guerras

[PAPELES VIRTUALES]

UNO

Uno de las tendencias en los jóvenes, en la actualidad, es que no consumen televisión, ni radio, tampoco compran diarios.

  • ¿Entonces, que medios usan para informarse?

Las redes sociales. Ahí se enteran de todo. Últimamente, Twitter e Instagram han desplazado a Facebook. Así como también TikTok, que iguala e incluso supera en importancia a Youtube. Antaño, en los años ochenta, nosotros solo teníamos los canales de aire y diarios locales, para enterarnos de lo que sucedía alrededor del mundo. Perfectamente, podíamos recibir noticias sesgadas. Lo cual, sucedió en muchas ocasiones. No había forma de contrastarlas con otras fuentes. En la actualidad, no es así, puedes verificar un suceso o hecho en distintas fuentes. Ese es uno de los problemas para los medios de comunicación actuales. Aunque parezca mentira. Ayer, en la mañana, veíamos en el trabajo, junto con otros compañeros, las noticias del conflicto en Medio Oriente. Ninguna hablaba de las víctimas palestinas por el bombardeo del hospital en Gaza. En cambio, en Twitter o X, como quieran llamarlo, abundaban las imágenes sobrecogedoras de niños y niñas muertos por las bombas del Ejercito israelí. Un compañero preguntó inocentemente.

  • ¿Y porque no muestran, los canales de televisión, esas imágenes?

Entonces, le contesté.

  • ¿Por si no sabes, los dueños de la mayoría de medios de comunicación, en el mundo occidental, son judíos? ¿Necesitas otra explicación?

Quedó pensativo, mientras movía la cabeza de un lado a otro, apesadumbrado.

La desinformación es tal, que incluso la BBC se tuvo que disculpar por el fake news de los bebes decapitados. También lo hizo la Casa Blanca. Ah, y se reportó que Facebook, Instagram e incluso TikTok, están censurando publicaciones o videos de apoyo a Palestina.

 

DOS

Bombardear un hospital ha sido la gota que colmó el vaso. Esto es un genocidio. Una limpieza étnica. No me hago el desentendido con Hamas. Es un grupo terrorista e igualmente condeno las muertes y secuestro de judíos. Es inadmisible lo que hizo. Sin embargo, Israel está bombardeando a la población civil, donde el 40% son infantes. En dicho lugar, no hay un ejército. Cortaron el agua, la electricidad y los suministros. En todas las guerras, hay reglas mínimas que cumplir. Una de ellas es no bombardear los hospitales. Los mismos, se están quedando sin electricidad, ante la falta de combustible. En tanto, la ONU quiso poner un alto al fuego humanitario, para atender a las víctimas y EE.UU. lo vetó. Increíble. El diputado irlandés Richard Boyd ya había expuesto, el 02 de marzo de 2022, la hipocresía de la Comunidad Europea.

  • No creen que sea apropiado utilizar la palabra Apartheid cuando Amnistía Internacional y Human Right Watch, en un periodo muy corto, publican informes demoledores. Los cuales dicen que Israel, desde su fundación, se ha construido sobre un sistema de opresión, dominación, de apartheid y racismo. Que implica el asesinato de civiles, inocentes desarmados, las anexiones de tierras…. les complace en utilizar el lenguaje más fuerte y contundente para describir los crímenes contra la humanidad de Putin. Pero no utilizan la misma fuerza lingüística, cuando se trata de describir el trato de Israel a los palestinos.

Mientras tanto, me hago dos preguntas.

  • ¿Ellos entonces no cuentan como seres humanos? ¿Son animales, así como lo definió Netanyahu? 

Para el pesar el Gobierno Israelí, hay judíos, intelectuales, profesionales y personas comunes que están en contra de la política del Estado de Israel. Tanto dentro como fuera del país. Ayer, en Washington, una buena cantidad de judíos invadió el Capitolio para pedir exigir el cese al fuego.

