Guillermo Bermejo

¿Qué lo llevó a renunciar a Perú Libre?

Un cúmulo de episodios. Primero fue el tema de las firmas [Bermejo firmó dos fichas para inscribirse en Perú Libre] que no aparecieron. Es muy raro. Creo que hubo gente, que estaba a cargo de estas cosas, que tenía celos de que yo, una vez inscrito en el partido, apunte a un cargo partidario. Hay gente súper tóxica al lado de Vladimir. Es un buen compañero, pero le gusta andar con gente que le dice ‘sí, Vladimir’, ‘ten cuidado, Vladimir’, ‘quieren tu lugar, Vladimir’. Lo han convertido en un pequeño rey y es gente del nivel de Guido Bellido. Y lo digo con nombre y apellido. ¿Qué era antes de la elección? Era un pirañita, un chupamedias de Vladimir en Cusco. Le dice ‘comandante’, pero Vladimir no ha comandado ni una marcha. 

¿Nunca le preguntó a Cerrón qué fue lo que ocurrió [con las fichas]?

Le comuniqué. Cuando reviso en el ROP [Registro de Organizaciones Políticas] y no aparezco, le digo: ‘¿qué pasó?’, porque me inscribí dos veces. Me dijo que iba a consultar y luego, tratando de solucionar, me dijo que no importaba, que iba como invitado. Era muy complicado porque venía siendo parte de la Comisión Política del partido. Luego, fueron bastante desleales. Cuando les pareció que mi presencia era incómoda para algunos decían que solo era invitado, que no era militante. 

¿Pero hubo un detonante para que identificaran un riesgo en usted?

Una de las cosas que les incomodó mucho fue la Asamblea [Constituyente]. Nosotros sacamos el kit electoral para el tema de la Constituyente hace más de 10 años. Cuando ganamos la primera vuelta [de 2021], a los días Vladimir me dice si había la posibilidad de cambiar el nombre del promotor [de la iniciativa del referéndum]. Le dije que íbamos a dar una especie de carta poder para que otros compañeros sean parte y puedan presentar ante la ONPE si era necesario. No me respondió y luego presentaron un nuevo kit.

Ese fue un primer obstáculo.

Luego, no es desconocido que hubo momentos intensos entre el partido y el profesor. Conversé con Vladimir muchas veces y, si comencé a ir a Palacio fue por eso: para mediar las broncas. El que ya hubiésemos ganado no significaba que íbamos a poner a amigos [en los ministerios], así no cumplan el perfil. Cuando se habló de cuotas de poder, a mí me ofendió.

¿Quién presionaba por estas “cuotas de poder”?

Por el lado del partido… Hubo errores. Cuando se cedió ante el chantaje caviar para que no sea premier a Roger Nájar, no se le defendió. Se puso a una persona como Guido Bellido que será compañero, miembro del partido y congresista, pero no tiene la experiencia. Te puede gustar que sea muy pechador, pero esa no es la chamba de un premier. Se necesita un mínimo de experiencia en el Estado.

¿La propuesta de poner a Bellido fue de Cerrón?

La propuesta fue de Vladimir y supongo que coordinó con el presidente. No dio los frutos que se esperaba y el segundo Gabinete fue de crisis, de desgaste por la lógica de Guido con el presidente, a quien buscó pechar. Lo otro que sucedió es que Vladimir y Guido personalizan mucho la política. Si por ellos no pasaban las decisiones, todo era cuestionable. Ellos sí pueden ir a Palacio, salir y tomarse una foto con Pepe Luna y otros grupos de derecha, y eso no es cuestionable. Es medio esquizofrénico y es desgastante.

¿Fueron estas decisiones incoherentes las que pusieron en marcha el rompimiento?

Han ido minando. Si alguien evitó el rompimiento de la bancada, fui yo. Yo hablé con las facciones, que son varias. Hay hasta cuatro sectores dentro. No se ve en el fujimorismo u otras bancadas. Seguramente tienen discrepancias, pero no lo manifiestan públicamente.

¿Por qué se han dado estas divisiones?

