Emprende

Durante la pandemia, la transformación digital se volvió un proceso urgente en todos los sectores, pero no todas las empresas tienen las mismas prioridades. Para el sector comercial, el marketing digital y las plataformas de pago seguras son lo fundamental.

Por María Claudia Medina

Con la pandemia y la “nueva normalidad”, la transformación digital se ha convertido en la principal preocupación de las empresas. Incluso antes del COVID-19, el 65.9% de empresas peruanas ya estaba encaminada para alcanzar su “madurez digital”, según un índice medido por EY Perú, que considera el uso de herramientas digitales y la disposición al cambio de todas las áreas de negocio.

Para los especialistas del Consultorio Financiero de Mibanco, la digitalización inicia con la identificación de los procesos, saber quiénes intervienen en cada etapa y qué elementos son los necesarios para su funcionamiento. Solamente así, se podrá reconocer las oportunidades de mejora y las herramientas por utilizar.

De igual manera, Sofía Díaz, docente de Business Intelligence SQL de Cibertec, refiere que elegir los procesos prioritarios para la digitalización depende mucho del tipo de negocio.

“Si se trata de un comercio, se debe mejorar el proceso de ventas, pero si se trata de una empresa minera, todo se mueve en base a la logística. Si es banca, hay que digitalizar los procesos de atención. En los seguros también cambia porque se busca mejorar la presentación de la cartera de servicios. No hay una regla única”, aseguró.

Los sistemas y el marketing digital

El especialista en digitalización de empresas y CEO de GrowBy, Kevin Yarlequé, también consideró que el manejo mismo de la empresa puede digitalizarse con la ayuda de los ‘software’ de gestión empresarial.

“A través de un sistema de gestión, puedes ver incluso desde tu celular, los procedimientos y ventas que se han realizado en la empresa. El manejo de las empresas hoy se realiza a través de sistemas de gestión como ERP´s, CRM’s, entre otras soluciones, que permiten automatizar y tener el control administrativo, comercial, de inventario y contable de tu empresa desde una sola herramienta”, comentó.

Si ha definido que la empresa necesita facilitar las ventas, el consultorio de Mibanco recomienda establecer una plataforma con métodos de pago seguros para los clientes y manejar las plataformas virtuales que forman parte del servicio de venta, por ejemplo, la página web, redes sociales y las plataformas de mensajería como Whatsapp.

A partir de estas herramientas es que se logra conocer mejor el perfil de los clientes e incluso segmentar las estrategias de marketing, en función al público que se quiera captar. Como último paso, no debe descuidarse el proceso de entrega del producto y la posventa.

“Ahora que se ofrece el producto en plataformas digitales, se debe tener claro cómo se entregará, cuánto se tardará y qué seguimiento se le hará. La digitalización permite ofrecer un servicio personalizado con el que se puede marcar la diferencia en el rubro de negocio”, precisaron.

Esta generación se caracteriza por tener más interés en las oportunidades de desarrollo que en el mismo empleo y gustan de la flexibilidad, aspectos todavía más valorados después de la pandemia.

Por María Claudia Medina

Con el ingreso de los “millennials” (nacidos entre la década de los 80 y los inicios de 1990) a la fuerza laboral, se comentó mucho sobre sus valores y características. Por ejemplo, que no permanecen por mucho tiempo en un mismo trabajo. Sin embargo, con las tasas de desempleo que dejó la pandemia, el escenario puede cambiar en los próximos años.

De acuerdo a una encuesta de la consultora Deloitte sobre los millennials a nivel global, el porcentaje de los que querían dejar su trabajo en dos años cayó de 49% a 31% al mes de mayo del año pasado, debido a la pandemia.

Teniendo en cuenta este panorama, la asesora en inteligencia emocional, Laura Berger, recomienda en un artículo de Forbes, reconocer sus motivaciones, crear oportunidades para su crecimiento y promover el balance entre vida personal y trabajo.

“Los millennials trabajan de manera diferente a las generaciones pasadas. No quieren sentarse detrás de un escritorio durante ocho horas. Más bien, prefieren trabajar las horas que creen que son necesarias para completar su trabajo. Como resultado, el trabajo remoto se está volviendo más común dentro de las organizaciones”, comentó.