 

TRES

Costa-Gravas es uno de los directores más importantes en la historia. Tiene obras maestras como Z, Estado de Sitio, Missing, entre otras. Es un cineasta que hace películas para dar a conocer su compromiso político. Sin demagogias, ni golpes bajos. Sus pelis han envejecido bien. El caso de Steven Spielberg es distinto. Llamado el Rey Midas de Hollywood, nunca tocó un tema controversial. Sus películas eran netamente comerciales. Hasta que filmó Munich (2005). Considero que es la obra maestra de Spielberg. No es maniqueísta, en manera alguna. Presenta a unos y otros con sus virtudes y defectos. La película narra la formación de un comando del Mossad, con la venia de la Primera Ministra, Golda Meir, para exterminar a los cabecillas del grupo Setiembre Negro; los cuales estuvieron detrás de la masacre en las Olimpiadas de Munich. Lo que más irritó, a la comunidad judía, fueron las dudas acerca de la Ley del Talión. Avner, el líder del grupo – al terminar la misión- su cara demacrada lo dice todo.  Ya no es el mismo y no cree tampoco en la causa. Perdió la fe y sentencia en el dialogo con el enlace, interpretado magistralmente por Geoffrey Rush.

  • Mate siete hombres. ¿Logramos algo? Todos fueron reemplazados por otros peores…no habrá paz al final de esto, crea lo que Ud. crea.

Y es cierto, el renombrado cineasta no se engaña en absoluto. La violencia genera más violencia y no es la solución.

 

CUATRO

Fui hombre de armas durante 27 años. Mientras no había oportunidad para la paz, se desarrollaron múltiples guerras. Hoy, estoy convencido de la oportunidad que tenemos de realizar la paz, gran oportunidad. La paz lleva intrínseca dolores y dificultades para poder ser conseguida. Pero no hay camino sin esos dolores.

Primer Ministro – Isaac Rabin

Hay una fecha central en este conflicto. Treinta años atrás, Isaac Rabin y Yasir Arafat firmaron lo que se conoce como el Acuerdo de Oslo. La OLP (Organización para la Liberación de Palestina) reconocía el derecho de Israel a existir con seguridad, mientras que se declaraba a la misma, como un órgano representativo del pueblo palestino. Se incluía la retirada israelí de Gaza y Jericó y una autonomía palestina que se haría del control de Cisjordania. Todo acabó con el asesinato de Rabin y el fracaso de Arafat para controlar a Hamas. La extrema derecha israelí tomó el poder, a la cabeza estaba Netanyahu. Si, el mismo. Entonces todo volvió a fojas cero.

  • ¿Pero quién es Hamas?

Hamas, es un partido político que gobierna la Franja de Gaza. También es considerado, por varios países, como una organización terrorista. Insólitamente, para muchos, fueron creados y financiados por Israel. Lo hicieron para tener una fuerza que hiciera muro de contención a la OLP. Dice el refrán.

  • Divide y vencerás.

Nunca pensaron que estaban creando un monstruo que se les volvería en contra. Tal como EE. UU, cuando creó y apoyo -en la década de los ochenta- a Sadam Hussein, que era enemigo de Irán.

  • El enemigo de mi enemigo, es mi amigo.

Sería bueno preguntarse.

  • ¿Qué sucede cuando a un hombre lo humillas y encima le quitas la dignidad? Posiblemente lo soporte por preservar a su familia. ¿Y si, matas a su esposa e hijos? ¿Crees que esa persona puede seguir su vida normalmente, es así? ¿O perderá la razón y se unirá a Hamas? ¿Total, que tiene que perder?

Por último, el Cristo indicaba- en la parábola– que un samaritano, personaje odiado por los judíos, era también el prójimo de un judío.

  • ¿Crees que los extremistas sionistas, consideren a los palestinos como su prójimo?

Tags:

Grupo terrorista, guerras, Hamás, Netanyahu, OLP

Hace 77 años el ejército de la Unión Soviética liberó Auschwitz. El horror —que muchos intuían y no pocos sabían— para siempre vinculado con el lugar y su nombre, fue desvelado ante los ojos del mundo.

La conciencia universal despertó, entumecida y luego asqueada, ante un emprendimiento macabro: eliminar a todos aquellos definidos —algunos, no pocos, sin saberlo o quererlo— como judíos. Fue una empresa. Con todos los ingredientes de industriosidad, planeamiento, contabilidad, tecnología y marketing asociados al término. Llevada a cabo con una crueldad radical. Apañada por la complicidad, por lo menos pasiva e indiferente, de países y organizaciones; y  opiniones públicas, comenzando por la de los ciudadanos alemanes de la época. 

