En conclusión, las leyes peruanas protegen y regulan la explotación sostenible de los recursos naturales del país, lo que genera beneficios económicos a través de la modalidad de regalías y canon. La inversión en recursos naturales también contribuye a la generación de empleo y actividad comercial en las zonas de influencia de los recursos.
Este año tienen la proyección de duplicar las ventas y continuar con el crecimiento exponencial de la compañía. “Estamos desarrollando mercados con la visión de expandirnos a otras ciudades donde tenemos empresarios potenciales. El fortalecimiento del eje troncal es importante en el camino y la institucionalidad de nuestras oficinas de la ciudad de La Paz, Cochabamba, Tarija”. Pronto Teoma en Bolivia tendrá nuevas sucursales para llegar a todos los rincones y continuar generando abundancia en todas las familias bolivianas.
El presidente responde sobre Cuba, Venezuela y el mar para Bolivia. Repsol no pudo evitar que los residuos del primer derrame terminen en el mar. ¡Y el allanamiento a PBO radio!
Si es cierto que Castillo está siquiera elucubrando la posibilidad de darle salida soberana al mar a Bolivia por territorio peruano, como ha denunciado un importante grupo de diplomáticos peruanos, encabezados por el excanciller Allan Wagner, bastaría y sobraría como causal, no solo de vacancia, sino de acusación de traición a la patria.
Finalmente, gracias a la presión política desplegada, la cumbre Runasur, prevista para los próximos días, ha sido cancelada. En ella, bajo el liderazgo de Evo Morales y so pretexto de un discurso anticolonial y anticapitalista, se buscaba infiltrar a la región de un espíritu antirepublicano que, como cereza del postre, contenía dicho “obsequio territorial” del Perú a Bolivia.
No es broma lo que se está queriendo gestar, porque supondría la destrucción de las democracias representativas en la región -máxima aspiración republicana- y su reemplazo por asambleas plurinacionales, que a la postre ocultan una vocación dictatorial, como las que se aprecian en los países contaminados por su ideología de base.
Geopolíticamente, es menester actuar preventivamente respecto de semejante proyecto. Hay una clara insatisfacción subregional por parte del mundo andino -en particular del sur- en relación a la dinámica social capitalina o costeña, que ya es aprovechada por caciquismos regionalistas que aparecen y triunfan en cuanto proceso electoral local existe (los partidos nacionales hace tiempo han sido borrados del mapa electoral en estas regiones), y que podría crecer si se le soslaya.
Por lo pronto, se necesita modificar sustantivamente tres temas cruciales: uno, la descentralización, que solo ha dado pie, en muchos casos, a ineficiencias pavorosas en el manejo administrativo de los recursos públicos que en estas localidades se manejan; dos, la legislación del canon y las regalías mineras, que han permitido que buena parte de los dineros que provee la actividad capitalista moderna termine en los bolsillos de autoridades corruptas y no directamente en los que deberían ser beneficiarios (quizás la propuesta de Keiko Fujimori de hacer entregas monetarias directamente a los ciudadanos, pecaba de individualista y por eso fue rechazada por los propios electores locales, pero el reparto directo, soslayando a los gobiernos subnacionales, es una buena idea que debería cuajar, tal vez en favor de las comunidades y no de los individuos); y, tres, debe emprenderse una cruzada nacional contra las mafias delictivas que prosperan en las zonas mencionadas, atentando directamente contra el Estado-Nación (quizás Puno sea el mejor ejemplo: allí coexisten el contrabando, el narcotráfico, la tala ilegal, la trata de personas y la minería informal, todas contestatarias del ente estatal).
-La del estribo: emocionante ver el documental Get Back del director neozelandés, Peter Jackson, sobre imágenes inéditas del proceso creativo del álbum Let it be, de The Beatles, y que se propala en Disney Channel, pero que, faltaba más, ya su proveedor favorito tiene. Quien escribe es un flamante sesentón que siempre prefirió a los Rolling Stones -vieja “querella” entre aficionados-, pero que se rinde ante la genialidad de los de Liverpool, más aún luego de ver las casi ocho horas estupendas que dura este documental que muestra las entrañas, ya finales (culmina con su última actuación en vivo en la famosa azotea de Apple, poco antes de su ruptura definitiva), del grupo musical británico.
