Economía

Recientemente se presentó la última versión del Marco Marcoeconómico Multianual presentando una proyección del crecimiento del PBI promedio anual al 2026 de únicamente 3.3%. Adicionalmente, se ha anunciado un “Plan Impulso País” donde la meta de reactivación para el 2023 nos llevaría a un crecimiento del 4.3%. Es decir, se nos anuncia un crecimiento pobre a mediano plazo y una recuperación para el proximo año que difícilmente se logrará dada la profunda ruptura de la confianza empresarial.

¿Cómo el gobierno pretende dinamizar la economía el próximo año? El menú del recetario anunciado es tremendamente conocido: deseo de mayor inversión pública, gasto social focalizado, detrabe de inversiones, promoción del financiamiento al sector productivo y alivio tributario, entre otras medidas. ¿No les recuerda este conjunto de medidas a las planteadas los último años? Lo cierto es que el común denominador de las medidas anunciadas siempre fue el mismo: nunca funcionaron. Nunca funcionaron dada la escasa institucionalidad, escasa capacidad de gestión en el frente público y la ausencia de orden. 

Lo señalado golpea hasta la posibilidad de emplear a la inversión pública como un paleativo reactivador de corto plazo. Por ejemplo, pretender que la inversión pública constituya en un factor reactivador en el contexto político mencionado es imposible. La inversión pública tiene varios problemas: no se ejecuta en su totalidad, lo poco que se ejecuta se hace con ineficiencia y, de esto último segmento, gran parte se asocia a la corrupción. Generar impulso al gasto en esas condiciones resulta  imposible. Con un frente gubernamental como el que tenemos, los recursos canalizados a través de un marco descentralizador politizado, sobredimensionado, desorganizado y sin capacidad de gestión, sólo nos conducen a dilapidar parte de los recursos del mismo Estado. Para corregir esto necesitamos orden y reforma integral en el ambiente público. ¿Los tenemos? La respuesta es obvia.

La verdad, lamentablemente, el conjunto de medidas reactivadoras recientemente anunciadas por el MEF resultan más de lo mismo. Otro ejemplo, eso de conformar equipos técnicos para acelerar y detrabar la inversión en infraestructura también lo venimos escuchando hace muchos años. Tampoco tuvo resultado positivo relevante. El problema en este caso particular es la pésima capacidad de gestión. Nunca se tuvo, menos ahora que esta se acompaña de plena incertidumbre y corrupción. Pretender fomentar el desarrollo de infraestructura demanda de una nueva calidad de Estado que no lo tenemos. Lo mas esperanzador que disponemos son los contratos Gobierno a Gobierno, pero ni siquiera ello ayudará lo suficiente en el marco de un Estado que no sabe ni priorizar su actividad.

Al final, la incapacidad gubernamental no permite disponer de un entorno que lleve a disponer de mayor efectividad en la orientación de política económica. En esas condiciones difícilmente crecerémos más el próximo año. Ya no seremos más los lideres del crecimiento de la región y eso no será el resultado ni de la crisis del COVID, ni del alza de la tasa de referencia norteamericana por el lado de la FED, ni de la guerra Rusia-Ucrania. Eso es resultado de la mediocridad del orden político y gubernamental que hoy tenemos. Eso será resultado de la incapacidad para generar confianza en el frente empresarial privado del país.

Nada puede reemplazar la inversión privada como motor del crecimiento. Nunca como ahora el frente político y gubernamental le hicieron tanto daño a la inversión, al país y a su economía. Con esto, la acentuación de la pobreza de los mas vulnerables está garantizada. Con lo que tenemos hasta hoy solo se distribuirá pobreza, escasez y demagogia. Una lástima.

Tags:

Economía

Dentro de las empresas, de los emprendimientos, la antropología permite que se entienda la interacción entre los clientes y usuarios, permite explorar nuevos contextos (estamos viviendo uno en el Perú muy grande), a su vez descubrir nuevas tendencias y nuevos mercados.

La antropología se combina con el marketing también, y eso ha sido muy exitoso, al punto de comenzar a escuchar el antropomarketing como un enfoque antropológico de la mercadotecnia.

Es posible entonces afirmar que las dos ramas de estudio, el marketing y la antropología, en esta coyuntura del mercado social, deberían estar juntas para el éxito. Pues no es un secreto que ambas disciplinas lo que buscan es entender en comportamiento del ser humano, claro que con enfoque distintos pero muy vinculantes a la hora de emprender o a la hora de fortalecer una empresa.

Comprender el comportamiento humano desde la antropología es analizar el trasfondo del pensamiento a través de reacciones o particularidades establecidas y lo cultural y social son sus ramas de estudio. Para el marketing viene a ser lo mismo en diferente contexto pero que busca comprender y predecir también el comportamiento humano.

