Guido bellido

Para el excongresista Richard Arce, en este gobierno no hay una línea directriz para gestionar los conflictos sociales que existen en el país. Además indicó que las declaraciones de Guido Bellido y Vladimir Cerrón contribuyen a activar más conflictos.

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La elección de Mirtha Vásquez en reemplazo de Guido Bellido plantea un nuevo escenario para los actores políticos y posibles recomposiciones en la izquierda y la derecha,  las que manteniendo sus estrategias primordiales podrían redefinir sus ubicaciones en el actual juego político. La tensión de fondo sigue siendo entre el proyecto de cambio y la conservación del estatus quo, pero están a la orden del día modificaciones tácticas que pueden tener consecuencias en el mediano y largo plazo.

Purga en la oreja

Así, la coalición vacadora mantiene su proyecto estratégico. A la espera de nuevas oportunidades, renueva su táctica principal de proponer censuras ministro por ministro, apuntando ahora a los titulares de las carteras de Interior, Educación y Cultura. Además, se insiste en la ley que acota la cuestión de confianza. Ambas tácticas bajo el paraguas polarizador de  un discurso hiperideologizado, macartista y terruqueador.

Lo que llama la atención, sin embargo, es que estas tácticas y narrativas sean asumidas también por sectores más amplios, desde el centro derecha hasta cierto progresismo liberal. Particularmente, sobresale aquella que apunta -incluso desde la segunda vuelta-, tanto a la exclusión de Perú Libre de la coalición de gobierno, como al abandono de las propuestas de campaña expresadas en el “plan de bicentenario” y en la apuesta por una nueva constitución.

Tenemos al frente un guión más o menos conocido, que con actores distintos repetía el mismo drama cada temporada. El régimen político instalado en el presente siglo combinó, en tiempos no electorales, el bloqueo de cualquier reforma distributiva significativa -vía terruqueo y criminalización de la protesta-con la cooptación del candidato reformista, el que terminaba abandonando su propuesta de cambio y su equipo original de gobierno. 

Sn embargo, lo que se suele omitir en estas posturas es que las elecciones no solo son respecto al presidente y su fórmula, sino también respecto de un programa de gobierno y una determinada conformación política para sostenerlo e implementarlo. Por ello, es profundamente antidemocrático la exclusión tanto del partido político –¡más aun cuando se trata del partido que ganó las elecciones!-, como también la exigencia de excluir propuestas que fueron parte de la oferta de gobierno de cara al electorado; Pedro Castillo ganó ofreciendo, entre otras cosas, una nueva constitución. 

Otro asunto es que la oposición exija a las fuerzas oficialistas que dicho objetivo se desarrolle en el marco de la legalidad democrática. Algo sobre lo cual el Presidente también ha insistido, anunciando que enviará un proyecto de ley que permita la convocatoria a una Asamblea Constituyente.  

Fuego amigo

El guion, sin embargo, ha dado un giro novedoso -y suicida- por izquierda: la misma fuerza política que los poderes fácticos quieren excluir, es la que amenaza con separarse y pasar a una inédita oposición. Los altisonantes términos que han proferido los liderazgos principales de Perú Libre hacia el gobierno y su nuevos conformantes contrastan con sus trayectorias y los hechos: no se ha podido ver ninguna política abandonada, ni ninguna tendencia que pueda señalarse como humalización o “caviarización” (con todos los amplísimos significados que eso supone). Salvo que se entienda que luchar por la memoria de las victimas del terrorismo de Estado y la defensa ambiental en confrontación con Yanacocha sea una señal de centroderechización. En efecto, la constitución no está en la agenda gubernamental -como no lo estuvo con Bellido-, aunque como lo ha señalado Castillo y otras fuerzas políticas del gobierno sigue siendo un objetivo político de mediano plazo. 

Hay obvias diferencias, de estilos y trayectorias, pero que principalmente expresan  formas distinta para llegar a un objetivo compartido. Si el Plan Bicentenario y el discurso del Presidente el 28 de julio son los que marcan los objetivos estratégicos  -y que ni es el “comunismo” ni “caviarización”-, entonces se debería reconocer que lo que existe  son diferencias menores o –apelando al manual leninista más rústico- de orden táctico. 

Las diferencias corren, entonces, por otro cauce o causa. Como ya lo dijimos anteriormente -y más allá de los pendientes judiciales-, la dirección de PL pretende perfilarse como una fuerza “verdadera” de la izquierda de cara a las elecciones regionales y municipales y, con un pie adentro  o sin eso, agitar la inconsecuencia del gobierno,  construyendo un perfil diferenciado -pero sin ofrecer alternativas programáticas viables-, intentando alejarse de los pasivos que suele cargar todo gobierno, más aun cuando hay un proyecto de vacancia al acecho.

El siempre difícil proyecto unitario choca aquí con una lógica más bien sinuosa que debe pasar a consideración. Y es que, paradójicamente, un distanciamiento permanente y radical de PL debilitaría por izquierda al gobierno, haciéndolo más dependiente de los votos siempre preciados del centro liberal y la centroderecha, con lo que el discurso de la derechización terminaría siendo una profecía autocumplida. 

Lo que está en juego hoy es la tantas veces burlada promesa de cambio que la democracia peruana le debe a millones de peruanos. En perspectiva, en términos narrativos, la coalición de gobierno debería insistir en que hay suficiente espacio para un proyecto que se coloque entre un continuismo mediocre y una política de agitación y consigna sin programa alternativo, que además alimenta la paranoia ultraderechista. El diálogo y el consenso tiene que apuntar no solo a avanzar en políticas que legitimen cambios más de fondo, sino también en una materia pendiente: el diálogo y consenso abajo, en la sociedad, mediante la activación de los sectores sociales beneficiados o por beneficiarse. Una ruta democrática y constituyente.

 

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¿Le dará el voto de confianza al nuevo Gabinete?

