¿Su temor, entonces, es que en esa mesa se tomen decisiones que afecten a Pomalca?
Esta mesa está siendo manipulada por intereses policos. Nosotros, repito, no vamos a renunciar a nuestra estabilidad. Sería una locura. Esto afectaría directamente a 2,300 trabajadores y unas 10 mil familias. Y, en un contexto de crisis alimentaria, también podría terminar afectando el suministro de un producto de primera necesidad.
¿Hace cuánto tiempo solicitaron ser incorporados a la mesa de diálogo?
Presentamos la documentación hace un mes y medio. Seguimos esperando que nos convoquen. Otros representantes de las azucareras sí participan, pero nosotros estamos luchando para que se escuche a todos los trabajadores activos, no solo de Pomalca, sino de todas las empresas. Nos quedaremos aquí [en Lima] y seguiremos protestando hasta que nos incorporen.