Emprende

Tiene 28 años, nació en Tarma y en redes sociales lo llaman “Tío Free” por la marca de ropa urbana que creo e hizo crecer durante la pandemia: Free. A través de su Instagram (con más de 33 mil seguidores) da tips a emprendedores y su filosofía es apostar por productos de extrema calidad.

“Tío Free, lánzate una ‘promo’”. “¿Para cuando un sorteíto, Tio Free?”. Los mensajes llegan a través del chat del Instagram Live. Es viernes por la noche y Fernando Magno Nuñez Cordero (28), realiza un “Vivo”. No es para promocionar Free, la marca de ropa urbana que hizo crecer durante la pandemia. Tampoco es -como le piden- para hacer un sorteo de sus prendas, que produce en el corazón de Gamarra. La sesión es para dar tips e inspirar a quienes quieren emprender.

Fernando, entonces, habla frente a la pantalla de su celular. Le cuenta a los “conectados” sobre sus fracasos, de sus pequeños triunfos, el diario aprendizaje. Mientras que ellos le hacen preguntas sobre cómo hacer crecer una empresa. Y él contesta  -con la tranquilidad de un negociante- con claves que van desde darle importancia a la contabilidad, hasta como armar la estrategia digital o, incluso, el cómo su pasión lo hizo pasar de vender 10 prendas por semana a más de 10 mil polos, poleras, pantalones o shorts durante la pandemia, usando una fórmula mágica: vender ropa de calidad por internet, enviar sus productos a Lima y regiones a través del courrier y explotar al máximo sus redes sociales para comunicarse con sus clientes y ofrecerles “promociones” al punto de fidelizarlos y que le agarren cariño a su marca. Cariño que se ve traducido en el apelativo, Tío Free, muy sonado durante sus sesiones de Instagram Live.

“Free es por mi nombre, Fernando, y porque traducido del inglés al castellano, significa libre”, explica Nuñez, en un alto a sus funciones como emprendedor de la moda urbana. “Yo solo quería vender y crear mi propia ropa con una visión: hacer prendas que me gusten mucho y que yo mismo pueda usar”, cuenta, a través del Zoom, y nos muestra el polo que lleva puesto. Es uno blanco con cuadrados plomo y negro. “Yo uso mi propia ropa”, enfatiza, con el orgullo de los apasionados, y sugiriendo que él, exigente ingeniero industrial, no podría usar algo que odie por su mala calidad y, por lo tanto, no podría ofrecerles a sus seguidores un producto bajo, chato, que solo le generaría ganancias, mas no respeto. El siempre, dice, quiere lo mejor.

La confusión y el progreso

Fernando Magno tiene 28 años. Nació en Tarma y desde los 17 vive en Lima. Terminó la secundaria y llegó a la capital del Perú para estudiar en la universidad. Pretendía postular a la Universidad Católica. Estudiaría Ingeniería mecánica, como su padre. Fernando alucinaba que, escogiendo la misma carrera de su viejo, el camino laboral sería más fácil. Podría trabajar con papá, aunque la idea no lo terminaba de convencer.

Postuló a la PUCP, cuatro veces. Nunca la cogió. Era el año 2011 y Fernando -adolescente flaco y conflictuado- no entendía por qué las cosas no le salían. Era buen estudiante. Incluso en la academia preuniversitaria les enseñaba a sus compañeros, pero al momento del examen, la cachetada del primer fracaso en la vida juvenil era constante: “No ingresó”, se convertía en una frase común para él.

“¿Qué es lo que pasa?, ¿Me autosaboteaba?, me preguntaba”. Fernando se analizaba y un día se sinceró: por qué estudiar algo que no quería. Pero ¿Qué quería? Tampoco lo sabía.

La casualidad del YouTube

Existen momentos en la vida que resultan claves y aparecen de champazo. Fernando en uno de sus tantos días de confusión encendió la computadora y puso música en YouTube. En el video vio al cantante usar un polo que le gustó. Lo quiso tener pero supuso que no lo hallaría. No tenía nociones del mundo textil, ni cómo cortar una tela, pero la curiosidad estaba instalada. Buscó en internet “cómo estampar polos”, aparecieron tutoriales y luego anuncios invitándolo a que se inscriba en talleres de serigrafía. Se anotó en uno que duró cinco días. Fue el tiempo que necesitó para darse cuenta de que, lo que quería en la vida, era diseñar su propia ropa.

