-En setiembre del año pasado, 18% decía que Castillo tenía capacidad para gobernar, ahora solo lo considera así el 9%. En espejo, el 2021, el 26% consideraba que Castillo no tenía ninguna capacidad de gobernar. Ahora en junio, lo cree así el 48%. La imagen de incapaz se la ha ganado a pulso, en gran medida por nombramientos absurdos en la administración pública.
-El Congreso sale peor parado que el Ejecutivo. Tiene apenas 12% de aprobación. Hace barbaridad y media (la última, la aprobación de los llamados comités de autodefensa, que creará paramilitares por todo el territorio nacional).
-Lo que más desaprueban al Congreso: 87% en Lima metropolitana, 90% en el sur, 91% en el sector alto (AB), el 88% de la gente que se define de izquierda y el 84% de los que se definen de derecha.
-La institución más corrupta, para la población, es el Congreso, con 78%, más que los municipios (74%), los gobiernos regionales (73%), el Ejecutivo (66%), las empresas privadas (61%) y, sorprendentemente, que el entorno de Castillo (59%).