Uncategorized

[INFORME] Una vez más, una jornada de protestas terminó con una vida que se pierde, heridos y graves irregularidades que tienen como denominador común a la Policía Nacional del Perú y su cuestionable manejo de manifestaciones. Sudaca conversó con dos abogadas que han seguido de cerca los casos de las personas detenidas el último miércoles.

“Hay que ser dignos y saber pedir perdón”, fueron algunas de las palabras que José Enrique Jerí Oré le dedicó a los peruanos durante esa larga noche en la cual Dina Boluarte fue vacada y la presidencia quedó en manos de un congresista de Somos Perú cuya voz era desconocida para la mayoría de peruanos.

Aunque su postura en las más polémicas votaciones en el Legislativo no lo mostraban como un opositor de las agrupaciones que toman las decisiones en el hemiciclo, su discreta labor parlamentaria alejada del foco de atención podía darle al nuevo presidente el beneficio de la duda por parte de un sector de la población.

La manifestación convocada por la autodenominada “Generación Z” sería la primera prueba de fuego para el gobierno de Jerí que insistía en que su gestión tendría como prioridad la reconciliación nacional. Sin embargo, los hechos de miércoles 15 de octubre podrían haber marcado un antes y un después para el nuevo presidente.

SE REPITE LA HISTORIA

Durante el último miércoles, las calles de Lima y varias ciudades del Perú se volverían a ver tomadas por multitudes que exigían una respuesta eficiente de sus autoridades ante la escalada violenta de la criminalidad. Sin embargo, lo que había empezado como una jornada pacífica, no tardó en convertirse en un nuevo episodio trágico.

Esa misma noche del día miércoles se podían ver en las diversas redes sociales imágenes de manifestantes con impactos de perdigones por todo su cuerpo, publicaciones en las que se denunciaba que la policía había cerrado calles para luego arrojar bombas lacrimógenas a las masas que no tenían ruta de escape e incluso en las coberturas de diversos canales se observaban los maltratos de la policía a la gente de prensa.

Sudaca pudo conversar con dos abogadas que siguieron de cerca las detenciones más escandalosas que se produjeron aquella noche y contaron detalles que no sólo exponen abusos por parte de las fuerzas del orden sino que también dejan al descubierto que las afirmaciones por parte de los nuevos integrantes del gobierno han sido mentiras.

“La comisaría estaba llena de ternas”, señala la abogada Renata Bregaglio, quien estuvo presente durante esa noche para brindarle apoyo legal a algunos de los detenidos y contó a Sudaca que, aunque el ministro Vicente Tiburcio había afirmado que “no hay personal Terna en este proceso ni de acompañamiento”, en la División de Asuntos Sociales de la Policía Nacional “la mitad del personal estaba vestida de civil”.

“En el caso de Lucía (Pasión) y su enamorado Leonardo (Rosario), los dos fueron detenidos por ternas. Yo he conversado con el policía que los detuvo y estaba vestido de civil”, relata Bregaglio y agrega que incluso eran los propios agentes terna los encargados de elaborar las actas de detención.

La letrada también ha contado que se estarían cometiendo excesos con algunas de las personas detenidas. Una de ellas es Aracely Chunga Escalante, una estudiante de veintiún años sin familia en Lima y para quien se llegó a pedir prisión preventiva. “Tenemos miedo que el juzgado concluya que no tiene arraigo y por eso convalide la prisión preventiva”, explica la abogada.

Bregaglio relata que a la mayoría de detenidos se les acusaba de ocasionar disturbios. No obstante, agrega que, en referencia a la situación de una de las detenidas, “hay un amplio abanico en la magnitud de lo que puede ser un disturbio. Evitar que le peguen un compañero no es suficiente”.

Pero la lista de excesos que se habrían cometido durante estas detenciones de esa noche todavía continúa. “Las diligencias de mi patrocinada acabaron a las cuatro de la tarde del día jueves. Esta chica a dormido dos noches en la carceleta y era innecesario. Han pasado más de veinticuatro horas sin que se haga ninguna diligencia con ella y ha seguido retenida”, comentó la abogada de Lucía Pasión a Sudaca sobre la decisión de las autoridades de mantener a los detenidos privados de su libertad tanto como fuese posible.

“Esas cuarenta y ocho horas son un plazo máximo, no quiere decir que la policía tiene derecho a retenerte cuarenta y ocho horas.  Si ya se realizaron las diligencias, lo que corresponde es que la policía elabore los informes para que la Fiscalía pueda ordenar la libertad”, explica Bregaglio sobre los procedimientos que se debieron seguir. Además, contó que durante esas casi cincuenta horas que estuvieron detenidos no se les brindó alimentos ni se les permitía higienizarse o recibir prendas para cambiarse.

