[INFORME] Pese a las alarmas de endeudamiento, la gestión del alcalde de Lima, Rafael López Aliaga, ha firmado contratos con dos reconocidas voleibolistas por más de doscientos mil soles. Además, la Municipalidad de Lima ha emitido órdenes de servicio con un manager de artistas que supera los cien mil soles.
“Cuando entramos el primero de enero del año pasado no había plata, había un hueco”. Con esas palabras, el alcalde de Lima, Rafael López Aliaga, describía el año pasado la situación económica de la Municipalidad Metropolitana de Lima. Sin embargo, un año después, el uso del presupuesto por parte de la actual gestión invita a creer que el panorama que encontrará el próximo burgomaestre podría ser todavía peor.
Aunque diversas voces vienen advirtiendo sobre el alarmante endeudamiento de la Municipalidad de Lima y, acorde a lo señalado por el Instituto Punto Fiscal, el saldo de deuda actual supera los S/ 3,360 millones, el actual inquilino del Palacio Municipal parece determinado a ignorar esos comentarios y manejar el dinero de Lima de forma descontrolada.
Sudaca pudo revisar algunos de los contratos que la gestión del líder de Renovación Popular ha aprobado por montos millonarios y que están destinados a actividades ajenas a las urgencias que actualmente afronta la capital peruana. Desde exdeportistas famosas hasta artistas musicales y un manager integran esta sorprendente y costosa lista.
MATCH POINT AL PRESUPUESTO
Aunque uno de los principales recursos de Rafael López Aliaga para atacar a sus adversarios políticos es acusarlos de darle un mal uso al erario público, su gestión parece no estar tomando un camino muy distinto. Sudaca ha encontrado contratos muy elevados que no parecen ir acorde con el panorama desolador que el líder de Renovación Popular describió cuando llegó al cargo.
Pero estos onerosos contratos vienen, además, acompañados de nombres de personajes muy famosos como es el caso de Cecilia Tait Villacorta. La medallista olímpica registró, en el mes de junio de este año, una orden de servicio por treinta y nueve mil soles con la Municipalidad Metropolitana de Lima.
La recordada “Zurda de Oro” ha trabajado para la Municipalidad de Lima desde el año 2023, cuando la gestión de López Aliaga asumió funciones. Sin embargo, durante ese primer año, el sueldo de la exintegrante de la selección peruana por el servicio de enseñanza de vóley apenas alcanzaba los trece mil soles.
Esta situación cambió radicalmente para este año 2025. Según la información disponible en el portal Transparencia Económica, Tait Villacorta ha recibido un total de S/. 111,800.00 hasta la fecha. Este considerable desembolso económico por parte de la Municipalidad de Lima es señalado en los portales oficiales como el pago por un “Servicio De Organización, Gestión Y Dirección Técnica De Deportes”.
Un dato a tener en cuenta es que esta tarea que el alcalde López Aliaga le ha encargado se superpone con los deberes que viene realizando Tait Villacorta como miembro del Comité Olímpico Internacional (COI), cargo para el cual fue designada en 2023 y la compromete por cuatro años. A ello se le suman sus obligaciones como parte del Comité Organizador de los XX Juegos Panamericanos Lima 2027.
Sin embargo, estos cien mil soles parecen ser insuficientes para las pretensiones de la Municipalidad de Lima. Por ello, el alcalde López Aliaga recurrió a una segunda figura del vóley peruano y, al igual que en el caso de Cecilia Tait, no dudó en ofrecerle un salario que resalta en la lista de órdenes de servicio pagadas por la municipalidad.
En esta oportunidad, el nombre que figura en el contrato por S/. 39,000.00 es el de Rosa Gisella García Rivas. La destaca deportista peruana viene trabajando para la municipalidad a cargo de Renovación Popular desde el año pasado y registra un 2025 muy próspero en lo económico.
Aparentemente, en la Municipalidad de Lima no era suficiente contar con los servicios de una sola personalidad destacada del deporte y apostó por Rosa García con una inversión que, tal como ocurre con Cecilia Tait, supera los cien mil soles sólo tomando en cuenta los meses transcurridos del presente año.
En simultáneo, Rosa García ha trabajado en la Municipalidad Distrital de La Victoria y la Municipalidad Provincial del Callao. Sin embargo, los contratos firmados con dichos distritos suman menos de veinte mil soles en lo que va del año 2025, una cifra muy lejana de los más de cien mil que está pagando la Municipalidad de Lima.
EL PLAN PAN Y CIRCO
Además de contratar personalidades famosas del deporte peruano, la gestión de Rafael López Aliaga también ha mostrado un especial interés en los eventos musicales. Durante el presente año, la Municipalidad de Lima ha emitido diversas órdenes de servicio a nombre de Piero Riccio Peirano, quien en sus redes se presenta como un cantante e imitador.
El show musical de Riccio Peirano le ha costado a la Municipalidad Metropolitana de Lima un total de S/. 63,176.00 y, entre estas órdenes de servicio, destaca su presencia para el cuestionado espectáculo montado el pasado mes de julio en el Parque de la Muralla que tenía como finalidad presumir la llegada de los trenes norteamericanos.
Pero, una vez más, esto no habría sido suficiente para una municipalidad que intenta brindar tanto show como sea posible en lo que, casualmente, es el año previo a las elecciones presidenciales en las que el actual alcalde intenta ser protagonista. Por ello, para este 2025, también recurrieron a los servicios de un conocido manager de artistas llamado Christian Alfredo Robles Ríos.
Sólo durante el presente año, Robles Ríos ha sumado un total de S/. 132,936.00 en órdenes de servicio con la Municipalidad Metropolitana de Lima por los conceptos de “organización y conducción de espectáculos”, “producción musical” y “servicio artístico cultural”.
Cabe señalar que esta no es la primera vez que el nombre de este manager se ve involucrado con la política. En el año 2022, Robles Ríos se vio involucrado en la organización de la costosa fiesta de la hija de Bruno Pacheco, el exsecretario del todavía presidente Pedro Castillo, que costó más de cien mil soles y contó con la presencia del Grupo 5.
En aquella oportunidad, tanto el manager como el coordinador de la reconocida orquesta de cumbia señalaron que Christian Robles fue en encargado de contratarlos y, según señalaron al programa “Cuarto Poder”, era él quien coordinaba con “una misteriosa mujer”. El dominical de América Televisión también mostró que esta persona involucrada en la organización de la ostentosa fiesta sería Karelim López, una empresaria investigada por licitaciones irregulares durante el mandato de Castillo Terrones.
Mientras el alcalde López Aliaga intenta instalar en la opinión pública que los expedientes técnicos para las obras son un gasto innecesario y acusa a quienes los piden de ser “terrucos”, la municipalidad que está a su cargo demuestra que el presupuesto es ilimitado cuando se trata de rodearse de personajes famosos y organizar eventos musicales.
[OPINIÓN] Recuerdo, hace muchos años, que en casa teníamos una ama entrañable, Mama Zoila, que nos crió desde niños. Una señora morena, de esas que marcan la vida. En las elecciones de 1980 me preguntó, con toda seriedad:
—Rik Ahrdito, dime quién va a ganar para votar por él.
Desde entonces entendí que las encuestas, además de números y gráficos, son para muchos peruanos una brújula improvisada: un atajo para no pensar.
El problema es que en el Perú esa brújula suele estar imantada por cualquier cosa menos por la realidad. Las encuestas pasaron de ser medianamente acertadas a convertirse en una broma. Hace apenas dos días, el alcalde de Lima insultó la encuesta de Ipsos que —ironía suprema— lo coloca primero a ocho meses de la elección. Pero Porky, bien asesorado, puso el parche antes de que salte el chupo: como quien teme que lo acusen de haberla comprado, y la descalifica de arranque. Gran movida.
