anibal torres

Todos los días de lunes a viernes “A las 7:30 pm con Mávila” con Mávila Huertas, entrevistas exclusivas y análisis de fondo de la coyuntura político y los hechos más importantes que suceden en el país. Este es nuestro episodio número 1.

Acompañaron a Mávila en este primer programa el ministro de Justicia Aníbal Torres y la ex primera ministra y política, Ana Jara.

El ministro de Justicia Aníbal Torres reiteró que no hay ningún fundamento jurídico para la vacancia al presidente Pedro Castillo y agregó que los congresistas deben reflexionar sobre su accionar con respecto al pedido de vacancia. “Si se ampliara una moción de vacancia sería un absurdo total”, refirió. Respecto a la posibilidad de cambios en el gabinete dijo que “es probable que con estas negociaciones haya modificaciones”.

Por su parte, Ana Jara dijo que “se ha desactivado esa pretendida vacancia” y que no cree que mañana se lleguen a los votos o firmas si quiera para la admisión de dicha moción. Jara mencionó que la democracia peruana debe sanarse de “este síndrome” de vacancia presidencial en los últimos cinco años. Sin embargo, consideró que esta gestión presidencial no tiene un rumbo claro ni una agenda para los próximos años.

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Lima – Perú

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Ana Jara, anibal torres, Entrevistas

El ministro de Justicia, Aníbal Torres, ha ratificado en una reciente entrevista televisiva en el programa de Juliana Oxenford, que no está en los planes actuales del gobierno plantear la reforma de la Constitución a través de una Asamblea Constituyente.

Es una buena noticia para la gobernabilidad democrática del país que un gobierno que no tiene mayoría en el Congreso y que, además, en la primera vuelta electoral obtuvo apenas el 18.9% de la votación, se dé cuenta de que no tiene los fundamentos políticos para refundar el país.

Hubiera supuesto cruzar un Rubicón de insospechadas consecuencias. En la República romana, las legiones militares, cuando regresaban triunfales de una guerra, antes de entrar a Roma debían cruzar el río Rubicón, y para hacerlo dejaban sus armas en las afueras y de esa manera transmitían el mensaje de que ingresaban en calidad de ciudadanos respetuosos de la República. Julio César, en el 49 ac rompe con esa tradición y cruza con sus legiones armadas, rompiendo los cánones republicanos y sentando las bases para la fase imperial de la Roma antigua. Destruye la República.

Castillo no tiene los recursos legales para reformar la Constitución. No tiene 87 votos para, en dos legislaturas, lograr cambiarla, ni 66 para hacerlo en una primera legislatura y refrendarla luego en un referéndum. Solo podía hacerlo forzando al Congreso con cuestiones de confianza, por ejemplo, por la reforma del artículo 206, hasta obtener su disolución.

Hoy ya no lo puede hacer. La ley aprobada por insistencia por el Congreso excluye la posibilidad de plantearlas para temas relativos a “la aprobación o no de reformas constitucionales”, pero si el Ejecutivo se pusiera necio podría encontrar la forma de hacer cuestiones de confianza por políticas públicas inaceptables y lograr el mismo propósito: disolver el Congreso y aspirar a que el nuevo Legislativo le sea más favorable.

Solo en ese escenario hemos dicho con claridad que se justificaría que el Congreso opte, defensivamente, por la vacancia presidencial, pero, al parecer, ese riesgo insensato se ha alejado de la mente del gobierno, por lo menos así lo señala ya la Premier y un influyente ministro. Falta que lo ratifique el propio presidente Castillo, para dar la vuelta la página a una de las principales piedras en el camino de la gobernabilidad y de la sostenibilidad del régimen por el periodo de cinco años que por derecho le corresponde.

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anibal torres, Asamblea Constituyente, Constitución, Presidente Castillo

No se confunda. No es por espíritu festivo. Es solo porque julio es el mes que llegan al fin los circos. Se plantan las carpas y los espectáculos comienzan. Nuestro país es uno permanente. Pase y vea los últimos. Tres funciones tres.