¿ESTABA PLANEADO?

Indira Rodríguez es otra de las abogadas que está siguiendo el caso de varios de los detenidos en la noche del miércoles y, en conversación con Sudaca ha señalado algunas situaciones más que alarmantes sobre el accionar de la Policía Nacional del Perú. “Han escogido muy bien a las personas que han estado detenidas”, ha comentado la abogada sobre algunos de los detenidos en referencia a que los habrían estado siguiendo con anticipación.

Rodríguez cuenta que, además, quisieron obligarlos a firmar documentos. “En el momento que a Diego (Echevarría) lo detienen lo han querido obligar a firmar las actas cuando eso no puede ocurrir sin la presencia de un fiscal o abogado de libre elección”, explica la abogada y agrega que el fiscal recién llegó a altas horas de la madrugada del jueves.

“Te voy a meter a la cana” y “vas a estar preso, terrorista de mierda” eran algunas de las expresiones con las que la policía intentaba intimidar a los detenidos. No obstante, estos mismos policías no tendrían el mejor historial. Indira Rodríguez cuenta que la persona que detuvo a su representado se identificó como el suboficial Vílchez y cargaba encima “con procesos por abuso de autoridad y lesiones graves en las protestas de enero 2023 donde ha disparado cincuenta y cinco cartuchos”.

En las últimas horas se ha confirmado que la abogada Indira Rodríguez asumirá el caso del estudiante Carlos Jair Jaramillo Catashunga. Este caso ha generado particular preocupación porque no sólo habría sido golpeado por la policía sino que, hasta la noche del sábado cuando se realizó esta entrevista, se le ha negado la atención médica correspondiente.

“Lo han detenido y golpeado. No ha tenido ningún tipo de tratamiento médico. Temo que haya fractura pero dicen que tengo que esperar a la audiencia de mañana (hoy) a las cinco de la tarde”, cuenta Rodríguez y agrega que recién el día viernes, dos días después de su detención, permitieron que le alcancen analgésicos para el dolor.

La letrada cuenta que, además, a Jaramillo le habrían sembrado un teléfono celular que pertenecería a un policía por lo que también lo han acusado de hurto agravado. A ello se le ha sumado que, según relata Rodríguez, “en la acta de detención habían puesto homicidio en grado de tentativa. La policía ha declarado que tuvo miedo que Jair lo mate pese a que quien está armado es el policía”.

A los casos relatados por las abogadas Rodríguez y Bregaglio se les suma lo ocurrido con el rapero Eduardo Ruiz Sáenz, quien perdió la vida luego que el suboficial Luis Magallanes le disparara. Historias que, en conjunto, suenan a capítulos que, lamentablemente, se vienen repitiendo en los últimos años ante cada manifestación e incluso el que se presentó como “el gobierno de unidad, diálogo y reconciliación nacional” parece recurrir a las mismas prácticas.

[PIE DERECHO] La reciente reforma del sistema pensionario constituye un reiterado atropello contra la libertad individual y una afrenta al sentido común. Se nos dice, con el paternalismo propio de los burócratas, que se busca garantizar el futuro de los trabajadores. Pero la realidad es otra: lo que se pretende es consolidar un mecanismo de succión sistemática del esfuerzo de millones de peruanos para engordar las arcas de un puñado de grupos de poder financiero.

La prohibición de los retiros, en un país donde el desempleo acecha y la informalidad abruma a más de la mitad de la población, equivale a condenar al trabajador a la impotencia. Ese dinero, fruto de su sudor, no podrá ser usado para resolver urgencias inmediatas, ni siquiera cuando su vida dependa de ello. El Estado, ese Leviatán que se reviste de protector, ha decidido que sabe mejor que los propios ciudadanos qué hacer con sus ahorros.

Más grave aún es la incorporación forzosa de los trabajadores independientes. Aquellos que han elegido no depender de patrones ni oficinas se ven ahora encadenados a un sistema mercantilista que jamás pidieron. La libertad de trabajar por cuenta propia debería ser inseparable de la libertad de administrar los ingresos. Pero el fujimorismo, fiel a su instinto autoritario y su vocación mercantil, ha preferido consagrar la obligatoriedad como dogma.

El sistema de aportes obligatorios, lejos de ser una tabla de salvación para la vejez, es en el Perú una maquinaria de extracción. Los rendimientos se reducen a migajas frente a las ganancias astronómicas de quienes administran los fondos. Lo que se presenta como un beneficio social no es más que la perpetuación de un negocio privado disfrazado de política pública.

