Comunidad

Considerar tratar temas asociados con la definición de emprender, no solo se cierra con cuestiones que tienen que ver con la empresa o con temas de mercado, sino, como se ha podido apreciar en todo este tiempo, (los que me leen) los temas a tratar tienen un fuerte componente social y cultural que buscan facilitar la comprensión de nuestra realidad pais y aplicar elementos que permitan un cambio. Empezar algo determinado que se gesta con esfuerzo y que tiene gran importancia, es emprender y yo, emprendí esta tarea con los escritos que presento en este espacio. Sin embargo, entender el verdadero significado es un trabajo arduo. 

Y en ese recorrido, se han ido presentando temas que son hechos concretos como los son, entre muchos, por ejemplo, las comunidades emprendedoras o la agricultura familiar, pero también otros que van asociados a ciertas habilidades o características asumidas o por asumir que exponen la necesidad de fortalecer algunas formas de liderazgo o analizar las resiliencias a todo nivel. Al tratar temas de emprendimiento vamos encontrando muchas alternativas para el cambio, solo queda pensarlas y luego trabajarlas. 

Un tema que me parece por demás importante para trabajarlo, y que además encierra muchas aristas para su crecimiento a nivel exportable, es todo lo concerniente a nuestro folklore y todo lo que de este concepto podemos derivar. Hablar de folklore en el Perú es encontrarse con uno de los más vastos y perdurables nexos de los pueblos con la cultura ancestral que no desaparece, es encontrarse con los mitos, con las tradiciones, con las leyendas o con las danzas, con los bailes o las canciones que se enraízan y van caracterizando la cultura popular urbana, que siendo nueva es propia de nuestro país. Esta cultura, popular y tradicional, se adquiere y tiende a su difusión mediante la experiencia; se hace colectiva y logra su vigencia a través de generaciones, y escondiendo su origen tras el anonimato de sus creadores. 

En la línea de lo mencionado párrafos antes, seguimos tratando de entender el tema de emprender, no solo en la definición técnica del término, que te dice “tener la iniciativa de llevar a la práctica una idea de negocio, es decir, crear una empresa y llevar a cabo la producción del bien o prestación del servicio, sin que esto quede en una mera intención”, sino en la identificación de oportunidades, que permitan mirar a tu entorno y encontrar en estos detalles expuestos, como la danza o la música, o quizás la artesanía, los elementos necesarios que permitan impulsar la generación de una empresa mayor desde adentro, desde el “folk” y así no perder de vista esa historia viva del hombre rural andino y amazónico en toda su extensión.

Sumar a la definición tradicional y económica del término emprender, el aspecto cultural y social es buscar empezar a renovar y actualizar la mirada a nuevos retos para nuestro crecimiento: mirar a los artesanos, a los danzantes o los grupos folklóricos, masificarlos es una misión urgente si pretendemos como pais caracterizarnos y adquirir presencia propia y competitiva en un mundo cambiante muy exógeno pero muchas veces endógeno. 

Es bastante esperanzador probar en la realidad que muchos jóvenes llenos de espíritu de bailes y cantos llenan algunas plazas para acompañar y aprender danzas que tienen fuertes componentes históricos y regionales, obviamente son emprendimientos de “escuelas de baile itinerantes” pero el punto es que no solo son solo tres sino cincuenta los jóvenes que dedican unas horas para aprender o fortalecer su baile o quizás para hacer ejercicio, el punto es que se está haciendo uso de algo que nace de adentro y es cimiento para muchas alternativas de cambio. El tema puede ser aplicado para una construcción transversal. Creo que me entienden. 

No propicio ser herméticos en un mundo globalizado, pero si apuesto por la fortaleza interna que necesitamos para desarrollar y ser parte de este mundo global. Los artesanos deberían exportar más, las danzas deberían salir más, nuestra música debería sonar más, repito, no en exclusiva sino como parte de un todo. Generemos la ruta del arte, construyamos los instrumentos desde el gobierno para facilitar la creación de un puente que valore y exporte.

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Comunidad, crecimiento, Negocio

En la historia de la humanidad, siempre es recurrente encontrar vestigios sorprendentes de adaptación al entorno, condición que genera y fortalece la caracterización de las culturas a nivel mundial. Regiones llanas, boscosas o áridas, motivan un especial tratamiento y conducta de los pobladores para palear su subsistencia y luego de ello enmarcarse en un desarrollo natural y después programado de un crecimiento sostenido. Las condiciones geográficas y climáticas permiten desarrollar particularidades que al final se reflejan en cuestiones muy culturales.