Ha sido una semana de encuestas. Que han pasado casi clandestinas en medio de otras noticias más calientes que nos han ido llevando de la mano hacia terrenos inimaginables. Pero no dejemos de mirar los datos porque reflejan buena parte de esas sorpresas que vemos día a día.

El retroceso de Maricarmen

El Congreso cumplió 199 años y entonces qué mejor que hacer un video muy mono contando su historia y la historia de sus presidentes. ¿Qué podría salir mal? Pues todo. Todo mal. El golpe de Fujimori casi casi que era una gesta histórica. Merino presentado como un mártir sacado por una turba azuzada por medios comunistas. Oye, una cosa bien escandalosa por todos lados.

Pero cuando todos esperaban de parte de la señora Alva la única respuesta que había sabido dar hasta el momento, una soberana encogida de hombros, no lo hizo, rectificó. Paró todo. Levantó la publicación, se comunicó, habló de castigo para los responsables (asumo que los conoceremos en el año dosmilnunca). ¿Y eso?

Un día antes se conoció la encuesta de Ipsos sobre la aprobación de autoridades. Digamos que si Bellido no estuviera en el gabinete, Maricarmencita sería una de las funcionarias con mayor desaprobación. Este indicador subió, para su pesar 10 puntos en un solo un mes. ¡10 puntos! Se está haciendo conocida la presidenta del Congreso pero para mal.

El ministro Francke

No recuerdo otro ministro de economía como Pedro Francke que tenga un ratio de aprobación positiva y que además supere al presidente de la República en ese indicador. Francke tiene 41% de aprobación, 36% de desaprobación y por lo tanto una aprobación neta de +5%. Castillo tiene mayor desaprobación que aprobación.

Claro, igual los noticieros todos los días entrevistan al pan, al aceite, a los fideos y les preguntan cómo los están torturando para que confiesen los más infames vejámenes de parte del gobierno. Además buscan que el dólar suba y suba. Pese a eso, no es un ministro mal evaluado. Llama la atención como así no se evalúa la gestión del gobierno en economía. Aunque Datum y no Ipsos si pone como la principal razón de desaprobación del presidente Castillo el alza de los productos en general.

Un terrorista, dos terroristas…

Estamos frente a una paradoja bien interesante. Para Datum, el 63% de la población nacional considera que en el gabinete Bellido hay  ministros vinculados con el terrorismo, mientras que la encuesta de Ipsos muestra que la opinión pública considera que Bellido y Maraví al menos tienen algún nivel de vínculo con Sendero Luminoso.

Pero también da la sensación de que esa misma opinión pública pasa por agua tibia esa opinión y no la considera trascendente para generar la evaluación de la gestión del régimen (que de a pocos se mantiene). De hecho, solo el 4% de personas considera que es una razón para desaprobar la gestión del presidente Castillo. 4%. 

Entonces, vale la pena preguntarse una vez más como hicimos durante meses de meses si es que gritarle terrorista a todo el que se nos viniera en gana no iba a resultar en un uso absurdo del término e iba a ser relativizado por la opinión pública. Los que se pasaron semana tras semana y aún lo hacen acusando sin prueba a todos los demás de ser “terrucos” quemaron una muy relevante carta de debate político. Ya el término no parece asustar ni confundir. Simplemente perdió significado. La pregunta es, ¿quién ríe al último?

¿Quién manda a quién?

El otro dato muy relevante de las encuestas de septiembre ha sido la medición del poder entre Cerrón y Castillo. Parece que es algo que a la oposición no la deja dormir permanentemente y que al buen Vladimir no lo deja descansar tranquilo tampoco, pues necesita reforzar su ego de manera permanente.

Hasta agosto teníamos a un presidente de la República minimizado, a la sombra de la figura de un Cerrón engrandecido, que manejaba los hilos del poder a su antojo y que en la práctica gobernaba a sus anchas.