¿Cómo mantenerlos en el trabajo?

De la misma forma, un estudio de Manpower Group sobre los millennials, explica que ellos priorizan tres cosas: dinero, oportunidades de promoción y beneficios. Por ello, es importante ofrecer entornos de aprendizaje seguros y conversar regularmente sobre la carrera. Estos son algunos de los consejos que brindan para estos trabajadores:

Ofrecer seguridad de carrera. Demuestre que permanecer en la empresa puede fortalecer la carrera. Comparta ejemplos de personas de la organización que hayan progresado mediante capacitación y aprendizaje en el trabajo diario.

Enfóquese en la movilidad de la carrera. Cree oportunidades para que trabajen en diferentes proyectos y con diversos equipos con el fin de adquirir experiencia.

Conversar sobre la carrera. Más que revisiones anuales, enfóquese en objetivos a corto plazo y plantee planes concretos para alcanzarlos. Utilice esas conversaciones para vincular el trabajo actual con sus perspectivas de carrera.

Apreciar a los millennials. Ofrezca una retroalimentación frecuente, uno a uno. Encuentre nuevos canales para fomentar el reconocimiento y el intercambio entre directivos y colegas.

Ser flexible y cambiante. Reconozca que las carreras prolongadas también significan tiempo para recapacitar y recargar energías. Asuma los cambios en las carreras y haga que las pausas sean parte de la cultura empresarial.

Abrirse a modelos alternativos de trabajo. Para involucrar mejor y retener a esta generación trabajadora, adopte algunos de los aspectos atractivos de estos modelos, como la flexibilidad de en dónde, cuándo y cómo trabaja la gente.

Con las restricciones de movilidad entre países, según Carlos Letts, director de la carrera de Administración y Gerencia del Emprendimiento de la UPC, es necesario pensar en todas las formas en que se puede ingresar a nuevos mercados sin depender de actividades presenciales.

Por María Claudia Medina

 

Que un negocio logre posicionar sus productos en un mercado extranjero, para Carlos Letts, director de la carrera de Administración y Gerencia del Emprendimiento de la UPC, no depende tanto de la cantidad de trabajadores que tenga en planilla o el volumen de sus ventas, sino de la voluntad y los objetivos ambiciosos que se planteen.

“No creo que exista una fórmula para saber en qué momento salir al mercado. Esto se puede presentar de manera prematura en la vida de una empresa, también puede ser una estrategia de posicionamiento lanzar primero un producto fuera del país y después dentro. La internacionalidad depende de la voluntad, pero también de los socios que buscas”, precisó.

Incluso ahora que la pandemia ha desatado una crisis mundial, consideró que aparecerán otras oportunidades de negocio para atender necesidades y aspiraciones que son globales, pero a través de empresas locales, una suerte de “glocalización” que favorecerá a emprendimientos de contenido original.

“En una crisis como esta, donde la principal restricción es la de circulación, hay confinamiento, se dificulta encontrar proveedores y consumidores. Por lo tanto, el socio en el que te apoyas y con el que vas de la mano es fundamental”, refirió.

La tecnología como oportunidad

Según Letts, una de las principales lecciones que la pandemia les dejará a los negocios es que la presencialidad no es más una cuestión ineludible para establecer un negocio fuera del país de origen. Tener que hacer grandes inversiones para abrir una sede no es más una barrera. Con la transformación digital, es mucho más sencillo operar un negocio a distancia.

“Una empresa, ahora, se internacionaliza con el uso de las tecnologías de la comunicación e información. Hemos visto cómo se ha explotado la capacidad de aprender y de transformarse digitalmente, es algo que ya había sucedido con Alibaba o Amazon, por ejemplo”, comentó.

En el Perú, explicó que la forma de salir al mercado internacional depende también del camino que toman los emprendimientos. Mientras que una microempresa se apoya más en las oficinas comerciales, las “startups” o emprendimientos tecnológicos apelan a sus socios y alianzas estratégicas.

“Para las micro y pequeñas empresas (mypes), el socio más representativo es el Gobierno, que a través de Promperú, ha estado ayudando a estos pequeños empresarios a encontrar nuevos mercados. En cambio, me parece que las ‘startups’ van por otro camino, que se acogen más al ecosistema que se ha armado con el Ministerio de la Producción”, indicó.