La verdadera reforma debería ser la libertad: permitir al trabajador decidir si quiere ahorrar en una AFP, en un banco, en su propia casa o debajo del colchón. Cualquier otro camino, como el que hoy se impone, no es más que la confirmación de esa vieja enfermedad peruana: creer que la libertad del ciudadano es un lujo prescindible cuando se trata de proteger intereses creados.

El único sistema de pensiones justo será aquel que se base en la libertad del ciudadano de poder decidir si invierte en una AFP o en la ONP para su pensión jubilatoria o si decide no hacerlo e invertir más bien en la educación, salud o patrimonio de su familia, como mejor seguro para la vejez. Es imperativa la derogación de esta norma. ¡Ojalá crezca la protesta!

La del estribo: imperdible El rincón de los muertos, dirigida por Sebastián Rubio y Yanira Dávila. Va en el Centro Cultural de la PUCP y las entradas se venden en Joinnus o en la web del propio CCPUCP. Una obra testimonial sobre diversos momentos históricos de Ayacucho, desde la Independencia hasta la coyuntura actual. Y cuenta con el galardón de que el Mincul no ha querido reconocerla como obra cultural.

 

[INFORME] Ana Peña Cardoza es la nueva integrante del gabinete y, aunque no cuenta con gran experiencia en su sector, sí cuenta con un polémico historial relacionado con su inexplicable paso por la Biblioteca Nacional.

La presidenta Dina Boluarte ha realizado nuevos cambios en las cabezas de los ministerios y, como era previsible, gran parte de la atención se centró en el retorno de Juan José Santivañez al gabinete. Sin embargo, aunque el caso del exministro del Interior es el más escandaloso, entre estos cambios también figura el nombre de otro personaje que lleva un tiempo ocupando cargos importantes y se le podría catalogar como otra de las joyas de este gobierno.

Sudaca ha podido conocer por fuentes confiables que este nuevo elemento que ha pasado a formar parte del gabinete presidido por Eduardo Arana Ysa cuenta en su historial con serios cuestionamientos sobre su preparación para ocupar los cargos que ha ostentado en el último tiempo y, aparentemente, en el ministerio que tendrá bajo su responsabilidad se podría repetir la historia,

OTRO MINISTERIO REGALADO

Desde que llegó a la presidencia, Dina Boluarte no ha tenido reparos en usar los ministerios como moneda de negociación. Por ello no ha sido extraño ver que entregue ministerios a algunos de sus aliados políticos y personales. Sin embargo, también parece estar usando los ministerios para beneficiar a sus conocidos.

Esto podría ser lo que está ocurriendo con el reciente cambio en el Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables con la llegada de Ana Peña Cardoza al cargo de ministra. Casi un año atrás, Sudaca tomó conocimiento de una extraña decisión tomada por el ministro de Cultura, Fabricio Valencia Gibaja.

En aquella oportunidad, el ministro Valencia había designado a Ana Peña Cardoza como jefa institucional de la Biblioteca Nacional del Perú. Las fuentes consultadas por Sudaca señalaron que esta decisión había causado sorpresa en esta institución debido a que Peña Cardoza no tenía experiencia en el sector.

Según pudo comprobar Sudaca, la trayectoria de Ana Peña siempre había estado ligada a su trabajo como abogada y, además, durante su paso por Indecopi, donde fue gerente de supervisión y fiscalización, había sido seriamente cuestionada por sus propias declaraciones en las que afirmaba que “la tendencia es no sancionar”.

Pese a que había pasado a ocupar un cargo tan importante, el vínculo de Ana Peña Cardoza con el sector cultural apenas había empezado en el año 2023 cuando tan sólo ocupó, por un breve periodo, el cargo de asesora y jefa de gabinete de asesores en el Ministerio de Cultura gracias a la entonces ministra Leslie Urteaga Peña.

LA NUEVA JOYA DE DINA

Este tipo de designaciones involucraría al núcleo más cercano de la presidenta Dina Boluarte y su polémico hermano. Las fuentes consultadas por Sudaca relataron que el personaje detrás de grandes cambios que se vieron en la Biblioteca Nacional del Perú (BNP) en el último tiempo sería un conocido de Nicanor Boluarte llamado Juan Yangalí, quien por aquel entonces se convirtió en un asiduo visitante de las instalaciones de la BNP y hasta obtuvo un cargo gracias al ministro Morgan Quero.

DECISIONES QUE SALEN CARAS

Pero, además, la inexperiencia de Ana Peña Cardoza no habría salido nada barato para la Biblioteca Nacional. Casualmente, al poco tiempo de llegar al cargo, la nueva jefa institucional buscó los servicios de su predecesor, Ezio Neyra Magagna, por los cuales tendría que pagar cerca de treinta mil soles.