Porque no hay liderazgo en la bancada. Las reuniones de bancada son poco asistidas. He estado en reuniones donde había apenas cuatro congresistas. En su mejor momento, he llegado a ver 22. No vienen todos, no existe una agenda parlamentaria. ¿Ustedes pueden ver una agenda en Perú Libre? No tenemos. Por amor a Cristo, tenemos cinco meses como congresistas. No se trata de que me des tu proyecto de ley, y te lo firme yo y cinco más.

[Trabajan] a manera de feudos.

Sí. Algunos no me dejarán mentir incluso con cómo se manejan las asesorías en la bancada. Todas las semanas entra y sale gente. No tiene ni pies ni cabeza. Revisa la cantidad de rotación de asesores dentro de la bancada. 

¿Nunca hubo una iniciativa para no autosabotearse?

Hablé con Vladimir, el profesor y Waldemar infinidad de veces. El presidente siempre fue manifiesto a la unidad de la bancada. Del sector del partido, sentía que tenían muy claro que había dos bandos y que así era. Waldemar [vocero de la bancada] es una buena persona, pero carece de un norte, de una brújula política. Nos estábamos dejando llevar por la marea que dictaba la derecha. Todas las semanas ponían un ministro a la guillotina. 

¿Nunca aterrizaron en una solución?

Nunca. Antes de que me vaya, se seguía debatiendo el reglamento de la bancada, cinco meses después. Hablan de disciplina, pero esto es hacer lo que ellos digan. Lo de la votación de María del Carmen Alva fue vergonzoso. Cuando dijeron luego que no era un acuerdo de la bancada [la moción de censura contra Alva], no fue verdad. El viernes a última hora, presenté una moción. Si la bancada presentaba la suya, yo les dije que retiraba la mía o sumábamos ambas. El día anterior de la votación, a las dos de la tarde, en la famosa reunión de bancada que éramos seis, creo, se acordó que: o la bancada presentaba la moción o yo presentaba la mía. Pero esa mañana [el día de la votación], Waldemar Cerrón me dijo que no iba el tema. Me dieron argumentos vergonzosos como: no somos colonia de España. 

¿Qué le respondió?

Le advertí que si la bancada votaba dividida, yo renunciaba. Me llamaron otros congresistas y les expliqué la situación. Waldemar me dijo que era libre de tomar la decisión que quisiera. Me argumentó que no había ninguna prueba, que no éramos juzgado y que se requería un video o audio de ella.

¿En qué momento presentó su renuncia a Perú Libre?

La presenté sentado en el Pleno. Le dije al asesor Tito Wanka que redacte mi renuncia. En una línea y media porque las explicaciones largas se dan a personas que valen la pena. No pensaba desgastar ni un minuto más con esta gente. No solo pienso que son desleales, sino que luego Vladimir dijo que no habían perdido nada y no sé qué. 

¿Cree que Waldemar tenía otros argumentos para motivar indirectamente su salida?

También hay celos políticos. No querían que me catapulte con la Asamblea Constituyente o [querían] que no esté en el partido para que no agarre ningún cargo. Cuando presento mi renuncia, varios congresistas se paran y encaran a Waldemar y a Guido con términos que no puedo repetir. Insultos, cuadradas en el mismo Pleno. 

¿Tuvo un encuentro posterior con él?

Me escribió por mi estado de salud [Bermejo salió hace días de alta por Covid]. Cerrón [Vladimir] también me llamó hace unos días, haciéndose el graciosito. 

¿En qué sentido?

“Compañero, ¿en qué estás?”, como si no hubiera pasado nada. “Le he dicho a la gente que es un amague tuyo nada más, que vas a seguir con nosotros”, me dijo. Le di por su lado y lo dejé ahí. Me volvió a escribir, pero le respondí escuetamente. Tengo 46 años y 33 haciendo política. Si hay algo para lo que no estoy, es para payasadas. Sé que en esta lucha no existe espacio para individualismos, ni celos, ni mediocridades. Si yo pienso que uno es traidor, no lo saludo, no le hablo, no le pido favores. 

¿Y por qué esperó para tomar la decisión de renunciar?

Siempre hay un detonante. Cuando decides algo de esta naturaleza, no es poco. En el Congreso no conviene porque sales de comisiones, te quedas solo. Pero hay cosas que van por encima. He intentado desde mayo mediar, pero, lamentablemente, hay gente que le gusta manejar todo como si fuera su club, por no decir su chacra. 

Se refiere a Vladimir Cerrón.