Hay 30 días todavía para que la puedan pedir. Hay que esperar, ¿no? Eso [esa decisión] se toma faltando unos días, en su momento. No puedes limpiarte la boca antes de haber comido.

¿Está conforme con los integrantes del nuevo Gabinete? 

Mira, nosotros consideramos que debería estar un militante cercano de Perú Libre en la Presidencia del Consejo de Ministros (PCM), pero el presidente ha visto conveniente que ya [no]. Esas son las dos miradas.

¿La presencia de Dina Boluarte en el Midis no representa a Perú Libre?

No, en realidad. Dina Boluarte, hasta donde se ha visto, ha planteado varias cosas que no son del partido. Pero el partido no ha aprobado la participación de ella como ministra. No es propuesta del partido, sino una decisión del presidente.

¿El partido no está conforme con la participación de Dina Boluarte como ministra de Desarrollo e Inclusión Social?

No, simplemente el partido no lo ha planteado.

¿Y Betssy Chávez no es una representante de Perú Libre en la cartera de Trabajo?

Ella es, al momento, militante. Pero no responde a un acuerdo de la postura partidaria. De lo que estoy seguro es que el partido no la ha propuesto. 

¿Y Perú Libre ha planteado a algún ministro en este nuevo Gabinete?

Ninguno.

¿Acaso no es un representante de Perú Libre el ministro del Interior Luis Barranzuela, un cuestionado expolicía que ha sido abogado de usted y del secretario general de su partido, Vladimir Cerrón?

Pero no es militante, no es parte del partido.

Pero es una persona cercana a ambos. Los ha defendido en el caso del financiamiento de la campaña de Perú Libre que lleva la Fiscalía, por presunto lavado de activos

No, es un profesional como cualquiera.

¿Cómo llegó a ser abogado de ambos el nuevo ministro del Interior?

Como todo profesional que trabaja en el campo de la defensa. No hay nada en especial. 

¿Usted no lo ha recomendado para el cargo de ministro del Interior?

No, de ninguna manera. Yo me he sorprendido cuando ha juramentado. Pensamos que era otra persona, hasta que después ya nos enteramos. 

¿Cuándo le pidió el presidente su carta de renuncia?

Ayer [miércoles 6], en la mañana. 

¿Qué motivos le dio el presidente cuando le pidió su renuncia?

Los motivos no me los ha dicho. Simplemente, [me dijo]: “hemos decidido renovar, te agradezco mucho por todo tu apoyo”. Nada más.

¿Y usted no le preguntó al presidente a qué se debía esa “renovación”?

¿Por qué? Eso no sería correcto. Eso no corresponde.

¿Cuándo se entera usted que Mirtha Vásquez iba a ser la premier?

Hace un mes y medio atrás.

¿Ya sabía hace un mes y medio atrás que ella iba a ser la premier?

Para eso es la política. Te permite analizar y ver los diversos sectores. En la PCM, desde el primer día que asumes, siempre es deseado [tu lugar] por otros sectores y personalidades. Y es así, ¿no? Antes de que yo asumiera, ella era una de las que tenía posibilidades. Estaba dentro del bolo. Cuando me designan a mí, a los pocos días, nosotros nos enteramos que había varios sectores que estaban tras la Presidencia del Consejo de Ministros. Y quien tenía mayores ventajas para poder asumir era Mirtha Vásquez [expresidenta del Congreso por el Frente Amplio]. 

¿Usted tiene información de que, desde antes de que juramente como premier, ella era una de las posibilidades para ocupar el cargo?

Ella era una de las posibilidades. Y antes de ir al Congreso a presentar la política general de gobierno [el 26 de agosto], para la cuestión de confianza, ya se sabía que una de las personas que quería sucederme a mí era Mirtha [Vásquez], entre otras tres fuerzas.

¿Cuáles son esas otras tres fuerzas?

Hay que dejar eso en el tintero. 

En ese momento, ¿usted tenía conocimiento que la posibilidad de su recambio era ella?

Ella tenía grandes posibilidades y ventajas comparativas frente a las otras tres fuerzas.

Repito, ¿quiénes son esas otras tres fuerzas?

Eso te dejo para que puedas averiguar. Allí, en la Presidencia, también hay gente que se dedica a armar, ¿no?

¿A armar qué?

A armar escenarios políticos.  

Usted quiere decir que, desde que asumió el premiarato, ¿una de esas fuerzas se movía para que ella lo reemplazara?

Antes de que yo asumiera, había varios sectores que estaban tras la PCM. Me nombran y, después de unos días o un par de semanas, analizando y viendo los escenarios políticos, nosotros tenemos la información de las tantas fuerzas que desean y tienen posibilidades de sucederme. Quien tenía mayores ventajas era ella.

¿Qué tiempo cree que puede durar la premier? ¿Más que los casi tres meses que usted ha estado a cargo?

No podría ser pitoniso para poder ver en qué momento se dará eso. Requiere un análisis objetivo del escenario político y para eso se requiere cierta información. Y, en este momento, la información que se tiene es limitada. Mira, no creo que Mirtha Vásquez sea para los cuatro años y diez meses de gobierno. En el camino, mientras va pasando, irá clarificándose el escenario político. 

¿Mirtha Vásquez es la persona correcta para conducir la PCM?

Para nosotros y para muchos, hubiese sido interesante que quien asuma la PCM salga de las filas de Perú Libre. 

Y desde las filas de Perú Libre, ¿quién hubiera podido reemplazarlo en el cargo?

Esa es mucha especulación, mucha película. 

¿Estaba decidido que usted iba a presentar la cuestión de confianza por el ministro de Trabajo, Iber Maraví [con atestados policiales que lo vinculan presuntamente a Sendero Luminoso entre 1980 y 1982]?

Eso ha sido el planteamiento del presidente y yo he cumplido eso [Bellido pidió a Maraví, en agosto, su renuncia, tal como lo reveló Sudaca; el exministro de Trabajo puso su cargo a disposición y Castillo nunca la aceptó] .

