Chat GPT

[DETECTIVE SALVAJE] Mi vida escolar, especialmente en lo académico, fue complicada. Repetí tercero de media, y a la segunda lo pasé con las justas. De broma, para lidiar con la humillación, decía que el colegio me gustaba muchísimo y que mi plan era quedarme para siempre. En el fondo, lo detestaba. Había gente a la que quería, me caían bien los profesores (algunos eran peruanos, muchos británicos, un australiano). Pero las tareas, los exámenes, prestar atención durante cuarentaicinco minutos de corrido una y otra vez, todo eso era el carbón en mi infierno personal.

Una cosa brilló en ese tiempo de incertidumbre, de llamadas de atención y promesas vacías: la escritura creativa. Tenía quince años. En ese entonces, yo no leía. Ni los 36 gramos de Concerta diarios bastaban para que mi atención remara por las líneas de un libro. Poco guardó mi mente de las lecturas grupales que los profesores comandaban. Se salvan algunos cuentos de Ribeyro (Alienación, Ave Fénix, La tela de araña), y uno de Cortázar: La noche boca arriba. (Ahora, ocho años después, releo esas obras maestras y la voz de mis profesores sigue siendo la que narra en mi mente). Pero la escritura creativa siempre captó mi entusiasmo.

Si bien todas las noches me reviento la cabeza contra la pared, me autoflagelo, me arrepiento hasta el hartazgo por no haber sabido apreciar la literatura desde niño, creo que ese gusto por la escritura creativa necesitaba un desprecio de mi parte hacia la literatura formal. Durante los años escolares, y por inercia hasta el día de hoy, escribir cuentos no tuvo para mí ningún valor académico. Jamás embarré un relato con detalles que complacerían al profesor, ni con la motivación extrínseca de sacarme una buena nota. Escribir siempre fue algo divertido, un acto de rebeldía.

Así, en mi (segundo) tercero de media, escribí para la clase de Castellano un pésimo cuento que me hizo muy feliz. Hablaba sobre el verano: el primero después de repetir. Se me dio por tomar todos los fines de semana, viernes y sábado, quebrado muy en el fondo por mi fracaso. Pero tenía amigos peores que yo, que además de borrachos eran avezados, y fueron sus historias, sus anécdotas, sus encuentros con la policía local, cuyas siglas eran APRILS, los que recopilé en ese Frankenstein de lisuras y revelaciones ilícitas de dos folios a doble espacio. Que venga APRILS, se llamó. Como todos, leí mi cuento en voz alta. Al final, mis dos compañeros de carpeta corearon el título del cuento y la profesora los mandó a callar.

Ahora debo aclarar que no escribo este artículo como un ejercicio nostálgico. Es otra inquietud la que predomina. En diciembre del año pasado, me hablaron por primera vez de Chat GPT. Mi primera preocupación fue egoísta. Quiero ser escritor, y este nuevo rival, la máquina, ponía en jaque mi sueño. Pero me acostumbré a la amenaza y sigo escribiendo, como siempre, por placer. En julio, me junté con mis hermanos (mellizo, hombre y mujer) después de siete meses. Yo vivo en Madrid, ellos en Lima, nos encontramos cuando la suerte quiere. Tienen 16 años. Conversando, les pregunté si el colegio había cambiado con lo del Chat GPT. Me contaron que todo el mundo lo usaba. A unos los descubrían y a otros no, pero en todas las tareas que sus amigos entregaban estaba la firma oculta del robot.

Hicieron hincapié en un trabajo para la clase de Teatro. En grupos de dos, debían escribir el guion para una obra corta. Recuerdo que, hace varios años, mi hermana me enseñó los cuentos cortos que sus compañeros habían escrito para la clase de Castellano. Eran cuentos pésimos, como el mío de APRILS, pero eran auténticos, a veces graciosos, siempre personales. Los guiones, en cambio, si bien no tenían errores, eran insulsos. Ordenaditos y aburridos. Chat GPT, afirmaron mis hermanos.

No culpo a los alumnos. Desde que existen, los colegios han impulsado la ley de que una buena nota significa la vida y una mala la sepultura. El aprendizaje y el valor de un alumno se mide por números. Y si una máquina nos asegura estar en el lado correcto del sistema, ¿por qué no aprovecharla?

Que la escritura creativa sea sometida a un juicio tan objetivo es un error. Y los errores se pagan. La pregunta, ahora, es qué tan caro.

Hace unos días leí un artículo de Vargas Llosa, publicado en 1979, con el título ¿Qué es un gran libro?. En él, hace un paralelo preciso: que la complejidad de las novelas no es “gratuita, sino la misma que tiene la vida humana”. En otro ensayo suyo, titulado La literatura y la vida, afirma que una sociedad sin literatura “está condenada a barbarizarse espiritualmente y a comprometer su libertad”. Lo segundo está ligado a lo primero. El ser humano necesita a la literatura porque esta es un reflejo de su propia humanidad. Mezcla todo lo que nos hace humanos, la historia, la psicología, la sociología, la violencia, la comedia, y nos lo devuelve de manera que podamos comprendernos a nosotros mismos.