A los que mandan en Perú Libre. 

¿Quiénes son, además de Cerrón?

El vocero [Waldemar] y Bellido, quienes todo el día se mueven y dan vueltas, tratando de torcer la voluntad a los demás. Yo he sido atacado por meses desde las redes sociales del partido cuando empecé a tomar opiniones particulares sobre algunos temas. Ellos no quieren que ni opine sobre mí. Están locos. He sido el único que daba escuela [clases] de formación política a los chicos. Y luego venía la orden desde arriba cuestionando por qué hacía eso. Es la del perro del hortelano.

¿Cuáles serán los objetivos de su nueva bancada Perú Democrático?

Vamos a defender el proceso de la Asamblea Constituyente de manera seria. Los otros objetivos son la defensa del gobierno, la nueva Constitución y leyes en favor del pueblo. 

Además, se ha asociado al movimiento Vamos Pueblo.

Con algunos del movimiento nos conocemos hace como 20 años. Entendemos que hemos logrado un capital político en este tiempo que hay que conducir y que no daba más en Perú Libre. Han visto liderazgo en mí en un futuro, aunque falta mucho para el 2026. El día que renuncié conversé con Pedro Castillo. Me escribió muy amablemente, es un tipazo. Me felicitó por mi sustentación de la moción de censura. ‘Obviamente íbamos a perder, pero te felicito’, me dijo. Le expliqué que no era un berrinche ni una decisión tomada en caliente. Me pidió que no me alejara.

¿Cuál es su relación con Pedro Castillo?

Tenemos una relación muy de ida y vuelta. Tengo el honor de reunirme con él al menos una vez cada 10 días. Es una relación muy honesta. 

Volviendo a Vamos Pueblo, ¿cuál es el ideario de esta organización?

Es el de la izquierda toda la vida, una izquierda que no se siente avergonzada de ser y que no puede convertirse en un feudo, que necesita liderazgos, pero en plural.

¿Bajo qué términos se adhirió a Vamos Pueblo?

Es un proceso de formación. Tenemos que cumplir con la recolección de firmas, armar los comités a nivel nacional. Me convenció el tema generacional. Necesitamos refrescar la izquierda. Cuando trabajé con Barrantes Lingán el último año de su vida, siempre me decía que la izquierda nunca aprendió bien las matemáticas. Que solo aprendieron a restar y dividir, y nunca a sumar o multiplicar. 

¿Eso vivió en Perú Libre?

Una de las grandes críticas a lo que pasó con PL fue eso. Pasan dos cosas cuando la izquierda gana: abres un frente o abres el partido. Perú Libre no hizo ninguno.

¿Qué fue lo que más le decepcionó de Perú Libre?

Creo que floreció un espíritu muy sectario en el triunfo. Y eso es un cáncer en la izquierda porque no te permite ver. Conviertes al partido en una iglesia, en una secta donde solo los que te dicen ‘amén’ o ‘sí señor’, están bien. Y todos los demás no son vistos como compañeros ni equivocados.

¿Nunca se lo dijeron a la cara?

Nunca. Tal vez lo bueno de la generación que se fue es que tiene formación ideológica. Ningún panfletario o barra brava que se aprendió dos canciones y tres frases me va a venir a decir caviar.

Usted tiene un lastre: el juicio sobre sus vínculos con los remanentes de Sendero Luminoso que se resolverá en las próximas semanas.

Un hombre es libre cuando tiene la conciencia tranquila. Me pusieron testigos sin rostro, con triple código. Tú, con tres códigos, diciendo lo mismo para corroborar la misma versión. Dijeron que había un video mio sentado con los Quispe Palomino y que había un acta de sujeción firmada por mí a Sendero. Han pasado como 12 años y nunca se presentaron ambas cosas.

¿Nunca ha conocido a los Quispe Palomino?

Nunca. Es absurdo. Si vas ahí, te darás cuenta que es un tema muy focalizado en sitios donde no llega nadie. Que la mayoría de la gente que vive ahí son comités de autodefensa y, más bien, combatieron a Sendero. Con ellos hemos trabajado nosotros.

¿Aspira a candidatear a la Presidencia el 2026?