Hoy esa figura ha cambiado mucho. Hace un mes el 40% creía que Cerrón tomaba las decisiones importantes y el 21% que compartía el poder con Castillo, para Ipsos. Hoy, esos porcentajes bajan a 31% y 19% respectivamente. Para Datum, en agosto solo el 42% señalaba que Castillo es el que manda en el país; hoy es 47% el que lo piensa así. 

Esa correlación de fuerzas puede tener repercusiones en el futuro mediato del gobierno y una recomposición interesante. Figuras como las del ministro de Justicia, Aníbal Torres, han acaparado titulares y también muchos mensajes furibundos desde Perú Libre y directamente desde Cerrón. Voces como la de la vicepresidenta Boluarte o la congresista Chávez se escuchan más ahora. Eso debe llevar hacia algunas redefiniciones en la relación de Castillo con el partido de gobierno. Tal vez.

Una oposición que juega para el gobierno

En el medio, una oposición que juega para el gobierno. Cuando hay tantos flancos para generar disputas legítimas, espacios de debate y de generación de interés público, deciden ser accesorios, superficiales, banales.

Convierten -otra vez- al Congreso en eso a lo que estamos acostumbrados los peruanos. Persiguen al presidente por su atuendo y su forma de hablar y no por su forma de gobernar. Piensan solo en Lima. Son una caricatura. Una pésima además.

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Empiezan a vislumbrarse los primeros arrebatos autoritarios de un gobierno que se ha empeñado en cometer yerro tras yerro y ahora parece haber encontrado la fórmula para no resolverlos, como correspondería, y pasa por inventar enemigos externos a quienes atacar y buscar que ello genere un efecto distractor.

Así, hemos escuchado a la primera vicepresidenta, Dina Boluarte, y al titular de Justicia, Aníbal Torres, arremeter, en uno de los dos casos agraviantemente, contra la prensa, acusándola de distraer al país de los asuntos importantes y de centrarse en menesteres de menor relevancia.

Como si la cercanía de Sendero Luminoso al gobierno (Bellido, Maraví, etc.), la incompetencia de varios ministros y funcionarios públicos, la radicalidad obtusa de Vladimir Cerrón, el silencio dubitativo del Presidente, etc., fueran, primero, asuntos menores, y, segundo, inventados por los medios de comunicación.

Es necesario advertir la eventualidad de que estemos ante los primeros pasos de una estrategia de gobierno destinada a recuperar alguna popularidad aplicando la estrategia de la confrontación autoritaria. Ya se ha hecho así en otros países de la misma órbita. La prensa, los grupos de poder y el Congreso opositor han sido las instituciones elegidas para armar un muñeco conspirativo que, ese sí, distraiga a la población de los reales problemas políticos que el país afronta por obra y gracia del propio gobierno.

Hay que estar alertas y mostrar unidad. Así como se exige a la oposición congresal democrática que se muestre coordinada, así como los gremios empresariales deben salir de su modorra y activar sus alarmas respecto de los despropósitos económicos del gobierno, la prensa en su conjunto debe entender que frente a una amenaza autoritaria debe mantener la más férrea unidad, sin distingo ideológico o afán competitivo.

La ideología del gobierno, ese indigesto guiso de maoísmo castillista y leninismo cerronista, alberga en su seno evidentes gérmenes autoritarios que ante las primeras frustraciones gubernativas -que ya deben estar sintiendo-, aflorarán y harán que se elija frentes de batalla artificiales para disimular la propia mediocridad.

No vienen tiempos fáciles para la democracia peruana. Lamentablemente, el pueblo se equivocó al elegir a su gobernante y lo hizo por alguien no solo ideológicamente descaminado sino además personalmente incapacitado para gobernar con relativa eficacia.

Son los costos de la democracia y hay que asumirlos hasta donde sea posible, pero lo que no debe ser admitido bajo ningún concepto es que a causa del paulatino descrédito en el que viene cayendo el régimen, pretenda desplegar psicosociales arremetiendo contra libertades fundamentales, como la de prensa, piedra de toque de una democracia que se precie de funcional.

