Premier

Sería una insensatez, políticamente suicida, que la oposición congresal le niegue la confianza al gabinete presidido por Mirtha Vásquez y que mañana se presenta ante el Pleno.

Corresponde leer con propiedad la nueva realidad política. La salida de Bellido del Premierato y la ruptura con Cerrón constituyen claramente un alejamiento, por parte del régimen, de la lógica de la confrontación ideológica y política, y en la práctica suponer arriar, al menos temporalmente, las banderas de la refundación socialista y constitucional del país.

Frente a esa nueva realidad, cabe, valga la redundancia, realismo. No es lo mismo el gobierno actual que el de hace algunas semanas. Y lo que inteligentemente corresponde a la oposición es tenderle un puente de plata a los arrestos moderados del régimen, que si bien no lo conducen al centro sino a una reafirmación izquierdista (la propia Premier es claramente de izquierda), despliega una opción más sensata y viable.

Hay un par de ministros que no merecen la confianza, es verdad. Puntualmente hablamos de los titulares del Interior y de Educación. Pues, a por ellos, que la posibilidad de interpelarlos y censurarlos la tiene a mano el Congreso, más aún ahora que el Ejecutivo ya no puede hacer cuestión de confianza por tales circunstancias.

Pero en términos globales, sobre todo el centro, debe apartarse de la lógica vacadora, lindante con el golpismo, que un sector de la derecha, fuera y dentro del Congreso, promueve a toda costa, sin importar razones.

A Castillo se le puede vacar, claro que sí, es un derecho congresal constitucionalmente establecido. Pero solo cabría ante una situación de abierta inmoralidad o sospechas fundadas de ella por parte del Primer Mandatario, o porque políticamente pretenda tirarse abajo el Estado de Derecho forzando una caprichosa disolución del Congreso para llegar, al final, a la convocatoria de una Asamblea Constituyente corporativista, que supondría el fin de la democracia y el modelo económico, de cuyas virtudes hemos gozado las últimas décadas.

Pero ni lo uno ni lo otro está cerca de ser realidad ahora. Por el contrario, la ruptura con Cerrón aleja al régimen de esa eventualidad. Esa realidad política debe ser correctamente leída por la oposición y no jugar irresponsablemente a la reciedumbre, cuando no es el momento de hacerlo. Lo era hace unas semanas, no ahora.

Tags:

Cerrón, Mirtha Vasquez, Premier

Por más que el gabinete Vásquez sea una mejora cualitativa importante respecto del presidido por Guido Bellido, queda claro que este es un régimen que no ha firmado hoja de ruta alguna y mantiene el perfil izquierdista que sus integrantes aseguran.

En esa medida, los gazapos económicos van a estar a la orden del día. Declaraciones altisonantes, interventoras, regulatorias de todo tipo surgirán de las bocas de los ministros, alterando los nervios de los agentes inversores, quienes no terminarán de darle la confianza necesaria al gobierno para soltar las amarras de la inversión privada contenida.

Si a ello le sumamos la necia terquedad presidencial de nombrar gente impresentable en cargos de importancia (ministros del Interior, de Educación, Indecopi, etc.), se termina por configurar un escenario mediocre, de cuya medianía no saldremos hasta que el gobierno no decida desterrar por completo la madre de todas las incertidumbres, como es la convocatoria a una Asamblea Constituyente.

La Premier ha dicho que no es prioridad y que no es el momento. Seguramente lo será cuando Castillo conforme su partido y, si logra recuperar niveles altos de popularidad, lo lleve a confrontar con el Congreso para provocar su disolución y poder participar, con partido propio, en las nuevas elecciones congresales. Al parecer, ese es el plan de mediano plazo, que mientras esté allí, presente, arruinará las expectativas de corto plazo.

Si Castillo dura los cinco años de mandato (habrá que ver si Cerrón no lo termina involucrando en el caso de Los dinámicos del centro, y eso podría reactivar el escenario de la vacancia), será un periodo signado por la mediocridad y la impericia. Cinco años perdidos en la perspectiva de un urgente shock de inversiones privadas, que nos permitiera no solo salir rápido del atolladero de la recesión pandémica, sino recuperar el tiempo perdido por la medianía económica de la transición post Fujimori.