Los testimonios aúllan todos los grados de salvajismo y ausencia de empatía y compasión: miradas inescrutables de niños con las manos en alto ante ametralladoras en ristre, cenizas de lo que fueron cadáveres gaseados, montañas de dientes con coronas de oro, monstruosos resultados de experimentos biológicos. La lista es interminable. Están los museos que nos pasean por el horror que no se debe repetir. 

En circunstancias como las actuales, con muchos componentes que abonaron el terreno en el que prosperó lo anterior, debemos, sin embargo, ir más allá del estremecimiento. Hay algo que no debe escapar a nuestra comprensión. Tiene que ver con la naturaleza de la especie humana —que nunca me ha despertado demasiado optimismo— y las derivas de las que son capaces las sociedades donde se desenvuelve. 

Los judíos, sin duda, hemos sido blanco privilegiado de la vocación desterradora y exterminadora, pero no tenemos derechos de exclusividad, ni en ese momento —recuerden a gitanos, homosexuales, comunistas— ni en otros muchos, demasiados. Y en lo que se refiere a crueldad, bueno, la competencia por infligir daño creativa y eficientemente a los semejantes es dura. 

Es otra cosa. 

Lo que hace absolutamente único y satánico al holocausto es que mucho antes de que funcionaran los campos de concentración, previamente a que las fauces asesinas en toda su variedad se pusieran en marcha, cuando Hitler era un gobernante observado con curiosidad y admiración, cubierto por un manto de origen democrático, cuando el régimen nazi cosechaba el equivalente de nuestros likes en mucha gente, mucho antes de que las divisiones alemanas invadieran Polonia, y de que Goering le diera luz verde a Heydrich para delinear la solución final… 

Mucho antes, desde 1933, hubo leyes. 

Sí, en el principio fue el verbo en versión legal: ya no puedes ejercer como médico, espera ahora tampoco como abogado, y, bueno, hay demasiados estudiantes así que de los tuyos solo unos cuantos, por si acaso, tampoco puedes ser oficial del ejército ni ser parte de la administración tributaria, ni curar animales, ni enseñar a escolares, ni tus hijos ser escolares, ni poseer pasaporte (ya, ya, tenlo pero con una letra J bien visible en todas las páginas), ni disponer de tu nombre o el de tu empresa (espera, mejor no puedes ser propietario de una), ni tener palomas mensajeras (digamos que no puedes usar WhatsApp), ni siquiera —no le vas a quitar la buena suerte a otro— puedes comprar un billete de la lotería. Todo lo anterior y mucho más, debidamente formulado como normativa y publicado en el periódico oficial. 

Lo anterior, queridos lectores, las disposiciones legales, se dio antes de 1939, cuando aún Auschwitz estaba en planos, el Zyklon B no entraba en contacto con el aire y los hornos no tenían lo que cremar. 

La legalidad fue inoculando la exclusión de un grupo palpitante de la comunidad nacional. Una secuencia de incrementos graduales desplegados con sentido dramático y práctico, fue convirtiendo un órgano del cuerpo en irrelevante, sobrante, dañino. La amputación se dio en la mente colectiva, respetuosa de las reglas, y su realidad física sobrevino luego como un trámite banal, trivial. La maldad eficaz que se hace invisible porque ha sido previamente legalizada es lo más atroz del holocausto. Cuando llegaron las torturas y ejecuciones, las matanzas y otros actos perversos, ya era muy tarde. La oposición sin concesiones, la insurgencia decidida eran imperativas frente a las leyes. Ante las cámaras de gas solo queda el espíritu de resignación suicida y corajuda del Gueto de Varsovia o la fortaleza de Masada. 

Si se deja que las leyes se establezcan, aceptando convivir con ellas, la maquinaria sádica y cruel solo será un sello burocrático que, podría decirse, no matará a nadie.  Solo procesará cadáveres producidos por leyes. Los holocaustos, los atentados más groseros contra la humanidad, siempre comienzan con leyes. 

Tags:

Ex URSS, guerras, leyes
x