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Usted ha dicho que Pedro Castillo y Vladimir Cerrón están distanciados, pero un reciente informe del periodista Ricardo Uceda habla de un gobierno tripartito. Por un lado, Pedro Castillo. Por otro, el partido liderado por Cerrón. Y la tercera parte, la bancada de congresistas electos. ¿Esto no lo contradice?

Pedro Castillo está distanciado de Cerrón. Cualquiera sea el partido, es natural que todos tengamos que conversar, que nos tengamos que poner de acuerdo, escuchar al uno y al otro. No podemos rechazar al otro solo porque tiene opiniones contrarias a la nuestra. Por supuesto, alejándonos de cualquier terrorismo, de cualquier extrema derecha o extrema izquierda. Pero todos nos tenemos que comunicar. Pedro Castillo se ha distanciado del que ha sido el jefe de ese partido [Vladimir Cerrón, de Perú Libre]. Yo no sé por qué ustedes insisten en eso. Lo que ustedes han visto es ese distanciamiento. 

Ciertamente algunas declaraciones del señor Castillo manifiestan un distanciamiento, pero…

Y declaraciones del señor Cerrón también.

Pero más bien el señor Cerrón y su partido se proclaman ganadores de estas elecciones.

Pero impídanlo ustedes, pues [ríe]. ¿Lo podemos impedir nosotros? ¿Lo puede impedir un tribunal? ¿No hay libertad de expresión para el país?

Doctor Torres, ha dicho para un reciente informe de Sudaca que usted salió a defender a Pedro Castillo “porque lo llamaron terrorista y comunista” y que él “no lo es porque en Chota no hubo terrorismo gracias a los ronderos”. Terrorista no es. Pero sí viene de un partido [con un ideario] comunista. ¿Usted comparte el ideario de Perú Libre?

Pedro Castillo no es comunista, no es terrorista. Es un rondero, un profesor de una escuela rural. Y justamente por eso a mucha gente le duele que él haya ganado la presidencia. ¿Pero a  quién le duele? A esos acomplejados, que tienen el complejo de superioridad con relación a los demás peruanos. A esos que desprecian al sur, al centro del Perú que han votado por Pedro Castillo y que para ellos han cometido delito de fraude. En cambio, quienes vivimos en San Isidro, Miraflores, en otros barrios, somos personas honestas, decentes. El que tiene complejo de superioridad o inferioridad es un pobre diablo, inservible, negativo para cualquier sociedad. Y eso es lo que hay que superar en el país. Aprendamos a hablar como personas decentes, honestamente y no desvirtuar las declaraciones de Castillo u otras personas. Y menos tergiversar mis declaraciones.

Yo no he dicho que Castillo sea comunista, sino que lo alberga un partido comunista.

No es verdad. Fue invitado por Perú Libre y por supuesto que se ha distanciado de Cerrón y no tiene nada que ver con eso. Acá todos los peruanos tenemos que hablar con transparencia, todos nos tenemos que unir, a todos nos necesita el Perú.

No estaríamos hablando de esto con usted si de repente el señor Castillo se animara a dar entrevistas. ¿Por qué no lo hace?

Le voy a decir la verdad: ¿cómo fue tratado por el 99% de la prensa peruana Pedro Castillo? Él declaraba una cosa e inmediatamente tergiversaban su declaración. ¿Para llevar a qué? Justamente a eso, a señalarlo de comunista, de terrorista.

¿Y acaso no hay medios más serios que el Grupo El Comercio o que Willax para que él pueda aclarar varias cosas?

Lo tendrá que hacer y lo va a hacer. Para que haya una comunicación más franca y leal con la población. Yo he salido a declarar para defender a Castillo del abuso de la prensa.

Ha hablado usted también de racismo. Dijo hace poco: “Todos nosotros que estamos aquí en esta sala somos despreciados por un pequeñísimo grupo que se creen superiores”. ¿Cómo se ha evidenciado este racismo en la campaña?

