IPE

El dólar alcanzó su punto más alto durante esta semana fijándose en S/3.9. Frente a ello, Diego Macera, gerente general del Instituto Peruano de Economía (IPE) recuerda que lo primordial es la decisión del Jurado Nacional de Elecciones, y a partir de ello empezar con nombramientos de las instituciones económicas más importantes de nuestro país, para alcanzar mayor estabilidad.

¿Cuáles son los principales retos que el próximo Gobierno deberá afrontar para la reactivación económica?

La pandemia y la economía. Esos son los dos temas gruesos que tenemos pendientes en términos de política directa que puede implementar el Gobierno. A una escala mayor está la suerte de ingobernabilidad crónica en términos políticos a los que podríamos estarnos dirigiendo a partir de lo que ha pasado en los últimos cinco años en la política peruana. El reto más amplio es una sana relación política entre los poderes del Estado.

¿Cómo ve esa posible relación de estas dos fuerzas que están tan opuestas?

Yo esperaría que lo que ha pasado en los últimos cinco años pueda servir de lección sobre lo nefasto que es mantener este tipo de tensión, la confrontación mutua, de vacancias, este uso de las llamadas “herramientas armas nucleares” que están en la Constitución. Yo espero que los últimos cinco años han servido de lección sobre lo que no se debe hacer, y que a partir del 28 de julio podamos ver posiciones mucho más moderadas, dispuestas a consensuar en todo lo que sea posible y a la vez mantenerse respetuosas a la Constitución. Por poner un ejemplo, creo que hubo demasiadas instancias en las que el Congreso anterior ha pasado normas que podían tener visos de inconstitucionalidad y en ocasiones han sido correctamente derivadas por el Ejecutivo al Tribunal Constitucional. Entonces creo que este es el ejemplo del Congreso en el que no deberíamos persistir.

Esta semana se ha hablado sobre la permanencia de Julio Velarde en el BCR ¿cómo ve esta posibilidad?

Él ha sido, sin duda, una de las personas más importantes en la economía peruana de los últimos años. Su presencia ha sumado muchísimo a la estabilidad monetaria y el liderazgo que ha tenido frente al Banco Central de Reserva. El banco es una institución muy sólida, y la expectativa es que, sea Julio u otra persona, tenga un perfil y un profesionalismo muy parecido. El BCR es de las pocas instituciones públicas peruanas que tranquilamente tienen talla mundial justamente sobre la estabilidad monetaria.

Esta semana hemos visto una baja en el dólar. ¿Se puede vincular a las declaraciones de Castillo sobre Velarde o es que se viene un proceso orgánico de estabilidad?

El 3.9, rozando los S/4 ha sido el punto máximo al que llegamos y hoy estamos a la expectativa de las siguientes decisiones que se tomarán, y aquí entran los nombramientos. Primero está la decisión final que corresponde al Jurado Nacional de Elecciones. Esa es la madre de las decisiones. Cuando ya tengamos un presidente o presidenta, harán los nombramientos tanto del Banco Central de Reserva, del Ministerio de Economía y Finanzas y la Presidencia del Consejo de Ministros. Esos son los tres nombramientos que tendrán más atención. Los diferentes agentes económicos van a empezar a sacar conclusiones o van a tratar de anticipar qué significan esos nombramientos sobre el futuro económico de los siguientes meses. En base a eso se van a tomar decisiones de inversión, algunas de corto plazo. En esas decisiones, las que primero reaccionan son las variables financieras: el dólar, el tipo de cambio y la evolución de la bolsa de valores.

¿Qué otros factores podrían ayudar a que el dólar se estabilice en el mediano plazo, es decir, hacia fines de este año?

Hay decisiones de política monetaria, algunas que dependen del Banco Central de Reserva, respecto del Sol, u otras políticas como lo que decida la FED, el banco central norteamericano. Está también el precio del cobre; si su precio se mantiene por encima de los $4 la libra. Eso normalmente ha tenido el efecto de empujar el tipo de cambio para abajo y es lo que se ha visto en estos últimos años en el Perú. Lamentablemente por la coyuntura política es que esta relación se rompió. Cuando hemos tenido el precio del cobre alto, el tipo de cambio estaba abajo. Por la coyuntura política, esta relación ya no funcionó.