El archivo de las encuestas
Para aterrizar la discusión, pedí a la inteligencia artificial un repaso de lo ocurrido entre 2006 y 2021. El resultado confirma lo que sospechamos:
• 2006: Lourdes Flores lideraba con 30%. Terminó tercera. Humala, que arrancó en 3%, se llevó la primera vuelta.
• 2011: En marzo hubo triple empate en 22%. Un mes después, Humala subió 13 puntos y ganó.
• 2016: Guzmán apareció fuerte, pero lo sacaron. Verónika Mendoza pasó de 4% a casi 19% en semanas.
• 2021: Castillo marcaba 3% en marzo. Un mes después tenía 19% y fue primero. Forsyth, que empezó primero, acabó sexto.
El patrón es claro: los favoritos tempranos suelen desinflarse y los desconocidos, cuando la coyuntura los empuja, crecen como cohetes en cuestión de días.
La conclusión incómoda:
No se trata de que Ipsos, Datum o CPI midan mal. Se trata de que el electorado peruano es volátil, impredecible y decide en la recta final. Las encuestas no predicen; entretienen. Son espejos de feria que deforman la figura y nos hacen creer que vemos el futuro, cuando en realidad apenas miramos un reflejo distorsionado del presente.
La Asociación de Universidades del Perú – ASUP, saluda y felicita la elección democrática de los señores rectores: DoctoraLida Violeta Asencios Trujillo, Rectora de la Universidad Nacional de Educación Enrique Guzmán y Valle y al Doctor Carlos Reyes Pareja, Rector de la Universidad Nacional Santiago Antúnez de Mayolo, como representantes de las Universidades públicas para el Consejo Directivo de la SUNEDU, para el periodo 2026-2029; proceso desarrollado hoy 19 agosto del presente año, convocado por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos en apoyo con la Oficina Nacional de Procesos Electorales – ONPE.
Este triunfo contundente responde a la nueva propuesta para retomar la calidad y la excelencia académica, representada por dos líderes universitarios, que responden a esta tendencia, basada en la unidad y el compromiso con la misión histórica de la Universidad peruana, de crear ciencia y tecnología para el desarrollo del Perú, con independencia y visión de futuro.
Por otro lado, los resultados reflejan la continuidad del cambio iniciado para democratizar la Superintendencia Nacional de Educación Superior Universitaria – SUNEDU, asumiendo su verdadero rol de contribuir a alcanzar las condiciones básicas de calidad, sin interferencias políticas, ni intereses externos, respetando la autonomía universitaria y la creatividad de sus actores.
En este contexto, hacemos el llamado a todos los Rectores y la comunidad universitaria a consolidar la más amplia unidad, para trabajar juntos por los grandes objetivos que la patria espera de nosotros; convocando a los poderes del Estado y a la institucionalidad democrática, a trabajar en una sola dirección por el futuro del Perú.
[NOTA DE PRENSA] Lima. – Tras el arrollador éxito del chelista Julian Schwarz y el esperado debut de la Orquesta Filarmónica Teresa Quesada, la Temporada TQ 2025 continúa con un nuevo hito. El 5 de septiembre, el escenario del Teatro Municipal de Lima recibirá a uno de los pianistas más extraordinarios de nuestro tiempo: Alexei Volodin, cuya sensibilidad y profundidad interpretativa le han valido una sólida fama internacional.
Alexei Volodin uno de los pianistas más importantes y celebrados del mundo combina una técnica impecable con una singular capacidad para transmitir emoción a través de cada nota. Críticos especializados y melómanos lo han bautizado como ‘El Poeta del Piano’ por su habilidad para transformar obras monumentales en experiencias íntimas y conmovedoras.
Medios como BBC Music Magazine, Gramophone y Diapason destacan su capacidad para “contar historias” y su “poesía sonora”. Más allá de su virtuosismo, su verdadero poder reside en comunicar con el alma, transmitiendo emociones, atmósferas y estados de ánimo con una sutileza propia de la poesía.
El reto de Mozart y Brahms
La velada propone el contraste de dos obras gigantes de la música: la Sinfonía N.º 40 en sol menor de Mozart, con su nervio y melancolía contenida, y el colosal Concierto para piano N.º 2 en Si bemol mayor de Johannes Brahms, pieza de amplio aliento orquestal y gran exigencia pianística. Mientras Mozart pone la tensión lírica, Brahms exige del solista y la orquesta una conversación sostenida de enorme densidad dramática: un reto artístico que promete intensidad y sutileza a partes iguales.
Encuentro de talentos
La interpretación estará a cargo de la Orquesta Filarmónica Teresa Quesada, bajo la batuta del maestro Pablo Sabat. La novel pero ya prestigiosa agrupación, integrada por más de 50 músicos locales de altísimo nivel, demostró en su debut con Julian Schwarz que puede medirse con las mejores, y ahora enfrentará un desafío mayúsculo al lado de un solista del calibre de Volodin. El encuentro promete momentos de íntima delicadeza y estallidos de energía que quedarán en la memoria del público.
Nacido en San Petersburgo y formado en el Conservatorio de Moscú, Alexei Volodin se ha presentado en las más prestigiosas salas del mundo, desde el Concertgebouw de Ámsterdam hasta el Carnegie Hall de Nueva York. Este concierto es la oportunidad de presenciar en vivo a un artista que confirma que la música es un lenguaje capaz de trascender fronteras, épocas y generaciones. Que no te lo cuenten: vive la experiencia.
Concierto: Alexei Volodin con la Orquesta Filarmónica Teresa Quesada Director: Pablo Sabat Fecha: Viernes 5 de septiembre Hora: 8 p.m. Lugar: Teatro Municipal de Lima (Jirón Ica 377) Entradas: Ticketmaster — https://www.ticketmaster.pe/event/alexei-volodin-venta-general-d21x Precios: Desde S/ 32.00
[EL DEDO EN LA LLAGA] Alejandro Bermúdez, exsodálite expulsado el 25 de septiembre de 2024 de la suprimida sociedad de vida apostólica Sodalicio de Vida Cristiana, afirma en un artículo del 20 de agosto de 2025 en su blog Hoy en la Iglesia que sigue haciendo “trabajo apostólico-periodístico”, que es como él le llama a lo que en realidad es propaganda ideológica proselitista, donde la objetividad y la honestidad intelectual brillan por su ausencia. Lo que sí tenemos que agradecerle es su cruda sinceridad para confesar las interpretaciones que él sostiene —y qué probablemente comparten muchos exmiembros de la extinta Familia Sodálite— sobre el proceso de supresión de las asociaciones fundadas por Luis Fernando Figari, a las cuales la Santa Sede borró del mapa eclesiástico por ausencia de carisma. Del Espíritu Santo, se entiende.
La sinceridad de Bermúdez —un sujeto que se cree todas las elucubraciones surgidas de su enfermiza mollera— no implica objetividad, como se constata en el siguiente párrafo:
«El Sodalicio de Vida Cristiana está muerto. Lo ejecutó Jordi Bertomeu —con la rúbrica de Francisco—, junto a dos comunidades femeninas: la Fraternidad Mariana de la Reconciliación y las Siervas del Plan de Dios. Todas, criaturas de Luis Fernando Figari».
Mons. Bertomeu sea quizás uno de los eslabones menos poderosos en la cadena de mando de la decisión de suprimir las criaturas de Figari. Pero es hacia él que se dirigen los misiles verbales de Bermúdez, cargándole con toda la responsabilidad. Para el dizque periodista católico, Mons. Bertomeu sería un genial titiritero, que supo manipular magistralmente a todos los actores involucrados en la decisión final, entre los cuales cabe mencionar al cardenal Carlos Castillo (arzobispo de Lima), al cardenal Pedro Barreto (arzobispo emérito de Huancayo), al cardenal Robert Prevost (obispo emérito de Chiclayo y actual Papa León XIV), a Mons. Charles Scicluna (secretario adjunto del Dicasterio para la Doctrina de la Fe), a Sor Simona Brambillla (prefecta del Dicasterio para la Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica) y al Papa Francisco, quien —según Bermúdez— se habría limitado a firmar los decretos de supresión mientras pensaba en las musarañas de Marte.