¿Si el presidente no decidía cambiar el Gabinete, usted iba a presentar la cuestión de confianza por Iber Maraví?

El presidente planteó eso.

¿Y por qué si había decidido hacer eso, decidió antes cambiar el Gabinete? ¿Qué fue lo que pasó?

Habría que preguntar al presidente. No quiero especular.

¿Se reafirma en que no hubo la votación para la cremación del cadáver de Abimael Guzmán en la sesión del Consejo de Ministros del pasado 16 de setiembre?

Eso nunca hubo. Primero, no estaba en agenda. Si no estaba en agenda, no se ha discutido, no se ha votado, ni nada. Ahora, las conversaciones personales o grupales de los ministros en un tiempo que hay para almorzar o al inicio o final de la reunión, eso ya escapa a mi responsabilidad. Allí están las actas, están los actuados y nadie puede decir lo contrario.

En un chat de Perú Libre, publicado por Epicentro TV, Vladimir Cerrón dice que la votación fue 6 contra 13.

No sé de dónde habrá sacado esa información. Tendrías que preguntarle a él [a Vladimir Cerrón]. Yo no he hecho ese comentario. ¿No es cierto?

¿El tiempo que usted estuvo en la PCM ha realizado coordinaciones con Vladimir Cerrón?

No, ninguna coordinación porque no le corresponde.

Pero, están esos mismos chats publicados en Epicentro TV en el que ambos escriben…

Vladimir Cerrón está en todos los chats del partido. Los militantes y el secretario general participan en todos los chats que existen. Ese no es un chat de coordinación, sino uno donde se comparte información. Se alcanza, se conversa, se dialoga y se da opinión. Yo no coordino ni tengo nada que coordinar temas de gobierno. [Sobre los ] temas del partido, todos los militantes participamos y damos ideas. Yo estoy en todos los chats del partido.

Pero allí usted pide la renuncia del canciller Óscar Maúrtua…

Esa es mi opinión, como militante.

¿Qué le ha dicho Vladimir Cerrón por su salida?, ¿le ha llamado? [lo felicitó con un tuit el día de su renuncia]

No, por el momento no he tenido la oportunidad de comunicarme con él.

¿Va a hacerlo? ¿Se va a comunicar con él?

La verdad, no está entre mis planes. Mis planes están en el Congreso, atendiendo a los hermanos. Las actividades que se tienen en el despacho, como congresista. 

¿Ha tenido discusiones fuertes con algún ministro [en el informe de Sudaca, titulado «Las últimas horas de Guido Bellido» se cuenta que tuvo un cruce de palabras con Dina Boluarte]?

No, no hemos tenido ningún problema de ese tipo. 

¿Tuvo un cruce de palabras con el ministro de Economía, Pedro Francke, antes de su juramentación?

Eso es totalmente falso. Nunca he tenido un cruce de palabras fuerte con ninguno [de los ministros].

¿Con el ministro de Justicia, Aníbal Torres?

No, nunca. Es más, con él he tenido mucho respeto y consideración. 

Después de lo que ha pasado, ¿usted cree que es posible conseguir las 2,5 millones de firmas para el referéndum de la Asamblea Constituyente?

Más allá de lo que yo crea, hay un sector de peruanos que piden el cambio de la Constitución y hay un sector que no, que ha comprado un kit electoral para defender la actual Constitución.

¿Cree que todavía sigue vigente el plan de vacancia en el Congreso?

Eso está abierto desde que Perú Libre y Pedro Castillo han pasado a segunda vuelta. Lo que pienso es que las fuerzas que están en contra del gobierno van a seguir estándolo. 

¿Por qué cree que el dólar sigue entre S/4,10 y S/4,14 desde que se instaló el gobierno de Pedro Castillo? Se decía que si continuaba Julio Velarde en el BCR el dólar iba a bajar, ¿no?

Para mañana [se refiere a un día después de su renuncia], supongo que ya va a estar S/3.60.

¿Velarde les ha dicho eso?

Nunca he estado en una reunión con Julio Velarde. El presidente sí manifestó que había esa posibilidad, en todo caso. Hay que esperar.

¿El camino de la nacionalización de Camisea está descartado?

Mira, yo te puedo hablar hasta el escenario del día de ayer [miércoles 6]. Y hasta ayer, el consorcio [integrado por Pluspetrol, Hunt Oil, SK Innovation, Tecpetrol, Repsol y Sonatrach] tenía la voluntad de iniciar un proceso de renegociación. [Mirtha Vásquez instaló la comisión multisectorial el jueves 7].

El martes 5 -un día antes de su renuncia- un Juzgado de Familia ordenó que se someta a una evaluación y terapia psicológica, a raíz de la denuncia de la congresista Patricia Chirinos. ¿Lo va hacer?

Claro. Supongo, vamos a pasar ambos [la evaluación]. Ella y mi persona. Todo lo que sea necesario.

¿Usted le dijo a la congresista Patricia Chirinos lo que ella señala [“solo falta que te violen”]?

No. Mira, ya se ha dado un espacio y hay que dejar que [la comisión de] Ética complete su trabajo [en el Congreso].

 

(*) Fotocomposición de portada: Darlen Leonardo

Fotografía: PCM, tomada de la cuenta de Twitter del expremier Guido Bellido

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Guido Bellido compró su boleto de salida el viernes 1 de octubre. Esa noche, y por primera vez en su gobierno, el presidente Pedro Castillo convocó a los ministros a una reunión de emergencia. El objetivo: buscar una salida a la crisis política abierta por el entonces jefe del Gabinete con sus provocadoras declaraciones sobre la cuestión de confianza. La vicepresidenta Dina Boluarte aprovechó la ocasión para increpar a Bellido. “No esté hablando de supuestas conspiraciones y de que yo quiero ser primera ministra”, le dijo, según un exministro presente en el encuentro. 