La designación de Mirtha Vásquez estabiliza al régimen, pero de ninguna manera implica la resolución del más grande problema socioeconómico que hoy aqueja al país, como es la falta de confianza de los agentes inversores privados. Igual, en un país tan complicado y azaroso como el Perú, la estabilidad mencionada no deja de ser momentánea y relativa.

 

Tags:

gabinete Vásquez, Plan de Gobierno, Premier, Presidente Castillo

 

¿Le dará el voto de confianza al nuevo Gabinete?

Hay 30 días todavía para que la puedan pedir. Hay que esperar, ¿no? Eso [esa decisión] se toma faltando unos días, en su momento. No puedes limpiarte la boca antes de haber comido.

¿Está conforme con los integrantes del nuevo Gabinete? 

Mira, nosotros consideramos que debería estar un militante cercano de Perú Libre en la Presidencia del Consejo de Ministros (PCM), pero el presidente ha visto conveniente que ya [no]. Esas son las dos miradas.

¿La presencia de Dina Boluarte en el Midis no representa a Perú Libre?

No, en realidad. Dina Boluarte, hasta donde se ha visto, ha planteado varias cosas que no son del partido. Pero el partido no ha aprobado la participación de ella como ministra. No es propuesta del partido, sino una decisión del presidente.

¿El partido no está conforme con la participación de Dina Boluarte como ministra de Desarrollo e Inclusión Social?

No, simplemente el partido no lo ha planteado.

¿Y Betssy Chávez no es una representante de Perú Libre en la cartera de Trabajo?

Ella es, al momento, militante. Pero no responde a un acuerdo de la postura partidaria. De lo que estoy seguro es que el partido no la ha propuesto. 

¿Y Perú Libre ha planteado a algún ministro en este nuevo Gabinete?

Ninguno.

¿Acaso no es un representante de Perú Libre el ministro del Interior Luis Barranzuela, un cuestionado expolicía que ha sido abogado de usted y del secretario general de su partido, Vladimir Cerrón?

Pero no es militante, no es parte del partido.

Pero es una persona cercana a ambos. Los ha defendido en el caso del financiamiento de la campaña de Perú Libre que lleva la Fiscalía, por presunto lavado de activos

No, es un profesional como cualquiera.

¿Cómo llegó a ser abogado de ambos el nuevo ministro del Interior?

Como todo profesional que trabaja en el campo de la defensa. No hay nada en especial. 

¿Usted no lo ha recomendado para el cargo de ministro del Interior?

No, de ninguna manera. Yo me he sorprendido cuando ha juramentado. Pensamos que era otra persona, hasta que después ya nos enteramos. 

¿Cuándo le pidió el presidente su carta de renuncia?

Ayer [miércoles 6], en la mañana. 

¿Qué motivos le dio el presidente cuando le pidió su renuncia?

Los motivos no me los ha dicho. Simplemente, [me dijo]: “hemos decidido renovar, te agradezco mucho por todo tu apoyo”. Nada más.

¿Y usted no le preguntó al presidente a qué se debía esa “renovación”?

¿Por qué? Eso no sería correcto. Eso no corresponde.

¿Cuándo se entera usted que Mirtha Vásquez iba a ser la premier?

Hace un mes y medio atrás.

¿Ya sabía hace un mes y medio atrás que ella iba a ser la premier?

Para eso es la política. Te permite analizar y ver los diversos sectores. En la PCM, desde el primer día que asumes, siempre es deseado [tu lugar] por otros sectores y personalidades. Y es así, ¿no? Antes de que yo asumiera, ella era una de las que tenía posibilidades. Estaba dentro del bolo. Cuando me designan a mí, a los pocos días, nosotros nos enteramos que había varios sectores que estaban tras la Presidencia del Consejo de Ministros. Y quien tenía mayores ventajas para poder asumir era Mirtha Vásquez [expresidenta del Congreso por el Frente Amplio]. 

¿Usted tiene información de que, desde antes de que juramente como premier, ella era una de las posibilidades para ocupar el cargo?

Ella era una de las posibilidades. Y antes de ir al Congreso a presentar la política general de gobierno [el 26 de agosto], para la cuestión de confianza, ya se sabía que una de las personas que quería sucederme a mí era Mirtha [Vásquez], entre otras tres fuerzas.

