Folklore

Es una barbaridad que el MEF haya recortado en 60% el presupuesto de las escuelas de Bellas Artes, Ballet Nacional, Artes Dramáticas y de Folklore. En casi todas las democracias avanzadas del mundo, el desarrollo de la cultura es promovido por el Estado de manera activa, porque se entiende que contribuye a la densidad cívica y, por ende, al fortalecimiento de las libertades y finalmente de la democracia. Es una inversión ciudadana.

Acabo de estar en Buenos Aires. En esta ocasión visité tres Centros Culturales, el Borges, el Kirchner y el Recoleta, los tres excelentemente curados, con atención digna de cualquier museo privado, limpieza impecable, atención prolija, gratuitos y, por ende, con gran afluencia de público. Y hablamos de un Estado como el argentino que está prácticamente quebrado.

Al gobierno peruano le sobra el dinero. Los ingresos fiscales del 2022 han marcado récord en la historia presupuestal nacional. Y los del 2023 van en la misma línea. ¿Este gobierno no es capaz de entender la valía cívica que contiene invertir en cultura? ¿Nadie, con dos dedos de frente, los asesora? ¿Nunca han salido del país los responsables del despropósito? ¿No ven cómo y cuánto se invierte en cultura en otros países?

La cultura, por cierto, no es políticamente rentable. Por el contrario, las artes en general son contestatarias y su esencia de libertad las lleva, por lo común, a cuestionar el poder y el orden establecido. Eso podría explicar por qué algunos gobiernos sienten la tentación de quitarles financiamiento y subsidios.

Pero en perspectiva global, es un despropósito que afecta, sobre todo, las posibilidades de que peruanos, y particularmente jóvenes, de escasos recursos accedan a una formación cultural de calidad en un ámbito que, a su vez, es comercialmente muy complicado de sostener.

El MEF debe reconsiderar. Ha declarado ante las críticas que eventualmente ello se podría subsanar a mediados de año, pero ya el perjuicio estaría hecho, porque las proyecciones de las entidades culturales afectadas se manejan con un presupuesto inicial y si éste se ve recortado, muchas actividades se recortarán de antemano.

La vida cultural activa de un pueblo requiere soporte estatal. Ya de por sí el presupuesto que la cultura recibe del Estado peruano es paupérrimo. Constatar por ello su recorte solo genera honda irritación y rechazo.

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Artes Dramáticas, Ballet Nacional, Bellas Artes, Borges, Folklore, Kirchner, MEF, Recoleta

“Emprender, apostar tiene una historia ancestral muy
vasta y por ende una fuerza para sacar provecho”.

Hablar de folklore en el Perú es encontrarse con uno de los más vastos y perdurables nexos de los pueblos con la cultura ancestral que no desaparece, es encontrarse con los mitos, con las tradiciones, con las leyendas o con las danzas, con los bailes o las canciones que se enraízan y van caracterizando la cultura popular urbana, que siendo nueva es propia de nuestro país.

Esta cultura, popular y tradicional, se adquiere y tiende a su difusión mediante la experiencia; se hace colectiva y logra su vigencia a través de generaciones, y escondiendo su origen tras el anonimato de sus creadores. Como dirían los expertos en el tema del folklore, éste siempre es popular y tiene vigencia en la sociedad, por lo general es empírico, localizado, anónimo y tradicional.

Por otra parte, es necesario recordar que la geografía peruana es una de las más variadas del mundo y la diversidad cultural que se origina de esta característica es grande. La forja de identidad en nuestros pueblos, se van condicionando con sus hábitats, sus economías y todo aspecto social y cultural del país.

Luego de estas reflexiones o afirmaciones, es importante recordar también, algo más, y es que los calendarios festivos en cada región dependen mucho de los climas, la tierra, o el trabajo netamente rural, o sea la producción, sin embargo, es muy difícil identificarlas por separado, puesto que muchas fiestas urbanas de vírgenes o santos, fueron consideradas en fechas de festividades netamente regionales y quizás ancestrales, dando lugar a un interesante mestizaje en lo que a ceremonias se refieren, además no debemos olvidarnos de los Raymis, que eran fiestas organizadas mensualmente en los andes, por diversos motivos o los Taki, que eran eventos integrales del arte en general, donde confluían la danza, la poesía o la representación de mitos o hechos históricos. Todo eso parecería haber desaparecido. Otra historia.

En la línea de los artículos precedentes, seguimos en la cruzada de entender el tema de emprender, no solo en la definición técnica del término, que te dice “tener la iniciativa de llevar a la práctica una idea de negocio, es decir, crear una empresa y llevar a cabo la producción del bien o prestación del servicio, sin que esto quede en una mera intención”, sino en la identificación de oportunidades, que permitan mirar a tu entorno y encontrar en estos detalles expuestos, por ejemplo la danza o la música, la fuerza para empezar una empresa, se trata de no perder de vista esa historia viva del hombre rural andino y amazónico en toda su extensión.

Y es por eso, que con este artículo trato de sumar a la definición tradicional y económica del término, otra que de manera general conlleve con importancia el aspecto social y cultural al tema de emprender, que no es más que empezar a hacer una cosa determinada, en especial cuando exige esfuerzo o trabajo o cuando tiene cierta importancia o envergadura, eso también es emprender y cuando está el esfuerzo y lo consideramos importante es que rescato la existencia de jóvenes que emprenden con la música, la danza y todo tipo de expresión artística y folklórica, conozco y admiro a muchos, porque eso también es emprender, apostar y generar un mercado que como dijimos líneas arriba tiene una historia ancestral muy vasta y por ende una fuerza para emprender y sacar provecho.

Es admirable ver jóvenes llenos de espíritu de danzas y cantos con un fuerte componente histórico y regional, es allí entonces donde se encuentra otra alternativa para poder apostar o emprender, identificando oportunidades en la historia, en la cultura o en el folklore peruano tan vasto, oportunidad que tienen, puesto que se mantiene en la población peruana, ese sentido de pertenencia telúrica que fuera de pandemia llena locales y espacios donde se generan estas representaciones del folklore. Casi casi un taki.

Dejando atrás la idea de un hermetismo cultural, es bueno también considerar las fusiones que el mundo globalizado genera en música y baile, y eso está bien, sin embargo, un mercado interno, debe fortalecerse y el componente expuesto líneas antes tiene un potencial a tomar en cuenta. Ese es tema para un siguiente aporte.

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emprender, Folclore, Folklore, Hans Behr
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