Lo que no reconoce Bermúdez, a través de esta confesión, es que Mons. Bertomeu había sido designado como representante nada menos que por el Papa Francisco para investigar al Sodalicio y gozaba de su absoluta confianza. Mucho menos reconoce que al Sodalicio lo suprimió la Santa Sede, la instancia suprema de la Iglesia católica, y no una persona en particular.
La siguiente confesión de Bermúdez es sumamente inquietante. Más que revelar las intenciones de quienes decidieron liquidar al Sodalicio por falta de carisma, revela lo que los capitostes del Sodalicio consideraban intocable, inaccesible, cuasi sagrado. Dice Bermúdez:
«El problema, como siempre, es el dinero. Los míticos mil millones de dólares —los MMM— que, según la leyenda urbana, el Sodalicio escondía en algunas bóveda secretas, no existen. Y da igual cuántas “investigaciones” publique Paola Ugaz, la “especialista” autoproclamada en las finanzas del difunto: el tesoro es tan real como el Arca perdida en versión Hollywood».
Tan míticos como pretende Bermúdez no parecen ser esos mil millones, considerando que en la Asamblea General del Sodalicio de 2012 se reportó el balance económico de la institución que, hasta ese año, llegaba a la suma de casi 450 millones de dólares. Resulta lógico inferir que, pasados más de 12 años desde entonces, esa suma debe ser considerablemente mayor. Ciertamente no estaban a nombre de la institución, como el mismo Bermúdez confiesa:
«El total de los bienes con el que contaba el Sodalicio han sido consolidados y puestos a disposición de la Santa Sede. Y la cifra, comparada con los MMM, es microscópica».
Es el mismo Bermúdez el que se encarga de aclararnos dónde pueden estar esos millones:
«Lo que fue el dinero operativo del Sodalicio está en manos de asociaciones civiles legítimas y autónomas. Están legalmente constituidas, no son entidades eclesiales y actúan con la libertad que les concede la ley, allí donde se encuentren. Y no hay maniobra canónica —y mucho menos mediática— que cambie la realidad. […] ¿Resultado? El “tesoro” está tan fuera de alcance como la Atlántida».
El 4 de agosto, en su podcast Punto de Vista, Bermúdez apuntaba sobre el mismo tema:
«Hay gente que se sigue quejando de que al Sodalicio no han podido sacarle —ni le van a poder sacar— todo el dinero que esperaban para las víctimas, y las supuestas víctimas, que son más que las víctimas».
Se percibe un cierto regocijo en que el Sodalicio haya puesto a salvo el dinero y que éste no se halle disponible para pagarles reparaciones justas a las víctimas. Más aún, Bermúdez le niega arbitrariamente esa condición a la mayoría de los afectados, cuando la experiencia demuestra que en casos de abusos las víctimas falsas suelen ser una minoría muy reducida. Es ésta quizás una de las confesiones más perversas que nos brinda la honestidad brutal —en sentido literal— de alguien que hace de la violencia verbal y del sarcasmo su modo habitual de proceder. Y que hace de la falta absoluta de empatía un motivo de orgullo, cosa que creíamos sólo propia de los psicópatas.
Y aun cuando Bermúdez admite la existencia de un “dinero operativo” —según las investigaciones de la periodista Paola Ugaz, alrededor de mil millones de dólares— que el Sodalicio ha logrado poner fuera del alcance de las autoridades eclesiásticas para que no vayan a un fondo de reparación de las víctimas, insiste en que en el cálculo de las indemnizaciones «los MMM no entran en la ecuación, porque no existen». ¿No existen o más bien no estaban a nombre del Sodalicio como institución? ¿Nos dirá Bermúdez algún día a cuánto asciende ese “dinero operativo”? ¿O también negará que existe?
Más adelante vuelve a insistir en la misma afirmación errada ya señalada más arriba:
«Bertomeu disolvió el Sodalicio, la Fraternidad Mariana de la Reconciliación, las Siervas del Plan de Dios y, en un arranque de omnipotencia, el Movimiento de Vida Cristiana.
Pero disolver un movimiento de fe es como abolir la ley de la gravedad: buena suerte con eso».
El sujeto gramatical de la oración es incorrecto, pues no corresponde a los hechos —como ya he señalado—. No fue Bertomeu, sino la Santa Sede —por voluntad expresa del Papa Francisco— la que efectuó las disoluciones. Asimismo, si el Movimiento de Vida Cristiana pudo en 1994 ser aprobado por el Consejo Pontificio para los Laicos con la categoría de asociación internacional de fieles de derecho pontificio, de la misma manera también puede ser disuelto.
Pero la supresión de una asociación no implica la supresión de las personas, que siguen estando en libertad de practicar una vida cristiana de acuerdo a su conciencia. Y mantienen su derecho a la libertad de asociación, que les garantiza la ley eclesiástica a todos los fieles católicos. Sin embargo, han de tenerse en cuenta las observaciones del Código de Derecho Canónico:
«305 § 1. Todas las asociaciones de fieles están bajo la vigilancia de la autoridad eclesiástica competente, a la que corresponde cuidar de que en ellas se conserve la integridad de la fe y de las costumbres, y evitar que se introduzcan abusos en la disciplina eclesiástica; por tanto, a ella compete el deber y el derecho de visitarlas a tenor del derecho y de los estatutos; y están también bajo el régimen de esa autoridad, de acuerdo con las prescripciones de los cánones que siguen.
2. Todas las asociaciones, cualquiera que sea su especie, se hallan bajo la vigilancia de la Santa Sede; están bajo la vigilancia del Ordinario del lugar las asociaciones diocesanas, así como también las otras asociaciones en la medida en que trabajan en la diócesis».
«La vida cristiana no pide permiso» dice Bermúdez. Pero es deber de cada obispo y de la Santa Sede vigilar toda asociación de fieles que se reconozca a sí misma como católica y evaluar si merece su beneplácito, para evitar que se caiga en los diversos abusos que se dieron incluso en el Movimiento de Vida Cristiana. Y afortunadamente no es Bermúdez quien tiene la última palabra al respecto ni sobre lo que es auténtica vida cristiana.
Con su supresión, el Movimiento de Vida Cristiana ha perdido poder en las estructuras de la Iglesia católica, pero donde haya grupos atomizados del MVC que ya no ostenten ese nombre sino otro y que sigan aplicando el mismo sistema de disciplina y la misma “espiritualidad”, habrá que seguir denunciando sus excesos, advirtiendo de sus peligros, aun cuando el obispo —que también los hay— les haya dado patente de corso. Estoy de acuerdo con Bermúdez en que la vida sigue, pero esta vida tiene que ser distinta a como era antes para que la misma historia no se repita.
Finalmente, Bermúdez —aunque expulsado del ahora inexistente Sodalicio— confiesa que sigue convencido de su llamado a la vida consagrada. Esto más puede ser un indicio de que aún no ha procesado el duelo por la desaparición del Sodalicio, y sigue en etapa de negación. Y no le queda más remedio que soñar en quimeras, o imaginarse lo que no puede ser. Pues si el llamado de Bermúdez se dio en una institución que nunca tuvo carisma del Espíritu Santo, y cuyo fundador Figari —un abusador en toda línea— jugó un papel importante e irreemplazable en ese llamado dentro de su historia personal, entonces no hubo llamado sino engaño. Y Bermúdez prefiere seguir creyendo en esa farsa antes que aceptar la realidad y buscar un derrotero más conforme con la prédica del Jesús de los Evangelios.