¿Cuáles son esas otras tres fuerzas?

Hay que dejar eso en el tintero. 

En ese momento, ¿usted tenía conocimiento que la posibilidad de su recambio era ella?

Ella tenía grandes posibilidades y ventajas comparativas frente a las otras tres fuerzas.

Repito, ¿quiénes son esas otras tres fuerzas?

Eso te dejo para que puedas averiguar. Allí, en la Presidencia, también hay gente que se dedica a armar, ¿no?

¿A armar qué?

A armar escenarios políticos.  

Usted quiere decir que, desde que asumió el premiarato, ¿una de esas fuerzas se movía para que ella lo reemplazara?

Antes de que yo asumiera, había varios sectores que estaban tras la PCM. Me nombran y, después de unos días o un par de semanas, analizando y viendo los escenarios políticos, nosotros tenemos la información de las tantas fuerzas que desean y tienen posibilidades de sucederme. Quien tenía mayores ventajas era ella.

¿Qué tiempo cree que puede durar la premier? ¿Más que los casi tres meses que usted ha estado a cargo?

No podría ser pitoniso para poder ver en qué momento se dará eso. Requiere un análisis objetivo del escenario político y para eso se requiere cierta información. Y, en este momento, la información que se tiene es limitada. Mira, no creo que Mirtha Vásquez sea para los cuatro años y diez meses de gobierno. En el camino, mientras va pasando, irá clarificándose el escenario político. 

¿Mirtha Vásquez es la persona correcta para conducir la PCM?

Para nosotros y para muchos, hubiese sido interesante que quien asuma la PCM salga de las filas de Perú Libre. 

Y desde las filas de Perú Libre, ¿quién hubiera podido reemplazarlo en el cargo?

Esa es mucha especulación, mucha película. 

¿Estaba decidido que usted iba a presentar la cuestión de confianza por el ministro de Trabajo, Iber Maraví [con atestados policiales que lo vinculan presuntamente a Sendero Luminoso entre 1980 y 1982]?

Eso ha sido el planteamiento del presidente y yo he cumplido eso [Bellido pidió a Maraví, en agosto, su renuncia, tal como lo reveló Sudaca; el exministro de Trabajo puso su cargo a disposición y Castillo nunca la aceptó] .

¿Si el presidente no decidía cambiar el Gabinete, usted iba a presentar la cuestión de confianza por Iber Maraví?

El presidente planteó eso.

¿Y por qué si había decidido hacer eso, decidió antes cambiar el Gabinete? ¿Qué fue lo que pasó?

Habría que preguntar al presidente. No quiero especular.

¿Se reafirma en que no hubo la votación para la cremación del cadáver de Abimael Guzmán en la sesión del Consejo de Ministros del pasado 16 de setiembre?

Eso nunca hubo. Primero, no estaba en agenda. Si no estaba en agenda, no se ha discutido, no se ha votado, ni nada. Ahora, las conversaciones personales o grupales de los ministros en un tiempo que hay para almorzar o al inicio o final de la reunión, eso ya escapa a mi responsabilidad. Allí están las actas, están los actuados y nadie puede decir lo contrario.

En un chat de Perú Libre, publicado por Epicentro TV, Vladimir Cerrón dice que la votación fue 6 contra 13.

No sé de dónde habrá sacado esa información. Tendrías que preguntarle a él [a Vladimir Cerrón]. Yo no he hecho ese comentario. ¿No es cierto?

¿El tiempo que usted estuvo en la PCM ha realizado coordinaciones con Vladimir Cerrón?

No, ninguna coordinación porque no le corresponde.

Pero, están esos mismos chats publicados en Epicentro TV en el que ambos escriben…

Vladimir Cerrón está en todos los chats del partido. Los militantes y el secretario general participan en todos los chats que existen. Ese no es un chat de coordinación, sino uno donde se comparte información. Se alcanza, se conversa, se dialoga y se da opinión. Yo no coordino ni tengo nada que coordinar temas de gobierno. [Sobre los ] temas del partido, todos los militantes participamos y damos ideas. Yo estoy en todos los chats del partido.

