Si este Congreso, horas más tarde, persiste en la estupidez de hacer oídos sordos a la situación fuera de lo común que vivimos y cree que todo debe mantenerse incólume hasta el 2026, Dina Boluarte debería pensar seriamente en renunciar y obligar así al Legislativo a asumir los costos del Ejecutivo y convocar de inmediato a elecciones. Lo debió anunciar como mecanismo de presión, pero no es tarde para hacerlo si hoy el Congreso corrobora la pequeñez y mediocridad de la que ha hecho gala desde el 2021 y que tanta repulsa se ha ganado justificadamente por ello.

Un Congreso de espanto
Por:
Juan Carlos Tafur
30.01.2023