Es verdad que Dios puede inspirar a una persona a vivir los consejos evangélicos o a seguir un camino de entrega radical incluso en contextos no formales. Por ejemplo, alguien podría sentirse llamado a una vida de oración y servicio, pero para que esto se considere vida consagrada en sentido canónico, debe integrarse en una estructura aprobada por la Iglesia. En ausencia de un carisma reconocido, el llamado no podría interpretarse como vida consagrada propiamente dicha.
Aparentemente, Alejandro Bermúdez todavía no ha terminado su proceso de adaptación a la pérdida significativa que han significado su expulsión del Sodalicio y la disolución de la institución, y sigue levantando defensas emocionales que perpetúan el conflicto interno, con predominancia de emociones negativas. Mientras no resuelva ese conflicto, seguirá buscando un chivo expiatorio en Mons. Jordi Bertomeu y lanzando mierda con ventilador sobre las sabias decisiones que ha tomado la Iglesia respecto al Sodalicio y las demás fundaciones de Luis Fernando Figari.
[PIE DERECHO] En Bolivia acaba de ocurrir un hecho que debería encender las alarmas en el Perú. Un outsider que apenas registraba un modesto 7% en las encuestas semanas atrás, terminó ganando la primera vuelta, capitalizando el desconcierto y la fatiga de un electorado que había perdido la fe en los partidos tradicionales y, sobre todo, en la izquierda gobernante.
El dato no es menor: en Bolivia, poco antes de las elecciones, un 30% de los votantes se declaraba indeciso. En el Perú, ese porcentaje es todavía más dramático: llega al 50%. La mitad del electorado no sabe aún a quién entregar su voto, y eso constituye un terreno fértil para una sorpresa de magnitudes históricas.
Pero mientras en Bolivia el rechazo se volcó contra la izquierda oficialista, aquí en el Perú será la derecha gobernante la que pagará la factura. Porque Dina Boluarte, aunque llegó de la mano de Pedro Castillo, ya no es percibida como una prolongación de él ni de Vladimir Cerrón. Su gobierno, marcado por la represión, la ineficacia y el sometimiento a un Congreso corrupto, ha quedado asociado en el imaginario popular a la derecha más cínica y mercantilista: la de Keiko Fujimori, la de César Acuña, la de los grupos que usufructúan de la desgracia nacional con descaro y sin pudor.
Es esa derecha, autoritaria y oportunista, la que el pueblo siente como responsable del desastre. De allí que la reacción, cuando llegue, no será tibia ni matizada: será un rechazo frontal, visceral, de consecuencias imprevisibles. Así como en Bolivia emergió un outsider que canalizó la rabia ciudadana, en el Perú podría irrumpir una figura inesperada, alimentada por la indignación contra Boluarte y quienes hoy se reparten el poder como si fuera un botín.
Estamos, pues, frente a un escenario que preludia lo inesperado. La historia latinoamericana enseña que cuando el pueblo se siente traicionado y sin salida, se aferra al primer caudillo que encarne su frustración y su esperanza. Y en el Perú, hoy, esa marea de indecisos parece aguardar la chispa que active el incendio político que, tarde o temprano, consumirá este orden decadente.
[INFORME] A puertas cerradas y con la complicidad del silencio institucional, la Policía Nacional del Perú (PNP) avanza un proceso de contratación que, lejos de garantizar transparencia y eficiencia, pondría en evidencia uno de los casos más graves de direccionamiento técnico y simulación de competencia en el sistema de compras públicas durante este gobierno.
El Concurso Público CP-SM-2-2025-DIRECFIN-PNP-1, convocado para contratar un servicio estratégico (la red privada de datos, seguridad gestionada y acceso a internet de toda la infraestructura policial a nivel nacional) estaría siendo direccionado para que vuelva a ganar un postor que no garantiza la ciberseguridad del sistema, poniendo en riesgo todos los datos de denuncias ciudadanas entre 2019 y 2025. Se trata de un servicio que, por su naturaleza crítica, debería estar blindado de cualquier sombra de irregularidad. Pero los hechos demuestran todo lo contrario.
SUDACA tuvo acceso a documentación interna —que incluye cartas a Contraloría, pronunciamientos legales, informes técnicos y publicaciones de prensa especializada— que revelarían una serie de prácticas que configuran una arquitectura de contratación dirigida, construida para beneficiar a determinados actores y excluir al resto. (toda la documentación va al final de este reportaje).
La contratación directa del 2024
Nuestras fuentes relatan que, en 2023, la Policía Nacional del Perú comenzó a preparar el reemplazo de su servicio de telecomunicaciones, sabiendo que el contrato vigente con Telefónica del Perú (TDP) vencía en noviembre de 2024. El escenario ya estaba condicionado: TDP se encontraba inhabilitado para contratar con el Estado, lo que eliminaba cualquier posibilidad de prórroga o contratación adicional con ellos.
La lógica indicaba que un nuevo proceso debía iniciarse con la debida anticipación para evitar riesgos de desabastecimiento. Los actos preparatorios, sin embargo, se desplegaron de forma llamativamente lenta. El estudio de mercado, clave para definir el valor referencial y la viabilidad del concurso se prolongó casi seis meses, un plazo atípico para este tipo de contrataciones.
Durante este tiempo, la operadora Claro (uno de los pocos proveedores con capacidad de red para atender a la PNP a nivel nacional) envió múltiples consultas y observaciones técnicas. Muchas de ellas no fueron atendidas o recibieron respuestas parciales que no resolvían las inquietudes de fondo.
El retraso no era inocuo. Cada mes que pasaba reducía la ventana de tiempo para convocar el proceso. Un concurso abierto en abril o mayo de 2024 habría enfrentado tiempos ajustados para la recepción de ofertas, absolución de consultas, elevaciones de observaciones e incluso eventuales apelaciones. Esto habría puesto a la PNP en riesgo de quedar sin servicio contratado al vencimiento del contrato de TDP en noviembre.
En este mercado específico, solo tres operadores tenían la capacidad real para brindar el servicio a la PNP: TDP (inhabilitado), Claro (con capacidad, pero marginado por la no atención de sus consultas) y Bitel (Viettel Perú). Al dejar las consultas de Claro sin respuesta efectiva, el proceso quedó, de facto, con Bitel como único jugador viable.
La combinación de un estudio de mercado prolongado y la inminencia del vencimiento del contrato con TDP creó el escenario perfecto para declarar la urgencia y justificar una contratación directa. Con TDP fuera de carrera y Claro reducido a un rol testimonial, la PNP tenía frente a sí un único proveedor en condiciones de recibir el contrato: Bitel.
Con TDP fuera y Claro bloqueada en la práctica, Bitel quedó como único proveedor viable. El resultado: una contratación directa que instaló un modelo técnico cerrado, con marcas predefinidas y sin competencia real. Este sería el molde que, un año después, se replicaría casi intacto y sería replicado en el nuevo proceso CP-SM-2-2025.
Sobrecosto a la vista
En 2020, la PNP adjudicó a Telefónica del Perú (TDP) un contrato para la provisión de servicios de telecomunicaciones por un monto inicial de S/.182´060,887.84[1]. Posteriormente, este monto fue reducido en un 3.94%, lo que dejó el costo total en aproximadamente S/.174´892,156.84[2] por 36 meses de servicio[3].
Al ser consultados nuestros expertos en contratación pública[4], indicaron que, si distribuimos ese monto a lo largo de todo el periodo, el costo mensual efectivo con TDP fue de S/.4´858,115.47 por mes (S/.174´892,156.84 en 36 meses).