Desde Perú Libre creían que era la carta para el 2026 y desde otros espacios de izquierda también me han hecho llegar su sentir. Hoy vi videos de Salvador del Solar donde se hacía referencia que la disputa sería con él. Con él tendría el mejor debate político en mucho tiempo. Me alegraría mucho que sea candidato. Tu vas a Chile y pueden ser fachos, pero al menos sostienen cinco minutos una idea. Aquí tienes unos personajes sacados de cuentos de horror. Mira la discusión entre Bellido y Bustamante, llamándose a la calle para agarrarse a golpes. El país no se merece eso.

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Guillermo Bermejo ha asumido un nuevo rol en el tablero político del gobierno. Y es uno protagónico. El congresista de Perú Libre, identificado con el ala dura del partido, se ha convertido en un aliado inesperado del presidente Pedro Castillo. Esto, en plena pugna con Vladimir Cerrón tras el último comunicado amenazante del partido oficialista, que anuncia que no le darán el voto de confianza al Gabinete de Mirtha Vásquez.

El 14 de octubre, horas después de que la agrupación del lápiz comunicara su decisión, Castillo convocó a Bermejo a las nueve de la noche a una reunión de emergencia para analizar la crisis política. El encuentro figura en el registro de visitas de Palacio. Bermejo llegó acompañado de Roger Nájar, integrante del buró político de Perú Libre, y de Richard Rojas, polémico operador  de Cerrón nombrado hace poco embajador en Venezuela. 

El presidente quería saber si peligraba el voto de investidura al Gabinete Vásquez y buscaba el apoyo de Bermejo, de acuerdo a una fuente cercana al parlamentario. “Se le hizo saber al presidente en la reunión que no se preocupara y que, a lo mucho, 12 parlamentarios afines a Cerrón no le darán la confianza a Mirtha Vásquez”, dice la fuente. 

El jefe de Estado considera a Bermejo como un interlocutor válido con el lápiz, por encima de Cerrón en este momento, debido a que lo ha escuchado adoptar posturas conciliadoras. Lo había llamado también a Palacio varios días antes, el 5 de octubre, en medio de otra crisis política. Fue para comunicarle la decisión de refrescar el Gabinete y sacar a Guido Bellido del premierato, de acuerdo a una fuente del lápiz. Castillo se sintió legitimado a hacerlo recién tras aquel encuentro.

En la reunión del 14 de octubre también se habría hablado de otras cosas. Por ejemplo, sobre por qué los cerronistas criticaron que la vicepresidenta Boluarte no haya informado de su nuevo nombramiento como cabeza del Midis. De acuerdo a las fuentes, se consideró “absurdo” que Boluarte comunique su designación al ser solamente ratificada en el cargo. “Ella es parte del gobierno y Perú Libre aceptó que integre la plancha presidencial. No hay nada que informar”, dice una fuente de Perú Libre. La reunión entre el mandatario con Bermejo, Nájar y Richard Rojas duró hasta las once de la noche de aquel jueves.

Pedro Castillo
El presidente Pedro Castillo Terrones suma al congresista de Perú Libre, Guillermo Bermejo, como un aliado. Foto: Presidencia.

 

NUEVO LIDERAZGO

En sus declaraciones públicas, Guillermo Bermejo se ha mostrado alineado con el bloque moderado del partido, integrado por Dina Boluarte y Betssy Chávez, ministras de Desarrollo e Inclusión Social (Midis) y de Trabajo, respectivamente. Antes el congresista, acusado de pertenecer a Sendero Luminoso en una investigación fiscal, formaba parte del ala radical. Pese a no estar afiliado como militante, gozaba de la confianza de Cerrón. Ahora es un aliado de Castillo y todo apunta a que está construyendo un liderazgo propio.

Bermejo promovió la designación del polémico Luis Barranzuela como ministro del Interior, de acuerdo a fuentes confiables. Y es que el legislador había contratado como asesor en su despacho parlamentario al abogado Raúl Noblecilla, socio de Barranzuela en un estudio jurídico. “Renuncié hace unos días al cargo de asesor en el despacho del congresista Bermejo para evitar suspicacias. Guillermo Bermejo viene creando un liderazgo y es por su honradez y acompañamiento al pueblo”, dice Noblecilla a Sudaca. 