Los ánimos estaban caldeados. En las horas previas, Bellido y Boluarte también ministra de Desarrollo e Inclusión Social (Midis) habían chocado públicamente. El primero pidió que Qali Warma compre conservas nacionales y el programa social, manejado por el sector de Boluarte, le respondió que el 96,8% de las conservas de pescado entregadas a escolares son peruanas. Además, el portal “Epicentro TV” había publicado el chat de la bancada oficialista, con los venenosos comentarios contra Boluarte del ala dura de Perú Libre. La pintaban como una conspiradora contra el primer ministro. 

En aquella cita de emergencia, de acuerdo a un testigo de la reunión, el presidente deslizó la idea de realizar cambios en el Gabinete, pero no dio nombres ni fecha. También puso sobre la mesa una cuestión clave: ¿era conveniente presentar una cuestión de confianza ante la decisión de los congresistas de oposición de censurar al ministro de Trabajo, Íber Maraví?

Bellido, promotor de la pelea con el Congreso, encajó una sonora derrota. Sólo él, Maraví, Roberto Sánchez (Comercio Exterior y Turismo) y Hernando Cevallos (Salud) manifestaron estar de acuerdo en presentar una medida política extrema como esa, cuenta un testigo de la reunión. Los demás, no. Es decir, solo cuatro de 19 ministros estaban decididos a pechar al Parlamento. No hubo acuerdo formal tras el debate. 

Castillo, al ver que una abrumadora mayoría del Gabinete no se la quería jugar por Maraví, su protegido, decidió desechar el camino de la confrontación con el Congreso. Empezó a meditar, en cambio, otra cosa: la salida de Bellido. 

Como reportó Sudaca hace dos semanas, el plan acordado con Vladimir Cerrón era no realizar cambios hasta, por lo menos, el 5 de noviembre. Ello, siempre y cuando no ocurriera nada extraordinario. Los continuos exabruptos de ‘Puka’ cambiaron los planes del presidente y precipitaron las cosas.

 

Dina Boluarte
La vicepresidenta y ministra de Desarrollo e Inclusión Social, Dina Boluarte Zegarra, enfrentada con Guido Bellido en el Gabinete. Foto: Andina.

SALIDAS DE TONO 

El 26 de septiembre, sin coordinar con Castillo, Bellido amenazó con nacionalizar el yacimiento del gas de Camisea tras reunirse con el expresidente de Bolivia, Evo Morales, en un evento partidario de Perú Libre en Arequipa. El 3 de octubre, en el lanzamiento de la segunda reforma agraria en Cusco, dijo también algo que causó desconcierto en el Ejecutivo. Lo hizo en quechua. “Hermanos, ministros, tal vez antes han cometido errores. Pero ahora, en el gobierno de Pedro Castillo, en su nombre, no debe haber nada de corrupción. Y, si encontramos alguna mañosería, eso lo debemos entregar a las manos de la justicia”, dijo Bellido, según la traducción de la profesora de quechua, Carmen Cazorla.

(Nota de edición: Una primera versión de este artículo consignaba una traducción imprecisa de la frase de Bellido en quecha, que no cambia el sentido del artículo. La traducción correcta ha sido colocada. Pedimos disculpas a los lectores).

Ya con esos antecedentes, el expremier atizó el fuego el último martes 5 por la mañana, al responsabilizar al presidente de la demora en la ratificación a Julio Velarde como cabeza del Banco Central de Reserva (BCR). La cuenta de Twitter de la PCM publicó que Bellido ya había firmado la resolución el viernes pasado. El mensaje era que la pelota estaba en la cancha de Presidencia.

Ante tanto descontrol, Castillo empezó a cocinar la salida de Bellido ese martes 5. Para ejecutarla, había que preparar el terreno. Varias horas después del tuit de la PCM, convocó a Roger Nájar y al congresista Guillermo Bermejo, del ala dura de Perú Libre, a Palacio. Eran las cinco de la tarde. Ahí se habló de la conveniencia de refrescar el Gabinete, ya que era inminente que en el Congreso se presentase una moción de censura contra Maraví, según una fuente del lápiz. 

“No se habló de quién se iba a ir ni de plazos, pero sí de la necesidad de refrescar el Gabinete. Había que tratar de evitar confrontaciones inútiles”, dice esta fuente.

La cita del presidente con Nájar y Bermejo duró una hora. Castillo se sintió legitimado para hacer los cambios. Ese martes, a las siete de la noche, Bellido tuvo su última reunión como presidente del Consejo de Ministros vía Zoom. Los titulares de las carteras fueron convocados de forma virtual para comunicarles sobre la observación a la ley que limita la cuestión de confianza, aprobada por el Congreso. 

El cónclave transcurrió con normalidad, según una fuente que estuvo presente, e incluso contó con la participación de Castillo. La misma fuente dice que Bellido, incluso, invitó a los miembros de su Gabinete para el miércoles en la mañana a la habitual reunión en persona del Consejo de Ministros. La agenda para la sesión: el avance de la vacunación, construcción de colegios y coyuntura política. 

Pero el martes no acabó ahí para el jefe de Estado. Cerca de las 8 de la noche, Castillo recibió la visita de la expresidenta del Congreso Mirtha Vásquez y la legisladora Betsy Chávez, del bloque moderado de la bancada. En esa conversación, el gobernante le ofreció a Vásquez el premierato, de acuerdo a fuentes palaciegas. El encuentro acabó a las 9:30 de la noche.

Mirtha Vásquez registró su ingreso como una visita para Auner Vásquez, el poderoso asesor de Castillo. Este ya había sondeado antes a la exparlamentaria de izquierda, en medio de una crisis política a mediados de agosto en la que los cambios de ministros fueron finalmente abortados. 

Al día siguiente, el pasado miércoles 6 de octubre, Mirtha Vásquez volvió temprano a la Casa de Pizarro: 8 de la mañana. En ese mismo momento, los ministros llegaban a Palacio para la reunión tradicional del Consejo. 