En 2024, mediante contratación directa, la PNP adjudicó a Bitel (Viettel Perú) un contrato por S/.202´168,668.88[5], pero solo por 19 meses de servicio[6]. Esto arroja un costo mensual efectivo con Bitel de S/.10´640,456.26 por mes (S/.202´168,668.88 en 19 meses).
Las matemáticas no cierran. Una simple comparación de costos mensuales salta a la vista con un sobrecosto de 119% que beneficiaría a Bitel.
TDP (2020 – 2023) → S/.4.86 millones/mes
Bitel (2024 – 2026) → S/.10.64 millones/mes
¿Cuál sería el sustento de este incremento? El servicio con Bitel cuesta más del doble por mes que el contrato previo con TDP, pese a que el alcance técnico no se amplió de manera proporcional y sin evidencia de mejoras sustanciales que justifiquen este salto.
Esta diferencia no es un simple ajuste inflacionario, ni una mejora tecnológica extraordinaria: es un sobreprecio mensual evidente que se disparó precisamente en el marco de un proceso sin competencia real, donde Bitel quedó como único proveedor viable tras la exclusión práctica de Claro y la inhabilitación de TDP.
En términos anuales, si ambos contratos se compararan a igual número de meses (19), la diferencia anualizada del gasto acumulada superaría los S/ 109.8 millones, un margen que en contratación pública suele encender todas las alarmas de sobrevaloración y direccionamiento, pero sorprendentemente se mantuvo en silencio pese a la opinión de OSCE[7] y algunas notas[8] que denunciaron el hecho en prensa especializada[9].
Bitel, el gran beneficiado
El 15 de abril, la PNP convocó el nuevo proceso de contratación apenas seis días antes de la entrada en vigor de la Ley de Contrataciones del Estado y su reglamento actualizado (21 de abril).
La fecha no fue casual. Con el nuevo marco legal, las entidades estarían obligadas a sostener reuniones formales y documentadas con todos los posibles proveedores durante la etapa de estudio de mercado, así como atender y responder sus consultas. En este caso, esa obligación habría significado reunirse con Claro, el único competidor real de Bitel tras la inhabilitación de TDP, y responder a las observaciones técnicas y comerciales que la operadora había presentado. Al mantener el proceso bajo la Ley antigua, se evitó esa interacción obligatoria y se preservó el esquema de mínima competencia que caracterizó la contratación directa previa.
Desde el inicio, las bases técnicas del concurso encendieron alertas entre expertos[10] en contratación pública y ciberseguridad. Los Términos de Referencia no solo definían funciones y características. Delimitaban prácticamente el catálogo de los fabricantes que podían cumplirlas.
Los expertos consultados[11] por SUDACA indican que “el patrón es claro. En lugar de abrir la competencia, las especificaciones consolidan un cerco tecnológico que favorece a quienes ya controlan la infraestructura, contraviniendo el principio de libre concurrencia previsto en la Ley de Contrataciones del Estado”.
El estudio de mercado cerró entonces con apenas dos cotizaciones[12]: Una de Bitel, actual proveedor, y otra empresa llamada GLOBAL FIBER. Esta última fue incluida a pesar de que no cuenta con la red nacional de fibra óptica que exigen las bases, y cuya presencia se limita a Lima, Iquitos y Huancayo[13]. Esta última fue aceptada como “postor válido” a pesar de que no posee infraestructura estratégica crítica para el servicio, como lo exigen las bases. Según su propia web, su oferta está enfocada a servicios residenciales y pymes. No a soluciones críticas de alcance nacional. Global Fiber declaró falsamente cumplir con los requisitos habilitantes, presentando información inexacta que indujo a error a la administración. Esto permitió “fabricar” un segundo postor y simular competencia, cuando en la práctica solo quedaba en carrera el proveedor actual.
La inclusión de Global Fiber, pese a su evidente incumplimiento de requisitos, resultó clave para cerrar el estudio de mercado y cumplir formalmente con la “pluralidad” exigida por Ley. Su participación habría servido únicamente para simular una pluralidad de postores, cuando en la práctica no tenía capacidad técnica ni operativa. Esto no solo resultaría irregular. Se trataría de un fraude en contratación pública, según el artículo 397-A del Código Penal, señalan los expertos consultados.
Lo más grave es que los Términos de Referencia fueron redactados con especificaciones que calzan exclusivamente con marcas como F5, Arbor e Imperva, en un acto tan burdo de direccionamiento que, hasta el OSCE[14] –en su pronunciamiento de 2024– cuestionó la legalidad del contrato anterior con Bitel, por ser adjudicado sin sustento técnico ni económico, y habría reutilizado incluso equipos que ni siquiera eran propiedad del nuevo proveedor. El mismo modelo de direccionamiento anterior estaría replicándose en el proceso en marcha, con el único objetivo de adjudicarlo nuevamente a este postor.
Al igual que en el caso de la Directa en 2024 (como un copia y pega), la DIRTIC y la PNP nunca respondieron las consultas de Claro para que esta pueda cotizar. ¿Qué raro no? Las áreas responsables (Logística, Administración y Tecnología de la PNP) convalidaron la admisión de un postor que no cumplía requisitos básicos y no observaron el direccionamiento técnico en las bases.
Fuentes internas de la PNP señalaron a SUDACA que no habría dudas respecto a que este proceso está viciado. Indicaron que basta con observar el tratamiento que los encargados de logística y administración de la entidad contratante estarían dando al proceso de absolución de consultas, las cuales fueron reprogramadas hasta en 23 ocasiones, dando una señal inequívoca de improvisación, presiones internas o la simple incapacidad de justificar legal y técnicamente lo indefendible.
Juristas consultados por SUDACA[15] revelaron que los delitos presuntamente cometidos aquí no son menores: colusión agravada por omisión funcional, falsedad documental, negociación incompatible y dirección ilícita del procedimiento, al favorecer indirectamente a un proveedor o fabricante mediante la inacción. ¿Dónde están los controles internos? ¿Por qué la Oficina de Control Institucional y la Dirección de Tecnología guardan silencio tras meses de advertencias? ¿Por qué la Contraloría aún no actúa con firmeza?
Luego de revisar toda la documentación a la que tuvo acceso SUDACA, estos mismos expertos en contrataciones públicas opinaron que éstas no pueden seguir siendo botines ni escenarios de favoritismo técnico disfrazado. “La PNP debería rendir cuentas. Este proceso debe detenerse y los responsables (funcionarios, técnicos y postores) deben responder ante la justicia y ante el país. Si la conectividad nacional de nuestra Policía se construye sobre la base del engaño, el sobrecosto y la exclusión, no hablamos solo de corrupción: hablamos de una traición a la seguridad del Estado”, concluyeron.
Sospechosas coincidencias
Desde febrero del 2025 ingresó a trabajar a Bitel, Miguel Eduardo Vasquez Neira, para liderar el área de contrataciones con el Estado, un personaje controversial[16]. Este personaje es quien se encuentra a cargo de atender directamente el servicio PNP. Su ingreso coincide con la deficiente solución que hoy tiene contratada con Bitel, como parte de la Contratación Directa – Contrato Nº 025-2024-DIRECFIN-PNP, contratación que tiene un 245% de sobrevaloración con respecto al anterior proveedor. Hoy, ese deficiente diseño y direccionamiento con determinadas marcas se viene repitiendo en el CP-SM-2-2025-DIRECFIN-PNP-1.
El CP-SM-2-2025 no es una licitación nueva, sino la reedición —casi calco— de una estrategia que el 2024 ya había asegurado un contrato millonario sin competencia efectiva. La diferencia es que ahora la PNP enfrenta el antecedente reciente de un ciberataque masivo que puso en jaque la integridad de sus sistemas.
