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Dólar archivos | Página 2 de 4 | Sudaca - Periodismo libre y en profundidad

Dólar

Desde que comenzó el gobierno actual, el tipo de cambio ha tenido una tendencia hacia el alza. Subió luego del nombramiento del gabinete Bellido y, con su salida y el nombramiento de Mirtha Vásquez como primera ministra, de a pocos tendió a bajar, pero luego de pocos retornó a los 4 soles. De ahí que convenga analizar cómo se determina el precio del dólar en el Perú. Flotación administrada o sucia es el sistema cambiario que usamos. Mercado más intervención del BCRP.

El tipo de cambio se determina por el libre mercado; esto significa que, cuando existe abundancia de dólares, su precio tiende a bajar y, en situaciones de escasez, aumenta. La caída del precio del dólar se denomina apreciación del sol y su subida se llama depreciación del sol, pues el sol vale menos con respecto del dólar cuando el tipo de cambio sube.

Sin embargo, y a diferencia de otros mercados, el banco central (BCRP) interviene en el mercado para evitar fluctuaciones bruscas, pero no para alterar su dirección. Si por razones de mercado, el tipo de cambio sube, el BCRP no evitará que ello suceda, pero sí hará que la subida sea suave.

¿Y cómo lo hace el BCRP? Pues si observa que el tipo de cambio está subiendo de manera brusca, entonces vende dólares hasta asegurar que su aumento sea lento. Los dólares los toman de las reservas, más específicamente de la posición de cambio, que es una parte de las reservas. Si el precio del dólar bajara muy rápido, entonces el BCRP compraría dólares hasta que la caída sea lenta.

Se entiende, entonces, que el precio del dólar depende del mercado. Hagamos un poco de historia reciente. Entre 2003 y 2011 el enorme crecimiento de las exportaciones, en especial mineras, a China le generó un fuerte ingreso de dólares. El tipo de cambio bajó por esa razón y, cada vez que el BCRP consideró que la caída era brusca, compró dólares y así aumentó la posición de cambio, que es una cuenta del BCRP en la que se acumulan los dólares así comprados.

Luego de la primera vuelta electoral, ocurrieron dos hechos: por un lado, las personas (naturales y jurídicas) compraron dólares pues tenían la expectativa de que subiría más. El temor generó el aumento de la demanda. Por otro, una buena cantidad de dólares, por la misma razón, salió del país, reduciéndose así la oferta. Mayor demanda y menor oferta solo pueden resultar en el aumento del tipo de cambio. Muchos analistas criticaban al BCRP. Sin embargo, y a pesar de la incertidumbre política, el BCRP logró estabilizarlo a través de la venta de dólares.

¿Y por qué el BCRP no fija el tipo de cambio? Los controles de precios generan daño a la economía. Y el tipo de cambio es el precio del dólar. Nadie puede adivinar en cuánto tendría que estar el tipo de cambio. En la década de los 80 teníamos un tipo de cambio fijo, llamado dólar MUC (mercado único de cambios), y lo único que se logró fue un enorme mercado negro en el que el dólar se transaba a un precio muy alto. En ese sistema, el BCRP asignaba los dólares al tipo de cambio indicado por él mismo y la corrupción por el favorecimiento de malos funcionarios a algunos con los que tenían conexiones terminaron con las reservas. Además, el exportador estaba obligado a entregar los dólares que recibía al BCRP, que le entregaba intis (la moneda de esa época) al tipo de cambio fijado. Las exportaciones se desplomaron. Ya es historia antigua.

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Carlos Parodi, Dólar, Entendiendo de Economía

Dentro de pocos días, Pedro Castillo cumplirá cien días en el poder como presidente de la República. Durante todo este proceso de desarrollo de las bases de su gobierno hemos visto al político sindicalista, al profesor de las marchas y reclamos, al candidato en campaña, dispuesto a enfrentarse a todo y a todos; pero no hemos visto al político y presidente de un país.