Castillo, sin embargo, llamó a Bellido para reunirse y le pidió que cancele la sesión del Gabinete. Luego le pidió la renuncia. A Guido Bellido la noticia lo habría tomado por sorpresa. Según dos fuentes consultadas por Sudaca, el mandatario le explicó al bocazas de su premier que no iba a presentar cuestión de confianza y que quería evitar confrontaciones con la oposición. Bellido, de acuerdo a las fuentes, habría dicho que él sólo se limitó a seguir los lineamientos del partido, Perú Libre, y que debería consultarle a la agrupación que lo llevó al poder sobre la decisión.  

“Bellido le comentó al mandatario que se había vuelto incómodo para los poderes fácticos por colocar en agenda el tema de la renegociación del gas de Camisea y por abrir la puerta para que las comunidades sean proveedoras de servicios de las mineras tras el acuerdo con la empresa MMG, que opera Las Bambas”, dice una de las fuentes consultadas. 

Mirtha Vásquez y Pedro Castillo
El 6 de octubre, el registro de visitas de Palacio consigna que Mirtha Vásquez entró a Palacio a las ocho de la mañana, poco antes de que el presidente Castillo le pidiese la renuncia a Guido Bellido en el cargo de primer ministro.

LAS NEGOCIACIONES

Tras deshacerse de Bellido, Castillo empezó a rearmar su equipo con Mirtha Vásquez. Pero había un obstáculo: Cerrón y el ala dura de Perú Libre le exigieron al jefe de Estado mantener su “cuota de poder” en el Gabinete. Es decir, cuatro ministros. También demandaron la salida del ministro de Justicia, Aníbal Torres, y el de Defensa, Walter Ayala, por no alinearse con el partido

El ala dura del partido recomendó a Luis Barranzuela, abogado de Vladimir Cerrón en una investigación por lavado de activos, para Interior. Barranzuela fue promovido por Bermejo y entrevistado por el presidente el martes en la noche, según una fuente del Gabinete saliente. Él y Raúl Noblecilla, socios en un estudio jurídico y abogados de Cerrón,  estuvieron el fin de semana en el Valle de los Ríos Ene, Apurímac y Mantaro (VRAEM) para promover una campaña en rechazo a la erradicación de la hoja de coca. 

BarranzuelaBarranzuela
El nuevo ministro del Interior, Luis Barranzuela Vite (en círculo), en el VRAEM la semana pasada, en campaña contra la erradicación de la hoja de coca. Lo acompaña Raúl Noblecilla, el abogado de Vladimir Cerrón.

Finalmente Barrenzuela fue nombrado en reemplazo de Juan Carrasco. Fuentes allegadas al exfiscal anticorrupción dicen que fue removido por pedirle la renuncia a la viceministra de Orden Interno, Olga Chahua, una recomendada del presidente Castillo. Perú Libre también logró colocar al ingeniero industrial Eduardo González Toro, como ministro de Energía y Minas. González Toro postuló al Congreso, en el 2016, por Perú Libertario, el embrión de Perú Libre. 

Olga Chagua y Pedro Castillo
Julio, 2021. Olga Chagua Timoteo, viceministra de Orden Interno, en una foto de archivo con el presidente Castillo. Juan Carrasco pidió su salida antes de ser removido del cargo. Ella es recomendada del mandatario. Foto: Facebook de Olga Chagua.

La parlamentaria Betssy Chávez, militante de la agrupación oficialista y distante de la línea dura, fue nombrada ministra de Trabajo en reemplazo del cuestionado Íber Maraví. La decisión causó la molestia del legislador y aliado del presidente Castillo, Edgar Tello, quien salió públicamente a protestar por la conformación del Gabinete. Maraví, como Tello, impulsan la Federación Nacional de Trabajadores en la Educación del Perú (Fenate Perú), el gremio fundado por el presidente Pedro Castillo.

“Guido Bellido ha estado haciendo su trabajo, pero ha habido presión de un gran sector de la prensa nacional, de la derecha y de los grupos caviares”, dice a Sudaca el congresista de Perú Libre, Álex Flores. La bancada oficialista, en un comunicado, anuncia que no será oposición al gobierno pese a las discrepancias. Bellido, el provocador profesional, seguirá en política, específicamente en el Congreso. La arena movediza está más revuelta que nunca. 

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Guido bellido, Pedro Castillo

El gobierno del profesor Castillo nació sin cabeza y fue creciendo desorganizado. Desde la campaña electoral, los peruanos sabíamos -sí, tú sabías- de las deficiencias y la evidente falta de liderazgo de Pedro Castillo, no como líder sindical o político cajamarquino; sino para un cargo presidencial. Los dos primeros meses de gobierno no tuvimos una real figura de presidente que sepa dónde está parado y tome el timón del país con una seguridad que no haga dudar. Pero esas dudas sobre Castillo que se hicieron tendencia en Twitter durante la campaña electoral ahora se han convertido en certezas. Tenemos un presidente débil, pero sus fanáticos seguidores no lo quieren decir.

Es evidente que Pedro Castillo calló y pasó por paños tibios por largos dos meses -tiempo en el que su imagen como «líder» se debilitó- las acciones y declaraciones irresponsables e impertinentes, no sólo de Guido Bellido, también de otros ministros cuya continuidad sólo ayudó a dejarnos claro que Castillo no es el líder que necesitamos.

Sin embargo, el twitt que colmó la «paciencia» o quizás sacudió, sólo un poco, al presidente fue el que publicó el expresidente de Consejo de Ministros, Guido Bellido, respecto a Camisea. El premier, quien debe responder al presidente, pretendió marcar la agenda al mismo, sin reunión de Consejo de Ministros, sin una llamada al jefe del Estado. Guido Bellido se creyó el Sony Corleone izquierdista de la política, pero sólo quedó como un Fredo Corleone en su escaño.

