Lucas Ghersi

Usted ha pedido investigar cómo se financia la campaña por la Asamblea Constituyente que impulsa Perú Libre. Yo le hago una pregunta también importante: ¿cómo se financia la suya?

Solo para que quede claro: no es que yo sea un mastín, un sabueso, que esté pidiendo que se investigue. Eso que dije fue a consecuencia de una pregunta del periodista de Correo, que preguntó qué pensaba del financiamiento de la campaña de Perú Libre para la Asamblea Constituyente, si creía que había dinero público. Yo le dije que no sabía, que eso es algo que se debe investigar, porque es de interés público. No es que me interese que rueden cadenas, ni que sea un inquisidor. Nosotros estábamos haciendo hasta hace poco una campaña basada 100% en el voluntariado. Es decir, todo lo pagaba yo mismo y la gente que me acompañaba de sus bolsillos. Hasta hace dos o tres semanas que hemos empezado a recibir donaciones pequeñas de personas naturales que transfieren dinero a una asociación que es la que impulsa nuestra iniciativa.

¿Cuál es esa asociación?

Se llama Asociación por la Causa de la Libertad. Tiene un RUC, su cuenta, todo hecho legalmente. Y cuando llegue el momento, vamos a transparentar todo. Es una asociación que se ha constituido este año, recientemente.

¿Erasmo Wong es uno de los donantes?

Hasta donde sé, él no ha contribuido. Son otras personas, con donaciones muy pequeñas. Lo que sí ha hecho Erasmo Wong es respaldar la iniciativa permitiéndonos colocar mesas para la recolección de firmas en los exteriores de centros comerciales que pertenecen a sus empresas.

¿No desembolsa nada el estudio Ghersi?

Tampoco. No es que haya dinero en esta campaña.

La inversión de tiempo que usted le dedica a la campaña la podemos entender como una inversión. Me imagino que su padre le habrá dado licencia.

Podría verse de esa manera, quizá.

Ha estado en territorio enemigo: en Cajamarca, ¿cómo lo han recibido?

Muy bien. De hecho, la Plaza de Armas de Cajamarca ha sido el lugar donde más firmas hemos recolectado en un solo lugar. Se ha obtenido más ahí que en los centros comerciales de Lima. Un respaldo masivo de la ciudadanía. A mí me sorprende: siempre que vamos a un lugar que es territorio enemigo, siempre que nos advierten que tengamos cuidado o que nos dicen que nos van a recibir mal, encontramos todo lo contrario. En Chota mismo se ha recolectado firmas a pequeña escala, pero este fin de semana se va a instalar una pequeña mesa en la plaza de armas.

Recientemente se ha sumado a su campaña una organización de ronderos. ¿Qué otros colectivos lo apoyan?

Fue el presidente de la confederación nacional de ronderos, pero a título personal. No es que haya una organización de ronderos que esté institucionalmente comprometida en este movimiento. Hay todo tipo de peruanos que apoyan, individuos y militantes de partidos políticos. Y gente de diferentes ideologías. No hay mucho apoyo institucional ni lo buscamos. El único partido político que ha dado un apoyo institucional ha sido el Partido Popular Cristiano.

Y Lourdes Flores también, a manera personal.

Sí, como ciudadana, ha ayudado a recolectar firmas. Pero no es solo ella, sino muchos militantes del PPC, y de otros partidos y muchísima gente que no tiene filiación a un partido.

¿Y no teme usted que la doctora Flores lo sale?

No, yo no creo en la sal.

Lo digo porque a ella las victorias le son esquivas.

[ríe] Bueno, puede ser, pero yo no creo en la sal. Ella está como ciudadana y agradezco mucho el apoyo de la doctora, así como agradezco a todos los que apoyan esta iniciativa.

Hablemos de su propuesta. Quiere usted “agregar un párrafo al artículo 206 de la Constitución que prohíba de manera expresa una Asamblea Constituyente en el Perú”. ¿Eso no es recortar el derecho de los ciudadanos?