¿A dónde iremos a parar si los autores del futuro se acostumbran a entregar las riendas de nuestra práctica más humana a una máquina regurgitadora? El pronóstico es desalentador. La responsabilidad, ¿de los alumnos, o de los profesores?

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[PAUSA ACTIVA] Una de las funcionalidades de Chat GPT es un chatbot de preguntas y respuestas, mediante el cual se puede interactuar con esta herramienta, haciéndole preguntas específicas y recibiendo respuestas bastante elaboradas. Las respuestas que recibimos de esta herramienta progresivamente van mejorando con el pasar del tiempo, pues esta inteligencia artificial va “aprendiendo” conforme millones de personas lo usan.

Dicho esto, en este artículo, exploraremos brevemente cómo esta funcionalidad del Chat GPT puede repotenciar a los procesos de un área de Recursos Humanos.

  1. La descripción de puestos:

El Chat GPT puede elaborar un primer borrador de los descriptivos de los puestos que los profesionales de Recursos Humanos pretenden cubrir en sus empresas.  Asimismo, podemos obtener información, funciones y tareas específicas de los puestos, adicionales a las que, en principio, los profesionales de Recursos Humanos habían identificado. Veamos un ejemplo con respecto a un perfil de un analista de compras:

  1. El Reclutamiento y Selección de personal

Por otra parte, el Chat GPT también podría ayudar en tareas específicas vinculadas al levantamiento de perfil y las dinámicas en grupo. En el reclutamiento, es importante el levantamiento de perfil con el cliente interno. Ahora bien, dicho perfil puede complementarse gracias al Chat GPT, pues -entre otras funcionalidades- éste puede generar efectivas “preguntas de filtro», acorde con el perfil que quiere cubrir. Asimismo, también, puede sugerir dinámicas o casos de negocio que se pueden aplicar en una dinámica grupal, de acuerdo con las competencias o habilidades que se quieran evaluar en los candidatos.

Por otro lado, como uno de los preparativos para una entrevista personal, Chat GPT puede generar una guía de entrevista, compuesta por preguntas sobre el puesto y el perfil del postulante, para que uno pueda tomarla como guía para ejecutar dicha entrevista. Veamos un ejemplo de preguntas filtro técnicas y por competencias para usarlas en una entrevista:

  1. Evaluación del desempeño

Una evaluación del desempeño tradicional está conformada por Objetivos y por Competencias. El chatbot de Chat GPT puede ayudar a crear Objectives and Key Results (OKR) por puesto, así como crear un diccionario de competencias de acuerdo con la información brindada. Sus OKRs y su diccionario pueden servir como input para no elaborar la evaluación de desempeño desde cero. Veamos un ejemplo de un minidiccionario de competencias para aplicar una evaluación con escala de Likert:

  1. El proceso de inducción (Onboarding)

El chatbot de Chat GPT podría ayudar a crear una primera estructura de Onboarding, para empezar a complementarla o modificarla a partir de allí. Asimismo, podría brindar ideas novedosas de acuerdo con la descripción que se le brinde. Veamos un ejemplo de una solicitud de estructura de Onboarding:

  1. Capacitación

Chat GPT puede ser de utilidad en todas las etapas del proceso de capacitación, incluyendo diagnóstico de necesidades, planificación, diseño de actividades, ejecución de actividades, evaluación. Veamos un ejemplo de una solicitud de diseño de capacitaciones, la cual posteriormente se puede personalizar y ajustarla a cada empresa:

  1. Políticas

El chatbot de Chat GPT puede crear borradores de políticas que se pueden implementar en una empresa, de esta manera se tiene un punto de partida en la elaboración de estas. Veamos un ejemplo de solicitud de una breve política de Equidad de Género:

  1. Administración de Personal

Chat GPT puede redactar amonestaciones escritas, cartas de preaviso de despido, cartas de renuncia, consejos para gestionar eficientemente la gestión de tiempos (asistencia), entre otros. Veamos una propuesta de amonestación escrita por una falta cometida por un trabajador (reincidencia de tardanzas):

En síntesis, el chatbot de ChatGPT es una herramienta útil que puede ayudar a optimizar los tiempos y calidad de las tareas en el área Recursos Humanos. En este artículo, hemos desarrollado algunos de los muchos usos que se le podría dar a esta nueva tecnología en los procesos de dicha área.

Por último, consideramos necesario precisar que todas las respuestas que Chat GPT nos brinde deben ser corroboradas y analizadas por los profesionales de Recursos Humanos. Asimismo, es necesario resaltar que, en el estado actual del desarrollo de esta nueva tecnología, ésta no reemplaza automáticamente a un profesional del área de Recursos Humanos. Eso sí, el uso responsable y criterioso de la inteligencia artificial (no solo el Chat GPT) constituiría -en nuestra opinión- el futuro del desarrollo de las áreas de Recursos Humanos.

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