Tras marcar cierta distancia con el ala dura del partido, Bermejo empezó a reunirse con ministros a quienes el cerronismo les ha puesto la puntería. El 7 de octubre visitó en la sede de la Presidencia del Consejo de Ministros a la premier Mirtha Vásquez. Y, cinco días después, el 12 de este mes, acudió a Torre Tagle para reunirse con el canciller Óscar Maúrtua, a quien antes había denostado por reemplazar a Héctor Béjar. El encuentro fue a petición del ministro de Relaciones Exteriores. 

En medio de este juego fue que, el 13 de octubre, Cerrón convocó a una asamblea nacional extraordinaria de Perú Libre para asestar un duro golpe al presidente de la República. En el encuentro sólo participaron 26 secretarios regionales, además de él. Duró hasta las dos de la mañana. El resultado fue el ya conocido comunicado en el que el ala dura del partido decide no darle la confianza al gabinete Vásquez y alejarse de Castillo.

“La bancada le pidió una explicación al presidente cuando decidió cambiar al premier Bellido. Él nos dio una respuesta para salir de la presión. Dijo que había coordinado con el secretario general, el doctor Vladimir Cerrón, los cambios del Gabinete. Pero luego me comuniqué con él [Cerrón] y dijo que no había tratado para nada el tema de los ministros. Ahí acordamos no respaldar al nuevo Gabinete”, dice Alfredo Pariona, congresista y secretario regional de Perú Libre por Huancavelica. Pariona fue el único legislador oficialista que participó en la reunión virtual vía Google Meet. 

Los cerronistas pusieron en el punto de mira también a la vicepresidenta Dina Boluarte, y a la congresista y ministra de Trabajo, Betssy Chávez. A ambas las amenazaron con sanciones en el comunicado. Y designaron como secretario nacional de disciplina al exprimer ministro, Guido Bellido, quien está con la sangre en el ojo y asegura que no cambiarán de postura respecto a negarle el voto de confianza a Mirtha Vásquez. “Nosotros somos un partido serio. No jugamos. Esas cosas no son negociables”, dice Bellido a Sudaca.

El  comunicado de Perú Libre incomodó a Bermejo y a Nájar, según fuentes cercanas a ambos con las que conversó Sudaca. Y es que Nájar, con el apoyo de Bermejo, coordina con las otras agrupaciones de izquierda que integran la alianza de gobierno, en el llamado Frente Nacional por la Democracia y la Gobernabilidad. Ese frente –que integran Perú Libre, Juntos Por el Perú, Frente Amplio y Nuevo Perú, además de organizaciones sindicales– decidió apoyar los cambios en el Gabinete a través de un aviso el 7 de octubre. Sin embargo, el comunicado promovido por Cerrón en los últimos días tiró la alianza por la borda. 

Colegiado del Frente Nacional
7 de octubre. El comunicado del Frente Nacional por la Democracia y la Gobernabilidad, que integra Perú Libre, en el que respalda al presidente Pedro Castillo y a la primera ministra Mirtha Vásquez. La posición del ala radical del lápiz ha puesto en peligro la alianza.

“El comunicado de Perú Libre hace peligrar la alianza con otros grupos y deja mal al partido en el frente con un doble discurso”, dice una fuente alineada con Bermejo, en desacuerdo con un rompimiento con sus socios políticos. 

El bloque moderado, al que ahora está alineado Bermejo, también cuestionó en la interna que el ala dura fomente la división en la bancada entre militantes de Perú Libre y profesores que apoyan a Castillo, con miras al voto de confianza. “No podemos dividirnos ahora”, dice una fuente. 

Y la tensión en el oficialismo sigue escalando. Jorge Spelucín, secretario regional de Cajamarca de Perú Libre, anunció que Boluarte, Chávez y Bermejo “van a ser sancionados”. “Se los va a invitar al retiro”, dijo Spelucín en el programa “Al estilo Juliana”. 

Spelucin
Jorge Spelucín Aliaga, secretario regional de Cajamarca de Perú Libre, promueve la expulsión de Dina Boluarte, Betssy Chávez y Guillermo Bermejo. Foto: Facebook de Jorge Spelucín.

Spelucín es un hombre de confianza de Cerrón y uno de los nuevos voceros de la organización en medios. El grupo de Bermejo lo cuestiona por formar el movimiento Venceremos Perú –a principios de año– que apoyó a Verónika Mendoza en primera vuelta, según una revisión en redes sociales. Las puñaladas están a la orden del día. 

