Rebote estadístico

En las últimas semanas se ha venido diciendo que este año la economía peruana crecerá entre 11% y 13%, cifra que se celebra como un logro. ¿Por qué debemos tener cuidado con la interpretación del número?

Muchas veces los datos estadísticos nos juegan una mala pasada. Hace pocos días autoridades del gobierno manifestaron que estaban contentos con las cifras de crecimiento económico para este año. Veamos primero el dato aislado. El PBI crecerá entre 10% y 13% este año. También se ha dicho que la cifra se debe al crecimiento de la inversión privada que, de acuerdo con el banco central, crecería 24%. Viéndolos así, las cifras parecen muy buenas. Sin embargo, las cifras no se leen de manera aislada.

Ahora notemos que esas tasas de variación están comparadas contra 2020; por lo tanto, para saber si esos números son altos o no, veamos la información de 2020. El año pasado el PBI cayó 11.1%, mientras que la inversión privada, que representa el 80% de la inversión total, se redujo en 16.5%.

El rebote estadístico aparece cuando el patrón de comparación es muy bajo y la variación se expresa en porcentaje. Si las variaciones porcentuales en 2020 fueron las mostradas, no deberían sorprender las cifras de 2021. Si en 2020 la economía cayó 11.1% y en 2021 crece, digamos 11%, apenas ha recuperado el nivel pre pandemia. Como las cifras representan un promedio del comportamiento de los diferentes sectores y algunos crecen más rápido que otros, la economía recién se recuperará, es decir, volverá a los niveles de 2019, el primer trimestre de 2022. Más aun, el empleo no ha recuperado ni de lejos a los niveles de 2019. Una cosa es que el PBI, que mide producción, aumente; otra, que el empleo lo haga al mismo ritmo, algo que no está ocurriendo.

Sabemos que para poder crecer requerimos aumentar la inversión privada. Dos cosas respecto de la pública: por un lado, representa solo el 20% del total de la inversión en el Perú, por lo que tendría que crecer mucho para que tenga impacto y por otro, no puede aumentar por el déficit fiscal. Simplemente no hay dinero para que crezca. De ahí que el peso de la recuperación caiga sobre la privada. El crecimiento de la inversión privada hace crecer el empleo y como consecuencia los ingresos y el consumo privado.

Las exportaciones sí han tenido un mejor comportamiento, reflejo del entorno económico externo favorable. En 2020 ascendieron a US$ 42 941 millones de dólares, mientras que en 2021 llegarán a 60 mil millones de dólares, un crecimiento de 41%.

Desde luego que lo ideal para que este tipo de comportamientos no ocurra, es que las variaciones sean lo más similares posibles. Si eso no ocurre debemos estar atentos siempre al período de comparación. El rebote estadístico puede llevar a engaño, consecuencia de expresar en porcentaje una variación, cuando el período de comparación es muy bajo. Con certeza, las cifras de 2021 no se repetirán en 2022, justo por el rebote. A tener cuidado con la lectura de las cifras.

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Carlos Parodi, Entendiendo de Economía, Rebote estadístico
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