Duff McKagan (bajo), Slash (guitarras) y W. Axl Rose (voz), reunidos desde el 2016, grabaron estas canciones junto a sus cómplices Steven Adler (batería) e Izzy Stradlin (guitarras), cuando todos tenían entre 23 y 25 años y querían comerse el mundo con su hard-rock intoxicado y promiscuo. Hoy, bordeando los sesenta y con muchos de sus vicios convenientemente superados, lo que queda es un conjunto de contundentes composiciones acerca de una juventud destrampada y libertina, vivida al filo de la cornisa, pero a la vez cargada de entusiasmo, reacción ante lo social y políticamente correcto y auténtica pasión por la música que hacían en oscuros sótanos y clubes nocturnos, entrenando sus habilidades hasta alcanzar la excelencia.
Para nadie es novedad que Axl Rose ya no es aquel flaco y arrebatado cantante que daba alaridos similares, por momentos, a los de Brian Johnson de Ac/Dc, en perfecta afinación (como en este legendario concierto en el Ritz, 1988). Sin embargo, desde hace varios años es lo único que se comenta respecto de sus actuaciones. Que si su voz, que si su aspecto, que si su estado físico. Prefiero concentrarme en dos puntos notables de su desempeño el sábado pasado: por un lado, la energía desplegada en la justa medida de sus posibilidades le permitió hacer, de vez en cuando, sus característicos pasos de baile, un rezago de aquel estilo reptiliano que todos recordamos. Y por otro, su decisión de no bajar ni medio tono a las canciones, aunque hubiera sido una salida fácil para evitar fallas. Continue reading «Guns N’ Roses en Lima: Reavivando el apetito»