El paso de Evo Morales por Lima hace dos semanas no solo tuvo motivos políticos, sino también comerciales. Minutos antes de su presentación frente a los profesores de laFederación Nacional de Trabajadores en Educación (Fenate-Perú) -el sindicato vinculado a Pedro Castillo-, un empresario boliviano aprovechó la audiencia para ofrecer la ‘Virus Block Out’ o ‘tarjeta bloqueadora’. Se trata de un producto similar a un fotocheck que emana un gas de dióxido de cloro. Al hacerlo, aseguró el hombre de negocios, el químico “limpia” las partículas de Covid-19 que se encuentren en el aire. ¡Otra falsa proeza de la lejía milagrosa!
Riky Moppi, quien se presenta como representante legal de la empresa boliviana Jaitana Group, anunció aquel 11 de agosto que estas tarjetas pronto se comercializarán oficialmente en nuestro país, a pesar de que -como veremos más adelante- otra empresa ya lo hace con un producto similar y al margen de las leyes sanitarias. Expertos aseguran que la sustancia que sale del artefacto no previene el Covid-19 y es potencialmente dañina.
Riky Moppi, representante legal de Jaitana Group – Tarjeta 360, envió este video donde aparecen Pedro Castillo y Dina Boluarte usando la tarjeta ‘Virus Block Out’. La imagen de Castillo con la tarjeta ha sido manipulada. En la foto real no se aprecia ese producto sobre su cuello (ver fotos abajo).
“Es una tarjeta de bioseguridad que desinfecta el medio ambiente. El clorito de sodio más el dióxido de titanio, esos dos químicos con el oxígeno, activan el químico. Ese momento de activación libera el gas de dióxido de cloro con doble oxigenación. Pero para el ambiente, no para ingerirlo […] No es para tomar, como el té, actúa en el exterior”, intentó explicar Moppi a Sudaca.
En aquella oportunidad, el empresario boliviano aprovechó en vender unas 100 tarjetas a S/10 cada una. “Hoy la vendemos a mitad de precio, a precio de introducción”, dijo en el auditorio de la Universidad Las Américas, una de las instituciones organizadoras del evento. Minutos después, Evo Morales haría su presentación -con la ‘Virus Block Out’ colgando del cuello- y aseguraría que la pandemia responde a una “guerra biológica” del capitalismo.
El 11 de agosto, Riki Moppi presentó la ‘Tarjeta Block Out’, que emana dióxido de cloro, en un evento organizado por la Fenatep con Evo Morales. La tarjeta no previene la Covid-19 y es potencialmente dañina.
Riky Moppi, uno de los principales promotores de estas tarjetas en su país, puso la mira en el mercado peruano. El empresario nos compartió un video promocional de ‘Virus Block Out’. Allí aparece un hombre que luce un sombrero similar al de Pedro Castillo. Mirando a la cámara, el sujeto dice: “Los peruanos se protegen con la tarjeta 360”.
En el mismo video se muestra una imagen de Castillo y la vicepresidenta Dina Boluarte luciendo una tarjeta similar al ‘bloqueador’ durante la presentación del equipo técnico, en mayo pasado. En los registros fotográficos de aquel día, sin embargo, únicamente Boluarte aparece con una tarjeta celeste sobre el pecho. Castillo no tiene ninguna. Desde Palacio aseguran a Sudaca que el presidente nunca ha usado ese producto.
¿Modificó Moppi la fotografía para sus fines comerciales? Todo indica que sí. En comunicación con este medio, el empresario niega alguna mala intención de su parte y señala que comerciantes de Paruro, a quienes les vendió el producto, le pasaron esa foto. Moppi asegura además que le regaló algunas tarjetas a Dina Boluarte el día de la proclamación en Ayacucho.
En el despacho de la vicepresidenta no recuerdan lo narrado por Moppi. “En la campaña de la segunda vuelta electoral un colega de Arequipa tuvo a bien obsequiarme un dispositivo que supuestamente protegía contra el Covid-19. Sin embargo, lamento que los promotores de dicho producto usen mi imagen para fines comerciales”, dice Boluarte para este informe. Ya ha pedido que su imagen sea retirada de cualquier publicidad.
Riky Moppi también aparenta estar bien contactado en el entorno del nuevo gobierno. Asegura, por ejemplo, que algunos docentes de la Fenate-Perú -que recientemente han formado el nuevo Partido Político Magisterial y Popular- consumen dióxido de cloro y que le han propuesto hablar con la bancada de Perú Libre para que lo inviten a exponer los beneficios de este producto en la comisión de Salud. Se retomaría así el propósito de la polémica comisión que promovía el uso de la ‘lejía milagrosa’ en el parlamento anterior.
Pero nuevamente Moppi es desmentido. En el gremio magisterial rechazan haberle propuesto algo similar al empresario y niegan estar promoviendo el uso del dióxido de cloro, ni como sindicato ni como partido, dice el secretario general transitorio de la Fenate-Perú, Segundo Vásquez.