La razón por la que estamos en contra, es porque la Asamblea Constituyente significa poder absoluto y el poder absoluto significa arbitrariedad absoluta. El Congreso puede cambiar la Constitución, pero tienen que respetar límites: los derechos fundamentales y los principios democráticos. La Asamblea Constituyente no reconoce ningún límite y podría cambiar la Constitución eliminando la libertad de prensa o los límites a la reelección presidencial, o la separación de poderes. Mientras una Asamblea Constituyente trabaja, además, la asamblea podría intervenir otras instituciones públicas. Podría decir: ‘si voy a refundar el país, ¿para qué va a haber un Poder Judicial o un Ministerio Público? Mejor los intervengo’. La propuesta de Perú Libre es que los peruanos escojamos con los votos solo a 60% de los constituyentes y el 40% restante de organizaciones de la sociedad civil elegidos por ellos mismos, es decir, un mecanismo corporativista. Esas son declaraciones que dio el presidente Pedro Castillo en una entrevista con Enrique Castillo. Y esa fórmula es idéntica a la que se empleó para la asamblea del 2017 en Venezuela. No es parecida, ni similar. Es idéntica.

La abogada María Teresa Gonzáles-Otoya ha calificado este proyecto como inconstitucional, pues -dice ella- atenta contra el artículo 32°, que señala “que no puede someterse a referéndum la supresión o la disminución de los derechos fundamentales de la persona”.

Bueno, esa es una visión sui generis de los derechos fundamentales porque hasta donde yo recuerde no hay un derecho fundamental al poder absoluto. Y la Asamblea Constituyente es un espacio de poder absoluto. Lo único que decimos nosotros es que debe haber un poder limitado. ¿Existe tal cosa como el derecho fundamental a que haya una asamblea con derechos absolutos? De ninguna manera, ese argumento no tiene ni pies ni cabeza. Es una comprensión autoritaria, anticonstitucional.

¿Pero usted cree que Chile va a convertirse en una sociedad donde el Ejecutivo tenga el poder absoluto o que Ecuador se convirtió en una dictadura luego de su asamblea instalada el 2007?

Yo no estoy diciendo que todas las asambleas constituyentes llevan a una dictadura, sino que las constituyentes pueden llevar a una dictadura. Y que generan poder absoluto. La de Ecuador tenía poder absoluto y seguramente cometió errores. La asamblea de Chile está actuando con poder absoluto. En Venezuela han cometido arbitrariedades tremendas. No es algo que se pueda pasar por agua tibia. Generas la concentración del poder y eso genera el riesgo de la arbitrariedad. Además, la asamblea que se está proponiendo en el Perú no se parece al caso de Chile, sino al de Venezuela por dos motivos importantes: en Chile se hizo en contra de lo que quería el gobierno y la mayoría fue conformada por pequeños partidos independientes. En Perú lo está impulsando el gobierno con una fórmula venezolana. 

Entiendo por lo que me dice que le tiene más temor a lo que Vladimir Cerrón y sus amigos leninistas pueden hacer con una Asamblea Constituyente que a la asamblea en sí. ¿Es así?

Bueno, le tengo temor a las dos cosas. No es que yo esté en contra de la asamblea solo en el caso de Perú Libre. Yo estoy en contra en general. Hay partidos políticos menos malos que Perú Libre, que harían una Asamblea Constituyente menos mala, seguro que sí. Pero eso no significa que yo vaya a estar a favor de la Asamblea Constituyente. Mi oposición es una oposición de principio y no una posición de oportunidad.

Doctor Ghersi, usted viene señalando que hay que proteger a las instituciones democráticas de una Asamblea Constituyente, pero cuando las instituciones democráticas fueron petardeadas con el grito de fraude en mesa usted estaba allí [con los manifestantes]. ¿Qué fraude hubo?

Yo no sé, yo no he investigado ese tema. Yo no tuve ninguna participación en nada del proceso electoral.

Pero usted estuvo en las marchas, al menos según una nota del diario Expreso.

¿En una marcha haciendo qué? Yo en todas las marchas en las que he estado he ido a hablar del tema de la Asamblea Constituyente. No tuve ninguna participación del presunto fraude que hubo o no hubo. Independientemente de eso, no he presentado impugnaciones, no he sido abogado de Fuerza Popular, no conozco los hechos como para darte una opinión jurídica. Sin perjuicio de eso, discrepo radicalmente de lo que has mencionado. Estás equivocado. Denunciar fraude y hacer una denuncia o presentar una impugnación, ¿por qué es petardear una institución democrática? Si los partidos políticos tienen derecho a presentar impugnaciones. Eso no es petardear una institución democrática. Esa es una visión equivocada del estado de derecho.

No le hablaba de las impugnaciones, sino de los que salían a petardear una elección avalada por organismos internacionales que la calificaron como democrática y justa. Y el diario Expreso lo pone a usted en medio de una de estas marchas.