Bueno. Decisión tomada. Ahora el tema era convencer a sus padres, señores tradicionales que seguramente oirían espantados la posibilidad de que el hijo, futuro ingeniero mecánico, eligiera el camino de fabricante de polos al menudeo.

Antes de viajar y contarles la decisión, allá en Tarma, Fernando fue a un confesionario. Habló con un sacerdote a quien le pidió un consejo y fuerza para enfrentar el momento. “No quería decepcionar a mi familia. No quería que me dijeran que no. Conecté mi fe con el trabajo y fui a hablar”. Y sus padres lo oyeron. La conversación terminó con un: “Te apoyamos, hijo”. Pero la aprobación vino con una sugerencia. Por qué no estudiar la carrera de ingeniería textil. Le daría una visión más amplia del asunto. Ahí comenzó todo. Era el Jueves Santo del 2011. La aventura estaba por comenzar.

Para resumir la historia Fernando analizó mallas curriculares de diferentes universidades, postuló e ingresó. Estaba en su mundo. Mientras estudiaba, consiguió trabajo en una empresa de ropa, pero sintió que aprendía muy poco y renunció. Consiguió otro empleo en la fábrica de una marca de ropa ecuatoriana. Allí estuvo cinco meses. En la cancha, aprendió de corte y confección, control de calidad, almacén y logística. Así como a reconocer una buena calidad de tela y hasta conoció proveedores. “Sentía que estaba preparado para hacerlo. Renuncié para crear mi propia marca”, cuenta. Así nació Hope, una tienda de ropa con temática de amor y amistad. El primer emprendimiento de Fernando Magno.

La esperanza Hope

Hope es el gran antecedente de Free y es la marca a la que Fernando le debe todo. Su característica es ofrecer ropa para enamorados. Por ejemplo, si el polo del hombre dice “LO”, el de la mujer dice: “VE”. Unida la pareja para una foto, se leerá “LOVE”. Lo mismo sucede con los polos o poleras. Si en una dice “Nigth” en el otro dice “Day”. O “King” y el otro “Queen”.  El efecto es el mismo. Unir mensajes de pareja a través de sus prendas. Ropa hecha con amor.

Los primeros polos de Fernando con la marca Hope, los vendía a través de Facebook. Pegó tanto en redes sociales que pasó de vender 5 polo a vender decenas y luego cientos y después -con los años- miles. Eso obligó a Fernando a pensar en poner tiendas. Las colocó en San Miguel, Surco e Independencia. De pronto el hacedor de polos para el amor gestionaba tiendas y pensaba en expandirse más.

Para evitar que sus proveedores le den tela de mala calidad. Decidió él mismo abastecerse de los insumos. Elegía las telas, las compraba y luego las transformaba en ropa. Es decir: abrió su propio taller en Gamarra. Había alquilado un local, comprado máquinas y había contratado gente. Su negocio siguió creciendo y lo expandió a un más. Para el 2019, creó Textiles Hope, donde vendía poleras para que otras empresas le pongan sus propios estampados. Le iba tan bien que hasta le tiraban sal en la puerta de sus locales para que la vida deje de sonreírle.

Su visión de diseñador de ropa había cambiado. Ahora gestionaba su propia compañía. Se había convertido en un exitoso empresario gamarrino siendo tan joven. Era el año 2019. Pero el trajín, el manejo de dinero, el sentir que no estaba cumpliendo su sueño de diseñar su propia ropa lo hizo caer en depresión. Llegó la tristeza, la ruptura con su novia, las terapias, el alcohol, y otra vez el camino a hallarse.

En ese hoyo nos cayó la pandemia. La crisis económica, el desempleo, que Gamarra permaneciera cerrado. Sin embargo, él encontró en el caos una oportunidad. Volver a sus inicios.

