La industria de la belleza tiene cientos de años de vida. Desde maquillaje, hasta cuidado facial, existen miles de productos que día a día son utilizados alrededor del mundo, pero ¿realmente sabemos qué estamos colocando sobre nuestra piel y por qué lo hacemos? Esta es una de las premisas de The Garden Project: la belleza consciente.
Rosa Solís, cofundadora de The Garden Project, marca peruana de cosmética natural, explica que su acercamiento a esta consciencia partió de una experiencia muy personal. “Siempre he tenido una piel muy sensible. Tuve una infección epitelial por la que pasé cirugía y por muchos años estuve tratando de ocultar mi cicatriz. Con maquillaje, con más cirugías, con tratamientos, y nada sucedía. Todo esto venía también desde un background emocional. Entonces, a mis 20 años empecé a buscar otros métodos y encontré la cosmética natural”, cuenta la emprendedora.
La marca de cosmética natural cree fielmente en conectar los poderes de la naturaleza; frutas, verduras, la mejor selección de aceites esenciales y otros productos, con el cuidado de la piel. En un inicio, Rosa y su socio, Antonio Torok, empezaron a preparar recetas para ellos mismos tras haber llevado talleres de Fitoterapia, Ayurveda y Herbología. “A veces nos salían más del doble o el triple las recetas y las regalábamos a nuestros familiares, a nuestros amigos más cercanos. Les encantaba y pedían más, pero a la tercera o cuarta vez nos pedían que les vendamos”, recuerda Solís.
Emprender en la salud
Rosa y Antonio empezaron con The Garden Project en 2018 y en el momento no había muchas marcas en el rubro, por lo que las personas no tenían tanto conocimiento al respecto. “Al inicio fue una batalla constante de educación y de brindar información a las personas sobre lo que la cosmética natural conlleva. Lo digo como lucha, porque somos la generación del inmediato. Estamos acostumbrados a que todos nuestros productos, llámese skin care, dietas, o tratamientos, hagan efecto inmediato. La cosmética natural impone ese concepto porque te dice que primero debes conocer tus emociones, conocer que gatilla tu acné, rosácea o resequedad, para después tomar las acciones necesarias para lograr cambios”, explica la administradora de empresas.
La emprendedora cuenta que su producto más solicitado es el Limpiador de lúcuma, creado también a partir de su propia necesidad de encontrar un producto que no irrite su piel. “Es un limpiador perfecto para todo tipo de pieles. A mí todos los jabones me resecan la piel, me lavaba el rostro y terminaba con la piel tirante y dada mi sensibilidad, necesitaba un limpiador más gentil. Así nació nuestro best seller”, cuenta.
Los productos de The Garden Project, por su naturaleza orgánica, cuentan con un tiempo de vida y tratamiento bastante especial. “Los oleos tienen una duración de entre 4 a 12 meses y hay que tener un cuidado un poco más especial, porque no deben estar expuestos a la luz solar. Las mascarillas no pueden estar en un lugar muy húmedo. Definitivamente al no tener químicos preservantes, el tiempo de vida es menor pero son productos más amigables”, cuenta la emprendedora, quien indica que para lanzar un producto nuevo, requieren de entre 8 a 12 meses de pruebas.
“Tenemos también un grupo de estudio para hacer las pruebas y realmente nuestro día se basa en investigación, en armado de pedidos y en pruebas, porque hay mucho por seguir ofreciendo”, cuenta Solís.
The Garden Project está próximo a cumplir cuatro años, de los cuales tres, Rosa le ha dedicado el 100% de su tiempo. Pasó de trabajar en una corporación a apostar por su propio negocio. “De alguna manera tenía esa estabilidad, laboral y financiera, que me daba la tranquilidad y esto lo tomaba más como una pasión. No fue hasta que renuncié que me di cuenta de cuánto tiempo de más le podía dedicar a este negocio. Ha sido una transición fuerte, pero ahora todo mi foco está en esto y veo los resultados”, cuenta la emprendedora.
Para Rosa Solís, la parte más gratificante de este viaje con The Garden Project, es saber cuánto han ayudado a miles de personas a sentirse mejor en sus cuerpos. “Puede sonar cliché, pero que alguien venga y te diga ‘no sabes lo que me han ayudado tus productos’ o ‘no sabes lo bien que le hizo a mi hijo o a mi hija con un brote de acné’, es la mejor parte. Eso significa que toda la quema de pestañas, toda la investigación y las horas de pruebas valieron la pena”, finaliza.
Dato:
Para contactar y conocer la variedad de productos de The Garden Project, pueden visitar su cuenta de Instagram o Facebook.