Todas las marchas a las que yo he acudido, he ido a hablar del tema de recolección de firmas. Sin perjuicio de eso, una manifestación pública de ciudadanos que pensaban que la elección tenía algún tipo de vicio es parte de su derecho de reunión, de protesta, de reunión. ¿Por qué eso es petardear las instituciones democráticas? Esa visión de las cosas no es tolerante ni consistente con el estado de derecho. Ahí tengo una discrepancia bien profunda contigo.

Pero el dato de que estuvo en estas marchas es correcto entonces.

En la mayoría de marchas que yo he estado hablando de este tema, hay gente te va a hablar de vacancia, hay gente que te va a hablar de fraude en mesa. Yo no soy responsable por lo que las demás personas dicen. No voy a estar de acuerdo con todo lo que dicen en una marcha. Yo sí creo que la elección tiene vicios graves de legitimidad. No puedo probar fraude, pero, por ejemplo, cuando se presentan impugnaciones, todos los jueces en todo tipo de procesos, incluidos los magistrados del JNE, tienen la obligación de intentar resolver el problema de fondo y adecuar los requisitos de forma a el fondo. Si un juez dice que no puedo resolver tu impugnación porque es extemporánea, fuera de horario de oficina, pero no hay horario de oficina porque es una mesa de partes virtual, eso es sospechoso. Entonces el JNE tuvo un actuar incorrecto. Denunciar eso no es de ninguna manera petardear las instituciones democráticas. Sí me molesta que me hayas dicho lo que me has dicho. Revela una convicción democrática que no me parece sólida.

Lamento que lo haya molestado. Pero, en todo caso, discrepamos.

Todo con buen humor.

Juan Carlos Tafur ha llamado a renovar los cuadros del centro y de la derecha. Uno de los nombres que lanzó fue el suyo. ¿Se va a lanzar usted a “las grandes ligas”, como dice él?

Bueno, yo voy a aclarar que en las elecciones regionales y municipales no voy a participar. Por ahora mi preocupación es sacar adelante la campaña en contra de la Asamblea Constituyente y luego evaluaré si tengo alguna otra participación. Evidentemente tengo un interés en los temas públicos, no lo niego. Tengo interés en defender el estado de derecho. Pero por ahora no tengo interés en el mediano plazo ni en el corto en la política partidaria.

¿No lo ha llamado ningún partido?

He tenido conversaciones con varios partidos, pero yo he expresado que no tengo interés en postular o afiliarme.

Esta campaña que usted está haciendo puede ser un trampolín.

No lo veo como un trampolín. Para mí esto no es un medio para lograr otro objetivo. No es un medio, sino un fin. Estoy abocado en el cumplimiento del objetivo que, desde mi punto de vista es resguardar el estado de derecho e impedir el establecimiento de la dictadura en el Perú. Porque la Asamblea Constituyente abre la puerta al establecimiento de una dictadura.

Como futuro político también es blanco de críticas. Una de ellas es que, pese a su poca experiencia, usted fue invitado por la Comisión de Constitución del Congreso de la República para ser parte del Consejo Consultivo. ¿Aceptó?

He aceptado. Como abogado, desde hace tiempo vengo respondiendo consultas al Congreso en distintos temas. Es parte de mi ámbito profesional. A mí me llama la atención la crítica que se me hace, que estaba relacionada con mi edad. Pero esa crítica yo la rechazo, porque cuando una persona de mucha experiencia, de mucha edad asume un encargo, se le dice dinosaurio. Cuando una persona que es joven asume un encargo, se le dice que no tiene experiencia. Entonces, con ese argumento se puede cuestionar a todos. Con toda humildad y respeto, considero que tengo la suficiencia profesional para absolver ese tipo de consultas. Por el trabajo académico que he hecho, por la maestría que tengo, por la experiencia en el Tribunal Constitucional.

Pero la crítica además fue que su experiencia se reducía al estudio de su padre.

Eso es falso. Yo tengo una experiencia de varios años en el TC antes de estar en el estudio y además tengo la maestría de la universidad de Chicago. Entonces, hay medios de prensa que faltaron a la verdad, además sin llamarme, sin buscar mis descargos.

¿Se siente usted “el hijo de”?

Yo tengo una gran admiración y aprecio por mi padre. Pero además de ser su hijo, soy una persona con una carrera propia. Yo no me siento el hijo de, me siento Lucas Ghersi.

 

(*) Foto de portada: Diario La República.

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