Tres meses atrás, cuando concluíamos la crónica del apogeo y de la caída del estafador más grande del siglo XXI peruano, decíamos sin intentar emular a las pitonisas de la antigüedad clásica: “piensen en eso cuando aparezca el sucesor de Juan Carlos Reynoso”, refiriéndonos al timador peruano detenido en la capital de México. ¿Y qué queríamos que piensen nuestros lectores? Pues que la mejor forma de ponerle fin a una estafa piramidal era preguntándonos qué pasaría si cada uno de los treinta y tres millones de peruanos le diéramos un sol a un peruano en particular, este se convertiría en multimillonario al toque; pero este ejercicio no podría hacerse treinta y tres millones de veces, porque nadie dispone de treinta y tres millones de soles para enriquecer a igual número de compatriotas. Esa es la imposibilidad lógica para que todos los ‘afiliados’ a una pirámide puedan mejorar su situación patrimonial: no hay suficientes personas dispuestas a invertir sus ahorros en una posibilidad tan remota, toda vez que en todas esas ‘empresas’ se les pide a los inversionistas que traigan a otros inversionistas para así lograr mejores beneficios en los menores tiempos posibles. Por esa razón, creemos desde que comenzamos a investigar este tipo de estafas que las personas que llegan en primer lugar a una pirámide en particular son tan culpables como los Reynoso que las organizan, porque ellos saben que si no traen a más y más incautos no habrá dinero para que se les paguen los altísimos intereses prometidos. Reynoso, sus predecesores y sus sucesores son culpables de estafa, pero también lo fueron, lo son y lo serán los codiciosos que ‘jalan’ a las pirámides a sus parientes y amigos. Es decir, las pirámides sólo funcionan cuando los primeros ‘inversionistas’ meten a sus parientes y amigos más cercanos a esa maquinaria mafiosa, y estos, intuyendo que es imposible que la cúspide de la pirámide se sostenga si no se amplía la base, incorporan a más personas a la estafa. Sin embargo, como el hombre es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra, siempre habrá pirámides e inversionistas estafados. Y, lo que es más increíble, siempre encontraremos a personas que han caído más de una vez en una estafa piramidal.
El pasado lunes 17 de julio, la fiscal Nelly Millones, titular de la Cuarta Fiscalía Especializada contra la Criminalidad Organizada, consiguió que un juez autorizara la detención de Alonso Montes de Oca y de Franco Vecco Scavino, los propietarios de una empresa que prometía ganancias de 30 por ciento anual a los depósitos de unos ‘inversionistas’ que sabían tanto de finanzas como algunos congresistas en ejercicio del concepto de decencia.
La historia completa de este nuevo intento por copiar el sistema piramidal perfeccionado en los años noventa por Clae, se inicia cuando Montes de Oca y Vecco Scavino inscriben en los Registros Públicos a la empresa Kronos Investments Sociedad Gestora de Fondos de Inversión con un capital inicial de 1,000 soles. Apenas inscribieron a Kronos, los socios montaron una oficina en la mejor zona comercial de Chacarilla del Estanque y, sacándoles lustre a unos apellidos que combinaban tradición y emprendedurismo venido del extranjero, comenzaron a recibir a personas que depositaban su dinero a cambio de intereses de 2.5 por ciento mensual y un bono de éxito a cada inversionista que trajera a más personas: a más personas, más grande el bono.
Cuando el ‘negocio’ había incorporado a decenas de inversionistas y tenía que pagar los intereses y los bonos prometidos, algo comenzó a ir mal porque era imposible cumplir con las obligaciones contraídas y pagarles alrededor de 100 mil dólares mensuales a Montes de Oca y Vecco, un trabajador de la empresa que ya había excedido todos los límites impuestos por la Superintendencia del Mercado de Valores y por la Superintendencia de Banca y Seguros incluso para las empresas formales, acudió a una fiscalía con su computadora portátil donde tenía información sobre los movimientos de Kronos y se convirtió en colaborador eficaz y delato a Montes de Oca y Vecco Scavino.
La complicidad de los ‘inversionistas’
Según informaciones familiares, a comienzos de los años ochenta, cuando la economía nacional sufría una de sus crisis periódicas, coincidentemente en los años terminados en 9, se crearon en las zonas más pudientes de la capital unas reuniones más o menos formales donde las personas tomaban números ubicados en forma de pirámide en una de las paredes de la sala, pagando una cifra predeterminada y consiguiendo con ese pago una fecha para obtener la devolución de su dinero más un adicional. Ese ‘pandero’ de clases medias era una copia deformada -por la entrega de intereses difíciles de pagar -de los tradicionales panderos de barrio y de oficinas que existían en nuestro país desde épocas indeterminadas, y que, a su vez, eran imitaciones de los tanomoshi (ayuda mutua), que fue la fórmula tradicional japonesa peruanizada por los inmigrantes de esa etnia y sus descendientes para crear las peluquerías y pulperías que fueron los primeros trabajos independientes emprendidos por los miembros de una colonia que llegaron al Perú con lo puesto y se transformaron en una comunidad reputada y en constante ascenso social.