El nivel de incertidumbre de la pandemia obligó a que las empresas replanteen sus objetivos estratégicos, pero también que revisen los valores y la cultura organizacional que los une y los motiva a trabajar, a pesar de la distancia

Por María Claudia Medina

Con la pandemia, la posibilidad de generar una mayor cohesión a partir de compartir el mismo ambiente de trabajo se esfumó, pero según un artículo de Quartz difundido por el Foro Económico Mundial, a pesar de la distancia, los trabajadores sí se involucran más con sus compañeros, porque conocen aspectos de sus vidas privadas como los hijos o las mascotas, lo que puede ayudar a establecer relaciones más fuertes.

“La mayoría de las empresas informan haber mejorado la comunicación, lo que significa que los empleados podrían sentirse más conectados. También ha habido un gran cambio en la flexibilidad, y las empresas deben reconocer, algunas por primera vez, que sus empleados tienen vidas complejas, que a veces incluyen niños, padres, ancianos y problemas de salud por nombrar algunos de los desafíos que la pandemia ha puesto de relieve”, indica.

En base a estas nuevas relaciones y la necesidad de tener un liderazgo más empático, Tracy Brower, socióloga especializada en el ámbito laboral, consideró -en un artículo de Forbes- que la cultura organizacional debe reforzarse considerando las siguientes claves:

Comunicación fluida. Crear una densidad de información en la que más personas tengan más información con rapidez para poder orientar decisiones y acciones.

Escuchar a los trabajadores. Concentrarse en sus necesidades y abordar proactivamente sus preocupaciones.

Desarrollar líderes. Proporcionar educación y coaching. Asegurarse de que dirijan en función a los objetivos y muestren empatía por los trabajadores.

Fomente conexiones sólidas. Crear o mantener programas de tutoría y planificar la vinculación de personas y equipos para integrar más a los trabajadores.

Reconocimiento. Felicitar a los empleados que actúan según los valores de la empresa y darles el crédito cuando su desempeño está alineado con la cultura organizacional.

Demostrar la cultura fuera de la empresa. La forma en que el líder interactúa y contribuye a su comunidad también envía una señal fuerte sobre su cultura empresarial.

En el Perú, de acuerdo al informe “Liderando el cambio en la adversidad” de EY Perú y Amcham Perú, las empresas peruanas transformaron sus eventos para seguir fomentando los valores de la organización y repotenciaron a los “embajadores” de la cultura organizacional, trabajadores clave para mantener a los equipos motivados en el nuevo entorno laboral.

“El modelamiento de la cultura en un contexto adverso y complejo facilita el proceso de adaptación a los cambios; en los que la capacitación y el desarrollo de las nuevas competencias digitales, así como el reconocimiento de comportamientos que soporten una cultura flexible y abierta a los cambios permitirá que los colaboradores adopten nuevos hábitos”, precisa el documento, que recoge experiencias de más de 60 empresas locales.

 

 

El miedo al fracaso es uno de los grandes enemigos de quienes desean tomar el camino del emprendimiento. Aprende a vencerlo.

Por Samanta Alva

Sentir temor al iniciar un nuevo proyecto es normal, pero no debemos permitirnos que eso nos frene. Optar por el emprendimiento es un camino lleno de trabajo, pero cada vez más esperanzador y popular. Un informe del Banco Mundial reveló que uno de cada tres latinoamericanos son autónomos o pequeños empresarios.

Puede que hayas escuchado muchas historias sobre cómo distintos negocios han cerrado o no han dado frutos pasado el año de instaurados, y esto te retraiga de emprender. La realidad es que, según el economista Juan Carlos Delgado, los negocios suelen percibir ganancias (una vez de recuperar la inversión) en un plazo de dos años. Por eso es importante tener paciencia y constancia en este camino.

Para empezar a romper con el miedo de empezar con tu propio negocio, ten en cuenta estos consejos:

Pierde el miedo al fracaso: Según el psicólogo Diego Vásquez, el miedo al fracaso solo genera más fracaso. Clave para ello es tener metas realistas. Recuerda que fallar es parte del proceso de aprendizaje, algo que va muy de la mano con el emprendimiento. Al armar tus planes concéntrate en las cosas sobre las que tienes control y las que puedes mejorar. Analiza y potencia aquello que está a tu alcance.