El gobierno de Castillo nació desorganizado, sin cuadros, sin rumbo, sin metas claras sobre cómo enfrentar la realidad adversa en la que vivimos y cómo ha demostrado total incompetencia para retos gigantes como el conducir un país. Primero delegó la responsabilidad y el poder que le dimos con nuestro voto a los fanáticos del partido que lo llevó al poder. Y como esto no funcionó ni funcionará jamás, decidió traicionarlos para, en está segunda oportunidad, ceder el poder a la izquierda «posera» de este país.

Esta izquierda, con lo mejor que tiene en la caja de personajes y políticos, se ha sometido al Congreso de la República para solicitar- seamos claros en esto-, y no exigir, el voto de confianza. Es decir, presentar la política general del gobierno y lograr convencer a los congresistas de las distintas bancadas y con distintos valores políticos, que el gobierno del profesor Pedro Castillo tiene «claro el horizonte» y que la confrontación no es una opción.

La primera ministra Mirtha Vasquez lo hizo bien, con un discurso centrado en dar soluciones, propuestas realistas; y con un discurso con cero confrontación. Sin embargo, soslayamos un importante y determinante aspecto que afecta directamente la decisión del Congreso: el presidente es impertinente cuando habla, dice lo primero que tiene en la cabeza y lo dice mal. No ayuda a la ministra, no ayuda a su gobierno, no se ayuda a él mismo, y lo que hace no suma al país. Ahora entendemos el por qué en tres meses no ha dado una entrevista a profundidad sobre las políticas de su gobierno. Con el pobre nivel de argumentación que tiene, haría que una gran parte del país considere que una vacancia es una posibilidad.

El presidente Pedro Castillo no entiende que el camino para el voto de confianza no se inicia con la presentación de la ministra en el Congreso. El camino se inició desde que la ministra fue nombrada en el cargo. Cada acción, declaración, gesto o presentación influye en la decisión de las bancadas, y la política sindical no sirve para manejar un país. La confrontación innecesaria, las declaraciones populistas cargadas de ataques sólo para mantener a tu público saltando y arengando no sirven para manejar un país. ¿Podrían los asesores presidenciales decirle eso a Pedro Castillo?

En pocos días, el presidente Castillo cumplirá cien días en el poder, y hasta el momento ha permanecido escondido en palacio, sin decirle a los peruanos qué es lo que está haciendo por el país. Esa responsabilidad se la ha delegado a la izquierda «posera» con la que se ha aliado. Deje de boicotear a sus nuevos aliados, presidente. Recuerde la famosa frase de René Descartes: «pienso, luego existo». Piense antes de hablar, presidente.

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BCR, Dólar, Pedro Castillo

Nuestro mercado cambiario fue considerado por años como uno de los más estables y predecibles de la región. Por años, mientras que en otras economías se experimentaban significativas volatilidades en Perú la estabilidad relativa respondía al respeto a los fundamentos económicos y a la estrategia de administración de sus posibles volatilidades extremas por parte del BCR.

En la medida que no se puso en tela de juicio la libertad en la determinación de precios, la apertura de nuestro mercado y el rol subsidiario del sector público, las cosas anduvieron bastante bien.

En la medida que el proceso electoral nos aproximaba a un plan de gobierno que amenazaba abrir las puertas al control de precios, cierre de mercados y potenciales nacionalizaciones, se fueron afectando desde la dinámica de inversión, hasta la posibilidad de recuperación de nuestra actividad productiva. El tipo de cambio no pudo mantenerse ajeno a ese nuevo entorno político. A partir de la desconfianza y duda insertas en los agentes económicos, poco se pudo hacer a través de la mediatización de las medidas anunciadas en el marco de la segunda vuelta electoral.

La desconfianza e incertidumbre crecientes llevaron a una salida de capitales de tal magnitud que no pudo ser compensada por el impacto positivo de la creciente balanza comercial superavitaria en el marco del alza del precio de los commodities. Es más, experimentamos lo anecdótico de una creciente desvalorización del sol cuando más alto estaba en la historia el precio internacional del cobre, nuestro principal producto de exportación. Si a todo esto se le agrega las expectativas de una creciente depreciación cambiaria, dispondremos de una razonable explicación del por qué nuestro signo monetario se depreció, hasta hace pocos días, en 15% en lo que va del año.