Gatito FBI NZ
En agosto de 2025, un incidente puso en evidencia la fragilidad de la infraestructura montada bajo el contrato de 2024. Un hacker que se identificó como “Gatito FBI NZ” vulneró el Sistema de Denuncias Policiales (SIDPOL), extrayendo y publicando 88 gigabytes de información interna, incluyendo datos sensibles de ciudadanos y policías. Los datos, ahora disponibles en foros clandestinos, se ofrecen por sumas que alcanzan los 1,500 dólares. Esto puso en riesgo la información de denuncias ciudadanas entre 2019 y 2025, revelando nombres, direcciones y teléfonos de los denunciantes y los oficiales a cargo de las investigaciones en todo el Perú.
Lo más preocupante no es solo el robo de datos, sino la forma en que ocurrió. El atacante utilizó credenciales válidas y los sistemas de monitoreo y bloqueo no detectaron la intrusión. No se generaron alertas tempranas ni se activaron protocolos automáticos de respuesta. Esta falla estructural, ligada a la arquitectura y proveedores definidos en 2024, y cuyo contratista es Bitel, no motivó cambios en el diseño del CP-SM-2-2025. Las mismas marcas, configuraciones y proveedores siguieron en carrera.
Ciberseguridad PNP en alto riesgo
Lo cierto es que el próximo gran contrato tecnológico de la Policía Nacional del Perú (PNP), a través del Concurso Público CP-SM-2-2025-DIRECFIN-PNP-1, nació con la promesa de modernizar la red privada policial, blindar sus sistemas contra ciberataques y garantizar un acceso seguro a internet para todas sus unidades a nivel nacional.
Los documentos internos a los que SUDACA tuvo acceso y según expertos consultados al respecto[17] (cartas remitidas a las más altas autoridades de la PNP y denuncias formales ante la Contraloría General de la República) cuentan otra historia: la de un proceso con claros indicios de direccionamiento hacia marcas específicas, participación de postores sin capacidad técnica, un estudio de mercado simulado y la repetición de un diseño técnico inseguro que demostró su alta vulnerabilidad en el hackeo masivo más grave en la historia reciente de la institución.
La misma fórmula se repite en ambos casos de contratación: controlar el mercado, acortar los plazos, excluir competidores y blindar a un solo proveedor. Y en ambos casos, el costo lo pagará no solo el erario, sino la seguridad de todos los peruanos.
Ricardo Elías concluye en que “es fundamental investigar quiénes se encuentran detrás de las filtraciones de información confidencial, puesto que la Policía Nacional tiene la obligación de garantizar su resguardo y preservar la confianza ciudadana en las instituciones. En tal sentido, resulta indispensable determinar si algún funcionario pudiera estar implicado en dichas conductas e, incluso, integrar la organización criminal responsable. De lo contrario, se configura un grave escenario de vulnerabilidad en el que cualquier ciudadano que presente una denuncia se expone a que sus datos sean indebidamente difundidos, convirtiendo las brechas de seguridad en una práctica cotidiana que daña el sistema de justicia y la protección de derechos fundamentales”.
[1]Contrato N° 41-2020-DIRECFIN-PNP. Concurso Público N° 001-2020-DIRECFIN PNP “CONTRATACIÓN DEL SERVICIO DE CONECTIVIDAD DE DATOS EN BANDA ANCHA, PLATAFORMA DIGITAL INTERCONECTADA PARA SERVICIOS DE RED DE DATOS E INTEGRACIÓN TECNOLÓGICA Y SEGURIDAD INFORMÁTICA GESTIONADA PARA LAS UNIDADES POLICIALES A NIVEL NACIONAL”[2] Resolución Jefatural N° 11-2021-DIRADM [3] CLAUSULA QUINTA: DEL PLAZO DE LA EJECUCIÓN DE LA PRESTACIÓN [4] Renzo Zárate Miranda. https://www.zaratefirma.com/socio-fundador [5] Contrato N° 025-2024-DIRECFIN-PNP. CONTRATACIÓN DIRECTA N° 01-2024-DIRECFIN-PNP, “CONTRATACIÓN DEL SERVICIO DE CONECTIVIDAD DE DATOS EN BANDA ANCHA, PLATAFORMA DIGITAL INTERCONECTADA PARA SERVICIOS DE RED DE DATOS E INTEGRACIÓN TECNOLÓGICA Y SEGURIDAD INFORMÁTICA GESTIONADA PARA LAS UNIDADES POLICIALES A NIVEL NACIONAL” [6]CLAUSULA QUINTA: DEL PLAZO DE LA EJECUCIÓN DEL SERVICIO. Inicio del Servicio. [7] DICTAMEN CD N° 508-2024/DGR-SIRE [8] https://panamericana.pe/locales/430501-servicios-conectividad-pnp-peligro-millonario-contrato-presentaria-irregularidades [9] https://www.americasistemas.com.pe/millonario-negociado-en-la-pnp/ [10] https://www.americasistemas.com.pe/adjudicacion-dirigida-en-la-pnp/ [11] Renzo Zárate Miranda. https://www.zaratefirma.com/socio-fundador [12]Oficio N° 655-2025-DIRADM-PNP/DIVLOG-DEPABA-SAP [13] https://globalfiber.com.pe/ [14]Dictamen CD No 508-2024/DGR-SIRE [15] Renzo Zárate Miranda. https://www.zaratefirma.com/socio-fundador [16] https://peru21.pe/politica/dictan-18-meses-de-prision-preventiva-contra-director-de-la-aviacion-policial-coronavirus-en-peru-noticia/ [17] Ricardo Elías Puelles. https://eliaspuelles.com/
[Música Maestro]Bajo el cielo celeste de la ciudad de Huancayo, a tres horas de las pampas de Junín donde se produjo, hace 201 años, una de las batallas que sirvieron para la retirada del ejército español -que intentaría regresar cuatro décadas después- las comparsas y pasacalles llenan actualmente de alegría las calles en cada festividad de esta linda ciudad conocida hoy como “La Incontrastable”, apelativo recibido por otro combate histórico, ocurrido en diciembre de 1820.
En esas fiestas modernas, densas capas de saxofones se entremezclan con las agudas voces de hombres y mujeres usando trajes típicos en una fiesta de colores, sonidos y simbologías que reflejan el peso que ha tenido el mestizaje instalado desde la colonia y perdura hasta hoy como marca de identidad y orgullo de la capital cultural del centro del país.
Saxofón: herencia europea
El saxofón es un instrumento de viento netamente europeo. Fue inventado a mediados del Siglo XIX por el fabricante belga Adolphe Sax (1814-1894) y pasó de inmediato a ser parte fundamental del sonido de bandas militares, orquestas sinfónicas y ensambles operísticos y tradicionalistas de Europa. Durante la década de los años veinte del siguiente siglo el saxofón llegó a los Estados Unidos a través de espectáculos parisinos de vaudeville y se incorporó al lenguaje del jazz, género en el que se estableció de manera definitiva, con músicos que hicieron evolucionar su sonido y técnicas de ejecución a niveles de alta complejidad. A través del jazz y sus derivados, el saxo se hizo vital en bandas de estilos tanto anglosajones como latinoamericanos, adquiriendo una presencia global, transversal a toda la música popular.
¿Cómo llega el saxofón a los andes peruanos?
A comienzos del siglo XX, según algunos investigadores, habría llegado el saxofón al Valle del Mantaro. Como relata brevemente el musicólogo Juan Clímaco Huayre Cochachín, en una tesis publicada por la Pontificia Universidad Católica del Perú, existen algunas teorías acerca de ese primer encuentro entre el dorado instrumento europeo y las montañas cobrizas de nuestra serranía: “… son varias las historias de su llegada al valle, como la del minero norteamericano que ofreció en venta su saxofón para compensar a una familia por haber accidentado a su hijo, los militares que regresaron a sus tierras después de haber cumplido el servicio militar donde aprendieron a tocar el saxofón, entre otras…”
Lo cierto es que, junto al clarinete -otro instrumento de viento de raigambre europea, en este caso de Alemania- el saxo y sus principales variantes -soprano, alto, tenor, barítono- fueron asimilados por los músicos huancaínos y su uso, que iba de lo ceremonioso/ritual a lo celebratorio -y todo lo que podamos encontrar en medio- se convirtió en sello característico de la tradición musical huanca, tanto como lo fueron también el arpa y el violín, también provenientes del Viejo Mundo.