Mire usted. No desconozcamos la realidad. ¿No estamos viendo cómo está actuando Fuerza Popular? Con un absoluto desprecio por la gente del sur y del centro. Solo porque no pertenecen a su clase social. Esa discriminación existe, solo que se ha evidenciado ahora. Nosotros somos dos personas dialogando. Usted tendrá sus ideas, yo las mías. Dialogamos y al final, a lo mejor, nos ponemos de acuerdo y empezamos a trabajar en función del interés nacional. Castillo es un peruano más, ¿a dónde va el odio?

Doctor, ¿cómo llega usted a Pedro Castillo? ¿Quién se acerca a quién?

Yo tengo una página en Facebook. He escrito alguna cosa ahí defendiendo algunas posiciones de Perú Libre. Pero por esa consecuencia me llama Pedro, que es mi paisano. Los dos somos de Chota. Eso se da luego de la segunda vuelta, para enfrentar las impugnaciones. A mí no me gusta estar en los medios, no es esa mi vida. Estoy aquí accidentalmente, ocasionalmente y estoy esperando que termine esta cuestión para regresar a mi actividad privada. Yo vivo de mi trabajo.

¿No aspira usted a ningún cargo? ¿No le ha ofrecido ninguno el señor Castillo?

No aspiro a cargos, él tampoco está ofreciendo cargos.

Pero Castillo debería hacerlo, para su eventual gobierno.

Sí, tiene muchos asesores. Se dice que no, pero yo veo varios economistas alrededor de Pedro Castillo, entre ellos a Pedro Francke que, según mi opinión, debería ser el ministro de Economía. Pero yo no cuento para nada en esa elección.

El tema con Francke es que no es muy del agrado de algunos miembros de Perú Libre.

Es muy posible. En toda agrupación social, hasta en la familia, se producen esas cuestiones.

Usted escribió a inicios de mayo, antes de sumarse al equipo de Castillo, que “afirmar que no se puede convocar a una Asamblea Constituyente porque no está regulada en la Constitución es de una ignorancia supina del Derecho”. Pero muchos constitucionalistas han salido a decir que no es posible hacerlo vía referéndum. ¿Qué responde?

Esa es la ignorancia, pues. Esos son, entre comillas, los grandes juristas en el Perú. Le voy a dar una respuesta facilísima. Si el poder constituyente estuviera regulado en la Constitución ya no sería poder constituyente, sería un poder constituido. Como lo es el Ejecutivo, el Legislativo, el Judicial y todos los otros órganos con poderes limitados que representan a la sociedad. El poder constituyente es un poder absoluto, que radica en el pueblo, el creador de la Constitución. El Congreso, por delegación de la Asamblea Constituyente, puede modificar la Constitución, pero lo que no puede hacer es dar una nueva Constitución porque esa es facultad del poder constituyente, a través de la Asamblea Constituyente.

También dijo recientemente que “si el pueblo dice que quiere una Asamblea Constituyente, allí se verá si continúa el Tribunal Constitucional o si desaparece este organismo que ha causado enorme daño al país y sus funciones son asumidas por la Corte Suprema, como ocurre en Estados Unidos y en otros países” ¿Qué lo hace pensar que el Poder Judicial va a estar más capacitado que el TC?

Pero también dije ahí que se debe hacer una reforma en el sistema de justicia a fin de contar con una Corte Suprema de calidad. Y también expliqué por qué el TC ha causado mucho daño al país. En una sentencia, por ejemplo, actualizó, como si las haciendas estuvieran en su apogeo, el valor de los bonos de la reforma agraria. Y ahora el Perú debe una suma fabulosa que los medios de comunicación no dicen y todos los medios y grandes juristas aplaudieron. Y nadie dijo que en el Perú también queremos un TC que, por ejemplo, ordene la indemnización de todo el daño que se ha hecho a los trabajadores de las haciendas o los herederos de esos trabajadores. Un daño inmenso porque se les sometió a esclavitud o semiesclavitud. Yo lo he visto, lo he vivido como estudiante en San Marcos y, por ser norteño, he conocido cómo fue la vida en las haciendas azucareras del norte. Hablo conociendo la realidad. El TC además ha hecho un gigantesco daño al país promoviendo la corrupción en el Poder Judicial, haciendo retornar mediante acciones de amparo a aquellos magistrados destituidos por corrupción. Hay todo eso, se tiene que evaluar.