Esta última semana de octubre las cosas han empezado a cambiar. Cambió el primer ministro, cambió parte importante del gabinete, cambió la relación de dependencia del Presidente con el partido Perú Libre. Al modificarse las señales de agresividad contra el sector privado y dar paso a la esperanza de un reacomodo del frente político, los factores que explicaban el alza del tipo de cambio se alejaron parcialmente. Sólo bastó ello para que nuestro signo monetario, contra lo que venía ocurriendo, se aprecie alrededor de 5% estos últimos días. Algo lógico.

Se han vertido hipótesis erradas sobre el reciente comportamiento cambiario.

La primera asume que el alza experimentada hasta algo más de una semana atrás, no fue adecuadamente contrarrestada por el BCR debido a que debió ser más agresivo con la venta de dólares para amortiguarla. La verdad es que esta crítica no tiene ningún sustento técnico ya que la intervención del BCR ha sido similar a la que se tuvo que ejecutar en otros momentos de inestabilidad, como en el 2009 en el marco del tremendo impacto que sufrió nuestra economía durante la crisis financiera internacional.

La segunda, que la reciente baja del tipo de cambio sería una suerte de demostración que su alza previa fue intencionalmente manipulada por ciertas fuerzas del mercado con el propósito de, supuestamente, dañar la imagen del actual gobierno. Eso también es falso.  Si se observa el reciente desempeño de la tasa de interés de los bonos del tesoro en el mercado internacional y, además, se observa la evolución del costo de aseguramiento del servicio de la deuda externa mediante CDS, se podrá concluir, fácilmente, que los últimos días ambas han mostrado tendencias claras a la baja. En la misma dirección que el tipo de cambio.

Justamente cuando cambió parte de nuestro entorno político adverso, las cosas mejoran incluso en la cotización y valoración de nuestra deuda en el frente internacional. Si hubiera habido un complot interno contra el gobierno, la modulación del tipo de cambio no se hubiera mostrado en la misma dirección de nuestros indicadores de costo y riesgo de deuda.

De otro lado, ¿sería lícito esperar que el tipo de cambio baje hasta niveles cercanos al 3.6 por dólar. La verdad, poco probable. El tipo de cambio también depende de factores externos. Todas las monedas se han depreciado algo con respecto al dólar en un entorno de posible alza de las tasas de interés norteamericana y de reducción de las compras de bonos del tesoro por parte de la FED. El sol siempre se hubiera depreciado algo con respecto al dólar, pero nunca a tasas del 15%. Ello nos lleva a concluir que el tipo de cambio podría estar en alrededor del 3.80 como máxima expresión de normalización de nuestro mercado cambiario.

Finalmente, lo que pase en el futuro con nuestro mercado cambiario dependerá de las señales de respeto a los fundamentos alcanzados por nuestra economía. Dependerá de que el frente político no genere más ruido e incertidumbre. Dependerá que no se ponga en tela de juicio el rol de la inversión privada. Tan simple como eso.

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BCR, complot, Dólar, Juan José Marthans

Con la juramentación de un nuevo Gabinete de ministros y la ratificación del presidente del Banco Central de Reserva, Julio Velarde, el dólar empezó a descender y llegó a estar por debajo de los S/ 4, niveles que no se tenían desde julio.

Para Patricia Lengua, profesora e investigadora de la Facultad de Economía de la UPC, este retroceso en el tipo de cambio representa, en primer lugar, que la incertidumbre que generaba el Gobierno era la principal causa de la volatilidad cambiaria. “Esto demuestra que un factor importante para explicar este aumento en el tipo de cambio en los últimos meses ha sido la incertidumbre generada por cómo ha estado actuando el Gobierno”, precisó.

