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Medidas restrictivas, que van desde el 31 de enero hasta el 14 de febrero, tendrán un duro impacto en nuestra economía, aseguran expertos.

El presidente Francisco Sagasti anunció anoche que Lima y nueves regiones más tendrán inmovilización social obligatoria total, desde el 31 de enero hasta el 14 de febrero. Esto provocará que negocios como Centros comerciales, galerías y conglomerados. Restaurantes, casinos, gimnasios, cines y súper mercados cierren, reduzcan su aforo o solo funcionen haciendo entregas por delivery. ¿Cómo impactará esta nueva cuarentena en la economía del país?

El economista Jorge Gonzáles Izquierdo, aseguró que los impactos serán drásticos pues la pobreza se elevará y habrá millones en pérdidas económicas. Recordó que un día de cuarentena genera pérdidas diarias de 550 millones de dólares y que durante la primera cuarentena se perdieron 7 millones de empleos.

“Cerramos el 2020 con 30% de pobreza. Con una segunda cuarentena fuerte, iríamos a 32% y la informalidad pasaría a 76%”, dijo el docente de la Universidad del Pacífico. Los más afectados serían las personas que tienen un empleo informal, trabajadores del sector servicios y comercio.

¿Crecimiento con cuarentena?

El pasado 11 de enero, la Presidencia del Consejo de Ministros (PCM), estimó que el PBI crecería 10% este 2021. Pero hizo una salvedad. El crecimiento sería si es que no hay una cuarentena.

Uno de los sectores más golpeados durante este nuevo encierro debido al incremento de contagios de COVID-19, será el rubro gastronómico. Al respecto, Blanca Chávez, presidenta de Asociación Peruana de Restaurantes y Afines, señaló han recibido un duro golpe con estas nuevas restricciones.

“¿Por qué tienen que cerrar los restaurantes si no son foco de infección?”, se preguntó. “Una gran cantidad de empleados se quedarán sin empleo por quince días. ¡Si es que serán quince días!”; dijo. Y añadió: “Trabajaremos haciendo delivery, pero la mayoría de nuestras ventas son en el mismo local. Que nos bajen el aforo, ¡bueno! (Pero sin atención en el local) ¿Qué harán los mozos, por ejemplo? No trabajarán. El país no resistirá esa medida”, indicó y pidió al Ejecutivo ayuda a su sector a través de Reactiva Perú.

De similar opinión fue José Luis Silva Martinot, presidente de la Unión de Gremios y Restaurantes del Perú. “Se están tomando medidas extremas”, indicó al recordar que 70 mil restaurantes quebraron durante la primera ola de COVID-19. “Se requiere ahora de un rescate financiero para que las empresas puedan salir adelante”, señaló. Es necesario recordar que antes de la pandemia había 200 mil restaurantes en el Perú, de los cuales, 70 mil quebraron.

Por su parte, Esperanza Tafur, presidenta de MYPES Unidas del Perú recordó que la crisis económica y sanitaria ha golpeado muy fuerte a los pequeños negocios. “Un ejemplo claro son las bodegas que, a pesar de todos los esfuerzos, aún no logran recuperarse, debido a que las ventas disminuyeron durante la pandemia. Tan solo en los primeros meses, bajaron en un 50%”. Insistió que las restricciones del Gobierno impactarán en sus negocios, al cerrar más temprano por el horario de inamovilidad. Añadió que el toque de queda dificultó el abastecimiento de productos y que el miedo al contagio ahuyentó a los clientes. “En el caso de las bodegas, por ejemplo, hacia finales del 2020 solo lograron recuperarse en un 70%”, dijo.

En tanto, Leslie Passalacqua, presidenta del Gremio Retail de la Cámara de Comercio de Lima indicó que, antes del anuncio del presidente Sagasti, el gremio estimaba que las ventas del primer trimestre del año iban a representar un 55% de los alcanzado en el mismo periodo de 2019, pero si solo se les permitiera despachar por delivery, la nueva proyección sería del 40%.

Gamarra – señaló Passalacqua- cerró el 2020 con pérdidas mayores a los 3000 millones de soles, lo que representa una caída del 50% a comparación de lo que factura cada año previo a la pandemia. “La nueva cuarentena nos golpearán aún más”, dijo.