La capacidad que tienen los hombres para adaptarse en diferentes circunstancias en general y de forma diaria es realmente sorprendente, en el Perú, es un tema diario, pues hacer frente a las adversidades es una tarea que ya se convierte en una actividad constante y muchas veces se ven condicionados a aceptar que es una supervivencia diaria. Existen análisis muy profundos, que buscan entender a las poblaciones inmersas con esas características y los enfoques sobre todo académicos nos presentan puntos de vista desde una percepción económica, social, cultural o en general bajo distintas perspectivas científicas, pero que al final, el tema de adaptabilidad es base para comprender los diversos escenarios que devienen de esta acepción. Es una particularidad muy humana.

Considerando lo dicho líneas arriba, no se puede obviar los estudios precisos y actuales hasta estos días del gran sabio peruano Javier Pulgar Vidal, quien con su análisis certero sobre las ocho regiones naturales en el Perú, permite encontrar elementos, no solo para la investigación sino para la obtención de respuestas y retos para  el fortalecimiento de oportunidades en el ansiado desarrollo autosostenido, sobre todo para nuestras comunidades andinas y amazónicas y también para las que se encuentran en el litoral peruano. Desarrollo social y crecimiento económico significarían un cambio sustantivo y generaría una nueva mirada de los espacios geográficos a nivel comercial y de mercado.

La necesidad de adaptarse en un entorno geográfico es una característica que se ha dado a través de la historia, donde es permitido encontrar posibilidades de cambio al generar particularidades en las poblaciones, estas particularidades son definidas muchas veces como la cultura misma. Y esta cultura misma, bien desarrollada es una tremenda fortaleza para la generación de emprendimientos, de empresas que toman como base la experiencia de su adaptabilidad generada por el conocimiento adquirido y ese conocimiento es un elemento para poder desarrollar empresa y diferenciarse de lo cotidiano y urbano.  En el mundo andino y amazónico y por qué no en el urbano (espacio de conquista migrante), esta experiencia de adaptación genera un plus en las apuestas, sobre todo comerciales, de los pobladores peruanos demostrando la resiliencia emprendedora.

Cada región en particular cuenta con una gran diversidad ecológica, la geografía es variada, los climas son muchos y todo esto genera una vasta gama de oportunidades, que el hombre asume y domina, convirtiendo desde ya su supervivencia en un elemento a considerar como fortaleza para muchos sentidos y apuestas a futuro. Una de ellas el inicio de la oportunidad de generar empresa, con la idea de superar toda afrenta que trae la naturaleza y en estos tiempos también el mercado. Si esta realidad es tomada en cuenta y aprovechada a nivel de la población involucrada y se consideran las vastas diferencias existentes a nivel de las ocho regiones naturales, o de las doce ecorregiones, los sistemas de adaptabilidad realizadas por el poblador van a lograr el fortalecimiento de un mercado nacional muy diferenciado, y los emprendimientos comunales van a cobrar relevancia.

Es realmente importante no perder de vista los emprendimientos comunales, que tienen innata la experiencia de afrontar obstáculos de todo calibre, esta situación los curte para mayores retos. Afianzar y renovar el sentido de una asociatividad histórica del ande peruano, marcaría el comienzo de un desarrollo conjunto y particular de las regiones. Gran tema por considerar como base para políticas de apoyo a los emprendimientos con estas características, las mismas que nos permiten apreciar en las ciudades, sobre todo en Lima capital la temporalidad comercial existente, muchos emprendimientos se adaptan a los tiempos comerciales, tiempos de colegios, tiempos de carnavales, tiempos de Halloween, tiempos navideños, en fin, los emprendimientos también se adaptan a la necesidad que se genera por determinadas fiestas en el año.  Los diversos rubros comerciales que disfrazados de temporadas describen el empuje de las empresas populares. Un mismo comerciante se adapta a las circunstancias del tiempo y de lo establecido por el mercado. ¿Encuentran la lógica? Pues acá tratamos de darle una respuesta.

Reflexionemos entonces sobre la importancia de encontrar una explicación de tinte cultural al tema de los emprendimientos, donde existe toda una línea que abre un camino de investigación y de planteamientos para la innovación y/o el fortalecimiento de estas empresas populares que están pugnando por salir adelante. Muchos de ellos son autoempleos, cuyas necesidades se miden como oportunidades para luego convertirse en empresas en potencia, las redes sociales, económicas y culturales tienen un lado interesante a considerar, la versatilidad para adaptarse a los entornos son la base para buenos resultados en el mercado y así, se comienza a abrir una gama de temas, que la práctica pone sobre el tapete y la teoría se puede comenzar a construir. El Perú es un país de emprendedores, y las fortalezas que se tiene como país están por descubrirse.

