Lord Byron

Entre los hechos controversiales que envolvieron su vida, sería, entre otras, la acusación de incesto con su hermanastra. O un casamiento que duraría un año, y del que se dice, en su lecho matrimonial, la misma noche de recién casados, le diría a la dichosa o desgraciada esposa: “te vas a arrepentir de haberte casado con el diablo”. Su vida de excesos, libertinajes y “perversidades” lo llevaría a ser mal visto por la aristocracia de su país, Inglaterra. Hasta cansados de las habladurías y malos ojos, decidiría marcharse a Grecia por la guerra – país que lo reconoce como uno de sus libertadores- y de donde no volvería jamás. Moriría a la precoz edad de los 36 años.

Este escritor, sabe que el destino es una moneda que sobrevuela y que al caer entrega una imagen, cara o sello. Una, lo que nos queda, la verdad, el amor, y quien obra bien nada tiene que temer. Esta casita de cartón rememora estos versos acaso por el agregado con lo que envuelve sus días escuchando How Deep Is Your Love de los Bee Gees, con unas piedritas que han entrado a sus ojos: “Así es, no volveremos a vagar/ Tan tarde en la noche, Aunque el corazón siga amando/ Y la luna conserve el mismo brillo. / Pues así como la espada gasta su vaina, / Y el alma consume el pecho, / Asimismo el corazón debe detenerse a respirar, / E incluso el amor debe descansar. / Aunque la noche fue hecha para amar, / Y los días vuelven demasiado pronto, / Aun así no volveremos a vagar/ A la luz de la luna”.

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Lord Byron, poesía
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