Las fuentes internas relataron que la orden de servicio al antiguo jefe institucional, bajo el concepto de un servicio de elaboración y análisis para la formulación organizacional, investigación e innovación, se debía a que Peña Cardozo necesitaba de una persona que le pueda dar rumbo a una institución cuyo funcionamiento estaba lejos de su área de experiencia.

EL MAL EJEMPLO

Así como Ana Peña Cardoza llegó al cargo de jefa institucional sin mayor experiencia en el sector que un breve paso como asesora y jefa del gabinete de asesores en el Ministerio de Cultura, el gerente general que designó le seguiría los pasos. El personaje en cuestión es Agustín Rodolfo Saldaña Murrugarra, quien el 21 de agosto del año pasado fue designado por la propia Peña Cardoza para ocupar el puesto de gerente general de la Biblioteca Nacional.

Con una historia casi idéntica a la jefa institucional, Saldaña Murrugara tuvo un muy breve paso por el Ministerio de Cultura durante los años 2023 y 2024. El elegido para ser el gerente general de la BNP apenas llegó a ocupar el cargo de asesor de la secretaria general y coordinador de la unidad funcional de integridad antes de pasar directamente a la gerencia general de la Biblioteca Nacional.

MÁS IMPROVISACIÓN

Las decisiones inexplicables en la Biblioteca Nacional del Perú continuaron este año. Más precisamente en el mes de junio, en una resolución jefatural, la jefa institucional de la BNP designó a Keila Miroslava Garrido Gonzales como la nueva directora de la Dirección de Desarrollo de Políticas Bibliotecarias.

Sin embargo, al revisar la experiencia laboral de Garrido Gonzáles para este puesto, y tal como se puede observar en la siguiente imagen, el campo para el cual se encuentra preparada esta directora que ha sido beneficiada con este cargo de confianza poco o nada tiene que ver con las políticas bibliotecarias. Según su propio perfil, Garrido se dedica a la criminología.

Pese a su inexperiencia en el sector, la suerte de Garrido Gonzales mejoraría apenas dos semanas después. El miércoles 18 de junio la criminóloga tuvo a su cargo una nueva dirección en la Biblioteca Nacional del Perú. En esta oportunidad, a Keila Garrido se le encargó la Dirección de Gestión y Articulación Bibliotecaria.

El historial de Ana Peña Cardoza en la Biblioteca Nacional no sólo expone una evidente falta de interés por cuidar a una de las instituciones más valiosas del país sino que advierte lo que se podría repetir en el Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables con una ministra que llega al cargo con poca o ninguna conexión con este sector.

Resulta evidente que toda construcción jurídica debe tener presente su efectividad y que el sentimiento que de ello brota está fundado en la convicción de que determinadas normas escritas o consuetudinarias son convenientes y justas para convivir. Dice Pablo Lucas Verdú, el reconocido jurista español, que las normas jurídicas, siendo la Constitución la de mayor jerarquía, calan profundamente en la sociedad y se incorpora en la vida social cuando los ciudadanos la sienten como algo suyo.

Afirma ese autor, “cuando un ordenamiento jurídico es capaz de suscitar amplia e intensa adhesión efectiva a sus normaciones y, sobre todo, a sus instituciones que más enraízan con las bases sociales, entonces tal ordenamiento es algo vivo, (…) penetra en la entraña popular y entonces es ordenamiento sentido”. Cuando se dice que la ley se obedece pero no se cumple, el mandato legal no puede llevarse a cabo, simplemente porque no complace a los ciudadanos. En efecto, y cito nuevamente a Lucas Verdú,  una Constitución vívida lo es, en gran parte, porque es sentida por el pueblo y aparece como símbolo político que tiene sentido por su función integradora”.

Pues bien, eso no ocurre en el Perú de nuestros días. Hemos tenido varias Constituciones y es posible que la mayoría de los ciudadanos en cada ocasión no haya entendido su propósito. No es que no existan personas que entienden y desean vivir y practicar conductas y comportamientos que estén cercanos a ese sentimiento de unidad y de propósito que se expresa en una Constitución; claro que las hay, pero son minoría. Son varias las razones para que ello sea así. La primera es que la mayoría de la población no conoce el sentido de un acuerdo constitucional. Otra, el bajo nivel educativo que impide comprender las ventajas de un acuerdo de esa naturaleza. También la circunstancia de ser un país con marcos culturales diversos, tanto en sus orígenes como en la tabla de valores que propone, y que no han logrado una paridad en la estima de las mayorías. Finalmente, no puede olvidarse a los gobiernos alejados de los intereses mayoritarios y a una representación política de baja calidad. Todo ello hace difícil poder gozar de los beneficios de un pacto consensuado, armónico y con propósito duradero.