Entonces, para la antropología no sería difícil poder destrabar para que fluyan ideas brillantes del marketing. La publicidad dirigida, los públicos objetivos, los modelos y las mixturas. El resumen de este artículo. La Economía analiza el mercado, el mercado social es analizado por la antropología, el consumo y el marketing son disciplinas de mucho interés para un emprendedor. A considerar. Gracias.

Tags:

ciencias sociales, Economía, Mercado

En tercer lugar, ¿lo anterior puede preverse? No con precisión, pero sí es posible proyectar su dirección, aunque no tanto su magnitud. Existen márgenes de error. Por ejemplo, podemos afirmar lo siguiente: dado que la inflación se encuentra fuera de la meta del Banco Central de Reserva, se esperaría una variación de la tasa de interés de referencia dado que el objetivo único del BCR es la estabilidad monetaria. Por lo tanto, se afectarían las tasas de interés.

Ciertamente influyen muchos factores en forma simultánea y, por ende, ningún análisis será preciso. Lo que he tratado de comentar con los ejemplos es que a una empresa le irá mejor si estudia el entorno en comparación con aquella que no lo hace. Tomar un tiempo para estudiar la economía mundial y en especial cómo sus cambios impactan sobre nuestra economía, marca la diferencia. En especial en un mundo cada vez más integrado.

Tags:

Economía, Empresas

¿Cuánto dinero se ha desviado en las últimas décadas por corrupción? ¿Cuántas veces hemos visto en las que por ahorrar se usan cables no adecuados y se producen incendios que hacen mucho daño? Perú tiene buenos cimientos. El problema es que no se han reflejado en el bienestar de todos. Y eso hay que corregirlo a través de reformas. Considero que destruir la maqueta o decir que no sirve, porque el constructor fue un corrupto o porque no pensó en que sin un buen sistema de cañerías no llegaría agua a todos, es un error.

Tags:

Economía

Es por eso que también es necesario considerar el autoempleo como una modalidad de trabajo que genera ingresos de manera autónoma, para ello se demuestra también capacidades y habilidades muchas veces innatas y que mueven la economía desde la base social y la ayuda cultural, y por eso su importancia pues no solo permite la subsistencia ante una crisis sino genera la revaloración misma y así la obtención de recursos. A veces es solo un comienzo

El que se auto emplea crea su propio puesto de trabajo, utiliza sus habilidades e ingenio para conseguir insertarse o mantenerse en un mercado nuevo, acumula capital y quizás con el tiempo se puede convertir en un generador de empleo.

En consecuencia, es sensato analizar este tema desde la perspectiva de un análisis donde la antropología económica podría aportar mucho. La sociedad es generadora de ingresos, la oferta y la demanda, son parte de un juego económico muy social y lleno del descubrimiento de habilidades y fortalezas en el camino.

Los programas sociales que ven este tema, deberían considerar estas opciones como oportunidades, pues éstas aportarán para el desarrollo del país. Cambiar la mirada de la necesidad asistencialista (no necesitamos de favor a las empresas para contratar) sino son las empresas las que van a necesitar de las habilidades y capacidades que para el trabajo se pueden conseguir, pues desde el Estado se debe entender que se  están dando oportunidades para un desarrollo sostenido en lo económico para la sociedad y por otro lado con los autoempleos y futuros emprendimientos la fuerza de las capacidades y habilidades que se necesita para el fortalecimiento de un mercado interno formal y desarrollador.

Son dos opciones que mueven la economía de un país, son opciones que se han convertido en una realidad. Hay miradas actuales donde los liderazgos van asociados con los emprendimientos. Las capacitaciones laborales son optativas y los fortalecimientos de habilidades emprendedoras muchas veces, hoy, son necesarios. No capacitemos en lo laboral solamente, creyendo que es el único camino para la empleabilidad, existe una nueva mirada y con este artículo se abre otro debate.

Tags:

Economía

Actualmente, a los trabajadores peruanos se les descuenta el 10% de su salario para aportar al fondo de pensiones. ¿Eso ya no se descontaría?

Se podría descontar, siempre que haya un mecanismo equivalente para todos los trabajadores contribuyan a su pensión. Me parece que la mejor forma es a través del impuesto a la renta. Me puedes replicar que los informales no pagan impuesto a la renta. Pero si vas cambiando la estructura de incentivos poco a poco, a lo mejor logras bajar la informalidad gradualmente. ¿Por qué Chile tiene una informalidad de 25%? Porque su sistema es menos perverso y causa menos distorsiones que el de ustedes. Hay países que han logrado reducir la informalidad en 50 o 60 puntos, yo no veo por qué el Perú no lo puede hacer. Lo que tienen que hacer es poner las leyes y los incentivos en la dirección para que eso ocurra. Y eso no está sobre la mesa ahora.

