La política monetaria es una parte de la política económica, que es responsabilidad del Banco Central de Reserva (BCRP), entidad autónoma e independiente del gobierno central.
Existen diversas formas y objetivos de política monetaria. En el caso peruano, tiene como finalidad única la estabilidad monetaria, definida como el logro de una meta anual de inflación definida por el BCR. Desde 2007 es 2% con un margen de error de 1%, es decir, el rango meta se ubica entre 1% y 3%. Dicho de otro modo, el BCR anuncia la meta de inflación y con ello, ancla las expectativas de los agentes económicos (empresas y familias). El Perú adoptó el esquema en 2002, con una meta de 2.5% +/-1%, que luego redujo a 2% +/-1% en 2007.
El enfoque de política monetaria descrito, que consiste en un compromiso explícito y público de mantener la estabilidad monetaria a través del uso de metas de inflación fue implementado por primera vez en Nueva Zelanda en 1990, para luego extenderse a más de treinta países. El nombre es Metas Explícitas de Inflación, o en inglés, inflation targeting; algunos países que lo tienen son Canadá, Reino Unido, Suecia, Australia, Israel, Polonia, Brasil, Chile, Colombia, Sudáfrica, México y Turquía, entre otros y cada uno puede tener rangos meta distintos.
La herramienta principal de política monetaria es la Tasa de Referencia Interbancaria (TIRI), definida como la tasa de interés que los bancos comerciales se cobran entre sí para préstamos de muy corto plazo. Veamos esto con detalle. Los bancos comerciales se prestan dinero entre sí de manera rutinaria, es decir, aquellos bancos con exceso de liquidez les prestan voluntariamente a aquellos que necesitan liquidez, por ejemplo, para otorgar un préstamo; la TIRI es el costo de ese préstamo y el BCR induce su cambio en función de la meta de inflación.
¿Cómo así? Supongamos que el BCR observa presiones inflacionarias que harían peligrar el logro de la meta. La inflación enero – agosto 2021 ha sido de 4.20%, fuera del rango y con varios meses por delante. Entonces, induce el aumento de la TIRI. Al hacer, logra que los préstamos entre los bancos sean más caros. Luego, los bancos comerciales que reciben el préstamo, trasladan ese mayor costo a la tasa de interés que le cobran a los clientes (consumidores e inversionistas) cuando acuden a pedir un préstamo. La mayor tasa de interés desincentiva los pedidos de préstamos y, al bajar el consumo y la inversión, disminuye la demanda interna y se atenúan las presiones inflacionarias. Eso es lo que ha hecho al subir la TIRI de 0.25% a 1.00%.
En paralelo, el BCR también tiene otra herramienta que es la tasa de encaje, definida como el porcentaje de los depósitos que el banco comercial no puede prestar. Cuando sube la tasa de encaje, los bancos pueden prestar menos y con eso, se reduce la liquidez y por ende la inflación.
Varias conclusiones: primero, existe una meta inflacionaria; segundo, no existe una meta cambiaria, pero el BCR interviene para evitar fluctuaciones bruscas. En lo que va de 2021, ha vendido 11,100 millones de dólares: tercero, las tasas de interés que pagamos por los préstamos se determinan en el libre mercado, aunque el BCR induce su movimiento a partir de cambios en la TIRI.