Sal de tu zona de confort: Solemos movernos dentro de la comodidad en nuestro día a día, y romper con ella genera un gran estímulo. Según la Ley de Yerkes-Dodson, la motivación y el esfuerzo por alcanzar un objetivo aumentan hasta que la expectativa de éxito o el nivel de incertidumbre alcanza el 50%. Una vez que rompamos nuestras propias barreras encontraremos un sinfín de oportunidades de crecimiento.

Plantéate micrometas: Para David Laurent, economista conductual, las micrometas son la clave de la productividad. Si desarticulamos los proyectos en tareas, y a la vez estas tareas en ítems más pequeños, tendremos mayor sensación de seguridad pues percibiremos que estamos avanzando constantemente. Esto mantendrá la motivación en alto para continuar.

Confía en ti y tu equipo: No permitas que el síndrome del impostor te invada. Confía en que tienes las capacidades necesarias para continuar con el proyecto. Refuerza los puntos que reconozcas como débiles en ti, apoyándote en un equipo cercano. Para el economista conductual uno de los más grandes detonantes para el fracaso de un negocio, es la falta de confianza en el equipo.

Estructura tu negocio: Plantea de forma clara qué productos o servicios ofrecerás. Define también cuál es la estructura de tu negocio y decide cómo podrás financiarlo. Dependiendo del tipo de producto que busques ofrecer, investiga si te es más conveniente optar por un producto crediticio o una recaudación de fondos como un crowdfunding.

Para sacar adelante un emprendimiento es más necesaria la perseverancia que el espíritu creativo. Además, Andrea Rivas, coordinadora senior de Emprendimiento de Emprende UP, señala que no existe una edad adecuada para aventurarse a tener un negocio propio.

Por María Claudia Medina

Ya sea por una oportunidad de negocio o por la necesidad de tener un ingreso, en el Perú, el emprendimiento tiene una alta valoración, según el estudio Global Entrepreneurship Monitor 2018-2019, publicado por la Universidad Esan, donde se ubica al Perú como el tercer país con la más alta percepción de oportunidades para emprender.

Además, un 62.4% de los entrevistados considera que tener un emprendimiento exitoso es una fuente de estatus y prestigio. Sin embargo, también existen muchos mitos alrededor de los emprendedores sobre las habilidades que deben tener, su edad o sus condiciones previas.

Para Andrea Rivas, coordinadora senior de Emprendimiento de Emprende UP, no existe una receta única para lograr el éxito con un negocio propio. Considera que los emprendedores pueden tener distintas edades y características, todavía más después de una pandemia que ha dejado a muchas personas sin empleo.

Mitos más comunes

La edad. Refiere que hay jóvenes que se lanzan a emprender saliendo de la universidad, pero hay otros que tienen experiencia en empresas y luego, se dan cuenta que quieren ser sus propios jefes, renuncian a las empresas y se lanzan a emprender. También hay adultos y adultos mayores.

“Más que edad tienen que tener un espíritu jovial, sin miedo al riesgo para que puedan hacer sus emprendimientos”, precisa.

Inversión. Es común pensar que se necesita un gran capital para iniciar el negocio, pero Rivas considera que depende del rubro en que se quiera incursionar. “Actualmente, con todas las metodologías ágiles lo que se hace es, con poco presupuesto, probar el producto para que, una vez aceptado por el mercado, validado, recién se haga la gran inversión”, indica.

Conocimientos. Las competencias técnicas de administración o finanzas aportan mucho, pero las habilidades son igual de importantes. Particularmente, en este contexto de pandemia, la especialista resalta la necesidad de conocer los canales de venta electrónicos y tener gran perseverancia para manejarse en un contexto de incertidumbre.

“Un emprendedor tiene que ser amigable con la tecnología, sin miedo a utilizar medios de pago digitales. Tiene que tener mucha resiliencia, ser perseverante. Si bien esperamos que este año sea mucho mejor que el año pasado, igual es un año con cierta incertidumbre por temas macroeconómicos y políticos”, asegura.

