Lo que es inverosímil es ver a bancadas de derecha votando en el mismo sentido, irresponsable e infantilmente, aferrándose a sus cargos por supuestas “dignidades” políticas, encerrados en una burbuja, sin percatarse que ellos deben oír el mandato popular, inclusive más allá de las urnas, que esa es parte también de su función de representación.
Hoy el Congreso decide los destinos del país. Ojalá, por el bien de la democracia y la paz social, actúe a la altura de las circunstancias.