Explicó que la tendencia que hizo que se traspase la barrera de los S/ 4, responde a la actualización del informe trimestral «Perspectivas de la economía mundial» (WEO) del Fondo Monetario Internacional (FMI), donde se menciona que hay un fenómeno generalizado del crecimiento de la inflación, con varias economías afectadas.

“La mayoría de las economías a nivel mundial, incluido el Perú, están comenzando con el retiro gradual del estímulo que dieron por la pandemia. Todo esto, más la crisis energética en los países europeos, está haciendo que el dólar pierda valor. Esta nueva información con estos factores externos, ha hecho que la tendencia se refuerce a la baja”, indicó.

Entre los factores locales que considera que podrían aportar a la incertidumbre menciona; la posibilidad de que se convoque a una Asamblea Constituyente, la renegociación del gas de Camisea, el nombramiento de funcionarios afines al partido político del Gobierno sin méritos técnicos, entre otros puntos.

Panorama para decisiones financieras

La especialista destacó que, a nivel local, el Banco Central de Reserva (BCR) también está interviniendo para evitar cambios bruscos y hacer que la inflación retorne al rango meta que manejan, y lo ha hecho mediante dos incrementos en su tasa de interés referencial.

“La tasa de referencia ha subido, en el último mes, en 50 puntos básicos. Esto el Banco Central lo ha hecho porque la inflación está por encima del rango meta, pero eso va a tener también efectos sobre el tipo de cambio. Probablemente ayude a que las presiones hacia el alza se moderen un poco. Igual, parece poco probable que el Gobierno genere una confianza suficiente que haga que se reduzca la incertidumbre”, señaló.

Respecto de si es un buen momento para comprar dólares o no, consideró que se trata de una decisión financiera que depende mucho de cada situación.

Por ejemplo, recordó que algunas empresas mineras aprovecharon el tipo de cambio elevado para cancelar deudas que tenían en soles, por lo que, recomendó ser cautos y esperar los siguientes mensajes. Agregó que, especialmente, en el caso de los inversionistas más adversos al riesgo, es mejor esperar.

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BCR, Dólar, UPC

La pandemia fue uno de los principales aceleradores para el uso de billeteras digitales en Latinoamérica, el cual incrementó un 180% durante el 2020 por ser una solución efectiva en medio de la virtualidad, de acuerdo con cifras de la Federación Latinoamericana de Bancos, Felaban. Asimismo, el auge de este tipo de soluciones aporta a la inclusión financiera de las personas de la región, siendo este uno de los retos clave del sector actualmente.

De acuerdo a cifras de Global66, fintech latinoamericana de pagos transfronterizos, entre marzo a julio del 2021, en promedio mensual, se movieron más de 10,9 millones de soles a España, más de 10,3 millones de soles a Colombia y más de 5,5 millones de soles a Chile.

“Un dato muy interesante es que la ruta de Perú, que contempla envíos en dólares, sigue creciendo también impulsada por el destino hacia España. Los clientes están depositando en dólares en Perú y reciben Euros en España”, comentó Lucas Patanó, CPO de la empresa.

De acuerdo a Patanó, en lo que va de agosto, la ruta Perú (soles) – Estados Unidos creció un 93% marcando una tendencia clara de crecimiento y posicionando a la ruta como el tercer país de destino en operaciones B2C.

Global66, recientemente lanzó su aplicación móvil en varios países, entre ellos Perú, desde la cual los clientes podrán hacer uso de una billetera virtual que les permite enviar dinero tanto a nivel nacional como entre personas de diferentes países que también cuenten con la billetera.

Por ello, para hacer un envío de dinero de forma segura, resaltaron cuatro aspectos que se deben tener en cuenta:

1.- Transparencia. – Es importante que, en un envío totalmente digital, exista transparencia con el usuario, y que desde el cotizador se pueda ver el costo real de la transferencia y el tiempo de llegada del dinero. Así el cliente tendrá la seguridad de la ruta del dinero.