De acuerdo a Enrique Rodríguez, socio director de Investa, uno de los errores más grandes de los emprendedores al momento de contratar un especialista contable es pensar que solamente lo necesita para calcular el pago de los impuestos.

Por María Claudia Medina

En un intento por organizar mejor las finanzas de su negocio, los emprendedores suelen contratar a algún especialista contable o tercerizan la contabilidad para evitarse los problemas tributarios. Sin embargo, Enrique Rodríguez, socio director de Investa, precisa que esta es solo una de las funciones que pueden realizar los contadores. El principal beneficio de la parte financiera y contable es dar señales oportunas sobre algún cambio en el negocio.

“Si el conductor de un automóvil no sabe leer la velocidad o el control de cambios, puede irse al precipicio. El kilometraje o la velocidad son todas herramientas para llegar al destino. La misma función cumple la contabilidad y la idea es que el emprendedor pueda ir revisándolas y si ve algún error, pueda corregir el rumbo”, explica.

Por lo general, las empresas pequeñas y medianas tercerizan este servicio, pero Rodríguez aconseja no quedarse solo con el pago de impuestos y pedirle al especialista que explique con claridad los estados financieros. En su opinión, los principales aspectos a conocer de la parte contable son los siguientes:

El capital de trabajo. Es la cantidad de dinero que se necesitará para asumir el tiempo en que el negocio podría estar sin ventas. Por ejemplo, se emplea cuando se concretan las ventas, pero el cliente lo paga a consignación muchos días después. “Si te quedas sin capital de trabajo, el emprendimiento se cae. Cuando se inicia un negocio, se debe contar con un capital de trabajo de seis meses por lo menos, que es el peor escenario”, asegura.

El flujo de caja. Es una herramienta sencilla para saber cuánto de ingresos se tiene en efectivo y cuánto está quedando en las cuentas. Eso genera un saldo mensual. “Uno de los problemas que tenemos a veces es no tener un flujo de caja proyectado. Eso me va a permitir saber qué problemas tendré en el futuro y tomar decisiones para corregir”, precisa.

Los resultados. Cuando se habla de resultados, el emprendedor piensa –por lo general- solamente en las utilidades o las pérdidas, pero hay otros indicadores importantes para medir el rendimiento como los márgenes. “Se debe ver, por ejemplo, cuánto se está invirtiendo y cuál es el margen. Normalmente, sí lo observan, pero no lo relacionan con el estado financiero”, advierte.

Tiempo para revisar. La elaboración de la contabilidad se puede tercerizar, pero siempre se debe separar tiempo para revisar los números y si no puede interpretarlos bien, capacitarse. “Hay que ver los números de la empresa de manera recurrente”, agrega.

Con el trabajo remoto, la distancia entre los miembros del equipo intensifica las diferencias, pero la comunicación debe permanecer fluida para reestablecer la armonía durante las jornadas laborales en casa.

Por María Claudia Medina

 

Desde que se estableció el trabajo remoto para reducir la propagación del COVID-19, miles de personas tuvieron que dividir su tiempo entre las obligaciones laborales y las tareas domésticas. Según una encuesta de Global Research Marketing (GRM), publicada en el mes de setiembre, el 85% de los limeños consideran que el trabajo remoto implica más horas de trabajo que antes.

Si a ello se suman las otras preocupaciones relacionadas a la pandemia, el ambiente laboral puede verse muy afectado. Para Mónica Berger, Master Coach LHH Región LATAM y Vicepresidente de ICF Perú, la mayoría de problemas laborales que se han suscitado durante esta experiencia de home office pueden atribuirse a fallas en la comunicación.

 

“Tanto para la comunicación escrita como para una conversación presencial o virtual, es importante cuidar lo que tienes que decir y considerar a quién se lo vas a decir. ¿Qué palabras son las más adecuadas para una u otra persona? Necesitamos ser empáticos”, comentó.

Además de ponerse en los zapatos del receptor, recordó que la comunicación tiene aspectos que, a la distancia, podrían perderse, como los gestos o el tono de voz. Por ello, consideró importante cuidar todo lo que se transmite en la comunicación online, escrita o por teléfono.