Comercio electrónico, una posibilidad

Uno de los refugios donde los negocios encontrarán un nicho es en el e-commerce. Las ventas antes de la pandemia representaban entre el 2% y el 5%, mientras que en la campaña navideña del 2020 creció al 18%.

Los emprendedores deberán adaptar sus negocios a esta nueva normalidad.

Cumplir con las obligaciones tributarias es muy importante para evitar problemas con el ente recaudador. Aquí te damos algunos tips para evitar multas.

Emprendedor, tener una buena salud tributaria es importante para tu negocio, por lo que se recomienda declarar todas las compras y ventas que realizas. Tener una contabilidad ordenada, legalizar los libros contables y de la sociedad desde su constitución. Así como tener las facturas, boletas de venta y todos los comprobantes de pago ordenadas. Ante ello nos preguntamos ¿Qué aspectos debo tener en cuenta para no tener problemas con la Sunat? Aquí te presentamos algunos tips para no tener problemas con el ente tributario.

Contacto directo con el área de contabilidad. Muchas veces se comete un error. Creer que los temas comerciales o de venta de bienes y servicios de nuestra empresa es lo más importante. Y, aunque realmente lo es, descuidamos el cumplimiento tributario, cuando este también es un tema fundamental. Los gerentes o líderes de las empresas sean grandes, medianas o pequeñas, deben mantenerse en contacto con su área contable y velar por el cumplimiento tributario e involucrarse en la problemática de estos departamentos.

Declaraciones tributarias. Toda organización debe estar al día y presentar sus declaraciones tributarias en las fechas dispuestas por la Sunat (Por ejemplo: el impuesto a la renta 2020 inicia este 25 de marzo). ¿Qué ocurrirá si no lo haces? Pueden aplicarte multas e intereses que perjudicarán tu economía. Ojo: Se debe monitorear constantemente el cumplimiento tributario.

Todo debe estar en orden. Nos referimos a que los comprobantes de pago, las boletas y todo comprobante de pago debe estar ordenado y actualizado.

No ocultes información. Es también una práctica ilegal. Recuerda siempre que no todos somos expertos en temas tributarios, por lo que es preciso contar con el asesoramiento debido para identificar cualquier situación de riesgo, no sólo en el cálculo específico de impuestos, sino también en las prácticas contables dentro de su empresa.

Declaración anual. Teniendo en cuenta que la Declaración Jurada Anual del Impuesto a la Renta inicia el próximo 25 de marzo, debemos preguntarnos ¿Quiénes están obligados a presentar la Declaración Jurada Anual del Impuesto a la Renta? Pues quienes en el 2020 hubieran obtenido rentas o pérdidas de Tercera categoría y que hubieran estado afectos al Régimen General y/o al Régimen MYPE Tributario del Impuesto a la Renta.

También se encuentran obligados a presentar la declaración, las personas o entidades generadoras de rentas de Tercera categoría que hubieran realizado operaciones gravadas con el Impuesto a las Transacciones Financieras (ITF) por haber efectuado el pago de más del 15% de sus obligaciones sin utilizar dinero en efectivo o medios de pago.

La falta de confianza en el equipo o el miedo a ceder responsabilidades hace que sea complicado para algunos jefes deslindarse de algunas actividades, pero hay formas de superarlo para evitar cargarse de trabajo en perjuicio de la organización

Por María Claudia Medina

Si bien algunas personas en puestos de liderazgo son capaces de realizar actividades operativas, y al mismo tiempo dirigir planes estratégicos para la empresa, generalmente, acaparar todas las tareas termina por desgastar física y emocionalmente a cualquier profesional y afecta negativamente los objetivos de la compañía.

En una encuesta sobre el manejo del tiempo, realizada por el Instituto para la Productividad Corporativa a más de 300 empresas internacionales, se encontró que el 46% tenía un nivel de preocupación “algo alto” o “alto” acerca de las habilidades de delegación de sus trabajadores.