Pero allí usted pide la renuncia del canciller Óscar Maúrtua…

Esa es mi opinión, como militante.

¿Qué le ha dicho Vladimir Cerrón por su salida?, ¿le ha llamado? [lo felicitó con un tuit el día de su renuncia]

No, por el momento no he tenido la oportunidad de comunicarme con él.

¿Va a hacerlo? ¿Se va a comunicar con él?

La verdad, no está entre mis planes. Mis planes están en el Congreso, atendiendo a los hermanos. Las actividades que se tienen en el despacho, como congresista. 

¿Ha tenido discusiones fuertes con algún ministro [en el informe de Sudaca, titulado «Las últimas horas de Guido Bellido» se cuenta que tuvo un cruce de palabras con Dina Boluarte]?

No, no hemos tenido ningún problema de ese tipo. 

¿Tuvo un cruce de palabras con el ministro de Economía, Pedro Francke, antes de su juramentación?

Eso es totalmente falso. Nunca he tenido un cruce de palabras fuerte con ninguno [de los ministros].

¿Con el ministro de Justicia, Aníbal Torres?

No, nunca. Es más, con él he tenido mucho respeto y consideración. 

Después de lo que ha pasado, ¿usted cree que es posible conseguir las 2,5 millones de firmas para el referéndum de la Asamblea Constituyente?

Más allá de lo que yo crea, hay un sector de peruanos que piden el cambio de la Constitución y hay un sector que no, que ha comprado un kit electoral para defender la actual Constitución.

¿Cree que todavía sigue vigente el plan de vacancia en el Congreso?

Eso está abierto desde que Perú Libre y Pedro Castillo han pasado a segunda vuelta. Lo que pienso es que las fuerzas que están en contra del gobierno van a seguir estándolo. 

¿Por qué cree que el dólar sigue entre S/4,10 y S/4,14 desde que se instaló el gobierno de Pedro Castillo? Se decía que si continuaba Julio Velarde en el BCR el dólar iba a bajar, ¿no?

Para mañana [se refiere a un día después de su renuncia], supongo que ya va a estar S/3.60.

¿Velarde les ha dicho eso?

Nunca he estado en una reunión con Julio Velarde. El presidente sí manifestó que había esa posibilidad, en todo caso. Hay que esperar.

¿El camino de la nacionalización de Camisea está descartado?

Mira, yo te puedo hablar hasta el escenario del día de ayer [miércoles 6]. Y hasta ayer, el consorcio [integrado por Pluspetrol, Hunt Oil, SK Innovation, Tecpetrol, Repsol y Sonatrach] tenía la voluntad de iniciar un proceso de renegociación. [Mirtha Vásquez instaló la comisión multisectorial el jueves 7].

El martes 5 -un día antes de su renuncia- un Juzgado de Familia ordenó que se someta a una evaluación y terapia psicológica, a raíz de la denuncia de la congresista Patricia Chirinos. ¿Lo va hacer?

Claro. Supongo, vamos a pasar ambos [la evaluación]. Ella y mi persona. Todo lo que sea necesario.

¿Usted le dijo a la congresista Patricia Chirinos lo que ella señala [“solo falta que te violen”]?

No. Mira, ya se ha dado un espacio y hay que dejar que [la comisión de] Ética complete su trabajo [en el Congreso].

 

(*) Fotocomposición de portada: Darlen Leonardo

Fotografía: PCM, tomada de la cuenta de Twitter del expremier Guido Bellido

Tags:

Guido bellido, Mirtha Vasquez, pcm, Pedro Castillo, Premier

Si el gobierno realmente hace cuestión de confianza por la eventual censura al ministro de Trabajo Iber Maraví, como ha amenazado el premier Bellido, abrirá las puertas del infierno político, en donde la disolución del Congreso o la vacancia presidencial estarán en ristre.

Porque si efectivamente lo hace, quedará claro que será una herramienta que empleará para muchos otros temas: la aprobación de leyes expropiatorias, la solicitud de facultades delegadas en materia tributaria, la reforma del artículo 206 para cambiar la Constitución y permitir la Constituyente, etc., etc.