El estilo de ejecución de los saxos de la región Junín es totalmente diferente al que se desarrolló en sus países de origen, más acotado y elemental, marcando líneas melódicas rotundas, secas, en bloques que van de seis hasta veinte saxos, con dos o tres voces armónicas distribuidas de forma equitativa, espacios para líneas libres entre compás y compás, que pueden ser cubiertas por intervenciones de algún saxo solista, un clarinete o un violín. En el microcosmos de las orquestas típicas, tener más saxos es señal de fuerza, jerarquía y capacidad económica de sus organizadores.
Orgullo huanca: entre huaynos, huaylarsh y mulizas
A solo 300 kilómetros de la capital del Perú, colindando con las provincias limeñas de Huarochirí y Yauyos, se encuentra Huancayo, principal ciudad de la provincia de Jauja, región Junín, donde históricamente muchos expertos aseguran que debió ubicarse el centro administrativo de nuestro país. Conocida como “La Incontrastable” desde 1822, por la valentía y coraje de sus pobladores además de su impertérrito cielo claro, es una de las zonas del centro de los Andes peruanos que más aportes ha dado al folklore nacional.
Huaynos, mulizas y santiagos conforman la tríada de géneros que, ya sea cantados o en versiones instrumentales, animan el nutrido calendario de festividades que unen la herencia española con las costumbres agrícolas, ganaderas y mineras de esta parte del Perú. A esos tres debemos sumar, por supuesto, el huaylarsh que, tanto en sus versiones clásicas como moderna, expresan la alegría, identidad y picardía de danzantes en pareja que, lanzando agudos gritos y zapateando con energía, ofrecen a los visitantes una visión completa de lo que significa ser huancaíno. Los Ases de Huancayo es una de las principales orquestas cultoras del folklore de la sierra central, junto con otros Ases, los de Huayucachi, ambos formados por integrantes de la familia Unsihuay y su líder Javier Unsihuay Bello, fallecido en el año 2021, víctima del COVID-19.
Compositores como los hermanos Maximiliano (1931-2013) y Emilio “Moticha” Alanya Carhuamaca (1925-1989) -recordados por sus huaynos Corazón de piedra, Ayrampito y Falsía-, Francisco Leyth Navarro (1942-2005) -director y líder de la Estudiantina Perú- y, especialmente, Zenobio Dagha Sapaico (1920-2008) -violinista considerado el máximo impulsor del folklore huanca-, por mencionar solo a tres, han contribuido con sus creaciones y grabaciones a mantener vivo el legado musical de Huancayo, con canciones que han sido interpretadas por los mejores exponentes del canto andino.
Asimismo, la región Junín es pródiga en danzas extremadamente significativas y vistosas, con trajes coloridos y máscaras que representan personajes de la Colonia y las faenas socioeconómicas de la región. Por ejemplo, podemos mencionar a las más populares como la chonguinada, la tunantada, los avelinos y la huaconada. Cada una posee sus propios lenguajes y simbologías, usando como fondo el estentóreo y ronco coro de saxofones que le aportan personalidad a una de las expresiones vernáculas más admiradas en el Perú. El 8 de noviembre del año 2021, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) integró a la Incontrastable Ciudad de Huancayo en la Red de Ciudades Creativas en la categoría de música.
Flor Pucarina y Picaflor de los Andes: Íconos
Durante los años sesenta y setenta se produjo un fenómeno artístico que abrió los ojos de la capital, ensimismada en el vals criollo, los ritmos afrocaribeños y la música negra. Como consecuencia de las migraciones del campo a la ciudad, importantes intérpretes de distintas regiones de la sierra peruana llegaron a Lima e impusieron sus repertorios, dirigidos a amplios públicos que trajeron a la capital la efervescencia de los coliseos provinciales. Así, las clases populares tuvieron contacto directo con aquellas opciones musicales que, debido al centralismo, eran totalmente ajenas y desconocidas.
De aquella ola de cantantes destacaron notablemente dos hijos ilustres de Huancayo: Víctor Alberto Gil Mallma y Leonor Efigenia Chávez Rojas, más conocidos por sus nombres artísticos, Picaflor de los Andes (1928-1975) y Flor Pucarina (1935-1987). Ambos grabaron, si sumamos sus producciones individuales, algo más de 25 discos de larga duración con los principales sellos discográficos del país -Iempsa, Sono Radio, Infopesa, El Virrey- y centenares de discos de 45 RPM con huaynos, mulizas y huaylarsh. Picaflor de los Andes sobresalió además como compositor, siendo Flor Pucarina una de sus principales intérpretes. No podemos dejar de mencionar al cantautor Juan Pablo Bolívar Crespo (1918-1998), más conocido como El Zorzal Jaujino, compositor de Jauja, canción popularizada por Alicia Maguiña en 1976 y que podemos ver aquí, interpretada por “La Novia del Perú”, Amanda Portales.
La popularidad de ambos cantantes se mantuvo inalterable durante décadas, gracias a su ascendencia entre los nuevos públicos limeños conformados por segundas y terceras generaciones descendientes de migrantes nacidos en la capital. Sin embargo, con la decadencia del sistema educativo promovida desde los años noventa, la música de Huancayo se limitó a ser fondo para videos de PromPerú y reportajes de canales de señal abierta concentrados en aspectos superficiales de posicionamiento turístico mientras que en las escuelas nacionales el folklore y sus figuras más emblemáticas fueron desapareciendo hasta volverse artistas de culto, recordados por minorías conformadas por sus colegas, paisanos, investigadores y melómanos, pero inexistentes para las grandes masas.
Orquestas típicas: tradición y actualidad
El periodista y fotógrafo nacido en Lima y radicado en Huancayo, Guillermo Joo Muñoz (81), dedicó su vida profesional al estudio, difusión y recopilación de historias e imágenes relacionadas a la escena musical del folklore huanca. Desde 1967 ha construido un archivo valioso que ha reunido en diversas publicaciones, entre las que destacan Huancayo y sus intérpretes (2015), Testigo de una época (2017) y la más reciente, Orquestas típicas en Huancayo (1926-1985), del año 2021, resaltando la presencia y participación de las orquestas típicas en la vida de la comunidad como vehículo de expresión de emociones y acompañamiento de festividades y recitales.
En su último libro, Joo Muñoz recorre la historia y evolución de las orquestas típicas de Huancayo, colectivos de instrumentistas que animan festividades en todo el Valle del Mantaro como, por ejemplo, la subida y peregrinación al nevado Huaytapallana, en el mes de julio. La religiosidad, marcada por el sincretismo o combinación de elementos españoles con iconografía andina; más el espíritu celebratorio de los pueblos huancaínos produjeron la conformación de estas orquestas típicas, en las cuales brillan clarinetes y saxos, marcando el paso de santiagos, avelinos y huacones con firmeza y profundidad.
Las orquestas típicas más famosas del Valle del Mantaro se cuentan por decenas, desde las primeras formadas entre 1930 y 1950 hasta las del periodo dorado del folklore nacional, entre 1955 y 1975: Juventud Huancaína de Zenobio Dagha (1950), Los Ases de Huayucachi de la familia Unsihuay (1974), la legendaria Lira Jaujina de Tiburcio Mallaupoma Cuyubamba (1932) y Los Engreídos de Jauja de los hermanos Marcial y Julio Rosales (1964), posteriormente conocida como Los Engreídos del Perú.