Las razones detrás de esta dificultad son variadas, están los perfeccionistas que no toleran ni un solo error, los que no confían en el equipo de trabajo y los que están muy encariñados con las tareas operativas. Según Jesse Sostrin, director en el Centro de Excelencia para coaching de liderazgo de PwC, los buenos trabajadores que son promovidos a líderes son los que más tienen el problema de pasar del “hacer” a “dirigir”.

“Cuando justificas la forma en que te aferras al trabajo, confundes estar involucrado con ser esencial. Pero los dos no son lo mismo, al igual que estar ocupado y ser productivo no son iguales. Cuán accesorio o esencial eres para el éxito de ese trabajo, depende de cuán sabiamente impulses a quienes te rodean”, explica en un artículo para Harvard Business Review.

Empezar de a pocos creando las condiciones

Una forma sencilla para desarrollar la habilidad de delegar es dividir las tareas y empezar a soltar las actividades que no sean tan prioritarias. Para delegar tareas más importantes, la coach Ashira Prossack, en un artículo para Forbes, brinda cinco recomendaciones clave:

Ser estratégico. Seleccionar a la persona con las habilidades correctas para completar la tarea. “El hecho de que alguien tenga la capacidad no significa que tenga la disponibilidad en ese momento en particular, es importante encontrar un equilibrio entre los dos”, advierte.

Establecer las expectativas. Asignar tareas a las personas no es suficiente, hay que explicar claramente qué es lo que desea obtener. Precise cómo se vería una finalización exitosa de la tarea, identificando el resultado y el período de tiempo en el que debe completarse.

Evite el “micromanagement”. Los que intentan controlar los detalles que no son tan importantes solamente están agregando más trabajo y generando frustración en la persona que hizo el trabajo. Una vez que se delegó algo, hay que tomar distancia.

Confiar en el equipo. Una vez que se asignó la tarea, hay que otorgarle al trabajador la autoridad de asumirlo por completo y confiar en que lo completarán bien y a tiempo. No está mal preguntar “¿cómo te va?”, pero hacerlo a toda hora genera desconfianza.

Revisar el resultado. Si hubo un problema con el trabajo, es responsabilidad de esa persona hacer las cosas bien. Una tarea bien hecha debe distinguirse. Tanto el reconocimiento como la crítica son igualmente importantes.

Al margen de ofrecer instalaciones físicas para las oficinas, estas organizaciones se preocupan por sacar el proyecto adelante con financiamiento, mentores y diseño de estrategias para que logren sobrevivir en el mercado

De la misma forma en que los bebés prematuros requieren de una incubadora para desarrollarse bien en sus primeros días de vida, las ideas de negocio que recién están formándose, también requieren de asistencia especial. A las organizaciones que brindan este apoyo a los emprendimientos tecnológicos o ‘startups’, se les conoce como “incubadoras”.

Estas incubadoras y las aceleradoras son vitales para los emprendimientos. Según INCAE Business School, la diferencia es que las incubadoras buscan futuras ‘startups’, negocios que aún estén formulándose. En cambio, las aceleradoras trabajan con proyectos en desarrollo, que tengan cierto grado de madurez.

Además de brindar espacios físicos para las oficinas, tanto las incubadoras como las aceleradoras ayudan a los emprendedores a conectarse con clientes y proveedores. Este apoyo es fundamental para la supervivencia de las compañías.

De acuerdo a Rosmary Cornejo, coordinadora ejecutiva del programa estatal Innóvate Perú, solo uno de cada ocho a 10 proyectos prospera. Los demás fracasan por una débil formulación.

Experiencias más conocidas y procedimiento

A nivel mundial, la principal incubadora es Y Combinator, que se fundó en el 2005 y ha tenido grandes casos de éxito como la plataforma de almacenamiento de información Dropbox y la plataforma para alquiler de alojamientos, Airbnb. Actualmente, más de 10 mil startups al año, buscan aplicar a esta incubadora, pero solo entre 200 y 250 ideas de negocio son admitidas.

En el Perú, la Asociación Peruana de Capital Semilla y Emprendedor (Pecap), precisa que existen decenas de incubadoras y aceleradoras, que proveen tanto de servicios de apoyo como de capital “semilla”, una inversión sin obligación de retorno.

