tienen otras herramientas a la mano, y porque cerca de la mitad más conservadora del país (obviamente la más urbana) todavía es capaz de considerar mal menor a Keiko Fujimori. Tienen, sin duda, margen de acción para complotar ferozmente contra el gobierno entrante. Queda por verse si el activo de honestidad del profesor Castillo – no es chantajeable – y la creatividad progresista de los cuadros que hoy lo acompañan, logran resistir democráticamente los embates de la mafia, y aceleran los cambios estructurales que necesitamos desde hace dos siglos.

Todos los días, de lunes a viernes, Alexandra Ames, David Rivera y Paolo Benza discuten los temas más importantes del día por Debate. En nuestro episodio número 159: Empata Perú tras empezar perdiendo. El JNE le rechaza 10 apelaciones a Fuerza Popular. Levitsky se queja de Gestión. La aprobación de Sagasti se dispara. Y Castillo va a Mala.

 

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JNE

Keiko Fujimori, candidata presidencial de Fuerza Popular
“Hoy el defensor del Pueblo ha dicho que esta lista [de electores] es pública” 

Fecha de la declaración: 19 de junio 

Fuente:

   

[7:50- 8:08]

ENGAÑOSO 

Por: Carla Díaz.

Durante un mitin realizado por Fuerza Popular, la candidata Keiko Fujimori aseguró que el pedido de su agrupación para acceder a la lista de electores debía ser atendido por las autoridades electorales, ya que dicho registro es público. Su declaración precisa fue la siguiente: “Queremos ver el padrón electoral, queremos ver la lista de electores. Y no nos digan que no se puede. Hoy el defensor del Pueblo ha dicho que esta lista es pública”. Luego de revisar el marco normativo al respecto, Ama Llulla concluye que esto es engañoso. 

En primer lugar, hay que señalar que Fujimori Higuchi menciona dos registros distintos, que son el padrón electoral y la lista de electores. El primero contiene información que es parcialmente pública, pero el segundo contiene datos sensibles que están exentos de ser compartidos con los partidos políticos, según la Ley Orgánica Electoral. Aquí lo explicamos: 

El Padrón Electoral es “la  relación  de  los  ciudadanos  hábiles  para  votar”, que se elabora  sobre  la  base  del  registro  único  de  identificación  de  las  personas y se encuentra a cargo del  Registro  Nacional  de  Identificación  y  Estado  Civil (RENIEC).Este se conforma por nombres y apellidos de los electores, código único de identificación, fotografía digitalizada, distrito, provincia, departamento, número de mesa, declaración voluntaria de alguna discapacidad, domicilio e impresión dactilar.

Y según el artículo 197 de la Ley Orgánica de Elecciones, el Padrón Electoral es público, pero exceptuando los datos sensibles como las direcciones de los votantes y las imágenes de sus huellas dactilares.

En el caso de las Listas de Electores de las Mesas de Sufragio, además de tener los nombres y apellidos, número de mesa y DNI, contienen precisamente esta información sensible, como fotografía, firma y huella dactilar de los votantes que son reconocidos como datos confidenciales según la normativa electoral y la de protección de datos personales. 

Uno de los antecedentes al respecto se dio en 2018, cuando el Jurado Nacional de Elecciones (JNE) consultó ante la Dirección General de Transparencia, Acceso a la Información Pública y Protección de Datos Personales del Ministerio de Justicia, qué datos se podían compartir con las agrupaciones políticas, sin vulnerar la Ley de Protección de Datos Personales. 

Por entonces, la Autoridad de Transparencia concluyó que los entes electorales pueden remitir a las organizaciones políticas los nombres, número de DNI y mesa de sufragio de los electores, pero no la huella dactilar o el domicilio de cada elector

Fuente: Ministerio de Justicia.

Consultado para esta verificación, Samuel Rotta, director ejecutivo de Proética, comentó que hay una confusión sobre entre lo que son el Padrón Electoral y la Lista de Electores. “Lo que [Fuerza Popular] está pidiendo son los registros de los electores. Esas hojas donde ponemos nuestra firma y nuestra huella dactilar al votar. Y eso no es público porque hay una colisión con la Ley de protección de datos personales. [Porque] son datos sensibles”, indicó.

El mismo criterio fue compartido por la RENIEC cuando en 2019 -en respuesta a una solicitud de acceso a la información de la organización Hiperderecho- ratificó que las firmas, fotografías, domicilio y huellas dactilares de los ciudadanos no son compartidos con las agrupaciones políticas al enviar el padrón electoral.

La autoridad indicó que solo proporcionaban datos referidos al departamento, provincia, distrito, nombres, apellidos, DNI y mesa de votación.