Se puede expresar de muchas maneras, pero la conducta de la mayoría de nuestros gobernantes y de las mafias que eventualmente los rodean tienen una evidente acción destituyente, porque lesionan y debilitan aquellas instituciones creadas para que los gobiernos sean eficaces y constructivos, dentro de las variadas propuestas políticas de carácter democrático. Los míseros intereses de corto plazo pugnan por establecerse transitando en compañía de aquellos que les ayuden a consolidarse. Hay que reconocer que son conductas que a muchos les parecen aceptables, pues consideran que son el necesario tránsito para obtener y gozar de las ventajas del poder o de la ausencia de éste. Son estas vías destituyentes las que hacen perder sentido a un acuerdo constitucional sólido. Prácticamente todas las tiendas políticas están implicadas en esa desventura, y no se aprecia en su fragmentación real una vía de superación. Encono, resentimiento, avaricia y ausencia de aprecio a la nación están vigentes.

Lo anterior supondrá para algunos que, como consecuencia de lo dicho, la campaña por una Asamblea Constituyente sea imprescindible y su reclamo justificado, creyendo que ello nos traerá paz, alegría y superación. El deseo es comprensible, pero no habrá ningún texto, en las circunstancias actuales, que haga posible un acuerdo armónico, ensamblado con esperanza y confianza en el prójimo, con un futuro pleno de posibilidades. No se trata de cambiar un texto por otro. Los males que nos agobian van mucho más allá de un texto constitucional.

En esa campaña destituyente que vivimos hay un par de elementos más a considerar. La información y la libertad de expresión  deben ser equitativamente distribuidas en el país, lo que no ocurre actualmente con medios de comunicación concentrados y descaradamente parcializados, y con tecnologías utilizadas para la ofensa y la maldad. La otra, la necesidad de superar el discurso religioso que pregona sin descanso, y así ingresa a los hogares, que lo que vale para “salvarse” después de la muerte es una ética de máximos supra racionales, que hace difícil entender la necesidad de una ética de mínimos, que pueda ser compartida y defendida por todos. Esta última significa la vigencia de una ética cívica que nace de la convicción de que somos ciudadanos, no súbditos, y capaces en consecuencia de tomar decisiones de un modo moralmente autónomo. Lo que comparten los ciudadanos no son entonces determinados proyectos de felicidad, porque cada uno tiene su propio ideal de vida buena, que son las éticas de máximos morales. Lo que se requiere es aceptar unos mínimos morales que sean compartidos porque los distintos grupos sociales han llegado a la convicción de que son valores y normas a los que una sociedad no puede renunciar sin hacer dejación de su humanidad. (Adela Cortina, 2000)

¿Qué significa un pacto roto? Pues que aquellos que han sido elegidos o nombrados para gobernar y trabajar en las instituciones y oficinas estatales son  a la fecha en amplia mayoría defensores de intereses mezquinos, y que están incapacitados para hacer posible un pacto común. Y que los más educados o con mejor situación no tengan verdadero interés por el futuro de su comunidad. Desgraciadamente, la mayoría de los promotores de una nueva ley de leyes sigue el mismo guion que el de las asambleas bolivarianas, como la actual de Venezuela, donde el proceso se ha dado radicalmente fuera de cauces democráticos mínimos. En efecto, la propuesta actual de una Asamblea Constituyente no tiene como finalidad encontrar un texto que convoque a todos haciendo uso de su función integradora. Tiene, más bien, un propósito partidario y coyuntural, para hacerse cargo de un gobierno, quizás totalitario. De otro lado, los defensores de la Constitución vigente, en especial de su régimen económico, son reacios a aceptar cualquier reforma, pues son dogmáticamente extremistas. Por cierto, esta calificación tiene excepciones, porque algunos creen que será un paso adelante formular una nueva Constitución para lograr la unidad nacional, dada la falta de legitimidad de origen, aunque no de ejercicio, de la actual Constitución fujimorista.

