“Sudaremos y Sudaremos”

“Sudaremos y Sudaremos” fue la promesa que el general Juan Velasco Alvarado le hizo al pueblo peruano cuando fundó el primer y único gobierno revolucionario militar en el Perú. Y efectivamente, el libro Velasco de Héctor Béjar refleja la visión, esfuerzos, vaivenes y preocupaciones del general en una odisea política por la transformación del país.

El autor es Héctor Béjar, ex-guerrillero, sociólogo, abogado, escritor, artista, académico, ex-Canciller y uno de los pocos intelectuales peruanos con una combinación de experiencias únicas que lo coloca como referente para los y las que investigan, estudian, y persisten en el camino de la justicia social. Para total transparencia de esta reseña, el autor es mi tío, hermano de mi padre.

El libro empieza con Béjar en la clandestinidad, amenazado por el gobierno de Francisco Morales Bermúdez, conocido como el “felón”, al igual que Pinochet porque traicionó al presidente que servía y debía lealtad. Personalmente, me trae los primeros recuerdos registrados de mi tío, cuando de muy pequeña con mis padres lo visitábamos a su cuarto al fondo de una casona antigua en Jesús María, donde vivió escondido a fines de los 70s. 

Velasco es un libro en tapa dura, con un diseño moderno y cuidadosamente editado por Ediciones Achawata. Son 334 páginas con fotos de cartas y portadas de los diarios de la época. La curiosidad te hace escudriñarlas para reconocer a los que formaron parte del primer gabinete del gobierno revolucionario. Desde los primeros comunicados de la Junta Militar anunciando el golpe contra Belaúnde hasta fotos de Velasco erguido, sonriente y decidido, y en donde un joven alto aparece, casi desapercibido, Javier Pérez de Cuellar, embajador de Velasco en la Unión Soviética.

Con ese nivel de detalles, Héctor Béjar relata cronológicamente todo el proceso del gobierno de Velasco, con una visión “clara y honesta” como lo menciona Hugo Neira en el prólogo. Al igual que en sus otros libros, hay una parte personal que le da un tono emocional a lo contado. 

Después de 5 años preso en Lurigancho por liderar el Ejército de Liberación Nacional, Héctor Béjar fue liberado por una ley de amnistía, dada previa consulta con los jefes policiales, los comandantes generales y almirantes, y firmada incluso por el ala de derecha del gobierno, los generales Artola y Vargas Caballero. Béjar, al igual que muchos profesionales e intelectuales de izquierda, entró a trabajar en el proyecto revolucionario y vivió desde dentro este proceso.

El libro detalla rigurosamente el momento político que desencadenó el golpe, la reforma agraria, la toma de tierras, el proyecto de socialización y autogestión en la producción económica, la reforma en la prensa, las presiones políticas dentro y fuera del gobierno, y las conspiraciones para la sucesión de Velasco. Nombres de personajes que cumplieron un rol decisivo en este proceso, algunos olvidados, vuelven a la vida para sumergirnos en una época hasta ahora contada por los que llegaron después, esos que traicionaron el proceso. Este libro le hace justicia a esa época.

El libro Velasco es una secuela de Revolución en la Trampa, libro que Béjar escribe en la clandestinidad el cual le presenta a Velasco debilitado, casi fuera del gobierno y muy enfermo por la arteriosclerosis. Otro logro del libro es que humaniza a Velasco. Así conocemos su origen campesino, su escape de Piura a Lima a los 16 años en un barco chileno con peligro de ser descubierto, y su ingreso en el ejército peruano con el más alto puntaje.

Velasco es la figura político-militar más importante del Perú, quien organizó y lideró a la única generación de militares nacionalistas que usaron su poder para servir al país, y no para defender intereses privados ni extranjeros. Al parecer una especie en extinción. Desde los 90s, las fuerzas armadas se han fujimorizado y sus comandantes son la antítesis de Velasco. 

Gracias a Ediciones Achawata que publica libros de esta calidad y al alcance de las mayorías. Ediciones Achawata inicia su proyecto editorial en el 2020 con el propósito de constituirse como una promotora cultural de investigaciones peruanas y trabajos sociales que apunten a momentos históricos relevantes del país.

Así como Velasco es imprescindible para comprender nuestra historia, lo es igualmente conocer la importancia de la toma de tierras desde 1950, que influenciaron la ejecución de la reforma agraria, una de las más radicales de la región. Líderes campesinos como Eduardo Sumire, quien fundó la Federación Campesina del Cusco, organizador, innumerables veces torturado y preso, merecen un lugar en nuestra historia. Estos testimonios deben difundirse.

En la Feria Bicentenario Ediciones Achawata están presentando la reedición de Soy señora, testimonio de Irene Jara de Francesca Denegri, la reedición de la Autobiografía de Gregorio Condori Mamani y Asunta Quispe de la profesora Carmen Escalante y del profesor Ricardo Valderrama. Felicitaciones a Ediciones Achawata y sus editores César Coca Vargas y Magdalena Suárez Pomar por ayudarnos a reclamar nuestra historia.

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“Sudaremos y Sudaremos”, Héctor Bejar
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