El país ha perdido una gran oportunidad de enderezar el rumbo de destrucción del Estado que esta gestión está llevando a cabo, con absoluta impunidad y sin que la oposición sea capaz de hacerle frente (habrá que ver si acaso es capaz de censurar ahora ministro por ministro, de la manga de impresentables de la baraja ministerial). No es, reiteramos, un triunfo del gobierno el que hemos visto esta madrugada, sino una clamorosa derrota de la oposición, lo que abre un panorama sombrío para la república.