Son organizaciones que vienen del sector corporativo, como Wayra, o de las universidades, como Emprende UP o StartUPC, pero también está Startup Perú, el programa del Estado que funciona como una aceleradora de negocios. Para postular, se requiere tener un Producto Mínimo Viable (PMV) en desarrollo y con alguna tracción (otros inversionistas).

Antes de salir el mercado, si el proceso de incubación es el adecuado, se distinguen al menos procesos por los que atraviesa el emprendimiento:

Pre-incubación. Periodo de orientación y asesoría a los emprendedores para el desarrollo de su idea de negocio. En esta primera parte, por ejemplo, se define la problemática social, los beneficiarios, los indicadores clave de rendimiento o KPI’s y el impacto esperado, así como la sostenibilidad financiera.

Incubación. Puesta en práctica en la que se revisa y se da seguimiento a la implementación, operación y desarrollo del emprendimiento. Aquí se brinda retroalimentación, se crean programas piloto, se prototipa y se crea el producto mínimo viable.

Post-incubación. Es donde se le hace seguimiento al emprendimiento con el fin de mejorarlo continuamente, hasta que está listo para salir al mercado.

Las startups que reciben mil millones de dólares en inversión o unicornios siguen siendo de interés para los fondos de capital de riesgo. Incluso en medio de la pandemia, se realizaron inversiones de este tipo en México y Uruguay. ¿Podría estar en el Perú la siguiente sorpresa?

Por María Claudia Medina

A pesar de la crisis económica por la pandemia, la inversión en emprendimientos tecnológicos o startups no se ha detenido y, de hecho, en América Latina está aumentando. Durante el 2020, México y Uruguay lograron tener su primera empresa “unicornio”, como se les conoce a las compañías que alcanzan los mil millones de dólares en valorización.

En el caso mexicano se trata de la plataforma Kavak, un negocio de compra y venta de vehículos usados, y en Uruguay, la plataforma de pagos dLocal destacó al tener solo cuatro años en el mercado y contar entre sus clientes con marcas como Spotify y Zara. Parte de las características de las “empresas unicornio” tiene que ver, justamente, con este crecimiento abrupto en poco tiempo, que parece tan imposible como un animal fantástico.

En el Perú, Luis Narro, director ejecutivo de la Asociación de Capital Semilla y Emprendedor del Perú (Pecap), refiere que sí es posible que surja una empresa unicornio, pero en un periodo de cinco años a más, porque se trata de un tema financiero que no depende tanto de las empresas y tampoco sirve para definir el éxito de una compañía.

“Colombia ha tenido solo a Rappi y un mercado tan grande como México, donde el Estado apoya mucho en recursos, recién ha generado su primer unicornio en el 2020. Es un tema de largo plazo. Por ejemplo, en el caso de Rappi, se convirtió en empresa unicornio no por la entrega del servicio, sino por su apuesta de ser una super ‘app’ para Latinoamérica. Estas compañías llegan a ser unicornios cuando logran sustentar que son un negocio global o por lo menos regional”, explica.

Crehana y el ecosistema peruano

Entre las “startups” peruanas, la que más está destacando es la plataforma educativa Crehana, que en el 2019 recibió US$ 4.5 millones y durante el 2020, con la masificación de la educación virtual, logró obtener US$ 17.5 millones. Un incremento que da una buena señal, pero todavía lejos de los mil millones de una empresa unicornio. Para Narro, preocuparse por ser estables en el tiempo es más importante ahora que la valorización.

“Más que unicornio buscamos un grupo de compañías que puedan crecer y tengan estabilidad y un impacto positivo del uso de tecnología en distintos sectores. Por ese lado es que se mediría el éxito, que más compañías puedan seguir creciendo independientemente de la valorización que puedan alcanzar”, precisa.

Por el lado de las corporaciones que invierten en “startups”, Marco Roca, CEO de Krealo, brazo de innovación abierta del Grupo Credicorp, considera que la fragmentación que existe en los mercados de Sudamérica también influye para que todavía no podamos ver una empresa unicornio en el Perú.