¿A quién hay que convencer para que eso pase?

A todos. Hay que sentarse alrededor de la mesa y plantear: ¿Por qué lo que legislamos hace 60 o 70 años ha fracasado? Reconozcamos eso, no es culpa de nadie. Así se veía el mundo antes y esa visión ha demostrado ser errónea. Si seguimos con ella, seguiremos igual. Pero hay posibilidades de cambio y hay que explorarlas. Tenemos muchas lecciones aprendidas. Solíamos pensar, hace digamos 25 años, que la informalidad era porque la gente no tenía educación. Pero esa historia ya no la podemos contar ahora, porque en las últimas tres décadas América Latina ha mejorado la calidad de la educación, y también la cantidad. Y la informalidad no ha cambiado. Entonces, no se trata de eso. El problema es de regulación laboral, de seguridad social, tributario. Todas esas normas que generan estas conductas.

¿La cultura del emprendedurismo tiene que ver también en esto?

Diferentes individuos tienen diferentes talentos. Hay gente con talento para tomar riesgos y ser creativa, y hay gente que no. Lo que yo sé es que en el Perú hay demasiadas empresas. Muchas personas se están desempeñando como “emprendedores” porque se les cerró la puerta a tener un empleo formal productivo.

Ustedes tienen, aproximadamente, tres millones de empresas. ¿Sabes cuántas empresas hay en Estados Unidos? Son como ocho millones. Y el Perú tiene el 1/100 del PBI de Estados Unidos. El 95% de las empresas peruanas debe tener menos de tres trabajadores. ¿Cuántas economías de escala se consiguen ahí? ¿Economías de alcance? ¿Cuánta capacitación laboral ocurrirá en esas empresas? ¿Innovación tecnológica? ¿Qué costo paga el Perú, en términos de productividad, por tener el talento y el esfuerzo de millones de trabajadores en esas empresas? Es altísimo. Y en la parte de inclusión social, este sistema no genera un sentimiento de pertenencia, de que todos somos parte de un esquema que nos protege.

No es un sistema solidario…

El capital social que se genera con esto es muy poquito. Más bien genera una cultura de oportunismo. Como el Estado me da poco, yo trataré de sacarle todo lo que pueda y darle poco a cambio. Estamos muchos años en un círculo vicioso, este no es un tema solo del Perú. Yo soy mexicano y en mi país la situación es igual. ¿A quién tenemos que convencer de que se puede cambiar? A nosotros mismos, primero.

¿Y se ha avanzado en ese camino?.

Me cuesta trabajo juzgarlo yo mismo. Lo que creo es que la gente se está dando cuenta de que lo que tenemos no funciona. Y eso es un avance. No podemos seguir con la pretensión de decir que este tema pasa por estabilizar la macroeconomía. Eso podíamos decirlo hace 25 años. En eso se ha avanzado, en la idea de que efectivamente este es un problema diferente. No estamos todavía en el punto en el que la mayoría de la gente que está en las políticas públicas se ha convencido de que hay que transitar a la universalidad. Pero Roma no se hace en un día.

**Fotoportada por Darlen Leonardo

Tags:

Economía, Informalidad, santiago levy, Trabajo

Cuarto, hay que desarrollar la capacidad de lo que se ve y lo que no se ve. En los años ochenta nos vendieron la idea del control de precios. Lo que se ve es que íbamos a pagar menos por cada bien y/o servicio esencial. Lo que no se vio fue que a un precio controlado no habría incentivos para producir. Como todo cuesta, si se obliga a vender a un precio determinado, que en apariencia sea justo (con la dificultad enorme de definir qué se entiende por justo), lo más probable es que ese producto desaparezca de los mercados. Es historia vieja.

Quinto, siempre basar las afirmaciones que hagamos en evidencia empírica. De lo contrario, son solo una opinión. Los datos son claves para diseñar programas de política pública. En estos días, ante la frustración de muchos, abundan en redes sociales las opiniones sin ningún respaldo en información. No está mal que sea así, pero entonces que se diga que es una opinión, pero no un hecho.

Sexto, ver los efectos inmediatos y posteriores de cualquier política. No ver estos últimos es muy dañino.

Séptimo, nadie cuida lo que no es suyo. Esto significa que es más fácil decir qué deben hacer los demás o qué debería hacerse con el dinero que no es nuestro. Primero, preguntarnos a nosotros mismos: si fuera nuestro dinero, ¿qué haríamos?

Por último, hay que distinguir lo que es de lo que debería ser. Positivo versus normativo. En lo que es no hay discusión, pues se trata de un hecho, más allá de que nos guste o no. Lo normativo es nuestra opinión sobre el hecho, que siempre debe estar basada en evidencia empírica. La economía no es una creencia, ni un acto de fe; por eso los fanatismos no funcionan. La economía es una ciencia.