A la par de Hope y pese a tener que cerrar alguna de sus tiendas por la pandemia, decidió abrir una línea de ropa que calce en lo que él quería: diseñar sus propios modelos, como al inicio lo había hecho con Hope. Tenían que ser modelos urbanos. Tal vez poleras tipo oversize, polos básicos que tengan cortes perfectos para que la caída sea natural y se vea estilizada en el cuerpo de quien la use. Volver a su pasión. El origen de todo.

Así nació Free

Free nace en respuesta a la adversidad. Fernando lo tomó como un proyecto personal. Comenzó a contar sobre su idea en sus redes sociales. Y hubo gente que lo escuchó. Comenzó a vender la ropa que él mismo creaba y los pedidos comenzaron a llegar. Al inicio los clientes tuvieron que esperar hasta mes y medio para que le lleguen sus pedidos. Las restricciones de la cuarentena impedían mayor eficacia. Pero cuando comenzaron a llegar los pedidos -vía Courier- a las casas de sus clientes. Sucedió algo maravilloso. Los clientes satisfechos comenzaron a grabarse videos abriendo la cajita donde venía su prenda, lo subían a sus redes personales, y etiquetaban y agradecían a Free, por la buena calidad de su ropa. Fernando -de inmediato- compartía en el Instagram de Free las “historias” donde lo etiquetaban. Eso generó que más gente etiquete a Free. Y logró la mejor publicidad, el boca a boca a través de las redes. Golazo.

Free comenzó vendiendo cinco polos, hoy ya vendió más de 10 mil prendas, cifra que puede sonar a poco para un gamarrino, pero en realidad no lo es. Hope vende miles, Free es el emprendimiento que nació de las ganas de hacer lo que Fernando soñaba, su línea exclusiva de ropa que captaba clientes vendiendo poleras a 2×89, o tres polos por S/.69. O Polos más short a S/. 59. Además, ha creado un lote de prendas Premium con la marca Free, que vende a precios razonables y que sus clientes deben comprar en preventa antes de su lanzamiento.

Con esta interacción en redes, no solo crecieron las ventas de Free, también sus seguidores. Hoy solo en Instagram tiene más de 33 mil atentos a las ya famosas “promos” del "Tío Free". Y que pueden acabar lotes de prendas recién salidas del taller en cuestión de horas o en escasos días.

Como proyectos Fernando seguirá vendiendo online y enviando sus productos por courier. No quiere colocar una tienda física, para seguir con el “feeling” de fabricar poco y vender ese poco de una manera casi artesanal. Sin embargo, piensa en abrir un almacén con el espíritu de la marca. Uno donde los seguidores le pidan una cita el "Tío Free" y éste los guíe a este espacio para que ellos mismos vean -en almacén- los productos en venta. Puedan retirarlos e irse habiendo vivido una experiencia diferente. Pero para eso tendrá que pasar la cuarentena.

Mientras tanto, Fernando Magno Nuñez Cordero, ya lo sabe. Es el emprendedor que creció en medio de una pandemia.

El reconocimiento público que evidencie su valor es una gran vía para mantener motivados a los integrantes de tu equipo

El desempleo en Lima subió a 13% en 2020, el doble que en 2019, de acuerdo a la Encuesta Permanente de Empleo del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI). Tomando en cuenta esta información, y que según un informe de PWC, Perú ya contaba con un índice de rotación laboral del 20%, los trabajadores en nuestro país viven en una situación de constante incertidumbre.

Por ello es importante practicar la motivación laboral, un factor que debe formar parte del día a día entre los trabajadores. Según estudios de la Universidad de Warwick y del Wall Street Journal con Opener Institute for People, cuando un empleado está satisfecho con su puesto de trabajo es un 12% más productivo y un 31% más eficiente.

¿Cómo impulsar a tu equipo?