Es penoso comprobar que la actual generación del bicentenario ha fracasado, a diferencia de la correspondiente al centenario, pues ha neutralmente aceptado, con la excepción de una minoría patriota y austera, que se ha producido un vaciamiento democrático, ahondando una enemistad histórica con la institucionalidad y la confianza en el otro. Es inexistente, por ejemplo, el lugar que ocupa la política regional en el debate público. Por ahora no hay nada parecido a una carrera política que asuma como desafío revitalizar el proyecto país de unidad nacional. La mayoría de los actuales promotores para convocar a una Asamblea Constituyente, así como sus extremistas opositores, consideran inaceptables las varias reformas que deben incorporarse al texto de la Constitución del 93, tanto en el régimen político como económico. Son sin duda, ambas, conductas destituyentes y antidemocráticas. Cuando ello se supere, entonces habrá llegado la hora de plantearse formular una nueva Constitución que con gran exigencia nos haga a todos “firmes y felices por la unión”.

Es preciso luchar, entonces, para que pueda reconocerse una ética de mínimos común para todos los peruanos y que tenga como cimiento al concepto de dignidad humana, un principio de resistencia contra los tiranos. La dignidad es el bien verdaderamente universal. El artículo 1 de la Constitución vigente señala que “la defensa de la persona humana y el respeto a su dignidad son el fin supremo de la sociedad y del Estado”, cláusula pétrea que soporta al actual –y esperamos también que al futuro- edificio constitucional peruano. El respeto a la dignidad humana se asienta en el reconocimiento que todas las personas tienen los mismos derechos y ella no puede existir sin libertad, justicia, igualdad y pluralismo político.

El sufrimiento social generado en la décima parte, sino más, de la población nacional desde que ganó Castillo, sumado al producido por la pandemia, es ya profundo. Desde la psicología comunitaria de Tesania Velázquez, podríamos decir que se ha producido una movilización panregional de doloroso resentimiento, que ante la victimización de Castillo, principal instigador de la rebelión, se ha expresado con una furiosa y violenta pasión de venganza. Y la violencia siempre escala. Desproporcionadamente respondida, a balazos, quitando la vida de jóvenes, de campesinos, ha seguido hiriendo el cuerpo y el alma de toda esta gente que ya no da más. Pedir el retorno de Castillo, el adelanto de elecciones y la asamblea constituyente no tiene pues razón política, sino afectiva: porque su retorno les devolvería el más alto reconocimiento alcanzado, porque se debe largar a los culpables del desprecio y porque debemos asegurarnos de que nunca más lo puedan volver a hacer.

Se trata de una furia que para detener, primero tendremos que dejar de atacar. Bastaría que la prensa y el Congreso de una vez recuperaran la cordura. Y que el cargo de Primer Ministro sea encargado a una persona capaz de conseguir la pacificación nacional. Porque de lo contrario, como dijo su viejo vocero, José María Arguedas: “que vengan esos hombres a quienes no conocemos. Los esperaremos en guardia, somos hijos del padre de todos los ríos, del padre de todas las montañas.”

En 1959, el disco Fuego del Ande presentó melodías conocidas del cancionero peruano. Así, sus versiones de La flor de la canela (vals), La pampa y la puna (huayno), La perla de La Chira (tondero) o A La Molina no voy más (landó), ratificaron su popularidad en el extranjero, pero en el Perú le generaron duras críticas. Ese álbum incluyó su emblemática rendición de Vírgenes del sol, composición de Jorge Bravo de Rueda. En agosto de 1960 Yma Súmac se convirtió en la primera artista latinoamericana en recibir una estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood. Aun cuando Moisés Vivanco figura como compositor de todas las canciones, esto no es exacto. En la mayoría de casos, su participación es como arreglista, como en Monkeys (Monos), adaptación del festejo Congorito que pertenece al pianista Filomeno Ormeño; Zaña, recopilación de tonderos antiguos que realizó Alicia Maguiña; o Indian carnaval, basada en la conocida composición de Benigno Ballón Farfán, símbolo de Arequipa.

Luego de exitosas giras por Estados Unidos, Europa, Medio y Lejano Oriente y de acumular una extraordinaria fortuna, la carrera de Yma Súmac se vio interrumpida por dos situaciones: el advenimiento del rock y la subcultura psicodélica que desplazó los géneros que ella dominaba y una debacle personal devastadora, su divorcio de Moisés Vivanco tras quince años de matrimonio, en 1957. ¿La razón? El músico tenía una segunda relación y dos hijos, a espaldas de la diva. A pesar de eso, volvieron a casarse al año siguiente para mantener vivo el éxito comercial. Algunos problemas migratorios la obligaron a salir de Estados Unidos para reinventarse. Y lo logró en la Unión Soviética, bajo el auspicio del líder ruso Nikita Khrushchev, quien la hizo recorrer no solo el país sino toda Europa oriental.