 

Tags:

Economía

¿Cómo se perenniza todo esto? Muy simple. Todo parte también por la presencia de marcos legales que limitan la presencia de verdaderos partidos políticos, que impiden la presencia de una verdadera democracia dentro de los pseudo-partidos vigentes, que se circunscriben a cúpulas con un fuerte sesgo mercantilista. No todo queda allí, cuando un congresista no tiene la obligación a rendir cuentas periódicas a los electores, amplían su capacidad de generar resultados en contra de sus electores. Mas aún cuando son casi inamovibles por cinco años. En resumen, nuestro entorno político esta viciado y no dispone de las condiciones para generar la promoción y aprobaciones de normas que vayan, realmente, en favor de las mayorías.

Las empresas  y los cientos de miles de empresarios honestos y correctos, hoy disponen de dos enemigos. De un lado, la ignorancia e ideologías obsoletas al interior de las ideologías de nuestros políticos; cosa que vivimos hoy con claridad. De otro lado, parte de los mismos empresarios ligados a la corrupción y el mercantilismo. No hay peor enemigo de un empresario, que un empresario corrupto.

El empresario corrupto, por ejemplo, no entiende en la necesidad de crear un ecosistema a favor de sus colaboradores donde pueda compartir el valor creado por su empresa.  “Compartir valor” no es caridad, ni responsabilidad social. “Compartir valor” es darle sostenibilidad a los negocios generando un ecosistema donde el compromiso y lealtad de los colaboradores de la empresa se consolide día a día. Esto es aún más necesario en economías que no disponen de institucionalidad y donde el Estado se acompaña también de corrupción e ineficiencias. No basta con pagarle un sueldo a un trabajador, se debe explorar la posibilidad de otorgárselo, en parte, garantizando un mínimo de calidad de atención a su familia en materia de salud y educación, por ejemplo. Algunos dirán que para eso se paga impuestos y de ello se debe encargar exclusivamente el Estado; eso no es cierto cuando no hay institucionalidad.

Otros dirán que esto es costoso, pero la verdad es que si un esquema mínimo en favor de la necesidad de compartir valor operara en nuestro país, la sostenibilidad de los resultados de los negocios se validarían en el mediano y largo plazo. A veces sacrificar algo del Ebitda empresarial a corto plazo, genera la sostenibilidad de mejores resultados del negocio en el mediano y largos plazo. No hay mejor manera de construir fidelidad laboral, paz social y bienestar empresarial que compartiendo valor.

Ahora, imaginémonos una nueva realidad en Perú, donde su frente político se institucionaliza realmente, donde el frente publico se hace eficiente y donde el frente empresarial busca alternativas de compartimiento de valor; esos son los elementos que requerimos para que el modelo económico que puso nuestra macroeconomía como una de las destacadas del mundo por dos décadas, pueda alcanzar el estado de generar realmente mayor bienestar para todos los peruanos.

Tags:

Economía, finanzas

En tercer lugar, la principal fuente de ingreso de dólares, que elevaría su oferta y evitaría que suba, es la minería; pero, no sólo los precios de los metales están bajando, sino que tampoco el gobierno ha generado las condiciones para que se desarrolle la producción minera. Los más de 100 días de paralización de Las Bambas son solo un ejemplo. Se exporta menos minerales, entran menos dólares y sube el tipo de cambio. 

En cuarto lugar, la inflación, pues el aumento de precios baja el poder de compra del sol. En la búsqueda de una opción más segura, se compran dólares y se eleva el tipo de cambio.  Por eso, en todo proceso inflacionario, al menos en el Perú, ha aumentado la demanda por dólares y eso ha determinado una elevación de su precio. Es una lección de nuestra propia historia. 

En quinto lugar, la incertidumbre política origina que se posterguen decisiones de inversión; mientras tanto se compran dólares, lo que eleva su precio. 

¿Es seguro que esto ocurra? Nadie puede leer el futuro, pero las señales están ahí; en otros momentos de la historia, cada vez que se han presentado, el precio del dólar ha aumentado. Cierto que el BCR puede vender dólares, pero solo lo hace para suavizar su aumento, no para ir en contra de su tendencia. 

La economía peruana requiere que ingresen dólares y ahora no es sencillo. No es fácil exportar más cuando la economía mundial está frenándose. Tampoco cuando las expectativas se encuentran en terreno negativo, pues es difícil pensar que la coyuntura actual pueda atraer inversión extranjera. 

Como siempre, la economía no es un acto de fe, ni solo buenas intenciones, a pesar que muchos crean que la solución es simple. Y ese es el problema: en economía no se trata de creer, pues es una ciencia y no un dogma. 

 

 

                     

Tags:

Dólares, Economía, Tipo de cambio
Página 4 de 9 1 2 3 4 5 6 7 8 9
x