¿Acaso lo que está fallando no es más bien el modo de elegir al TC y no el TC en sí mismo?

Esa es la otra alternativa que mencioné. Que no pueden designarse a los miembros del TC mediante la repartija, que no todos los miembros deben ser elegidos por el Congreso, porque ya vemos las consecuencias y la calidad de los miembros que han llegado al tribunal.

Doctor, ¿qué hará Perú Libre si llegamos al 28 de julio sin que el JNE proclame a Castillo como presidente?

Esa posibilidad es muy remota, porque ya lo único que falta es que el JNE resuelva rápidamente algunos casos de nulidad y termine proclamándolo. El JNE está en la obligación de proclamar al presidente aun si no ha resuelto esas nulidades por haberse interpuesto estos actos negativos de renuncia de uno de sus miembros o que al otro no se le ubica. 

¿Ve improbable entonces que Castillo no sea proclamado el 28 de julio y que el señor Jorge Montoya asuma la presidencia como cierta derecha quiere? Le recuerdo que se está enfrentando usted a un aparato que incluye estudios de abogados ‘top’, exmagistrados del TC y una serie de políticos conservadores que han salido a defender a la señora Fujimori. Sin mencionar a los grandes medios.

Sí, ellos están trabajando en ese sentido. Es verdad, pero el JNE está en la obligación de proclamar al presidente antes del 28 de julio. Sea cual sea la situación. Situaciones que no se han producido solo aquí en el Perú, sino en otras partes del mundo. En el mismo Estados Unidos, en una ocasión, no pudieron resolver todas las nulidades dentro del plazo y declarar al gobernante vencedor.

Analizando la correlación de fuerzas, ¿ve posible un golpe, en cualquiera de sus formas?

Eso es lo que está trabajando Fuerza Popular. Con ese objetivo ya sea de parte de las fuerzas armadas o utilizando algún mecanismo para anular las elecciones. Lo que pasa es que no tienen ninguna causal para eso. La única es que los votos nulos y viciados superen los dos tercios y eso no se ha dado en el Perú.

¿Teme lo que pueda pasar en las calles si no se proclama Castillo como vencedor?

Sí. Eso sí lo tememos. Por eso estamos pidiendo por todos los medios a la población que, si bien tienen derecho a la libertad de reunión y mítines, que todo debe hacerse dentro del ordenamiento jurídico, con paz, con orden, sin afectar la propiedad pública ni la propiedad privada. Hay que conservar la calma, hay que conservar la prudencia. Que Fuerza Popular persigue eso, que haya dos, tres muertos y que siga la escalada, no me cabe ninguna duda. Porque ellos no tienen ningún límite. Hay que darnos cuenta de que nos estamos enfrentando a una organización delictiva que viene desde el papá hasta ahora. Ella está acusada por gravísimos delitos, como lavado de activos. En realidad, no debería estar postulando a la presidencia de la República.

Ahora, si uno revisa sin apasionamientos el caso de los ‘Dinámicos del Centro’, ¿no le parece que hay indicios para pensar que Perú Libre empieza a funcionar también como una presunta organización criminal? Hablamos de militantes importantes que trafican con puestos de trabajo en los gobiernos locales que ellos manejan.

En ese aspecto yo he visto que Pedro no se deja influenciar. Lo vemos una persona muy humilde, muy sencilla, pero no he notado que sea débil de carácter. Hemos hablado al respecto y él mismo me ha dicho: ‘doctor, todo el que esté cerca a nosotros y que esté implicado en hechos delictivos, no tenemos por qué defenderlo. Estos deben responder ante la justicia’. Esa es una forma de actuar en mi tierra. En mi tierra la gente es decente, es honesta, respeta la palabra empeñada. Lo que no se respeta ya lamentablemente en nuestro medio capitalino.

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