En estos tiempos de incertidumbre es importante que demos la calma y recursos suficientes a nuestro equipo. En ese sentido, el economista conductual David Laurent recomienda lo siguiente:

  1. Conócelos de verdad: Un líder de equipo debe saber cuáles son las metas profesionales de los integrantes de su equipo, pero es importante también conocer sus objetivos personales, es decir cuáles son sus virtudes, pasiones, o hobbies. “Recuerda que antes de ser trabajador, es una persona”, menciona Laurent. Esto genera un vínculo de confianza que ayuda a ambos lados.
  1. Que no dependan de ti: Capacita a tu equipo en sus labores para brindarles cierta independencia dentro del trabajo. No todas las decisiones pueden pasar por ti porque generaría un cuello de botella y el equipo no desarrollará su criterio propio. Lo mejor es empoderarlos y confiar en su desempeño.
  1. Reconoce su trabajo: Existe una razón por la que cada una de las personas de tu equipo están ahí. “Si está en tu equipo, seguramente hace algo bien”, recuerda el economista conductual. Es importante tomar el tiempo de reconocer directamente sus logros. Evidenciar su valor potencia su motivación. “Un plus es que enumeres a detalle las acciones que lograron con éxito”, recomienda Laurent.

Los nuevos ambientes de trabajo serán predominantemente virtuales con el avance de la pandemia. Por ello, Gabriel Regalado, CEO de Mercer Perú recomienda afrontar este proceso de adaptación o “reskilling” con la mayor apertura física y emocional

Conforme se prolonga la pandemia, la necesidad de desarrollar habilidades digitales se hace más urgente. Un estudio de EY Perú, publicado en setiembre del año pasado, encontró que el 55% de empresas peruanas ya había implementado cambios en su estructura organizacional para contar con equipos que tengan mayores capacidades digitales, principalmente, debido al trabajo remoto.

En todo el mundo el escenario es similar. De acuerdo a un análisis del Foro Económico Mundial, casi un tercio de todos los empleos del mundo se transformarán por la tecnología en la próxima década. Para Gabriel Regalado, CEO de Mercer Perú, lo abrupto de esta transición obliga a que sean los propios profesionales quienes busquen formas de adaptarse al nuevo contexto.

“Es evidente la necesidad de capacitarnos en nuevas habilidades, sin embargo, la velocidad del avance tecnológico imposibilita una respuesta eficiente de la academia y los gobiernos. Por ello, la carga del proceso recae en las compañías y nosotros mismos”, afirma.

Estrategias para reinventarse

Como lo indica el artículo “La transformación digital es sobre el talento, no sobre la tecnología”, de la revista Harvard Business Review, es posible adquirir muchas herramientas distintas, pero el talento de un buen equipo es invaluable. En esa misma línea, Regalado considera que existen al menos cuatro principios para el “reskilling” o adaptación de las habilidades:

Las fortalezas. Enfocarnos en las fortalezas nos permite desarrollar con mayor rapidez ciertos conocimientos y habilidades, ganando la confianza necesaria para proseguir.

Establecer un “quick win”. Entender las demandas de habilidades alrededor del área de experiencia que se tiene. Esto ayuda a establecer objetivos de corto plazo y es fundamental para seguir potenciando la confianza.

Revisar la tendencia de la industria. Entender lo que sucede en las compañías del mismo giro empresarial ofrece algunas pistas sobre qué habilidades se deben potenciar primero. Ello, siempre que tu plan sea continuar en la misma industria.

Consultar al círculo de confianza. Todos tenemos un grupo de colegas y profesionales a los que respetamos, por lo cual consultarles sobre su opinión en nuestro desarrollo nos permitirá ver este proceso desde otros ojos. Esto con seguridad brinda otra perspectiva sobre el camino a seguir.

“Si bien estos puntos se basan en áreas conocidas –fortalezas, industrias, y colegas–, no es menos cierto que debemos afrontar el proceso desde la apertura mental y emocional para adquirir nuevos conocimientos, considerando que el mismo podrá hacernos sentir incómodos, y tendremos que lidiar con ello enfocados en nuestro objetivo”, precisa.

​​​​​​​Las pasarelas de pago son muy importantes para lanzarse al mercado de las ventas por internet. Experto recomienda escoger una que cuente con la tecnología necesaria para soportar una gran cantidad de compras.

Debido a las restricciones en el libre tránsito y la nueva cuarentena, incluso los bienes esenciales están siendo vendidos a través de internet. Por lo tanto, ahora más que nunca, los negocios requieren de una herramienta que les permita tener pagos seguros a través de sus tiendas virtuales. Es allí donde entran a tallar las pasarelas de pago.