“En el país hay una clara posición de parte de la derecha de tumbarse a este gobierno. No podemos ceder al chantaje bajo el pretexto de la gobernabilidad”, dice el legislador cerronista, Jaime Quito, en alusión a Mirtha Vásquez. La primera ministra está en el ojo de la tormenta luego de que decidiera no impulsar el tema la Asamblea Constituyente. El presidente, por su parte, también juega sus cartas: ya sumó como aliado a Bermejo. Uno de los dos bandos saldrá airoso de la puja. 

*Fotoportada: Darlen Leonardo

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Sinceramente pienso que Guillermo Bermejo es una persona bien intencionada que dedica su energía a intentar cambiar al Perú para beneficio de los más pobres y necesitados. Es cierto que en el Perú hay mucha pobreza, que los servicios públicos son de pésima calidad, que sufrimos una plaga de corrupción a todo nivel, que la infraestructura es deficiente y que tenemos muchas cosas por corregir. Está claro que nuestro objetivo debe ser corregir estos problemas, pero la pregunta es: ¿Cómo hacerlo? 

Sin embargo, si Bermejo quiere eliminar la corrupción en el Perú, ¿cómo puede tener de socio político a Vladimir Cerrón?, que ha sido sentenciado por corrupción y ahora aparece vinculado al caso “Los Dinámicos del Centro”. Si Bermejo es una persona correcta, como creo que es, tendría que haberse alejado de Cerrón hace rato. Sin embargo, son socios políticos cercanos. ¿Bermejo está siendo políticamente pragmático y se hace de la vista gorda porque romper con Cerrón no ayuda a sus objetivos políticos? Si este es el caso creo que Bermejo pierde mucha legitimidad al mantener esta sociedad vigente. ¿Con que cara puede uno tratar de cambiar al Perú si es aliado de alguien sentenciado por corrupción?

Si Bermejo quiere mejorar la economía peruana ¿porque no critica la política económica chavista que ha empobrecido tremendamente al pueblo venezolano? Puedo entender que Bermejo tenga simpatía por el gobierno venezolano dado que lo ayudaron cuando él lo necesitaba, sin embargo, su lealtad principal es con el Perú y esto implica ser honesto con la realidad. No criticar la economía chavista me hace dudar respecto al criterio de Bermejo.

Bermejo escribió recientemente un tweet en el que indica que en Berlín recientemente los ciudadanos votaron a favor de expropiar 240 mil departamentos para resolver sus problemas de vivienda y que este hecho no afecto a los indicadores de la economía alemana, de lo cual deduce que la subida del dólar en el Perú, despues de la amenaza de expropiación de Bellido, es producto de un boicot maquinado por especuladores locales.

¿Como explicar la lógica de Bermejo en este tweet? Para empezar Bermejo debería saber que ese referéndum fue no vinculante por ende solo registra el deseo de los participantes, no implica que la medida se vaya a tomar. 

También debería saber que esa medida le costaría a Alemania USD 40 mil millones, es decir el 1% del PBI alemán, lo cual no es mucho para la cuarta economía del mundo, mientras que si el Perú expropiase Camisea (un costo de USD 30 mil millones según algunos) implicaría alrededor del 10% del PBI peruano, un golpe durísimo para la economía peruana.

Por otro lado, si Camisea se expropia tendría que ser administrado por el Estado peruano, sabiendo que este es tremendamente ineficiente y corrupto, el resultado obvio es que esa gestión sería desastrosa. 

Finalmente, el mensaje que el gobierno envía al sector privado con una expropiación es el de un gobierno estatista que no respeta los acuerdos pactados lo cual reduce aún más la confianza de los inversionistas en el gobierno. 

Por todas estas razones se entiende fácilmente que la subida del dólar es fruto de la inepta propuesta del primer ministro y no resultado de los esfuerzos de un grupo de especuladores maquiavélicos. 

¿Bermejo en su percepción ideologizada creerá que expropiando empresas que rentabilizan los recursos del Perú se contribuye a reducir la pobreza y corregir los diversos problemas del país? ¿Puede ser posible que Bermejo tenga tal nivel de desconocimiento de cómo funciona la economía de un país?

