Pie Derecho

Se impone nuevo gabinete

“El gabinete Otárola ya cumplió su ciclo. El Premier hizo lo adecuado al armar un gobierno de la nada, pero los nuevos desafíos lo han desbordado, claramente. Boluarte debe oxigenar su gobierno”

La crisis política no amaina y la crisis social focalizada en Puno parece mostrarnos un régimen rendido, atado de manos, desorientado, sin saber qué hacer para reintegrar a la región altiplánica a la normalidad ciudadana (ojalá, siendo un gobierno rehén de la derecha, no preste oídos a quienes, desde los extremos, le piden entrar a sangre y fuego a resolver el problema).

Frente a situaciones semejantes de entrampamiento, lo que suele hacerse y normalmente rinde frutos inmediatos, es una renovación ministerial, en particular del Premier, quien ya ha cometido suficientes errores como para merecer una salida del poder. Ha perdido capacidad de convocatoria, credibilidad para el diálogo y claridad para emprender políticas públicas y reformas que permitan enderezar la nave gubernativa.

El cambio de gabinete es una herramienta importante que tienen los gobiernos para revitalizar y refrescar la vida política de un país. Cuando un gobierno lo hace, se produce una renovación de las personas que ocupan los cargos más importantes en el gobierno, lo que puede generar una serie de beneficios y oportunidades.

En primer lugar, puede permitir a un gobierno mejorar su desempeño y su capacidad de gestión. Al reemplazar a los ministros que no están cumpliendo con sus responsabilidades, un gobierno puede mejorar su eficiencia y eficacia en la toma de decisiones y en la implementación de políticas públicas.

Además, también puede tener un efecto positivo en la imagen pública del gobierno. Si el régimen ha estado experimentando un declive en su popularidad -como es el caso del gobierno actual-, el cambio de gabinete puede ser una forma de demostrar que se está tomando medidas para abordar los problemas y mejorar su desempeño. Esto puede ayudar a recuperar la confianza de los ciudadanos en el gobierno y mejorar su aceptación.

Otro beneficio es que puede generar nuevas ideas y perspectivas. Al introducir nuevos ministros con diferentes antecedentes, experiencias y enfoques, el gobierno puede beneficiarse de una mayor diversidad de opiniones y soluciones. Esto puede llevar a una mayor innovación y creatividad en la formulación de políticas públicas.

El gabinete Otárola ya cumplió su ciclo. El Premier hizo lo adecuado al armar un gobierno de la nada, pero los nuevos desafíos lo han desbordado, claramente. Boluarte debe oxigenar su mandato y apostar a que ello baste para salir del entrampamiento en el que se encuentra. Si no lo logra, será ella el próximo fusible político.

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Gabinete, gabinete Otárola, Perú

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