Como lo único que necesitan Agustín Lozano y sus secuaces para mantener el control mafioso del directorio de la Federación de Fútbol es contar en ese directorio con el número suficiente de clubes con derecho a voto, decidieron mantener a unos cuantos clubes pequeños pero controlables en desmedro de otros que se oponían abiertamente a sus planes.
Así, manteniendo al Deportivo Municipal y al Deportivo Binacional en sus ligas respectivas, Lozano y su pandilla hicieron todo lo posible y todo lo imposible para impedir que el Juan Aurich y el Unión Huaral militaran en la Liga 1.
El “empapelamiento” de esas instituciones contó desde el vamos con el apoyo de la gran mayoría de la prensa deportiva, de casi todos los representantes de los otros clubes y de jueces en diferentes instancias.
Aunque es una tarea descomunal, el señalamiento de la trama mafiosa, de la existencia de una prensa corrupta y de una red de jueces venales es necesaria por el bien del fútbol, de los aficionados y del deporte en general.
Argumentos “legales” que usa Lozano para sancionar al Aurich
Aunque los clubes Deportivo Binacional y Deportivo Municipal no le han pagado a la Superintendencia Nacional de Administración Tributaria ni un sol de la deuda que mantienen con el ente recaudador, no hay sanciones de ningún tipo para dichos clubes, a diferencia de la persecución que diversos organismos del Estado han ejercido y ejercen sobre el Juan Aurich y el Unión Huaral.
Ese doble rasero, existente desde siempre en toda la pirámide administrativa del Estado, es insólito que Agustín Lozano tenga tanto poder como para manejar a la Sunat.
Por dichas razones, es necesario repetir que el virus inoculado por Lozano a los miembros de la Federación Peruana de Fútbol debe ser liquidado en la brevedad. El momento es ahora, no mañana ni la semana próxima. Hagámoslo ya.
IT. 157-2024 – 13.05.2024 – IT Fiscalización Licenciamiento – MUNICIPAL (1).pdf de Liliana Gilvonio