“Lo más poderoso para lograr una buena comunicación es conectar con tu receptor, conectar para poder comunicar. La conexión visual, por ejemplo, nos permite esa conexión de ser a ser que abre puertas a una total comprensión y fluidez de nuestra comunicación”, precisó.

El receptor y el intercambio de mensajes

 

De la misma forma en que el emisor o la persona que quiere comunicarse piensa en el mensaje que dará y cómo darle más claridad, el receptor tiene que intentar dar una respuesta adecuada a lo demandado.

“Para asegurar la comunicación, es necesario confirmar la recepción y la comprensión. Esto es tanto responsabilidad de quien da el mensaje como de quien lo recibe. Quien recibe el mensaje también puede y debe pedir se repita o se aclare algo que no se comprendió”, afirmó.

Cuando la comunicación es por correo electrónico u otra herramienta de mensajería, la especialista recomendó responder oportunamente, aunque no se tenga la respuesta completa. El solo hecho de responder “mensaje recibido” o “antes del viernes tendrás mi información”, se brinda tranquilidad y seguridad.

“Considera si una llamada va a lograr mejor efecto que un correo, si es oportuno un mensaje por WhatsApp o quizá coordinar una teleconferencia sea lo más conveniente. Ten en cuenta si tu comunicación es o no urgente. Si puede esperar para no interrumpir reuniones u horas de sueño o de comida”, sostuvo.

Por último, resaltó que se debe fomentar el agradecimiento entre los equipos. “Recuerde siempre que la palabra “gracias” es mágica”, sentenció.

 

Los emprendedores y las marcas tienen que estar alerta a las conversaciones negativas. Karla Reátegui, gerente de Marketing de Quantico Trends recomienda tener siempre lista alguna comunicación empática y personalizada para atender a los usuarios.

Por María Claudia Medina

Con el incremento de las compras en línea, lo que los usuarios digan en redes sociales sobre un producto o servicio puede tener un fuerte impacto en las ventas y en la reputación de la marca. Durante la pandemia, según Karla Reátegui, gerente de Marketing de Quantico Trends, las plataformas de e-commerce han sido uno de los temas más comentados.

“La gran demanda ha hecho que se vea los problemas de las marcas, canales telefónicos saturados, es el principal cambio que hemos tenido respecto de épocas anteriores. Muchos no están familiarizados con la compra online y el mismo hecho de no saber las rutas genera problemas. También está la parte de la entrega y la posventa, que tiene mucho por mejorar”, aseguró.

Ante una situación de crisis, consideró que es positivo tener una comunicación preparada y comentó que, usualmente, las marcas tienen planes para casos que podrían traer repercusión entre los usuarios. Especialmente, porque el tiempo de las crisis en redes sociales es muy rápido, en comparación a los canales tradicionales, como las tiendas.

“Algo que les importa muchísimo a los usuarios es que haya una comunicación inmediata sobre el problema y que al menos tengan la tranquilidad de saber que las empresas están trabajando para resolverlos, y hay que ser transparentes con la información”, afirmó.

Medidas para estar prevenidos

Aunque siempre existe el riesgo de que la respuesta eleve más el impacto de la conversación negativa, estimó que la reacción sirve para demostrar el nivel de preparación de los equipos de servicio al cliente, que deben procurar en todo momento ofrecer respuestas personalizadas y empáticas.

“En caso de un influyente (o influencer), que sabemos que su “post” se va a viralizar, eso es una alarma para poder responder a esta situación porque sabemos que puede impactar directamente en la percepción de la marca. Hemos visto casos de influyentes con más de un millón de seguidores en Twitter, que generan crisis muy difíciles para las marcas y es necesario que intervenga una figura de mayor autoridad”, advirtió.

Por ello, recomendó a los emprendedores estar alerta permanentemente y, de ser posible, pagar una plataforma de social listening que pueda categorizar las conversaciones e identificar las áreas involucradas en el problema.

“Si no se puede pagar este servicio, hay que mapear las palabras claves para el negocio y cuando hay un volumen atípico de conversaciones sobre temas críticos para la marca, empezar a diseñar acciones tácticas para mermar el potencial impacto de estas conversaciones”, agregó.

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