Si uno busca Wikipedia y chequea cuáles son las características de lo que se llama un “Estado fallido”, encuentra las siguientes:
- Corrupción políticae ineficacia policial y judicial1.
- Altos niveles de criminalidad, delincuencia organizada, e inseguridad ciudadana.
- Altos niveles de terrorismo y narcotráfico.
- Incapacidad de las fuerzas y cuerpos de seguridad para responder a los dos puntos anteriores.
- Altos niveles de informalidad, pobrezay pobreza extrema.
- Crisis económicas, inflacióny desempleo.
- Incapacidad para suministrar servicios básicosa su población.
- Sobrepoblacióny contaminación.
- Bajos porcentajes de personas con educación superior.
- Gran parte de la población viviendo en asentamientos irregulares.
- Fuga de talento(emigración altamente cualificada).
- Gran parte de la población con la primaria o secundaria
- Pérdida de control físico del territorio, o del monopolio en el uso legítimo de la fuerza.
- Incapacidad para responder a emergencias nacionales.
- Vulnerabilidad frente a desastres naturales.
- Incapacidad para interactuar con otros Estados, como miembro pleno de la comunidad internacional.
Salvo dos o tres calificamos en todas. No nos estamos percatando del profundo deterioro social, económico, político e institucional por el que transita el país, producto de habernos conformado con solo haber hecho algunas reformas de primera generación en los 90, habernos congelado allí, y haber permitido que la realidad desborde el “modelo”, tornándolo inservible e ineficiente.
Lo grave de esta situación es que nos coloca en el abismo de una toma de decisiones electorales tremenda el 2026, con fuerzas radicales de izquierda cosechando el descontento masivo de la población con ese Estado funesto que nos rige. Los antiestablishment tienen razones fundadas para entusiasmar a quienes quieren patear el tablero.