Señor presidente: usted permitió que le marcaran la agenda durante estos meses y delegó el poder que le dimos para que lo ejerzan los más radicales del partido que lo llevó al poder: Perú Libre. Sin embargo, con sus nuevas alianzas vemos cómo de un error pasa a otro de manera rápida, desleal y derrotista. Pedro Castillo ha cedido el manejo del país a esa izquierda «caviar», como muchos «opinólogos» y políticos de derecha han calificado, a un grupo de políticos y «opinólogos» con tendencias progresistas e izquierdistas que siempre ven la piedra en el ojo del adversario, pero jamás en el suyo. Yo los llamo la «Izquierda posera», que ha estado en diversos gobiernos, pero que siempre difunden el discurso del cambio.

Es importante hacer la pregunta: ¿Qué objetivo busca el presidente con este coqueteo en el tiempo con la izquierda de Verónika Mendoza? La excandidata presidencial está ubicando a sus «mejores» cuadros en el gabinete y ha logrado sentar en la PCM a su compañera Mirtha Vásquez, quien hasta el momento no tiene ningún cuestionamiento grave para manchar su inauguración como jefa de ministros, y ello genera más molestia en la oposición, porque saben que será un poco más complicado lanzar los dardos. Pero para nada imposible.

El presidente quiere cambiar la percepción y rostro de su gobierno que inició con el puño rojo de guerra, por otro puño rojo de guerra, pero con un discurso un poco más florido, sin llamar «explotadoras» a las empresas y que le encanta colgarse de la figura del genocida Alberto Fujimori para alborotar y hacer gritar a su público en Twitter, porque más allá no han logrado nada transcendental más que diversas marchas, nuevamente, contra los Fujimori.

Entiendo la molestia y sentimiento de traición de Perú Libre: el presidente está delegando la responsabilidad de gobierno a una izquierda «posera» que en las elecciones generales obtuvo 6.6% de la votación nacional, sólo un punto arriba del desaparecido Partido Morado, los dos partidos con menos representación en el Congreso. El Perú les dio la espalda, pero Pedro Castillo les está regalando el poder, sin merecerlo

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Guido bellido, Izquierda, Presidente Castillo

Todos los días de lunes a viernes «Si el Río suena» con Patricia del Río, entrevistas exclusivas. Este es nuestro episodio número 24.

Para el analista político José Carlos Requena, la principal motivación del presidente Castillo para mantener a Guido Bellido como premier habría sido la desconfianza en el entorno político al que recién ingresaba.

Además, en conversación con nuestro comentarista económico David Rivera comentamos cómo este nuevo gabinete puede mejorar la situación económica del país.

Y recuerda que los jueves también puedes darle una mirada divertida a la coyuntura del país en nuestro segmento «Golpe Bajo» con Jenny Llanos.

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Todos los días, de lunes a viernes, Alexandra Ames, David Rivera y Paolo Benza discuten los temas más importantes del día por Debate. En nuestro episodio número 234: Castillo le pidió la renuncia a Bellido. Analizamos a los voceados para los recambios en el Gabinete. ¿Quién es el real ganador de la batalla en el Ejecutivo?

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Lima – Perú

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Guido bellido, Presidente Castillo

Sobre la Autoridad para la Reconstrucción con Cambios (ARCC) hay dos consensos. Uno es que sus tres primeros años han estado marcados por la incompetencia, lo que impidió avanzar con las obras en las regiones afectadas por el Fenómeno del Niño del 2017. El segundo es que la actual gestión, a cargo de Amalia Moreno Vizcardo, fue la que empezó a destrabar el asunto.

Hoy el gobierno del lápiz quiere remover a Moreno, abogada especializada en gestión pública, quien llegó al puesto en octubre del 2019. Asumió el cargo luego de ser responsable de la estrategia de los convenios de gobierno a gobierno para los Juegos Panamericanos, uno de los factores que permitió llegar a tiempo con la infraestructura del evento.

El pasado viernes 1 de octubre, la directora ejecutiva de la ARCC recibió la llamada de un funcionario de la Presidencia del Consejo de Ministros, según una fuente con conocimiento del episodio. A pedido del premier, este funcionario le pidió a Moreno su carta de renuncia. Moreno estaba aquella mañana en el Congreso, presentando los avances de su gestión ante una comisión especial.

La persona que la llamó, según la misma fuente, es Carlos Zavala Polanco, encargado de la Secretaría Administrativa de la PCM. Zavala −un abogado de carrera en el Estado− pasó a aquel cargo durante el gobierno de Martín Vizcarra. El último 30 de julio, a poco de asumir el gobierno del lápiz, tuvo una “reunión de trabajo” con el recientemente nombrado jefe del Indecopi, Julián Palacín. Sudaca llamó al emisario del premier varias veces a su celular, pero no obtuvo respuesta. 

Amalia Moreno se había reunido con Guido Bellido en dos ocasiones. La primera fue el 4 de agosto, pocos días después de que él asumiera la jefatura del Gabinete. En la reunión, la abogada le presentó los avances de su trabajo. La segunda vez lo vio en la oficina del presidente, el 9 de agosto. Afinaron detalles del viaje de Pedro Castillo a Piura, una de las regiones más afectadas por el Fenómeno del Niño del 2017.

En ambas reuniones, registradas en los cuadernos de visitas, la abogada no recibió ninguna señal de que sería removida, según fuentes cercanas a la autoridad. De modo que la reciente llamada la sorprendió. Por eso, no presentó su renuncia de inmediato. Pidió, por el contrario, una reunión con Guido Bellido, su jefe directo y a quien corresponde comunicarle su despido. Hasta el cierre de esta edición, aquel encuentro no ocurría.

Los rumores sobre la salida de Moreno, sin embargo, ya empezaron a correr entre autoridades y dirigentes de varias regiones. Sudaca conversó con algunos de ellos, quienes temen que la ARCC sea copada por gente cercana a Perú Libre sin experiencia en estas lides. O, peor aún, por personajes cuestionados. Ya sucedió en Indecopi, con Julián Palacín, y en EsSalud, con Mario Carhuapoma.

