Juan Carlos Tafur

Hay más “niños” en el Congreso

“El país ha perdido una gran oportunidad de enderezar el rumbo de destrucción del Estado que esta gestión está llevando a cabo, con absoluta impunidad y sin que la oposición sea capaz de hacerle frente”

Con menos votos de los que obtuvo Guido Bellido o Mirtha Vásquez (73 y 68, respectivamente), Aníbal Torres consiguió, sin embargo, 64 votos del Congreso y así la confianza de que su plan de gestión cumple los estándares mínimos de gobernabilidad para el país.

Es claramente una vergüenza política para la oposición. Particularmente, para Acción Popular, Podemos y Somos Perú, cuyos votos inclinaron la balanza a favor del gobierno e impidieron que el Congreso, en muestra de dignidad, rechazara la solicitud del Ejecutivo. Ellos deberán responder ante el juicio político de la historia.

No obstante, lo que queda en evidencia y abre pistas de investigación es el grado de putrefacción de las políticas de gobierno, que han sido usadas, sin duda, para lograr los votos necesarios. Acá no ha habido labor de generar consensos, concesiones programáticas para aupar votos, pactos políticos para lograr la mayoría necesaria. Acá lo que ha sucedido es un trasiego de favores, un canje de beneficios económicos por votos, como bien ha revelado en su solicitud de colaboración eficaz la lobista Karelim López.

Hay más “niños” en el Congreso que los cinco señalados por ella como integrantes de la bancada de Acción Popular y que recibirían, a cambio de su apoyo en el Congreso, beneficios crematísticos en obras del sector de Transportes y Comunicaciones. Si este gobierno, como se aprecia, funciona como los peores gobiernos regionales de izquierda y al amparo de la gestión de espanto de Vladimir Cerrón en la región Junín, debe quedar meridianamente claro que se están usando recursos públicos para obtener beneficios políticos.

El Perú hubiera ganado mucho si el Congreso le rechazaba la confianza a Aníbal Torres y su gabinete, lo obligaba a renunciar y al presidente Castillo a recomponer este muestrario del horror tecnocrático, que es el consejo de ministros que ha pergeñado bajo la influencia maligna del Atila de la gestión pública que es el exgobernador regional de Junín.

 

El país ha perdido una gran oportunidad de enderezar el rumbo de destrucción del Estado que esta gestión está llevando a cabo, con absoluta impunidad y sin que la oposición sea capaz de hacerle frente (habrá que ver si acaso es capaz de censurar ahora ministro por ministro, de la manga de impresentables de la baraja ministerial). No es, reiteramos, un triunfo del gobierno el que hemos visto esta madrugada, sino una clamorosa derrota de la oposición, lo que abre un panorama sombrío para la república.

 

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anibal torres, Gobierno, voto de confianza

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