“El tema de escala es muy importante, pues no hay falta de talento ni de capacidades, de hecho, el Perú es un mercado donde existe mucho talento. Lo que sí considero es que hay un trabajo pendiente por tener una mayor actividad de inversionistas, se ha avanzado bastante en temas de inversionistas ángeles y de ‘venture capital’, pero todavía falta madurar”, comenta.

¿Qué buscan los inversionistas?

En opinión de Roca, lo más importante que debería tener en cuenta una “startup” al buscar inversionistas puede resumirse en tres puntos:

– Una propuesta de valor enfocada en necesidades clave de los clientes en mercados grandes y crecientes. Un punto clave es buscar ventajas competitivas diferentes.

– Tener una buena tracción, que al inicio contribuye a que el inversionista crea en la “startup”, pero esto debe ser complementando con caminos de monetización claros.

– Procesos o tecnología que sea escalable, flexible y eficiente. Mientras la “startup” se vea con mayor potencial para ser escalable, tendrá más oportunidades.

“En nuestro caso, con Krealo, también buscamos que se pueda complementar a los modelos de negocio que tenemos en Credicorp. La pandemia sigue impulsando la digitalización, lo que generará, sin duda, más inversiones este 2021, ya sea consolidando modelos de negocios de startups que ya tienen tracción o apostando por nuevas iniciativas”, asegura.

Estimó que los sectores más beneficiados este año serán los que mejor se desarrollaron durante la pandemia; sistemas de pago, neobancos, brokers de inversión, marketplaces, soluciones digitales para pymes y POS lending.

El nivel de incertidumbre de la pandemia obligó a que las empresas replanteen sus objetivos estratégicos, pero también que revisen los valores y la cultura organizacional que los une y los motiva a trabajar, a pesar de la distancia

Por María Claudia Medina

Con la pandemia, la posibilidad de generar una mayor cohesión a partir de compartir el mismo ambiente de trabajo se esfumó, pero según un artículo de Quartz difundido por el Foro Económico Mundial, a pesar de la distancia, los trabajadores sí se involucran más con sus compañeros, porque conocen aspectos de sus vidas privadas como los hijos o las mascotas, lo que puede ayudar a establecer relaciones más fuertes.

“La mayoría de las empresas informan haber mejorado la comunicación, lo que significa que los empleados podrían sentirse más conectados. También ha habido un gran cambio en la flexibilidad, y las empresas deben reconocer, algunas por primera vez, que sus empleados tienen vidas complejas, que a veces incluyen niños, padres, ancianos y problemas de salud por nombrar algunos de los desafíos que la pandemia ha puesto de relieve”, indica.

En base a estas nuevas relaciones y la necesidad de tener un liderazgo más empático, Tracy Brower, socióloga especializada en el ámbito laboral, consideró -en un artículo de Forbes- que la cultura organizacional debe reforzarse considerando las siguientes claves:

Comunicación fluida. Crear una densidad de información en la que más personas tengan más información con rapidez para poder orientar decisiones y acciones.

Escuchar a los trabajadores. Concentrarse en sus necesidades y abordar proactivamente sus preocupaciones.

Desarrollar líderes. Proporcionar educación y coaching. Asegurarse de que dirijan en función a los objetivos y muestren empatía por los trabajadores.

Fomente conexiones sólidas. Crear o mantener programas de tutoría y planificar la vinculación de personas y equipos para integrar más a los trabajadores.

Reconocimiento. Felicitar a los empleados que actúan según los valores de la empresa y darles el crédito cuando su desempeño está alineado con la cultura organizacional.

Demostrar la cultura fuera de la empresa. La forma en que el líder interactúa y contribuye a su comunidad también envía una señal fuerte sobre su cultura empresarial.

En el Perú, de acuerdo al informe “Liderando el cambio en la adversidad” de EY Perú y Amcham Perú, las empresas peruanas transformaron sus eventos para seguir fomentando los valores de la organización y repotenciaron a los “embajadores” de la cultura organizacional, trabajadores clave para mantener a los equipos motivados en el nuevo entorno laboral.