“Si cambiamos de jinete a mitad de carrera, ¿nos vamos a encontrar con qué? ¡Vamos a perder la carrera!”, dice el dirigente del Alto Piura Alejandro Raffo Risco, del colectivo “Guido Raffo Varona”, que impulsa el proyecto de reservorios en su localidad.

“Nosotros con la doctora Amalia Moreno teníamos casi hecho el cronograma para incluir reservorios en el Alto Piura para que cuando crezca el río retengan el agua y no se vayan al Bajo Piura. Ella estaba dando indicaciones para que esto entre en el convenio de gobierno a gobierno con el Reino Unido”, cuenta Raffo. El dirigente anuncia que, si la salida de Moreno se concreta, han coordinado una movilización junto a dirigentes del Bajo Piura.

En la región quedan pendientes varias obras, como el proyecto integral del río Piura, que apunta a controlar inundaciones y que debería ser entregado hacia noviembre de este año. A nivel nacional también: por ejemplo, supervisar los contratos con el gobierno británico por más de S/6.000 millones y otros 11 en proceso de selección por S/2.646 millones. “Los ingleses no son como los peruanos. Quieren gente con experiencia y ese es el problema”, argumenta Angélica Palomino, excongresista por el Partido Morado. Palomino fue vicepresidenta de la Comisión de Seguimiento a la Reconstrucción hasta julio de este año.

«El avance de la [ARCC] en mi región [Piura] ya estaba al 60% después de cuatro años de haberse iniciado. Desde que ella ingresó, no ha habido adendas de contratos. Y lo otro que ha hecho es acompañar con equipos técnicos a casi todos los alcaldes distritales. A todos les han salido sus obras de reconstrucción con cambios. ¿Qué hicieron los anteriores directores? No hicieron nada”, apunta.

Según cifras de la ARCC, durante la gestión de Moreno -desde octubre del 2019- se han triplicado las obras terminadas a nivel nacional. Pasaron de 1.748 a 4.983 obras, un crecimiento de 265% de ejecución en comparación a los inútiles años 2017, 2018 y 2019. Una de las claves fue que dejó de ser un ente netamente financiador y empezó a ejecutar por sí mismo varios proyectos.

En Sudaca ya habíamos reportado cómo el Minedu había sido incapaz de reconstruir los colegios que le correspondían, mientras que la ARCC se había puesto las pilas el último año.

El temor por el cambio de Moreno ha generado más pronunciamientos. La Cámara de Comercio de Piura, por ejemplo, ha señalado que reemplazar a la cabeza de la ARCC “pone en peligro el proceso de reconstrucción”. Decenas de alcaldes de Áncash, Cajamarca y Ayacucho se han comunicado con la alta dirección de la ARCC para mostrar su preocupación, según pudo confirmar este medio. 

“Estamos coordinando con los alcaldes de la región para respaldarla. Lo que no hemos hecho en dos años, lo hemos logrado en seis meses con su gestión. Que se cambie sería un retraso”, dice, por ejemplo, Juan García Moscoso, alcalde del distrito de Culebras (provincia de Huarmey, Áncash). 

La decisión de cambiar a Moreno se da mientras que el gobernador regional de Piura, Servando García, la critica por no aprobarle expedientes técnicos de algunas obras. “No le apruebo porque me presentan expedientes técnicos que no van en la línea de la reconstrucción. ¿[Acaso] va a insistir para que mi sucesor o sucesora en el cargo haga algo ilegal? ¿Eso es lo que él pretende?”, respondió la funcionaria en una reciente entrevista con El Tiempo de Piura. 

Las cifras de la última gestión al mando de la ARCC, que son irrebatibles, no parecen ser suficientes para evitar que ruede la cabeza. Salvo que la PCM varíe su decisión a última hora, el recambio es inminente. 

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Amalia Moreno, Guido bellido, Reconstrucción con Cambios

En Palacio hay un hombre que guía cada paso de la máxima autoridad de la Nación. Se trata de Auner Vásquez Cabrera, jefe de gabinete técnico de la presidencia de la República y principal asesor de Pedro Castillo. Este consejero controla la agenda del jefe de Estado, da luz verde a los nombramientos de altos funcionarios y pone distancia con el ala dura de Perú Libre, liderada por Vladimir Cerrón, de acuerdo a diversas fuentes consultadas por Sudaca.

Vásquez exhibió su poderío el miércoles pasado, cuando acompañó al presidente en la reunión de emergencia que tuvo con un grupo de congresistas de oposición. La cita se produjo en medio de una nueva crisis política desatada por el premier Guido Bellido, quien había advertido que presentará una cuestión de confianza si se censura al ministro de Trabajo, Íber Maraví. 

Según fuentes de Palacio y de Perú Libre, Auner Vásquez fue el facilitador del encuentro entre el presidente y la comitiva opositora, que fue encabezada por la titular del Congreso, la accionpopulista María del Carmen Alva. Y es que el asesor mantiene buenas relaciones con el partido de la lampa tras postular –sin éxito– con esa camiseta a la alcaldía del distrito cajamarquino de Tacabamba, en 2018. 

Vásquez no es visto con buenos ojos por el bloque cerronista por ese antecedente. El ala más radical del lápiz considera que debió persuadir al presidente para que no reciba a la delegación parlamentaria. “[Vásquez] hizo que el presidente cayera en la trampa de María del Carmen Alva para tratar de desactivar la cuestión de confianza”, dice una fuente alineada con Guido Bellido. Esto, en referencia al tuit de la presidenta del Congreso, según el cual Castillo aseguró que “no está en agenda” plantear una medida política extrema. 

¿De dónde viene el poder de Auner Vásquez? Él, al igual que Pedro Castillo, es natural de Tacabamba. “Auner nació en el mismo caserío donde trabaja el profesor, en Puña. Ellos se conocen porque están en la misma comunidad. En la segunda vuelta él decide apoyar a su paisano Pedro Castillo”, dice el excongresista de Alianza Para el Progreso, César Vásquez, también natural de Tacabamba. 