A diferencia de la gesta de los nipones y del ahorro compartido y repartido vía pandero (o ‘junta’ como se conocía en sus inicios) de los pobladores de recursos limitados, la ‘inversión’ en ese mercado de capitales falso de Montes de Oca y de Vecco Scavino proyectaba una enorme sombra de complicidad entre esos sujetos y los primeros dizque inversionistas en Kronos y sus empresas de fachada. En esas empresas, como es evidente para cualquiera que se detenga a pensar que es imposible hacerse rico en un dos por tres, existía un espíritu de estafa rondando por todo el edificio de Chacarilla donde los amigos de los dueños firmaban los contratos y al cual llevaban a los incautos que eran los estafados potenciales, quienes estaban comprometidos a llevar a su vez a incautos de reemplazo para salvarse de la estafa inminente. Es decir, para poder cobrar los intereses prometidos, los estafados potenciales tenían que contribuir con su ‘cuota de sangre’ para salvar su inversión: así, por cierto, hasta que no había más estafables por llevar al edificio de Chacarilla.
En las oficinas de Kronos se logró detener a 6 personas: Alonso Montes de Oca Lamas (Lima, 30 años), gerente financiero; Franco Vecco Scavino (Santiago de Surco, 50 años), gerente de Contabilidad; José Otárola Luna (Lima, 59 años), gerente de Desarrollo de Negocios; Sergio Noceda Ochoa, analista comercial (Santiago de Surco, 29 años); Paul Garbin Passano (San Borja, 28 años), analista de contabilidad; Amelis Núñez Janto (Chilca, Huancayo, 27 años), asistente.
La fiscalía sostiene que obtuvo la información de una fuente quien les dijo que dos personas de nacionalidad peruana y extranjera integraban una organización criminal que operaban bajo la modalidad de estafa dedicada al intercambio de divisas en el extranjero, a nivel nacional los investigados Alonso Montes de Oca Lamas y Franco Vecco Scavino son dueños de las empresas Kronos Group que fue constituida en septiembre de 2020, Kronos Invesment Group fue constituida en mayo de 2022 y en noviembre de 2022, fue constituida Kronos Investments Sociedad Gestora de Fondos de Inversión S.A.C., que movilizaban millones de dólares; y a través de las cuales se encargaban de captar dinero ofreciendo pagos mensuales por trabajar con el capital aportado de los clientes a través de brokers regularizados en el Reino Unido.
Montes de Oca era el encargado de operar el capital en los mercados reales, mientras Vecco Scavino ayudaba a enviar los dineros a los supuestos brokers de Reino Unido; Joaquín Talavera Campos es la imagen de Kronos Invesment Sociedad Gestora de Fondos de inversión a nivel nacional y en México se cuenta que la empresa TWT Advisors cuyo dueño es Teófilo Zúñiga Arredondo quien se encargaba de conectar a los inversionistas de Kronos con el bróker internacional FX Winning de Chipre, un país reconocido como paraíso fiscal.
De acuerdo con las confesiones de un colaborador eficaz que laboraba en Kronos Group, desde aproximadamente junio de este año, algunos clientes comenzaron a reclamar la devolución total de sus aportes debido a la quiebra y fuga de los dueños de FX Winning, una plataforma de inversiones en el mercado de divisas (Forex), ubicada en Chipre, con la que trabajaban Vecco y Montes de Oca. Lo que motivó a los responsables de Kronos a comenzar a destruir información con el propósito de luego desaparecer del país.
Según la investigación, los procesados hacían firmar contrato a los clientes para que estos tengan el 100 por ciento de riesgo ante cualquier coyuntura que pueda pasar. Un tipo de documento planeado para que los clientes perdieron si llegara a pasar algo y nunca denunciaran.