Tuvimos el precio del cobre en récord al alza y el tipo de cambio también. La expectativa de mediano plazo es que si las condiciones de políticas mejoran, esto empiece a jugar a favor de la entrada de dólares en la economía a partir de las exportaciones y eso debería tener una presión a la baja del tipo de cambio. De repente no podemos volver al 3.5, pero ciertamente pueda ubicarse más bajo de lo que tenemos hoy.

Vinculado al proceso de vacunación, ¿cuáles serían los sectores más fuertes al darse una mayor reactivación de las actividades laborales?

El sector grande que concentra más gente es el sector servicios y es el sector que ha estado más golpeado en esta en esta coyuntura. Dentro del sector servicios hay diferentes actividades que han tenido comportamientos bien disímiles. Las financieras, por ejemplo, han podido mantener operaciones. Pero por otro lado tienes servicios turísticos donde el golpe ha sido muy duro. Creo que cuando uno habla de la reactivación en el sector servicios, tiene que empezar a diferenciar las dinámicas concretas de cada tipo de actividad. En el caso de turismo, es algo que posiblemente tome más tiempo estabilizarse, porque implica recibir flujos de turistas del exterior.

Hay otras actividades que con la vacunación ya empezarían a normalizarse mucho más, como el sector construcción, sector minería y sector manufactura. Hay uno muy grande que también empieza a tomar viada: el sector comercial. Esto con un avance bueno de la vacunación. Yo creo que estamos en ruta, ojalá a un rebote económico durante el 2021 de dos dígitos, es decir por encima del 10%.

 

Foto de portada: Revista Rumbo Minero.

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BCR, Diego Macera, Dólar, IPE, Julio Velarde

Tras 15 meses, aún no estamos libres de la pandemia y seguimos haciendo frente a los efectos económicos del cese de actividades debido a ella. Según el Instituto Peruano de Economía (IPE), durante el segundo trimestre del 2019 se perdieron 6 millones de empleos y la población ocupada se redujo en 39.6%; el Producto Bruto Interno (PBI) se redujo 30.2% durante el mismo periodo; las expectativas de crecimiento pasaron de cifras positivas de entre 2% y 3% a inicios del año, a una contracción de niveles cercanos al 14%; entre otros.

Durante el 2020, solo en Lima se perdieron 1.1 millones de empleos. En ese contexto las organizaciones (y todos en general) debemos estar preparados. ¿Cómo hacerlo? Un informe del MBA en Emprendimiento Digital del IEBS, escuela digital de Negocios de la Innovación y Emprendimiento, indica los retos que prevén para las empresas frente a una posible tercera ola de Covid19.

Digitalización de los negocios

Este proceso se puso rápidamente en marcha al iniciarse la primera cuarentena por la pandemia, pero sigue siendo la tarea pendiente para muchos negocios que ya no pueden dejar pasar. Entre los muchos desafíos que se pueden presentar están la facilitación de buenas conexiones, comunicación y resistencia frente a cualquier ataque de ciberseguridad.  Habrá empresas que tendrán que valorar la implantación de la automatización y robotización. Por ejemplo, en aquellas tareas que puedan ser recurrentes en ciertos sectores industriales y administrativos.

Potenciar el teletrabajo

Mejorar las condiciones del teletrabajo e intentar la flexibilización laboral será otro reto de las empresas para afrontar esta tercera ola. El teletrabajo ha venido para quedarse y las empresas tendrán que renegociar con sus trabajadores nuevas fórmulas más adaptadas al momento y a la situación sanitaria, económica y social. Recordemos además, que con la nueva Ley de Teletrabajo, son algunos servicios los que deberían ser costeados por los empleadores, como el uso de Internet.

Comunicación y empatía con los trabajadores

Tener un equipo unido, con buena comunicación y confianza ahora resulta fundamental. Los trabajadores constantemente sienten gran incertidumbre por la situación de crisis generalizada en la que vivimos. La comunicación con ellos, informarles de la situación en la que se encuentra la empresa, las necesidades que tiene y los retos a los que se enfrenta es una manera de fortalecer los lazos entre la empresa y los trabajadores.

Mantener ilusión

Quizás, el último reto, pero no el menos importante de las empresas para afrontar la pandemia por Covid-19 es mantener la ilusión y la motivación en la empresa, y sobre todo en los proyectos en los que se encuentran trabajando. Es necesario mantener y fomentar las ganas y la esperanza de que todo va a salir bien, así como claridad en la comunicación para reducir los niveles de incertidumbre en los equipos. Procura mostrar que en los desafíos se pueden crear nuevas oportunidades.

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Covid-19, IPE, Negocios, Tercera ola
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