Yma Súmac y Moisés Vivanco volvieron a divorciarse en 1965, esta vez de manera definitiva. Ella se dedicó a dar conciertos pero desapareció de los estudios de grabación hasta el lanzamiento de Miracles (London Records, 1972), una nueva colaboración con Les Baxter, aunque bastante alejada del enigmático sonido de sus primeros discos. Con el objetivo de reinsertarse en la escena musical, Yma Súmac se atrevió a hacer un disco de rock, que incluye una relectura en clave psicodélica de El cóndor pasa, basada en el arreglo hecho por el dúo Simon & Garfunkel de esta popular composición del huanuqueño Daniel Alomía Robles.

Pero si entre el público había un mediano consenso en cuanto a la calidad musical de Yma Súmac, en sectores intelectuales tuvo oposiciones extremadamente duras. Una de las más famosas fue la del novelista y antropólogo indigenista José María Arguedas, quien consideraba que su forma de hacer música andina “no era estilización sino deformación pura”. El musicólogo norteamericano Nicholas Limansky, en su libro titulado Yma Sumac: The art behind the legend (2008), desliza la teoría de que la cantante y todo lo que la rodeaba habría sido invención del departamento de marketing de Capitol Records.

Jorge Eduardo Eielson cuenta, en un artículo publicado en El Comercio en 1955, que, estando en un café de Positano, una pequeña villa al sur de Italia, el recordado poeta recibe a un amigo, quien le presenta al célebre compositor ruso Igor Stravinsky. Cuando Eielson le comenta que es peruano, el autor de El pájaro de fuego le contesta, visiblemente emocionado: “¿Usted es del Perú? ¡Cómo Yma Súmac!”, a lo que el limeño replicó, molesto: “¡Yma Súmac no es el Perú!”

Por su parte Marco Aurelio Denegri contó en una de sus misceláneas televisivas que la gran soprano española María Barrientos le lanzó a Yma Súmac una frase demoledora: “Ojalá usted nunca aprenda a cantar. Porque el día que aprenda a cantar, ese día habrá terminado su carrera”, en clara alusión a que sus malabares vocales no alcanzaban para considerarla una verdadera estrella del bel canto. El mismo Denegri, en su libro Esmórgasbord (2015) considera que Yma Súmac, al vivir tanto tiempo fuera del Perú, no podía ser vista como una connacional pues no sentía “lo nuestro en lo que canta”.

En los noventa, la subcultura de la música electrónica europea redescubrió a Yma Súmac, convirtiéndola en un icono de la comunidad LGTBI. Asimismo, los hermanos Ethan y Joel Cohen incluyeron la subyugante melodía High Andes! (Ataypura!) en la banda sonora de The Big Lebowski (1998), una de sus películas más conocidas. En paralelo, el tema Gopher, compuesto por Billy May para el álbum Mambo!, fue adoptado como sello personal por el conocido periodista televisivo político y farandulero Beto Ortiz. Actualmente, no hay peruano que no asocie esta canción al perfil del polémico personaje.

El año 2018, la soprano australiana Ali McGregor estrenó su espectáculo Yma Súmac: The Peruvian Songbird, en el que interpreta las mejores canciones de su repertorio. Ese mismo año, la historiadora Carmen McEvoy presentó, en el Instituto Cervantes de España, una investigación titulada Yma Súmac y Moisés Vivanco: Entre el mito y la historia, donde asegura que ambos “son la primera pareja de emprendedores peruanos e Yma Súmac la madre de las divas del huayno moderno como Dina Páucar y Sonia Morales”, algo en lo que no coincide Manuel Burga, también historiador, quien condecoró a la cantante en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, siendo rector de esa universidad: “Yma Súmac no cantaba huaynos sino que mostraba su fantástica voz. Para mí, su importancia es más similar a la de Daniel Alomía Robles, compositor de El cóndor pasa, porque también contribuyó al rescate de la llamada música inca, que se escuchaba en poblaciones rurales”.

Yma Súmac iba y venía del Perú para visitar a su familia. Pero recién en el 2006, el gobierno de Alejandro Toledo le otorgó la Orden del Sol por su trayectoria, un reconocimiento tardío pero merecido. Dos años después, la cantante falleció en Los Angeles, California, el 1 de noviembre del 2008. Tenía 86 años. Por el centenario de su nacimiento, se preparan diversos homenajes tanto en Cajamarca, su tierra natal, como en Los Angeles, ciudad donde vivió la mayor parte del tiempo. Entre las actividades figuran la construcción de un busto valorizado en 25,000 euros, a cargo del artista peruano Martín Espinoza Grajeda, radicado en Francia, que será develado en el famoso cementerio Hollywood Forever.