Y el objetivo final será que el Congreso le niegue en dos ocasiones dicha confianza para, simplemente, proceder a disolverlo. Y entre tanto, gobernar a punta de bonos y concesiones populistas, que le aseguren en las nuevas elecciones congresales que deberá convocar, por lo menos los 66 votos que le permitan aprobar la reforma de la Carta Magna para ir en camino hacia la Constituyente. Y una vez logrado ese propósito, convocar la Asamblea corporativista que tiene pensada y destruir por fin todo vestigio de democracia y mercado, que el Perú ha sostenido a lo largo de los últimos 30 años con tanto éxito.

Felizmente, todo parece indicar que el Congreso ha entendido cuál es el probable juego político del Ejecutivo y ha decidido que no va a ceder a chantajes, primero, y que, dado el caso, pues procederá a vacar a un Presidente que, si intenta forzar la disolución del Congreso por objetivos antidemocráticos, no tendría la capacidad moral de ejercer el cargo.

Hasta antes del exabrupto de Bellido, todo permitía suponer que, contra lo previsto hoy, el titular de Trabajo iba a conseguir salir bien librado de la interpelación. Pero luego de la amenaza del Premier, en el Congreso han cerrado filas y ya tendrían los votos para censurar a Maraví, haya o no cuestión de confianza de por medio.

El Congreso se reivindicaría así de la claudicación de haberle dado la confianza a un gabinete presidido por un inefable testaferro político del prontuariado Vladimir Cerrón. Este gabinete nunca debió entrar en funciones, ya que, salvo tres o cuatro excepciones, es una calamidad absoluta, plagada de radicales cerronistas, filosenderistas, acusados de violencia de género o claramente incompetentes para el cargo que ocupan.

Tags:

Congreso de la República, Cuestión de confianza, Iber Maraví, Premier

La enorme bastedad del presidente Castillo, puesta de manifiesto en sinfín de oportunidades discursivas -que al final sería lo de menos- y, como recientemente se ha conocido más a profundidad por un reportaje de Christopher Acosta, en el programa Punto Final, también en su desempeño gubernativo (su liderazgo en las sesiones de consejos de ministros es nulo), obliga a repensar fórmulas de gobierno alternativas.

Se necesita con carácter de urgencia un Premier que funja de jefe de gobierno. Claramente, Castillo es un hombre básico, al que si bien democráticamente corresponde darle tiempo para que ese ascenso meteórico de Tacabamba a Palacio haga posible que se genere un proceso paulatino de empoderamiento político, que le permita ejercer el cargo que ocupa con propiedad, es menester tomar acción prontamente.

Mientras ese proceso psicopolítico ocurre, el presidente Castillo necesita que su gabinete sea presidido por un gestor, con un equipo ministerial que además sea homogéneo y que funcione como un reloj a la hora de tomar decisiones de políticas públicas.

El Presidente no maneja una asamblea sindical en la que las negociaciones y concesiones pueden ser múltiples y eternas, muchas veces en búsqueda de que nada se mueva, sino que se mantenga inmóvil. Un gobierno requiere acciones rápidas y decisiones que se monitoreen para que lleguen a su término.

Lo más parecido a la impropiedad presidencial vigente que se recuerde es el gobierno de Toledo, cuyos vicios personales lo hacían contraindicado para liderar un Ejecutivo a cabalidad (al final se supo que solo fue muy diligente para hacer que prosperen las obras que le redituaron jugosas coimas) y por eso tuvo, al menos, la inteligencia de rodearse de buenos gabinetes y Presidentes del Consejo de Ministros operativos.

Mientras siga Guido Bellido en el Premierato y mientras se mantenga la variopinta composición ideológica del gabinete (cerronistas, castillistas, filosenderistas, mendocistas, aranistas, caviares e independientes de izquierda), en pugnas constantes, no hay forma de que el gobierno funcione.

La mejor habilidad de una persona con cargos ejecutivos es saberse rodear de personas capaces de suplir con creces sus deficiencias operativas. Castillo no lo ha hecho así y los resultados saltan a la vista: un gobierno inoperante, en permanente crisis, desordenado, inactivo, en piloto automático, sin rumbo cierto. Con el peor pronóstico posible.

Tags:

Christopher Acosta, Premier, Presidente Castillo
Página 2 de 2 1 2
x