2.- Billetera virtual. – Si realizas transacciones con empresas que cuentan con su APP, como Global66, se simplifican aún más los procesos, permitiendo a los clientes que cuentan con la billetera virtual, hacer envíos de dinero de manera local pero también, internacional totalmente instantáneo.

3.- Confianza. – Al momento de elegir una empresa para el envío de dinero, se debe investigar si cumplen con las normativas en cada uno de los países donde tienen presencia y si cuentan con el respaldo de clientes y empresas que han confiado en los servicios.

4.- Diferencial.- Otra recomendación a tener en cuenta, es que ingresen a la página web de la empresa con la que harán la transferencia y prueben el envío que quisieran hacer. Es la forma más clara de entender cuánto será lo que le llegue a sus beneficiarios, el tiempo de envío y por supuesto, hacer comparaciones con otras plataformas de envío de dinero.

“Para nosotros lo más importante es que el cliente pueda encontrar la alternativa que más le conviene y por eso, es importante brindar todas las herramientas necesarias para que tomen una decisión informada”, puntualizó el ejecutivo.

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dóalres, Dólar, Transferencias internacionales

Debido a las fluctuaciones del tipo de cambio en los últimos meses, que ha llegado a un pico de S/ 4.112 a mediados de agosto, las empresas que requieren hacer estas operaciones, constantemente, se encuentran en la búsqueda de la mejor cotización porque la diferencia ha empezado a ser significativa. De acuerdo a las cifras del Banco Central de Reserva, en lo que va del año, el dólar se apreció 13.15% por encima de la moneda nacional.

Según Javier Pineda, gerente general de Billex, fintech y plataforma digital peruana para comprar y vender dólares, las empresas pueden ahorrarse entre 1% y 3% del monto a cambiar cuando utilizan estas plataformas especializadas. Además de mejorar la oferta del sistema tradicional, las transacciones online toman apenas entre 5 y 10 minutos, desde cualquier dispositivo móvil con acceso a internet.

Consideró que, como empresa, la mejor opción es tener dos cuentas, una en soles y una en dólares, para poder operar en cualquier momento tanto una compra como una venta de dólares. Además, esto les permite a las plataformas identificar rápidamente que la cuenta de origen y la cuenta de destino son de un mismo usuario. “No permitimos las transferencias a terceros porque preferimos evitar cualquier riesgo de fraude, siempre a través del fideicomiso”, explicó sobre el sistema que utilizan.

¿Cuándo es el mejor momento?

Si bien las plataformas online permiten hacer operaciones de forma ininterrumpida, lo más recomendable es cambiar con el mercado interbancario abierto, es decir de lunes a viernes de 9 de la mañana a 1 y 30 de la tarde.

“Por las tardes, en que el mercado está cerrado, también se pueden efectuar compras o ventas de dólares. Se debe tener en cuenta que los bancos amplían mucho sus spreads por el riesgo de la incertidumbre del precio del día siguiente por lo que no es buen negocio operar con ellos”, precisó.

En el caso de su plataforma, asegura que los precios se mantienen competitivos por la tarde, pero que también existe la opción de que los clientes negocien de forma directa, lanzando ofertas con sus propios precios de compra o venta de dólares, ofertas que se hacen públicas en la comunidad de clientes, mejorando el precio para ambos, en cualquiera de los horarios.

Para empresas, Pineda precisa que cuentan con un fideicomiso que protege los fondos y otros beneficios como la posibilidad de recibir factura. “Este tipo de comprobante de pago es muy beneficioso para las empresas para la deducción de gastos ante la SUNAT”, comentó.

Por último, aseguró que las plataformas tecnológicas en general –a diferencia de la banca tradicional- permiten revisar la información histórica de las operaciones realizadas, así como el tipo de cambio negociado. De esta manera, se puede llevar también un mejor control sobre la gestión administrativa y optimizar las decisiones sobre el cambio de divisas.

