En estos tiempos también se puede escribir y/o pensar en una antropología de la industria o de la empresa, donde se puede considerar una unidad de observación para los entornos que surgen en estos espacios, enfocándose en el análisis de lo que es marketing, consumismo, cultura organizacional, relaciones corporativas externas, entre otros enfoques. De esta forma nos aproximamos a encontrar la relación entre el mundo de la empresa y la antropología en sí.
Desde una mirada antropológica empresarial, el liderazgo cumple un papel de mucha importancia, desde muchas perspectivas, desde la cultura organizacional y desde la mirada de la capacidad y el significado que puede tener un líder dentro de una empresa, considerando la importancia del enfoque desde la disciplina antropológica.
El liderazgo siempre es necesario en toda apuesta empresarial, en toda mirada emprendedora, y siempre estará presente en los organigramas de función. Lo interesante es que el liderazgo propone el aumento de muchas capacidades y fortalezas individuales de un sujeto; pero a su vez en una estructura es el mismo liderazgo, en una empresa, la que aumenta las capacidades y las fortalezas de todo un grupo. En todo sentido. En una sociedad laboral encontramos muchas variables que inciden en las relaciones humanas y van caracterizando el medio social, creando una suerte de sistema socio-laboral.
Ser un líder considera dentro del imaginario propio del ser humano, la utilización de características que tienen que ver con algunas variables innatas o por construir y que conllevan definiciones de poder, de cultura, de simbolismo y de una entendida interacción social acorde con el entorno. Desde una perspectiva antropológica, las empresas se beneficiarían cuando comiencen a generar códigos que les permita entender que el enfoque cultural es un elemento de suma importancia para crear una estructura laboral. Optar por construir conceptos que apunten a definir qué es la dirección, que significa gerenciar, cómo se construye el liderazgo, cómo se forman los grupos de trabajo, seria de mucha utilidad, considerando que en la diferencia se identifican o se permite la construcción de semejanzas.
La empresa como unidad económica busca asegurar su sostenibilidad y crear valor a través de su producción continua de bienes y servicios, esto le advierte la necesidad de trabajar para futuro siempre, fortaleciendo todos los mecanismos que le permitan asegurar esa visión inicial que motivó su creación. Claro está que desde esta perspectiva vemos a la empresa con un objetivo marcadamente económico, sin embargo, la empresa obedece a dinámicas sociales y estructurales que dependen de su propia cultura y de su entorno.
Sin embargo, como siempre se ha manifestado en muchos artículos, esta división que se crea en el trabajo, permite identificar la importancia de las relaciones sociales y aquel que guía estas interacciones laborales es el líder. He ahí la importancia de un líder, que no solo debe ser considerado como tal, por comandar una empresa y capitalizarla sino por la legitimidad ganada al llevar adelante la apuesta. No solo individual sino, lo más importante, grupal.
Antropológicamente se puede ampliar el concepto de liderazgo empresarial, que es muy trabajado para la rama de la investigación en política, sin embargo, no es exclusividad de la misma, sino que el liderazgo tiene que desarrollarse en muchos ámbitos, y para los emprendedores es vital. El liderazgo depende de las fortalezas y capacidades que un líder tiene y que influye mucho en sus colaboradores o en su propia autoestima, y así construye y ratifica una posición.
Es por esta razón, que consideramos, en esta oportunidad, trasladar este tema de análisis, buscando que se considere esta particularidad que servirá para llevar adelante cualquier emprendimiento o empresa en creación. Detalles que afiancen un liderazgo facilitarán el crecimiento empresarial.
Los liderazgos siempre han evidenciado crecimiento, desarrollo y han guiado pensamientos y doctrinas, en el aspecto político han regulado los juegos de poder y han transmitido señales particulares de dominio y de legitimidad hacia objetivos grandes y pequeños, y se dan en todos los espacios donde discurre la competencia por el poder. Es harto conocido que los lideres muchas veces marcan las pautas.
En el tema emprendedor, es recurrente la necesidad de tener esta característica que permita llevar adelante las grandes apuestas de crecimiento económico, subsistencia y desarrollo. Está considerado este tema en las capacitaciones o sensibilizaciones emprendedoras cuando de habilidades blandas se habla, sin embargo, la antropología ayuda a observar, identificar y sustentar de mejor manera el manejo de este concepto, gravitando en el éxito de los que se emprende.