PRIVACIDAD. La RENIEC ha precisado que comparte información parcial del Padrón Electoral con los partidos políticos. Las firmas, fotos, huellas dactilares y domicilios de los votantes son confidenciales.
Fuente: Respuesta de la RENIEC a Hiperderecho.

“Lo que indica la ley orgánica es que el padrón es público, pero limita ciertos datos a las agrupaciones políticas. La misma Reniec indica [en este documento] que solo proporciona [a los partidos] nombres, apellidos, provincia, distrito, región, número de dni y mesa de sufragio” [de los votantes], explicó Dilmar Villena, de Hiperderecho.

Bajo estos mismos argumentos la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE) le negó a Fuerza Popular la Lista de Electores a través de un oficio emitido el 17 de junio del 2021 a Milagros Takayama, excongresista y personera legal de la agrupación fujimorista.

La autoridad electoral señaló que los documentos solicitados contienen “información que corresponde al ámbito de la intimidad personal, como las fotografías, firmas, huellas dactilares y grado de instrucción” de los electores. Recordaron también que Fuerza Popular ya tiene en su poder la relación de electores con nombres, apellidos y número de documento de identidad.

LISTAS. Muestra del diseño de la Lista de Electores en las Mesas de Sufragio incluida a modo de ejemplo en el “Catálogo  de  Materiales  Electorales”.
Fuente: ONPE.

En la audiencia del Pleno del Jurado Nacional de Elecciones, realizada el miércoles 23 de junio para revisar los expedientes de apelación sobre pedidos de nulidades presentados por Fuerza Popular, los representantes de ese partido hicieron el mismo planteamiento para acceder a la lista de votantes del 6 de junio. A su turno, Óscar Urviola, expresidente del Tribunal Constitucional y ahora abogado del partido de Fujimori para este tema, adujo no entender la diferencia entre padrón electoral y la lista de electores.  

En respuesta a este planteamiento, el presidente del JNE, Jorge Salas Arenas, ratificó lo que se ha explicado líneas arriba: «La lista de electores contiene un conjunto de datos personales y así lo ha declarado el Tribunal de Protección de Acceso a la Información Pública. […] Una cosa es el padrón y otra cosa es la lista de electores que contiene además la firma y huella digital de la persona».

En función a lo expuesto, la red Ama Llulla concluye que la afirmación de Keiko Fujimori, acerca de que tanto el padrón electoral como la lista de votantes son públicas, es engañosa.

Travis Bradberry, coautor del libro Inteligencia Emocional 2.0 y cofundador de la consultora estadounidense TalentSmart, explica que hay ciertas frases que no debemos usar en el trabajo, pues por muy ciertas que sean en el momento, generan un impacto negativo en tu imagen personal y profesional.

El autor indica haber llegado a identificar este grupo de comentarios, luego de trabajar con clientes corporativos y hacer pruebas de inteligencia emocional a un gran número de trabajadores. Algunas de las frases que debes evitar son:

1.»No es justo»

La vida no siempre es justa y lo sabemos. Al verbalizarlo, generamos la impresión de suponer que la vida debería ser justa. Eso puede hacerte ver como una persona inmadura e ingenua. Es mejor centrarse en los hechos, mantener una actitud constructiva y dejar las interpretaciones fuera del ambiente laboral.

2.-«Esta es la manera en que siempre se ha hecho»

El cambio tecnológico se da a gran velocidad, al punto que un proceso con apenas seis meses de antigüedad puede quedar obsoleto. Esta frase te hace ver flojo y resistente al cambio.

3.- No hay problema»

Cuando alguien te agradece o te pide algo, responder con esta frase implica que la solicitud que te hicieron podría haber sido un problema. Algunas personas podrían sentir que te impusieron hacer la tarea.

4.- «Esta es una idea tonta”

Este tipo de frases, en las que cuestionas tu propio valor, deterioran tu credibilidad. Incluso aunque continúes la frase con una gran idea, muestra una falta de confianza en ti mismo, lo cual genera que la gente pierda la confianza en ti.

5.- «Sólo tomará cinco minutos»

Lo mejor es simplemente decir que una tarea no tomará mucho tiempo, pues usar esta frase debilita tus habilidades y da la impresión de que estás haciendo las cosas con prisa.

6.- «Lo intentaré»

La acción de intentar está relacionada con la incertidumbre y revela cierta falta de confianza en tu habilidad para desarrollar una tarea en particular.

7.- «Es un flojo/ incompetente/ idiota»

No tenemos por qué hablar mal de los demás. En todos los trabajos siempre encontraremos personas irrespetuosas o ineficientes y es probable que ya se les conozca por esas características. Si no hay nada en tus manos por cambiar su situación, es mejor evitar criticarlos en público.