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Comunidad, crecimiento, Negocio

Una de las definiciones más trabajadas por los estudiosos de las ciencias sociales es la que tiene que ver con el concepto de “comunidad”, y en el Perú se han generado un sin número de trabajos que veían a la comunidad y al trabajo comunal como una estrategia muy pensada de subsistencia y de orden natural de la población. Los andes y la amazonia organizada, ambos territorios representaban con certeza lo trabajado académicamente. La comunidad es vista como el conjunto de personas que tienen en común diversos elementos, el mismo territorio donde se habita, las tareas de adaptación diarias, los valores, los roles, el idioma o la religión, en general un condicionante que tiene a la cultura como eje articulador. La comunidad campesina funcionaba de la mejor manera, y hace gala de un orden funcional y una estructura que permite el trabajo coordinado entre sus integrantes. Cada pueblo en los andes, sobretodo, constituyen sus comunidades y el reto de crecimiento autosostenido funciona.

El punto es pues, tener un objetivo en común, como unidad social se generan diversas relaciones interpersonales, concibiendo los sentidos de pertenencia como una fuerza de unión y crecimiento. Además, más allá de una concepción geográfica y cultural, las relaciones sociales que surgen en una comunidad pueden ser analizadas desde puntos de vista funcionales o también estructurales y muchas veces desde el análisis netamente cultural.

En un país generador de cambios, esta condición ancestral o histórica de articulación poblacional, se vuelve base para buscar definir qué entendemos por  participación ciudadana, que es donde los ciudadanos, comienzan a tomar decisiones respecto al manejo de sus recursos y generan las acciones que buscan tener un  impacto en el desarrollo de sus comunidades. Para el acompañamiento de este derecho casi consuetudinario, es necesario tener marcos legales que ordenen estas organizaciones comunales y puedan ser parte del grupo de actores sociales que bregan para el desarrollo y crecimiento del país. No perdamos este punto de vista, la población organizada, aun lleva consigo esta experiencia ancestral, aunque en la misma comunidad la correlación de poderes está inmersa y definida por las necesidades que el mercado global obliga a hacer frente, nuevos empresarios que saltan la línea de lo tradicional, grupos de camioneros, productores, que guardan particularidades  comerciales exentas del concepto rígido de lo comunal. Este es un tema que será tratado después. 

Sin embargo es importante rescatar, que siempre perdura la imagen, válida, que, con la participación social o ciudadana legitimada, el consenso de una determinada población, permitiría cerrar brechas en la relación con los gobiernos y se pueda mediar con la sociedad los cambios que determinados territorios buscan articuladamente. La población organizada tiene historia ancestral y democracia representativa asumida. He allí la importancia de un  involucramiento de la sociedad con el estado. 

Son muy válidas las experiencias ejecutivas de la población, el espíritu de asociatividad para conseguir objetivos de subsistencia marcan la pauta en muchos programas sociales, donde el desarrollo autosostenido es una característica que raya con lo exitoso, la generación de los llamados núcleos ejecutores como gestión participativa y transparente, fue creada para ejecutar proyectos de infraestructura social y productiva para los pobladores, ciudadanos o familias en situación de pobreza y pobreza extrema de las comunidades rurales del país. Con la activa presencia de una población  que se organiza para ese objetivo

No esta demás reafirmar esta experiencia ancestral andina, donde un grupo de familias que ejecutan proyectos están revalorando el Ayni que describía la ayuda mutua entre familiares o vecinos, y en otros casos a la minka que era el trabajo comunitario con objetivos puramente sociales. Es ahí donde la población de una comunidad o centro poblado a través de un núcleo ejecutor gestiona los proyectos de inversión social, pues desde la base misma del conocimiento que le permite su sentido de  adaptabilidad y donde la  cultura condiciona estas fortalezas es que se permite aprovechar de mejor manera las oportunidades sociales y económicas, considerando además las potencialidades de su territorio. El sistema de un núcleo ejecutor funciona en la confianza de los desarrollos autosostenidos que cubren las necesidades inmediatas de la misma población.

El estado es parte importante en esta característica poblacional y como dije líneas arriba exige la consecución de marcos legales que ordenen estas organizaciones comunales y puedan ser parte del grupo de actores sociales que bregan para el desarrollo y crecimiento del país, para hacer realidad esta situación que presenta. Al transferir dinero a los núcleos ejecutores, estos a su vez, organizados se desarrollan y ejecutan, con la confianza de un trabajo comunal para beneficio mayoritario y general, se rinde exitosamente cuenta del recurso publico otorgado. 

Es muy importante, considerar que con los núcleos ejecutores formados a nivel nacional en los andes y en la amazonia, se fortalece y valida practicas ancestrales de colectividad. En esa lógica, es necesario más adelante, entender y analizar las razones por las cuales el segundo escalón de crecimiento para los demás accesos naturales al crecimiento, por ejemplo el mercado, es un tema que aun cuesta consolidar a nivel de la población referida en este artículo.  Discutamos la necesidad inmediata cubierta frente a la proyección de crecimiento como estrategia. Repito, siguiendo la misma lógica.

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Comunidad, crecimiento, Empresa
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