Muchas de estas orquestas han continuado su camino artístico hasta hoy, gracias a los descendientes de sus fundadores, al margen de las modas y preferencias de las grandes masas, interpretando repertorios clásicos de la región y acompañando a artistas reconocidos, como la mencionada Amanda Portales y Eusebio “Chato” Grados (1953-2020), nacido en Pasco pero muy identificado con el sonido huanca, hasta valores más contemporáneos que combinan tradición y modernidad.
Los saxos y sus roles en la orquesta típica
Saxo soprano: es el de sonido más agudo. Realiza líneas melódicas en la octava más alta de la escala, tocando al unísono con el clarinete.
Saxo alto: es el registro central de la orquesta. Generalmente aparece en los fraseos solistas entre compás y compás, aunque también sirve como segunda voz.
Saxo tenor: se ubica en el registro grave de la orquesta, a una octava por debajo del saxo alto. Se usa como segunda voz armónica y le da color a la melodía principal.
Saxo barítono: cierra el registro grave las orquestas con un sonido profundo, a dos octavas por debajo del saxo alto.
El país de los saxos, una aproximación documental
En el año 2007, la periodista Sonia Goldenberg (Lima, 1955) estrenó el documental El país de los saxos, una aproximación valiosa al universo personal de algunas de las figuras más destacadas de las orquestas típicas del Valle del Mantaro, sus sueños y experiencias, así como esa conexión especial con el saxofón que ha caracterizado a la música de la región Junín desde inicios de la década de los años cincuenta.
En el largometraje conocemos la historia de don Julio Rosales (1932-2019), fundador y líder de la prestigiosa orquesta Los Engreídos de Jauja quien, por necesidades económicas, tuvo que emigrar a los Estados Unidos, donde trabajó y vivió muchos años. La película narra sus dificultades para adaptarse al anonimato y la soledad en tierras extrañas y la nostalgia que lo forzó a retornar a su tierra, en el año 2006, en medio de homenajes y emotivos reencuentros con sus amigos y familiares que lo recibieron como una estrella popular.
En paralelo, la documentalista nos presenta a Gady Mucha, descendiente de otra familia musical de Huancayo, fundadores de la orquesta típica Selecta Mucha Hermanos. A diferencia de sus paisanos, Gady desarrolló un gusto más global por el saxofón y, a partir de su afición al cine clásico de Hollywood, integró fraseos de jazz en los pasacalles en los que participaba, lo cual le ocasionó algunos problemas con sus colegas.
Aunque no ofrece mayor información sobre los músicos, dejándolos siempre en el anonimato a pesar de sus importantes trayectorias en el ambiente musical peruano -Rosales y su orquesta ha acompañado durante años a los principales iconos de nuestro folklore como Flor Pucarina, Picaflor de los Andes, entre otros-, el documental de Goldenberg exhibe por primera vez ante una audiencia global la interesante y significativa tradición del uso del saxo, un instrumento de la vieja Europa, en varios de los géneros y danzas de música andina más representativos de nuestro país.
[MIGRANTE AL PASO] Se veía el monte Fuji a lo lejos, imponente, a más de 300 kilómetros por hora, y el enorme volcán activo no perdía presencia. La clásica cima nevada no se hacía más pequeña. Fue después de un rato en el celular, bastante rato, que volteé y ya no estaba. No fue la última vez que lo vi, felizmente. Camino al colegio, sin audífonos y sin pantallas, escogía una gota de la ventana e imaginaba una carrera contra las demás que iban cayendo. Seguía a la escogida con el dedo. La luna empapada me alejaba del tráfico caótico. No sé si es por las miles de escenas en películas, pero estar en un tren o carro viendo por la ventana pensando tiene algo nostálgico. Los pensamientos también viajan. Estoy seguro de que muchos escritores sacaron sus ideas viendo por la ventana. Si es un tramo largo es perfecto para escribir también. Es un momento peculiar, estás expuesto a todo y, a la vez, se siente íntimo. No se me ocurre otro momento similar.
A veces es interrumpido, sobre todo en una ciudad. Yendo apurado, a 30 grados, hacia un examen final en Buenos Aires. Con la ventana abajo, repasando. En un segundo se llevaron mi celular, intenté correr pero no lo alcancé. Pude recuperar el teléfono. El mismo que no me dejó ver al máximo el monte japonés. A veces, cuando no hay internet ni nada que hacer, veo las nubes de fotos que tengo almacenadas, y recuerdo lugares alejados que no recordaba.
Pasan cosas raras cuando te mueves de un lado a otro. Hace unos años, después de pasar por la frontera en Puno, luego de cruzar Desaguadero y subirme a una van para ir a Tiahuanaco. Me eché en los asientos de atrás y me quedé dormido. Nuevamente, perdiéndome el paisaje, me despierta un policía o militar con la mano, pero lo primero que vi fue que tenía colgada una metralleta. No era nada, solo un control, pero parecía un secuestro. El papel que tenía que enseñar parecía un ticket de combi que me dieron en el control migratorio, pude haberlo tirado.
También para cruzar de Jerusalén a Belén, Palestina. Fue hace años, pero ya se notaba un abuso. Bajabas de un carro para subirte a otro en el acceso. La ciudad está completamente rodeada por murallas que, a lo largo del tiempo, fueron estrechándose. Era un cambio radical. Sentías que estaban encerrados. Un cruce de algunos metros caminando en el que sentías tensión. Años después solo se volvió peor. En los caminos es que te das cuenta de los contrastes, en esos detalles aprendes, ya sea algo hermoso o algo triste. Me pasa hasta cuando doy vueltas por la Costa Verde, desde La Herradura hasta La Punta. Por eso me elimino las redes sociales cada cierto tiempo. Así disfruto más los caminos.
Viajes en carro, mi pequeño Hyundai Accent, aguantó un viaje con cinco personas hasta Piura. Ida y vuelta. Un antes y un después también para el carro. Hasta ahora recuerdo lograr pasar todo el desierto de Sechura solo con una raya de gasolina. Estábamos locos. Tuvo otras aventuras. Hasta Chachapoyas y Cocachimba. Conocer Gocta y Kuélap en ese funicular que fue todo un reto para mi miedo a las alturas. Ahí sí evité mirar. Es altísimo. Hasta ahora recuerdo el último viaje con ese carro a Rúpac, que tuvimos que dejarlo en la calle de un pueblito entrando hacia la sierra para que nos suban, porque el Hyundai ya no aguantaba.
Al final, lo que queda son los contrastes que aparecen en el camino. El mar después de kilómetros de arena, la montaña tras una curva, la riqueza y la pobreza separadas por una calle, el bullicio que de pronto se vuelve silencio. Eso es lo que se guarda cuando miras por la ventana. No es solo moverse de un lugar a otro, es notar lo que cambia y lo que permanece: una sombra, un gesto, un paisaje distinto. A veces es un viaje en avioneta hacia Abu Simbel, con el desierto extendiéndose como un mar sin fin. Otras, es el océano inmenso desde un crucero que de pronto se convierte en tormenta. También un ferry rumbo a una isla en Brasil, donde por un instante pareció que íbamos a morir, o un tuk tuk en Marruecos, sorteando calles caóticas como si no hubiera mañana. Y están los instantes en que lo externo se mezcla con lo interno: una lluvia que entra por la ventana abierta, un niño saludando en la carretera, una ciudad que se enciende al anochecer. Viajen en lo que tengan, pero no se olviden de mirar por la ventana. Ahí están las escenas que más tarde regresan, a veces como recuerdos lejanos, otras como detalles simples que terminan siendo lo más importante del trayecto.