Percy Tenorio

Es considerado uno de los cerebros de la operación para reprimir las protestas de noviembre del 2020 y ahora se encarga de la seguridad del Congreso. Se trata del coronel Percy Tenorio Gamonal, investigado por el asesinato de Bryan Pintado e Inti Sotelo durante aquellos sangrientos días de noviembre. Aquella jornada dejó, además, 102 heridos. Tenorio era jefe de la Dirección de Operaciones Especiales de la Policía, dependencia que fue estratégica durante la revuelta que provocó la caída de Manuel Merino.

Percy Tenorio Gamonal ahora es el jefe de la División de Seguridad del Congreso. Su función es planificar, dirigir y coordinar la seguridad de los 130 congresistas y los cinco parlamentarios andinos. Tenorio fue nombrado en el cargo por el alto mando policial el 1 de septiembre (con María del Carmen Alva, de Acción Popular, en la presidencia del Parlamento desde fines de julio), señala a Sudaca el área de prensa de la PNP. En ese momento ya estaba siendo investigado por la brutal respuesta a las marchas del 2020.

Oficio
Oficio enviado por el coronel de la Policía, Percy Tenorio Gamonal, el 2 de octubre pasado, como jefe de la División de Seguridad del Congreso.

“Los cambios son por disposiciones del comando. ¿De dónde saca usted que la Mesa Directiva me solicita? Lo que usted me está preguntando no está en lo correcto”, dice Tenorio al ser consultado sobre su designación. No dio más detalles.

Para llegar a ser el hombre fuerte de la seguridad en el Parlamento, sin embargo, Tenorio ha tenido que contar con el visto bueno de la presidenta de ese poder del Estado, María del Carmen Alva. Así lo especifica a Sudaca el acciopopulista Luis Roel, segundo vicepresidente del anterior Congreso.

“Si bien designa el comando de la Policía [al encargado de seguridad del Congreso], la presidencia de la Mesa Directiva puede decir que no está a gusto y se hace el cambio. El encargado de la seguridad del Congreso queda a disposición de si acepta o no la presidencia del Congreso. Depende de la presidencia”, dice Roel. 

María del Carmen Alva
La presidenta del Congreso, María del Carmen Alva Prieto, tiene como encargado de la seguridad en el Parlamento a un coronel de la Policía investigado por las muertes de Inti Sotelo y Bryan Pintado. Foto: Andina.

Tenorio reemplazó al coronel Miguel Talla Quispe, quien -de acuerdo a Roel- había desempeñado la función con la venia de la expresidenta del Parlamento Mirtha Vásquez. Sudaca le hizo la consulta a Alva –a ella y a un vocero de su equipo de prensa–, pero al cierre de la edición no hubo respuesta.

¿Cuál fue el papel de Tenorio en los sangrientos sucesos del 14 de noviembre? La fiscal provincial Jhousy Aburto Garavito lo investiga por “asesinato con alevosía” en agravio de Bryan Pintado e Inti Sotelo. Tras diez meses de pesquisas, la representante del Ministerio Público formalizó la denuncia y declaró compleja la investigación contra él (y otros oficiales) el 30 de septiembre pasado, casi un mes después de ser designado como el hombre orquesta de la seguridad del Parlamento.

De acuerdo a la indagación de la fiscal Aburto, el coronel Tenorio dirigió un contingente de 140 policías en el llamado sector “A”, que comprendía la avenida Nicolás de Piérola y sus intersecciones. “Era el responsable del aspecto táctico y operativo de la operación policial, ordenando a sus subordinados agentes policiales hacer uso de la fuerza de manera desproporcional, indiscriminada e ilegal, empleando armas potencialmente letales (perdigones de goma, bombas lacrimógenas y otros) y municiones prohibidas (perdigones de plomo), disparando directamente el cuerpo de los manifestantes, causando el asesinato de Jordan Inti Sotelo Camargo y Jack Bryan Pintado Sánchez, y lesionando a varios manifestantes”, dice, en su denuncia, la fiscal sobre Tenorio. 

Documento fiscal
30 de septiembre. Parte del documento de la fiscal provincial, Jhousy Aburto Garavito, que grafica la participación del coronel Percy Tenorio en la violenta represión de noviembre del 2020.

