Gilles Lipovetsky

Es la entrevista la manera elegida por Hermoso para acercarse a estas figuras. Es el género ideal para establecer corrientes de interactuación con el otro, penetrar en su mundo creativo e ideológico, en sus sentimientos, en sus fortalezas y también, de cuando en cuando, una mirada sobre sus talones de Aquiles. Cada entrevista de Hermoso transparenta una rigurosa preparación, criterio para interrogar y una lúcida observación del entorno de los personajes convocados a La conversación infinita, magnífico título, huelga decir.

Nuccio Ordine alcanzó a prologar el volumen antes de su lamentable partida. Con la agudeza a la que nos tenía acostumbrados, observa: “Al recorrer estas páginas no solo descubrimos el pensamiento de ls entrevistados, sino que el juego de preguntas y respuestas nos ofrece también un retrato fragmentario del entrevistador mismo. En efecto, el lector atento puede encontrar en las conversaciones las pequeñas piezas que, encajadas unas con otras como en un puzle, hacen surgir el perfil de Borja Hermoso, su vivaz curiositas, su vasta cultura, su capacidad para saber conjugar actualidad y pensamiento, saber y vida civil” (p.15).

En la nota introductoria, que tiene un pasaje confesional, el periodista revela su “método”: “Calibro, preparo, leo, estudio, dudo, siento miedo, replanteo, pregunto, repregunto, elijo, descarto, escribo, publico y siempre extraigo la misma conclusión: pudo ser mucho mejor” (p.20). Lección de humildad para un oficio en el que uno pregunta también para saber de sí mismo, aunque cierta teoría quiera relegar al interrogador a una gris neutralidad. Sin embargo, la idea de Hermoso de concebir la entrevista como conversación nos aleja felizmente de ese lugar frío e impersonal.

Dejo en prenda algunas perlas de este estupendo compendio de diálogos:

George Steiner:

Habla usted de la utopía y de su contrario, la dictadura de la certidumbre…
–Muchos dicen que las utopías son idioteces. Pero en todo caso serán idioteces vitales. Un profesor que no deja a sus alumnos pensar en utopías y equivocarse es un muy mal profesor.

Gilles Lipovetsky

Usted ha escrito contra el hecho de que los padres eduquen a sus hijos entre terciopelos. ¿Qué quería decir exactamente?
–Es un inmenso error. Es indispensable que el profesor recobre la autoridad. Hay alumnos que insultan al profesor, y es inadmisible. Educar no es seducir. Hay obligaciones (…) No todo puede ser flexible, agradable discutible (…) Y hay que recuperar la retórica, enseñar a los chicos a expresarse, y a razonar, porque el ordenador no lo va a hacer por ellos”.

Gao Xingjian

Casi no se habla ya de Tiananmén…
Es que la historia ha perdido su memoria. Solo queda la historia oficial, la que se escribe una y otra vez desde el poder. La otra no existe.

Irene Vallejo

¿Qué le ha dado la literatura, además de una profesión?
–Uffff, me ha dado… muchas cosas…

“La literatura me ha salvado de muchas tormentas”, dijo Ana María Matute en su discurso de aceptación del Premio Cervantes. ¿Y a usted?   
–A mí también. Del acoso escolar en la infancia, por ejemplo.

Borja Hermoso. La conversación infinita. Encuentros con la escritura y el pensamiento. Madrid: Ediciones Siruela, 2023.

Tags:

Emma Becker, Ernesto Cardenal, George Steiner, Gilles Lipovetsky, Irene Vallejo, Javier Marías, Juan Marsé, Jürgen Habermas, Nazareth Castellanos, Peter Brook
x