Además, la izquierda ha demostrado ser incapaz de gobernar sin corrupción. En muchos países donde la izquierda ha gobernado, ha surgido una red de corrupción y nepotismo que ha afectado negativamente a la economía y la sociedad en general (baste ver lo sucedido en el régimen del Atila chotano).
Sería una desgracia para el Perú si la izquierda asumiera el poder. Sus políticas populistas e insostenibles, su afinidad por regímenes autoritarios y su historial de corrupción y nepotismo hacen que sean una opción peligrosa para el futuro del país. El Perú merece un gobierno responsable y comprometido con la democracia y el desarrollo sostenible, y eso es algo que la izquierda no ha demostrado estar dispuesta a ofrecer.