“El modelamiento de la cultura en un contexto adverso y complejo facilita el proceso de adaptación a los cambios; en los que la capacitación y el desarrollo de las nuevas competencias digitales, así como el reconocimiento de comportamientos que soporten una cultura flexible y abierta a los cambios permitirá que los colaboradores adopten nuevos hábitos”, precisa el documento, que recoge experiencias de más de 60 empresas locales.

 

 

El miedo al fracaso es uno de los grandes enemigos de quienes desean tomar el camino del emprendimiento. Aprende a vencerlo.

Por Samanta Alva

Sentir temor al iniciar un nuevo proyecto es normal, pero no debemos permitirnos que eso nos frene. Optar por el emprendimiento es un camino lleno de trabajo, pero cada vez más esperanzador y popular. Un informe del Banco Mundial reveló que uno de cada tres latinoamericanos son autónomos o pequeños empresarios.

Puede que hayas escuchado muchas historias sobre cómo distintos negocios han cerrado o no han dado frutos pasado el año de instaurados, y esto te retraiga de emprender. La realidad es que, según el economista Juan Carlos Delgado, los negocios suelen percibir ganancias (una vez de recuperar la inversión) en un plazo de dos años. Por eso es importante tener paciencia y constancia en este camino.

Para empezar a romper con el miedo de empezar con tu propio negocio, ten en cuenta estos consejos:

Pierde el miedo al fracaso: Según el psicólogo Diego Vásquez, el miedo al fracaso solo genera más fracaso. Clave para ello es tener metas realistas. Recuerda que fallar es parte del proceso de aprendizaje, algo que va muy de la mano con el emprendimiento. Al armar tus planes concéntrate en las cosas sobre las que tienes control y las que puedes mejorar. Analiza y potencia aquello que está a tu alcance.

Sal de tu zona de confort: Solemos movernos dentro de la comodidad en nuestro día a día, y romper con ella genera un gran estímulo. Según la Ley de Yerkes-Dodson, la motivación y el esfuerzo por alcanzar un objetivo aumentan hasta que la expectativa de éxito o el nivel de incertidumbre alcanza el 50%. Una vez que rompamos nuestras propias barreras encontraremos un sinfín de oportunidades de crecimiento.

Plantéate micrometas: Para David Laurent, economista conductual, las micrometas son la clave de la productividad. Si desarticulamos los proyectos en tareas, y a la vez estas tareas en ítems más pequeños, tendremos mayor sensación de seguridad pues percibiremos que estamos avanzando constantemente. Esto mantendrá la motivación en alto para continuar.

Confía en ti y tu equipo: No permitas que el síndrome del impostor te invada. Confía en que tienes las capacidades necesarias para continuar con el proyecto. Refuerza los puntos que reconozcas como débiles en ti, apoyándote en un equipo cercano. Para el economista conductual uno de los más grandes detonantes para el fracaso de un negocio, es la falta de confianza en el equipo.

Estructura tu negocio: Plantea de forma clara qué productos o servicios ofrecerás. Define también cuál es la estructura de tu negocio y decide cómo podrás financiarlo. Dependiendo del tipo de producto que busques ofrecer, investiga si te es más conveniente optar por un producto crediticio o una recaudación de fondos como un crowdfunding.

Para sacar adelante un emprendimiento es más necesaria la perseverancia que el espíritu creativo. Además, Andrea Rivas, coordinadora senior de Emprendimiento de Emprende UP, señala que no existe una edad adecuada para aventurarse a tener un negocio propio.

Por María Claudia Medina

Ya sea por una oportunidad de negocio o por la necesidad de tener un ingreso, en el Perú, el emprendimiento tiene una alta valoración, según el estudio Global Entrepreneurship Monitor 2018-2019, publicado por la Universidad Esan, donde se ubica al Perú como el tercer país con la más alta percepción de oportunidades para emprender.

Además, un 62.4% de los entrevistados considera que tener un emprendimiento exitoso es una fuente de estatus y prestigio. Sin embargo, también existen muchos mitos alrededor de los emprendedores sobre las habilidades que deben tener, su edad o sus condiciones previas.

Para Andrea Rivas, coordinadora senior de Emprendimiento de Emprende UP, no existe una receta única para lograr el éxito con un negocio propio. Considera que los emprendedores pueden tener distintas edades y características, todavía más después de una pandemia que ha dejado a muchas personas sin empleo.