La presencia en las protestas del coronel Tenorio quedó registrada cuando golpeó, delante de una cámara de televisión, al suboficial Hoober Talledo Alemán por lanzar una bomba lacrimógena sin autorización. “¡Oe, ven acá! ¡Quién te ha dicho! ¡Quién chucha te ha dicho!”, le recriminó Tenorio a Talledo aquel 14 de noviembre. El suboficial se quejó ante sus superiores después, al considerar que fue maltratado y humillado.

Según las pesquisas, ese sábado el entonces subcomandante general de la Policía, Jorge Lam Almonte, ordenó a los altos mandos, entre ellos Tenorio, “neutralizar cualquier acto de protesta”. En esa línea, Tenorio ordenó al capitán Mario García Chávez “acelerar el paso” en la avenida Nicolás de Piérola.

A raíz de ello, “[el capitán García] habría dispuesto que comenzaran a disparar con las armas potencialmente letales (escopeta lanza gas calibre 37/38 y escopeta de caza calibre 12, granadas lacrimógenas de mano y cartuchos de perdigones de goma calibre 12, cartuchos de propulsión de bombas lacrimógenas), así como los perdigones de plomo hacia los manifestantes”, dice la denuncia del Ministerio Público. 

Entre las 8 y 8 y 10 de la noche, en el cruce de las avenidas Piérola con Abancay, Bryan Pintado falleció al recibir una ráfaga de perdigones de plomo: cuatro le impactaron en la cabeza, dos en el cuello, dos en el tórax y dos en el brazo derecho. Y a las 9 y 47, en el cruce de Piérola con el jirón Lampa, Inti Sotelo Camargo recibió “el impacto de un perdigón de plomo a la altura del tórax”, lo que ocasionó su muerte.

En su declaración ante la Fiscalía, el 5 de agosto, Tenorio se defendió: “yo no soy el responsable del uso de las armas”. Y luego arremetió contra los manifestantes: “Debemos diferenciar entre manifestantes y delincuentes. Los primeros son con quienes coordiné cuando empezó la marcha. Los últimos, que ahora refieren haber sido agredidos por la PNP con canicas de vidrio y perdigones, son delincuentes”.

Max Nina
Un oficial de la Policía apunta a un joven manifestante en la protesta de noviembre del 2020. Foto: Max Nina/ Hildebrandt en sus Trece.

El coronel declaró que, cuando tomó conocimiento de las muertes, él se encontraba en el cruce de los jirones Ocoña y Camaná. Es decir, a pocas cuadras de la escena del crimen de Inti Sotelo y de Bryan Pintado. 

“Primero sólo sabía del primer fallecido [Bryan Pintado] a través de las redes, como a las ocho de la noche aproximadamente. Luego, aproximadamente a las diez, también por las redes, comienzan a comunicar que hay otro muerto [Inti Sotelo]. Esa situación es lo que genera que en el lugar donde estaba comience la gente a querer agredirnos”, dijo.

Tenorio terminó su declaración afirmando que la Policía actuó dentro del marco de la ley y que “los cargos por los que se me acusa no se ajustan a la realidad de los hechos”. En su testimonio apeló al espíritu de cuerpo en detrimento de la verdad. Él es un personaje clave para esclarecer los crímenes. 

Para hacer frente a la denuncia en su contra, el coronel Percy Tenorio solicitó a la Policía que le proporcione defensa legal. El 25 de octubre de este año, el Ministerio del Interior comunicó, a través de una resolución, que aceptó el pedido del oficial. 

Como si todo lo anterior fuera poco, Tenorio además ha sido señalado como parte de una presunta red de corrupción policial, según el programa “Punto Final”. En la trama, Tenorio se habría beneficiado con una licitación de la Policía de S/13,1 millones para comprar mascarillas, alcohol, guantes y otros artículos para combatir al coronavirus. De acuerdo a la investigación del fiscal anticorrupción Reynaldo Abia, el oficial estaría detrás de las tres compañías que ganaron esa licitación y se habría valido de testaferros.

A pesar de todos estos antecedentes, Tenorio es ahora el hombre fuerte de la seguridad de los legisladores. Con Acción Popular nuevamente al frente de la Mesa Directiva, el sangriento rastro de Merino sigue acechando al  Congreso.

*Fotoportada: Darlen Leonardo

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