En la Fenate tampoco sabían que Moppi iba a participar en el evento del pasado 11 de agosto. El ubicuo empresario dice a Sudaca que lo invitaron representantes de la Universidad Las Américas y la delegación boliviana.
EL FACTOR EVO
Riky Moppi deja claro que comparte con Evo Morales la teoría de que la pandemia es producto de una conspiración mundial. De hecho, el expresidente boliviano no titubeó en aquella jornada frente a los profesores cuando dijo: “Por ejemplo, sobre la pandemia, yo estoy casi convencido que esta pandemia es una guerra biológica. ¿El capitalismo qué exporta? Armas químicas, armas nucleares y hasta esta guerra biológica. Hace cuatro o cinco años, ¿qué decían? En la política del nuevo orden mundial, es importante una planificación». Morales llevaba la ‘Virus Block Out’ colgando del cuello.
La presentación de Evo Morales en la charla organizada por la Fenate-Perú. Usa la tarjeta ‘Virus Block Out’ y dice que el Covid-19 es una «guerra biológica» (ver minuto 1:18)
El cocalero no solo lanzó teorías conspirativas, también cuestionó la medicina occidental. Dijo, por ejemplo, que desde pequeño su mamá y su papá le curaban la tos haciéndole tomar su propia orina y con una planta oriunda de su país llamada “wira wira”.
“No me avergüenzo. Cuando estaba empezando como dirigente sindical, estaba en un encuentro nacional del movimiento indígena. Un viejito dijo [algo que] se me ha quedado grabado en la mente hasta ahora: ‘Desde Occidente, solo llega la sifilización; no la civilización. Me quedé sorprendido y parece que es verdad. Después de la sifilización, de esta pandemia, llega el medicamento, ¿quién gana [con] eso?”, señaló.
Lo cierto es que la tarjeta boliviana de nombre anglosajón está muy lejos de los respetables medicamentos ancestrales. Y es una amenaza para los incautos.
Moppi anunció aquel 11 de agosto que pretendía ingresar al Perú un lote de medio millón de estas ‘tarjetas bloqueadoras’. Dijo que se encontraba realizando los trámites de homologación del registro sanitario a través de un supuesto “convenio» entre ambos países por ser miembros de la Comunidad Andina (CAN).
“Si un producto peruano tiene registro en su país puede ir a Bolivia, a la Cancillería, y lo registra. Igual, para un boliviano que tiene un producto, puede ir a Perú con su registro sanitario y lo puede homologar para que ese producto tenga comercialización en dicho lugar. Es un convenio”, aseguró.
El ministro de Salud, Hernando Cevallos, lo desmiente. “No tengo la menor idea de qué [homologación de registro sanitario] está hablando ese señor. Mientras no haya una evidencia científica que le dé seriedad a esas tarjetas, no hay forma de que el Ministerio de Salud las valide. Ningún trámite se puede hacer sin que el Ministerio de Salud lo autorice. Todo lo que ingresa al país que tenga que ver con la salud pública tiene que ser validado por el ministerio”, dice Cevallos para este informe.
Sudaca ha podido confirmar, sin embargo, que otra empresa ya madrugó a Ricky Moppi y al Minsa. Se trata del ‘Consorcio Vive Salud’, ubicado en el distrito de Jesús María, que ofrece la tarjeta en redes sociales y en dos presentaciones: la de S/20, que tiene una duración de 30 días; y la de S/25, que puede ser usada el doble de tiempo. Nos comunicamos por teléfono con la empresa peruana y nos confirmaron que el producto “no posee registro sanitario”.
En comunicación con este medio, Riky Moppi dice que, a diferencia de otras empresas, la suya quiere contar con el registro sanitario en nuestro país. Mencionó, incluso, que ha enviado sus peligrosas propuestas a las tiendas Metro y Tambo para que sean puntos de venta.
Según el abogado Mario Amoretti, si el producto no demuestra ser efectivo -como que no lo es-, así tenga el registro sanitario, podría incurrir en los delitos de suministro infiel de productos farmacéuticos o estafa.
Preocupa que, ad-portas de una tercera ola, las ideas de Evo Morales y los empresarios que parecen rodearlo puedan calar en el aún indescifrable Pedro Castillo y su entorno. El ministro Cevallos será un filtro importante.
(*) Fotocomposición de portada: Leyla López
Fotos: Evo Morales aparece en el evento organizado por la Fenate-Perú, realizado el pasado 11 de agosto, en el auditorio de la universidad Las Américas. Porta la tarjeta ‘Virus Block Out’. (foto: Juan Carlos Chamorro)