Mitos más comunes

La edad. Refiere que hay jóvenes que se lanzan a emprender saliendo de la universidad, pero hay otros que tienen experiencia en empresas y luego, se dan cuenta que quieren ser sus propios jefes, renuncian a las empresas y se lanzan a emprender. También hay adultos y adultos mayores.

“Más que edad tienen que tener un espíritu jovial, sin miedo al riesgo para que puedan hacer sus emprendimientos”, precisa.

Inversión. Es común pensar que se necesita un gran capital para iniciar el negocio, pero Rivas considera que depende del rubro en que se quiera incursionar. “Actualmente, con todas las metodologías ágiles lo que se hace es, con poco presupuesto, probar el producto para que, una vez aceptado por el mercado, validado, recién se haga la gran inversión”, indica.

Conocimientos. Las competencias técnicas de administración o finanzas aportan mucho, pero las habilidades son igual de importantes. Particularmente, en este contexto de pandemia, la especialista resalta la necesidad de conocer los canales de venta electrónicos y tener gran perseverancia para manejarse en un contexto de incertidumbre.

“Un emprendedor tiene que ser amigable con la tecnología, sin miedo a utilizar medios de pago digitales. Tiene que tener mucha resiliencia, ser perseverante. Si bien esperamos que este año sea mucho mejor que el año pasado, igual es un año con cierta incertidumbre por temas macroeconómicos y políticos”, asegura.

De acuerdo a Enrique Rodríguez, socio director de Investa, uno de los errores más grandes de los emprendedores al momento de contratar un especialista contable es pensar que solamente lo necesita para calcular el pago de los impuestos.

Por María Claudia Medina

En un intento por organizar mejor las finanzas de su negocio, los emprendedores suelen contratar a algún especialista contable o tercerizan la contabilidad para evitarse los problemas tributarios. Sin embargo, Enrique Rodríguez, socio director de Investa, precisa que esta es solo una de las funciones que pueden realizar los contadores. El principal beneficio de la parte financiera y contable es dar señales oportunas sobre algún cambio en el negocio.

“Si el conductor de un automóvil no sabe leer la velocidad o el control de cambios, puede irse al precipicio. El kilometraje o la velocidad son todas herramientas para llegar al destino. La misma función cumple la contabilidad y la idea es que el emprendedor pueda ir revisándolas y si ve algún error, pueda corregir el rumbo”, explica.

Por lo general, las empresas pequeñas y medianas tercerizan este servicio, pero Rodríguez aconseja no quedarse solo con el pago de impuestos y pedirle al especialista que explique con claridad los estados financieros. En su opinión, los principales aspectos a conocer de la parte contable son los siguientes:

El capital de trabajo. Es la cantidad de dinero que se necesitará para asumir el tiempo en que el negocio podría estar sin ventas. Por ejemplo, se emplea cuando se concretan las ventas, pero el cliente lo paga a consignación muchos días después. “Si te quedas sin capital de trabajo, el emprendimiento se cae. Cuando se inicia un negocio, se debe contar con un capital de trabajo de seis meses por lo menos, que es el peor escenario”, asegura.

El flujo de caja. Es una herramienta sencilla para saber cuánto de ingresos se tiene en efectivo y cuánto está quedando en las cuentas. Eso genera un saldo mensual. “Uno de los problemas que tenemos a veces es no tener un flujo de caja proyectado. Eso me va a permitir saber qué problemas tendré en el futuro y tomar decisiones para corregir”, precisa.

Los resultados. Cuando se habla de resultados, el emprendedor piensa –por lo general- solamente en las utilidades o las pérdidas, pero hay otros indicadores importantes para medir el rendimiento como los márgenes. “Se debe ver, por ejemplo, cuánto se está invirtiendo y cuál es el margen. Normalmente, sí lo observan, pero no lo relacionan con el estado financiero”, advierte.

Tiempo para revisar. La elaboración de la contabilidad se puede tercerizar, pero siempre se debe separar tiempo para revisar los números y si no puede interpretarlos bien, capacitarse. “Hay que ver los números de la empresa de manera recurrente”, agrega.

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