8.- «Ese no es mi trabajo»

Muchas veces se usa esta frase en un tono sarcástico, evidenciando que se desea hacer el mínimo trabajo posible. Salvo que te pidan algo que consideres éticamente inapropiado, sería bueno que realices la tarea encargada y más tarde pidas una reunión con tu jefe para analizar cuál es tu rol dentro de la compañía y hasta dónde llegan tus funciones.

9.- «No es mi culpa»

Incluso si tienes una pequeña parte de la responsabilidad de algo que no salió de forma óptima, lo mejor es hacerse cargo. De lo contrario, lo mejor será dar una explicación objetiva y racional sobre lo que ocurrió, basándote solo en hechos.

10.- «No puedo»

Las personas pueden interpretar esta frase como «no quiero hacerlo». Mejor ofrece una solución alternativa. En lugar de decir «no me puedo quedar hasta más tarde», es mejor decir «puedo venir temprano en la mañana».

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Frases negativas, Trabajo

Antes de la pandemia, los programas de audio en streaming o ‘podcast’ ya tenían bastante popularidad, sobre todo en Estados Unidos. Con el confinamiento y la falta de interacción presencial entre las personas, Clubhouse, una plataforma surgida en el 2020 para sostener conversaciones en audio con otros usuarios agrupados en salas, cobró especial relevancia.

La aplicación, que hasta hace menos de un mes se encontraba disponible solamente para iPhone, logró en poco tiempo atraer la atención de celebridades como la conductora de televisión Oprah Winfrey o el empresario Elon Musk, que lo han utilizado para dar alguna charla sobre algún tema de su interés o interactuar directamente con sus seguidores.

Esta funcionalidad resultó tan exitosa que ya está siendo integrada en plataformas con un mayor número de usuarios como Spotify, Facebook y Twitter, a través de Twitter Spaces.

La ventaja del formato, conocido ahora como “social audio”, es que el consumo de datos es menor al de una transmisión con imagen, ofrece mayor confidencialidad y las conversaciones son efímeras, no quedan registros al menos que el moderador de la sala decida realizar una grabación con el consentimiento de los participantes.

Posibles usos comerciales

Hasta el momento, solamente un usuario actual de Clubhouse puede enviarle la invitación a otras personas para que se registren y solamente puede hacerlo con dos personas. Por lo tanto, su crecimiento ha estado marcado por la exclusividad.

A pesar de ello, en el mes de enero de este año se convirtió en una empresa “unicornio” al alcanzar los 1,000 millones de dólares en valoración, ha lanzado su versión para Android en algunos países, y desde hace un par de meses, la plataforma permite que los usuarios envíen pagos durante una transmisión sin salir de la aplicación, lo que permite monetizar algunos contenidos.

Para Alicia Fernanda Galindo, profesora de EGADE Business School, por ahora, si las marcas participan activamente en las salas de chat, corren el riesgo de que los usuarios puedan excederse en los comentarios o hacer alguna edición equivocada de lo que se dijo, al no contar con un registro posterior de la actividad.

No obstante, aconsejó a los especialistas de mercadeo estar conscientes de esta audiencia para evaluar el impacto de las marcas y el posicionamiento de sus productos o servicios.

Cabe indicar que, en el mes de abril, se difundió la noticia de un ‘hackeo’ a esta red social con el propósito de recopilar información que permita tener perfiles más completos de las víctimas de ‘phishing’, el envío de correos maliciosos haciéndose pasar por alguna marca de confianza.

Si bien la plataforma desmintió esta noticia asegurando que la información difundida en la plataforma es de acceso público y no hubo ningún ‘hackeo’, las marcas que requieren conocer bien a sus consumidores pueden beneficiarse de escucharlos directamente por esta plataforma.

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app, Clubhouse

Según la última encuesta del IEP, un 66% de la población considera ganador de las elecciones del pasado 6 de junio a Pedro Castillo. Eso quiere decir que al menos un 16% de los votantes de Keiko Fujimori cree que el ganador fue su adversario.

A la vez, según la misma empresa encuestadora, un 69% desaprueba la actuación de la candidata de Fuerza Popular después del día de las elecciones. Eso quiere decir también que al menos casi un 20% de los votantes de Fuerza Popular no está de acuerdo con el modo en que su candidata se ha venido comportando, alegando fraude e impugnando el resultado de la ONPE.

No hay hasta el momento, reiteramos, prueba fehaciente o indicio poderoso e irrebatible de que la jornada electoral haya estado teñida de irregularidades en masa que hayan hecho que el conteo rápido de Ipsos o el oficial de la ONPE hayan sido tergiversados, otorgándole un triunfo ilegítimo al candidato de Perú Libre.