Tags:

Centenario de Yma Sumac, Mambo, Música peruana, Yma Súmac

CUATRO

En los flashbacks, con Mike, Walt y Chuck, Saúl hace hincapié en una quimera.

-¿Qué cambiarias si tuvieras una máquina del tiempo?

-El 17 de marzo de 1984, el día en que acepte mi primer soborno, contesta Mike – Pensando quizás que su destino hubiera sido otro- y luego iría al futuro. Quisiera ver algunas personas, en 5 a 10 años, para saber si están bien, mientras esboza una tenue sonrisa.

-¿Y tú? pregunta Erhmantraut.

-Entonces el abogado le responde la forma en que invertiría para ganar más dinero.

-¿Eso es todo? ¿Dinero? ¿No cambiarias nada?

Saúl queda en silencio.

En tanto, Walt le hace mención el error que cometió al abandonar la empresa Gray Matters. Insolitamente, Saúl menciona una caída que le afectó la rodilla. Estaban hablando de remordimientos y Heisenberg le subraya la cojudez que menciona el abogado. Así que deduce.

-Entonces ¿siempre fuiste así?

En el último flashback, la mirada intrigada de Chuck al ver a su hermano menor trayendo los comestibles. Y le aclara.

-¿Sabes que podría contratar a alguien para hacer esto, alguien de la oficina?

-Lo haré yo, responde Jimmy.

-¿Todos los días, mientras intentas poner tu estudio, por qué?

-Porque eres mi hermano. Harías lo mismo por mí.

La mirada del prestigioso abogado dice lo contrario. Al instante sonríe y añade.

-Podrías quedarte un rato. Para conversar.

-¿Conversar de qué?

-………

-O quizás quieras decirme que estoy haciendo mal, subraya Jim.

-No es lo que pensaba, se defiende Chuck McGill.

-………

-Jimmy, si no te gusta donde te diriges, no es vergonzoso retroceder y cambiar de rumbo, le dice su hermano mayor.

-¿Tu cuando cambiaste de camino? Le inquiere su hermano.

-Siempre terminamos teniendo la misma conversación, ¿no? acaba diciendo el McGill mayor.

Cerca a la conclusión, vemos que Saúl aún puede salirse con la suya. Negociando una condena irrisoria. Al enterarse de la confesión de Kim y su posible condena en un juicio civil, decide la conversión. Mata a Saúl y vuelve a ser Jimmy, imperfecto, pero que aún sabe cuál es la elección correcta. Reconoce sus pecados y libera a su ex esposa.

¿Valía la pena? Si, por la mujer que ama.

Prefirió estar más de 80 años en la cárcel y poder ver de frente a Kim Wexler. Que salir a los siete años y medio, y continuar solo.

CINCO

O Jeanne, para llegar a ti, que extraño camino tuve que tomar – Michael – PickPocket (1959)

El final es bressoniano. Si, tiene muchos puntos en común con la película francesa El Carterista. Donde al protagonista le atrae los robos, más por la fascinación y por el experimentar sensaciones diversas: superioridad moral y satisfacción personal, que por una real necesidad. Los personajes del cine de Bresson son en general marginales e infractores de la sociedad, pero con una gran riqueza espiritual.

El hecho de que sepamos que algo está mal hecho, no impide que lo realicemos. Es cierto, ¿no?

Al final, Michael termina preso y Jeanne, con quien tuvo un hijo, lo visita regularmente. Y al poco tiempo, se da cuenta que verdaderamente la ama.

¿Tal como Jimmy y Kim?

Tags:

'Better Call Saul'

Manuela, exigir investigaciones administrativas con sanciones firmes debe ser el objetivo.  Escucho equivocadamente a políticos decir que el Congreso debe esperar que los casos de violencia contra la mujer se resuelvan penalmente. La violencia contra la mujer es una política nacional donde hay sanciones administrativas como penales.  El caso del congresista Freddy Díaz no puede ni debe ser archivado. La impunidad equivale a ser cómplice o condescendiente con la violencia contra la mujer como han sido los casos de Bellido, Cordero, Valer, Gonza, y Elera, todas archivadas.

El Ministerio de la Mujer, el 04 de agosto de este año, haciendo un esfuerzo por cambiar la mentalidad de las funcionarias públicas, publicó el DS 010-2022-MIMP que dispone la capacitación obligatoria en enfoque de género para la prevención de la violencia y discriminación por género en la administración pública, con el objetivo de que todas las personas que trabajan en la administración pública tengan un conocimiento homogéneo. Saludamos esta iniciativa y, con mayor razón, así como se capacita se debe sancionar.

Tags:

Congreso de la República
Página 1 de 4 1 2 3 4
x