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Dólar, Empresas, Tipo de cambio

Durante la semana, el recientemente nombrado presidente de Essalud, Mario Carhuapoma, fue acusado de algunos medios de pedir no informar sobre el alza de alimentos en mercados porque eso atentaba contra la salud mental de la población. Esta es la imagen que además se viralizó en innumerables cuentas, con el cintillo acusador:

La cita, que solo Matheus Calderón (@andoenpando) se dio el trabajo de poner completa es:

“Ustedes como periodistas, como comunicadores, tienen gran responsabilidad. Qué cosa alimentamos a nuestra población. Por favor, yo les suplico, les pido a ustedes, que apoyen en el tema de salud mental, porque si tenemos una salud mental estresada, las cosas especulan, suben los precios, algunas cosas no están bien, no es porque el gobierno no lo quiera, sino que a veces hay ciertas especulaciones, o malas informaciones, de falsas noticias o fake news, esto a veces permite que la población alimentarse con esa información mentalmente se enferme, se preocupe, se estrese y baje el sistema inmunológico; por eso lado es importante que ustedes puedan apoyarnos y colaborar a contribuir con la salud mental de la población».

¿Se ve la diferencia? Sería necedad no hacerlo.

De esas, tenemos a diario decenas de notas que se quedan en el titular y tergiversan desde allí el sentido de una entrevista, declaración o un hecho en particular. El tema se viene acentuando desde el 28 de julio, haciendo realmente complicado separar la paja del trigo. Nos queda ir cada vez a la fuente, contrastar lo que se ha dicho -en largo- con lo que se reporta, verificar que el titular es cierto… Si pues, esa era la labor del periodista.

A fines de los años 90 se estrenó una comedia protagonizada por De Niro y Hoffman llamada Wag the Dog. Algunos la recordarán. En ella, frente a un potencial escándalo que afectaría la imagen presidencial en USA, se decide como estrategia “inventarse” una guerra con un país muy pequeño. El montaje y la ejecución de este conflicto bélico corren a cargo de un productor de Hollywood. Lo central de esto: la narrativa que lo haga creíble, no dejar cabos sueltos y tener respuestas para todo. ¿Suena conocido? No a nivel de guerra, pero claramente la instauración de narrativas con el propósito de darle sentido a un mundo parcial no es una idea que hoy suene descabellado, ¿verdad? Solo que a diferencia de los 90s es más difícil, por la cantidad de información sin control que circula por lo virtual.

Aún así, sabemos que somos un país de titulares. Que sentimos que nos informamos revisando el exhibidor de un quiosco o el principal titular de una nota. No queremos más. Aún los medios masivos no aprenden la lógica del clickbait y continúan sentenciando en un párrafo. Así evitamos lo engorroso de leer o de prestar atención.

¿Y la verdad? Tal vez lo que menos importa. Lo que nos interesa, como ya diversas investigaciones y ensayos vienen demostrando, es aquello que permita “estar en paz” con mi sistema de percepciones, actitudes y creencias. Ya la información no me sirve para formar este sistema sino para confirmarlo. Es un cambio en la cognición humana muy significativo que va a tener repercusiones en las ciencias sociales en los siguientes años. Como Sunstein señala: “la información genera agitación, terror, vergüenza e incluso desesperación. La decisión de obtener información es una apuesta” (Sunstein, 2020. Too Much Information) ¿Para qué jugar esa apuesta si más tranquilo estoy con MIS datos, MIS fuentes, MIS conceptos?

El problema es que en un país como Perú nos jugamos un riesgo mucho más grande que el de la mera discusión especulativa sobre lo adecuado o no adecuado de la verdad. Porque las fuentes no son tan diversas y porque se ha generado un espíritu de cuerpo que genera un desbalance brutal que no ayuda a generar información sino sentencias.