Por cierto, hacemos votos para que el JNE acepte revisar todos los recursos de impugnación, inclusive los presentados después de la hora, y hacemos lo propio para que el hábeas data presentado por abogados allegados a Keiko Fujimori prospere y hagan que la ONPE muestre los padrones electorales y así permitan a cualquier veedor ciudadano o político confirmar o desmentir la tesis del fraude.

En tanto eso no ocurra, sin embargo, la reacción política que disputa los resultados está siendo interpretada por la ciudadanía como una pataleta picona de la perdedora. Y eso le resta inmensa legitimidad opositora a la derecha aupada detrás de la excandidata de Fuerza Popular.

La derecha congresal tiene 44 votos en el Legislativo, los suficientes para bloquear cualquier reforma constitucional, la elección de magistrados del Tribunal Constitucional o de directores del Banco Central de Reserva. Tiene un poder inmenso que un sector de la ciudadanía espera que ejerzan con rigor y al mismo tiempo con inteligencia.

Si la derecha parte del no reconocimiento del triunfo de Castillo y lo considera ilegítimo, sin pruebas de su creencia, lo más probable es que los siguientes años (los que dure el nuevo Congreso), la labor de este segmento ideológico de la clase política peruana sea una dedicada al sabotaje antes que a una oposición recia y democrática.

En esa línea pueden terminar haciendo realidad su propia profecía: la radicalización reactiva de Castillo y su confrontación total con el Legislativo que probablemente lleve a su cierre para llevar adelante la tesis máxima de la Asamblea Constituyente.

Según la encuesta del IEP el 69% rechaza la conducta obstruccionista de Keiko Fujimori, que usando diversas estrategias busca apoderarse de la presidencia y rechazar cualquier resultado que no la favorezca. Es claro para muchos/as que la consigna de la ex candidata y el sector que la apoya es ganar, a la buena o a la mala.

Keiko Fujimori no aprendió de sus errores. Ha sido evidenciado, lo que muchos sabíamos, no solo heredó las prácticas autoritarias y delictivas de su padre, también ha desarrollado un profundo desprecio por el país que dice defender.

Sólo así se explica que, sin importarle la pandemia que ha dejado más de 187 mil defunciones, pobreza y exclusión, la hoy ex candidata se haya dedicado las últimas semanas a promover un escenario de mayor polarización y violencia mediante las acusaciones de fraude, debilitando así a las instituciones electorales, deslegitimando un proceso transparente y advirtiendo, una vez más, un clima de ingobernabilidad para los próximos años.

Keiko Fujimori, sus tradicionales y nuevos aliados, han dejado claro que su actitud y “principios” democráticos son relativos, se mantienen siempre y cuando no se afecte el modelo social y económico que ideológicamente protegen. Mientras el poder siga concentrado en la elite “blanca”, “bien hablada”, “ilustrada” todo estará “en calma”. Entonces, la “democracia” que defienden es aquella que les permita seguir concentrando – sin cuestionamientos-  el poder real y simbólico, lo contrario es visto como una amenaza y para combatir dicho riesgo se han desplegado estrategias bastante perversas.

Una de estas es la profundización de la violencia racial. Todo el proceso electoral y el contexto que vivimos actualmente se encuentra atravesado por el racismo y el colonialismo. Citando las palabras de Nelson Manrique, arrastramos una fractura colonial no resuelta, por lo que construir solidaridad social es una tarea difícil (2002: 60)

Aprovecharse de esta fractura, potenciarla y hacer un llamado a todos los sectores que se sienten amenazados por la posible llegada al poder de un representante de “los nadies”; no sólo es irresponsable sino además es un directo llamado al odio y la violencia en un país discriminador y violento.

Expresiones como el “better dead that red”, las claras amenazas de golpe de Estado, la insistencia en posicionar el discurso de fraude (negando la legitimidad del voto de zonas rurales y alejadas), el acoso a las autoridades del sistema electoral   y el nombrar como “comunista” a todo aquel que se les oponga; es parte de una estrategia de miedo, atravesada por la violencia racial, en la que, lamentablemente, buena parte de la población ha caído.

Keiko Fujimori, en mi opinión, guarda un profundo desprecio por el país y ello ha quedado al descubierto. No se defiende al país escindiéndolo más. No se construye democracia liderando una crisis social y política racializada, no se construye un país garante de derechos negando legitimidad a las demandas de la población; no se construye una república realmente libre, destruyendo los principios democráticos. Lamentablemente, el daño está hecho.

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Golpe de estado, Keiko Fujimori, violencia racial
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