Las crisis de toda índole constituyen una posibilidad siempre que haya madurez y sensatez de parte de los actores involucrados. Si bien predomina el amateurismo en nuestra clase política, hay voces sensatas que pueden generar eco para construir un plan de acción. Si el Ejecutivo va en búsqueda de proponer Asamblea Constituyente, tan nefasto para la situación en la que estamos, la oposición debe sensatamente dirigir el discurso hacia este Plan que necesitamos. Para ello es importante hacer de la opinión pública un agente que permita que se convierta en sentido común estos problemas urgentes y sus soluciones.
La historia nos ha demostrado que se puede ir hacia ese camino cuando hay voluntad organizada. La situación amerita este tipo de estrategia para que más voces pongan atención en lo que realmente aqueja al país para proponer soluciones.