Muchos disponemos de espacios para discutir los temas públicos. Los grupos de WhatsApp se han convertido en los principales ejemplos de ello. Pocos habrán estado ajenos a la presencia de fanáticos que con argumentos falaces han tratado de imponer una visión hegemónica y muy parcializada de las cosas. En estas semanas he tratado de discutir con varios de ellos con resultado imposible. Se ha instaurado una nueva forma de evangelización por redes que a lo único que apela es a lo obvio de razonamientos que nada tienen de ello. Es decir, a la nueva verdad absoluta. Solo que ya no se vive y ordena desde un gobierno, sino desde el mismo tejido social. Esa nueva evangelización que ya no ejerce poder por decreto sino por meme reemplaza el pensamiento crítico por la movilización del miedo. Y la información que encuentra en medios masivos la sigue y la respalda.

Un elemento central en esta configuración de lo que es válido y no para la opinión pública son las encuestas. Porque informan, deseablemente sin sesgos y de manera objetiva, sobre cómo la población evalúa a sus autoridades y los hechos principales de la coyuntura. Durante cada campaña política se pone en entredicho la labor de las empresas que las realizan, pero suele criticarse especialmente su nivel de representatividad y cobertura, porque nos la pasamos viendo el numerito de intención de voto antes que otra cosa.

Pero hoy en día, avisados por este contexto en el que la verdad poco juega y por la percepción de inequidad y desbalance en el tratamiento informativo, podemos tener la posibilidad de discutir el otro elemento que es crítico en una encuesta: qué y cómo se pregunta, porque eso nos lleva a conclusiones relevantes. Recordemos que en el mundo de los titulares, importa solo el número y le prestamos cero atención a cómo salió dicho número.

Entonces en las últimas semanas hemos asistido a la publicación de encuestas sorprendentes por lo sesgadas. Que descuidan aspectos básicos de cómo se deben hacer preguntas para orientar al que responde. La deontología de las encuestas quedó dormida en muchos casos. Espectáculo lamentable.

Pensemos en dos preguntas del último estudio de opinión pública presentada:

  • ¿Cree usted que una persona que enfrenta investigación por apología del terrorismo como Guido Bellido, debe o no debe ocupar el cargo de Presidente del Consejo de Ministros?
  • El presidente Pedro Castillo anunció que no despachara desde Palacio de Gobierno y lo viene realizando desde lugares no institucionales que no cuenta con los registros de visitas normados por ley. ¿Cree usted que la gestión del presidente Castillo está siendo transparente o no está siendo transparente?

En ambos casos, hay un contexto que claramente orienta a los entrevistados a direccionar su respuesta a una evaluación negativa. Es sesgar, dirigir, influenciar, orientar, manipular una respuesta con el fin de que respondan lo que quiero. ¿Cuál es el objetivo de esto? Desacreditar mediante los números al gobierno y a al gabinete. ¿Por qué? Porque esa es la tarea nada divina que se están adjudicando algunos. ¿De donde viene? Es una excelente pregunta.

Solo como recordatorio, estas empresas encuestadoras están agrupadas en APEIM. En la web de la misma APEIM uno puede encontrar un documento oficial de ESOMAR (la red de agencias de investigación de mercados mundial más importante) que dice textualmente lo siguiente:

“Las dos características principales de las investigaciones científicas son:  a) que los encuestados son elegidos por la organización de investigación de acuerdo con criterios explícitos para asegurar la representatividad (…) y b) que las preguntas están redactadas de una manera equilibrada (…).  Las preguntas serán equilibradas y no dirigirán al entrevistado hacia una respuesta en particular”.

Lo curioso es que la empresa encuestadora que hace ese tipo de preguntas está afiliada a APEIM, a ESOMAR y a cuanto gremio hay.

Si la verdad entonces ya no existe, dejará de ser un valor por invocar. Por lo menos aspiremos a que seamos lo suficiente honestos desde el análisis y la crítica para aceptarlo.

Nota: el enlace al documento de ESOMAR, desde la misma web de APEIM: http://apeim.com.pe/wp-content/uploads/2019/12/Guia-ESOMAR-WAPOR-para-sondeos-de-opinion-y-encuestas-publicadas.pdf

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Dólar, Pedro Castillo, Precios
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