Que maravilloso seria que toda la energía y buenas intenciones de Bermejo estuvieran acompañadas de una adecuada comprensión del funcionamiento de la economía y de las verdaderas soluciones que requieren los problemas de gestión de nuestro país.

 

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UNO

Gordo culón y caucásico, una alopecia lo acompaña desde tiempos pretéritos. Cuando es interpelado sufre de una incontinencia verbal. Su presencia, en el escenario político, es una secuela natural de la aparición del hombre-ridículo en la presidencia de los EE.UU.  Ante las cámaras, una pregunta incómoda y pertinaz lo acecha, la entrevistadora no ceja en su empeño. El candidato refunfuña, no se disculpa, monologa: “Soy dueño de la verdad pues, no necesito disculparme; soy millonario, carajo”.

“Darle vivienda, en un hotel 5 estrellas, a una niña violada es lo máximo que puedo darle de cariño”.

La blonda periodista lo interpela: “Hay un gran porcentaje de niñas de 9 y 12 años que son violadas, ¿piensa que es justo que den a luz?”.

“Entonces Ud. es asesina, quiere matar a dos personas”.

El Opus Dei ha parido 2 personajes en el ámbito político: Ambos célibes. Ególatras y bizarros.

Cada viernes, en su cubículo privado, con el torso desnudo, se arrodilla y empieza la flagelación. En ese momento, siente levitar, acercándose cada vez más a su Dios, a través del dolor. La mayoría, a eso, le llama sadomasoquismo.

Conservadores, católicos, protestantes, etc. se identifican con el orondo personaje. Sea por su autoritarismo, antifeminismo y homofobia. Gente que siente temblar, el piso de sus creencias, ante los cambios en la sociedad.

George W Bush era un converso también. Oró, con su gabinete, para tomar la decisión de invadir Irak. No encontró las armas de destrucción masiva; pero sí, encontró petróleo.

DOS

“Me interesa un comino esta elección, es lo que menos me importa en la vida…métanse la alcaldía al poto, a mí que me importa la alcaldía…” Lourdes Flores Nano – candidata a la Alcaldía 2010

Salida de un partido de derecha, del que solo quedan escombros. Lourdes, caderona de pelo frondoso y ya sesentona. Abogada de cierto prestigio y arropada; eso sí, con un poncho de marca. Locuaz, habla de maniobras fraudulentas en un puñado de mesas. Luego se contradice “hubo fraude”, y sentencia: “Keiko ha ganado en las mesas”. Días después, manifiesta, sin ruborizarse “hubo penetraciones en mesas”.

Queda en ridículo al denunciar fraude, porque los personeros  y jefe de mesa tenían el mismo apellido; insólito, porque es algo común en los pueblos del Perú profundo. No sorprende, es el desconocimiento inequívoco de parte de la derecha contumaz.

“Lo que me pasa hoy día es que, precisamente, no tengo ningún interés, no tengo en juego nada, pero sí tengo un sentimiento democrático”.

Conocido es el aporte financiero de Odebrecht a su campaña política. Hay pendiente un juicio. De la incólume e impoluta Lourdes, que emergió en 1985, ya no queda nada. Solo resquicios de una, impenitente fujimorista, que busca por todos los medios, desacreditar las instituciones democráticas.

TRES

“Nosotros somos socialistas y nuestro camino a una nueva Constitución es un primer paso, y si tomamos el poder, no lo vamos a dejar. Con todo el respeto que se merecen ustedes y sus pelotudeces democráticas, preferimos quedarnos para establecer un proceso revolucionario en el Perú” – Guillermo Bermejo

Piel cobriza, altisonante y con discursos cadavéricos de los años setenta. Genuflexo ante su líder Cerrón (“la sentencia es una error judicial”). Pareciera que no entiende que su discurso y posición, están a contramano con el presente.

Acusado de terrorismo, fue asilado político de la Venezuela de Maduro. Tiene pendiente un juicio.

En las antípodas de la izquierda moderna, es un conservador recalcitrante y supinamente ignaro en otros temas.

“No podemos estar en los mismos caminos que el Nuevo Perú y ellos […] No vamos a aceptar que nos vengan a imponer (…) género o aborto y tanta vaina, ahorita”.

Cuanto se dejan sentir Bedoya, Barrantes y Pease en el horizonte político.

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