“El proceso de ingreso de un cliente generalmente se debe a través de un cliente activo que refería a uno potencial. Todos los meses se referían entre 10 y 12 clientes. Estos nuevos clientes ingresaban a la compañía cuando se adjuntaban los vouchers de depósito en las cuentas de los fondos en el BBVA o el Banco de Crédito del Perú, con una copia del DNI por ambos lados y un formulario de Google donde se completaba toda la información básica. (…) En un plazo de 72 horas, el cliente recibía en su bandeja de entrada del correo su contrato de suscripción de cuotas, un reglamento para su firma y la creación de su cuenta en la aplicación Kronos Capital. Ahí se visualizaba el capital invertido, la utilidad que recibiría a fin de mes, los rendimientos bursátiles diarios y podían solicitar algún retiro o dejarnos algún comentario en relación con el servicio… Franco Vecco y Alonso Montes de Oca tienen en su posesión en billeteras digitales o USB un poco más de un millón de dólares en USDT (dólares digitales). Ellos sabían perfectamente desde un inicio que el bróker FXWinning es un estafador por ser regulado y tiene sendas denuncias por demandas piramidales y esquemas Ponzi (de estafa) en diversos países de América Latina y Europa… En efecto, el pasado 12 de julio, la Comisión Nacional del Mercado de Valores, de España, alertó sobre las actividades de FXWinning, porque no se encuentra registrada y se han recibido las advertencias internacionales correspondientes», señala el colaborador eficaz.
Alonso Montes de Oca y Franco Vecco Scavino habrían adquirido bienes inmuebles a nombre de terceras personas ya en una de las conversaciones del mes de julio del año en curso se hace referencia que tendrían que vender sus terrenos para afrontar el presente proceso, además se ha llegado a incautar vehículos de alta gama en posesión de los investigados. Por otro lado, también se ha obtenido de las conversaciones vía WhatsApp de Montes de Oca con Joaquín Talavera el 22 de junio de 2023, tratan de la posibilidad de generar otro negocio con fondos regulados utilizando como garantía los terrenos del conocido como “Chovi” que incluso se señala lo siguiente: – Vuelve a Miami hermano, cerremos Kronos de una vez y viajemos a México, para comenzar todo este nuevo capítulo.
Luego de saber que era imposible devolver el dinero a las víctimas comenzaron a hacer coordinaciones para repartirse el dinero que tenía en su poder en billeteras digitales de un monto de un millón doscientos mil dólares, para el pago de sus abogados, tener un capital e incluso crear una nueva empresa y devolver el dinero a algunos familiares como es el caso de la señora Marina que sería la novia del señor Joaquín Talavera. Montes de Oca y Vecco son los únicos que tienen las claves y los tokens de las cuentas bancarias y de las billeteras digitales donde se ha depositado los dineros captados por los investigados.
De momento se estima que el monto de la estafa alcanzaría los US$10 millones, pero según las fuentes, la cifra podría dispararse conforme se identifique a la totalidad de los inversionistas y de los implicados. El equipo especial de la División de Investigación de Estafas y otras Defraudaciones (DIVIEOD) logró encontrar una primera relación de casi 300 clientes exclusivos que había invertido su dinero
Castigo para un crimen: sentencia que devuelve la fe en la justicia
En la mañana del pasado sábado 29 de julio, doce días después de la detención de Alonso Montes de Oca y de Franco Vecco Scavino, el magistrado Ubaldo Callo Deza, juez del Segundo Juzgado de Investigación Preparatoria, inició la lectura de la sentencia contra los inculpados de la estafa de Kronos contra miles de pretendidos inversionistas. En la audiencia virtual vimos con sorpresa que el abogado defensor de Alonso Montes de Oca era nada menos que el ex procurador, expresidente de varias oenegés de importancia nacional y abogado de fuste José Carlos Ugaz Sánchez Moreno. Este, vestido con una camiseta playera y pantalones cortos que combinaban con ella, parecía distendido y con evidente seguridad de que su argumentación libraría de la cárcel a Montes de Oca. Conforme pasaban los minutos y el alegato del juez aceptaba casi todos los elementos de convicción aportados por la fiscal Nelly Millones, titular de la Cuarta Fiscalía Especializada contra la Criminalidad Organizada, el rostro del abogado Ugaz fue cambiado poco a poco de expresión hasta transformarse en una máscara inescrutable. Más aún, en un momento que pasará a la historia del anecdotario procesal, el abogado Ugaz apagó su monitor y sólo lo encendió cuando se había puesto un saco veraniego, atusado sus cabellos. Por eso, cuando el juez Callo Deza mandó a Alonso Montes de Oca a pasar 18 meses en prisión provisional, fue el primero en apelar. Desde ese momento una pregunta nos da vueltas por la cabeza: ¿a quiénes habrán afectado patrimonialmente Montes de Oca y Vecco Scavino para que José Carlos Ugaz no haya podido hacer su magia?
Sólo el tiempo lo dirá.