En la segunda vuelta Auner Vásquez, abogado de profesión, defendió a Perú Libre en el Jurado Nacional de Elecciones frente a las acusaciones de fraude sin pruebas de Fuerza Popular y sus aliados. El tacabambino se ganó la confianza del presidente y fue nombrado como su asesor principal en Palacio. Vásquez, inmediatamente, entró en acción y exhibió sus diferencias con los emisarios de Vladimir Cerrón. 

Por ejemplo, Auner Vásquez fue quien llamó al constitucionalista Francisco Eguiguren para pedirle una opinión sobre el rumbo del gobierno, de acuerdo a una fuente con conocimiento del tema. Eguiguren recomendó la salida de Bellido y otros ministros cuestionados para darle gobernabilidad al régimen. El asesor coincidió con esta idea y se la transmitió al presidente y al ministro de Justicia, Aníbal Torres, quienes estuvieron de acuerdo. Eguiguren explicó su posición en la reunión del 21 de agosto en la casa de Aníbal Torres, que reseñó Sudaca. 

Al día siguiente de esa cita, mientras Cerrón acusaba al presidente de traición por redes sociales, Auner Vásquez llamó a la expresidenta del Parlamento, la cajamarquina Mirtha Vásquez, de acuerdo a “IDL Reporteros”.

“Justo esa semana en la que se produjo la conversación en casa de [Aníbal] Torres, Auner Vásquez me llamó un domingo por la noche. Se presentó y me dijo que era su paisano. Y quería reunirse conmigo y el presidente lo más rápido posible. Le dije que no podía en ese momento. Quedó en llamarme, pero nunca me llamó. Yo sé que ese fin de semana estuvieron viendo cambios en el Gabinete”, dice a Sudaca Mirtha Vásquez. Agregó no saber si le iban a ofrecer el premierato. 

Tras la mediación de Verónika Mendoza, aquel plan para cambiar a Bellido abortó rápidamente. Pero continuaron las escaramuzas entre Auner Vásquez y la Presidencia del Consejo de Ministros (PCM). El 7 de septiembre Vásquez convocó a los coordinadores parlamentarios y asesores de los ministerios –excepto a representantes de la PCM– para afinar las relaciones con los congresistas de la bancada oficialista y entre las diversas carteras. Así quedó plasmado en el registro de visitas de Palacio. La convocatoria fue interpretada por el bloque radical de Perú Libre como un intento por centralizar su poder y saltarse a la cabeza del Gabinete. En suma, un nuevo golpe del asesor a Guido Bellido. 

7 de septiembre. El registro de visitas de Palacio consigna el encuentro entre coordinadores parlamentarios y asesores de ministerios con Auner Vásquez, que incomodó en la Presidencia de Consejo de Ministros.

Vásquez ha ido cobrando peso en la dinámica del gobierno. Incluso ya se reúne con congresistas a nombre del presidente de la República. El 14 de septiembre el asesor tuvo un encuentro en Palacio, cerca de dos horas, con la mayoría de integrantes de la bancada de Acción Popular, a excepción de María del Carmen Alva. El cónclave también quedó grabado en el registro de visitas. 

“La reunión iba a ser con el presidente, pero finalmente nos reunimos con su asesor. Le expusimos los problemas de agua, desagüe y la falta de hospitales en las regiones. Él tomó apuntes. No nos hemos vuelto a juntar”, dice el parlamentario acciopopulista José Arriola. 

14 de septiembre. La reunión entre Auner Vásquez Cabrera, asesor principal del presidente, y congresistas de Acción Popular, según el registro de visitas de Palacio.

Vásquez es un enlace natural entre el gobierno y Acción Popular. El poderoso consejero habría impulsado, por ejemplo, la visita de Castillo al Congreso para pedirle a la Mesa Directiva que entreguen la presidencia de la Comisión de Educación a Perú Libre, de acuerdo a fuentes del partido. Además, tiene conexiones con Alianza Para el Progreso, agrupación a la que asesoró legalmente en 2016.

En el Gabinete, Vásquez es cercano al ala moderada, integrada por Aníbal Torres, el ministro de Economía y Finanzas, Pedro Francke, y la ministra de Desarrollo e Inclusión Social, Dina Boluarte. Este grupo tiene recelo de los radicales del lápiz y apuesta más por el pragmatismo para pasar sin turbulencias los primeros meses de gobierno. Vásquez es un abanderado de esa postura, según una fuente cercana al asesor. 

21 de septiembre. Auner Vásquez Cabrera, jefe del gabinete técnico de Presidencia, con el ministro de Economía, Pedro Francke, en la sede del Fondo Monetario Internacional, en Washington.

El poder de Auner Vásquez es tal que los nombramientos de los altos funcionarios necesitan de su luz verde. “Vásquez es el que aprueba o desaprueba las propuestas para los puestos de viceministros u otros altos funcionarios. El presidente confía mucho en él”, dice una fuente de Palacio.

Vásquez, de acuerdo a miembros de Perú Libre, dio el visto bueno a la controvertida designación del jefe de la Dirección Nacional de Inteligencia, José Fernández Latorre, excomisario de Tacabamba, la ciudad natal del asesor y del presidente. También dio su bendición para la contratación del polémico Mario Carhuapoma como presidente de Essalud. 

El asesor presidencial se ha afianzado al interior de Palacio y se ha jalado a los abogados cajamarquinos Óscar Cabrera y Eder Vitón. El primero fue candidato de Fuerza Popular al gobierno regional de San Martín, en el 2018, mientras que el segundo fue socio de su estudio jurídico, creado en el 2020.  

Con incluso más poder que otros asesores presidenciales de gestiones recientes, Auner Vásquez es el gurú político de Pedro Castillo. Cada palabra o cada silencio del presidente tiene su huella.

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