Según la Cámara Peruana de Comercio Electrónico (Capece), una pasarela de pago es la que se activa a partir del botón “pagar” y permite que el comprador utilice distintos medios de pago (tarjetas de crédito, de débito, cuenta de depósitos, pagos en banco, en efectivo, entre otras opciones). Se encarga de “transportar la transacción a las redes procesadoras de los pagos”.

En el Perú, existen más de diez pasarelas de pago distintas, pero cada una tiene sus propios atributos y diferentes maneras de integrarse al sitio web del negocio. Para Óscar Quevedo, Head of Marketing and Design de la pasarela de pagos Kushki, la seguridad en las compras tiene que ser uno de los focos para cualquier empresario.

“Se debe contar con aliados estratégicos que ofrezcan garantías para los clientes en cuanto al resguardo de sus datos e información financiera. Los empresarios deben entender que, si no ajustan sus procesos desde tener una buena página web, procesos de compras seguras y estrategias de entrega eficientes, pondrán en juego muchas cosas como la reputación y la credibilidad del sector”, precisa.

Tecnología y buen servicio

Respecto a la experiencia del cliente, Quevedo recuerda que el Instituto Nacional de Defensa de la Competencia y de la Protección de la Propiedad Intelectual (Indecopi) emitió recientemente una normativa que sanciona el fraude, las demoras en pagos y las entregas de productos. Por ello, es fundamental trabajar con pasarelas de pago que garanticen la seguridad de los clientes.

“Las pasarelas de pago deben contar con varias medidas dentro de su infraestructura como políticas y procesos de seguridad. En Kushki, trabajamos sobre la plataforma AWS (Amazon Web Services) quien provee de diversas herramientas de seguridad como firewall perimetral, WAF, segmentación de red, escáner de vulnerabilidades interno y externo (ASV), antimalware, cifrado de base de datos, bóveda de contraseñas, entre otros”, comenta.

Vale la pena mencionar que las certificaciones también permiten conocer que la pasarela que está ofreciendo sus servicios a los comercios tiene la tecnología para aguantar una gran cantidad de compras. Esta capacidad es muy importante para que los consumidores no tengan problemas a la hora de hacer sus compras.

Si las organizaciones garantizan que su infraestructura tecnológica puede recibir un alto tráfico, y eso se suma a un buen posicionamiento, seguramente la coyuntura les ayudará a potenciar sus ventas y mitigar los efectos de la crisis.

Ser capaces de adaptarnos con resultados positivos a situaciones adversas es un factor clave para el desarrollo en un escenario tan cambiante como el actual

El 2020 fue un año distinto a cualquier otro. Todo lo planificado cambió y, de una u otra forma, tuvimos que adaptarnos a los efectos de la pandemia de la COVID-19. Muchos cambios por factores externos producen una crisis personal que nos aleja del desarrollo planificado. Se hace necesario, entonces, aprender a vivir en tiempos de incertidumbre y aun ante la crisis, adaptarnos con resultados positivos. Esa habilidad de supervivencia puesta en práctica ante la adversidad se conoce como resiliencia.

Para la Asociación Americana de Psicología ser resiliente significa llevar “el proceso de adaptación exitosa frente a la adversidad, el trauma, la tragedia, las amenazas o las fuentes significativas de estrés, tales como problemas familiares, o en las relaciones interpersonales, graves problemas de salud, así como situaciones de estrés a nivel laboral o financiero”.

Ya en el 2018, INEI describe este valor como una característica necesaria para el desarrollo sostenible del Perú hacia el 2030 y se propone “fomentar la resiliencia de las personas ante situaciones de vulnerabilidad a los fenómenos externos relacionados con el clima y otras perturbaciones y desastres económicos, sociales y ambientales”. Por ello, es importante cultivar este valor en beneficio de nuestra vida personal y laboral. Además, es una característica importante también de las organizaciones con proyección a un desarrollo sostenible.

Resistiendo a la pandemia

José Miguel Marchena, director de Innovación y Desarrollo de ISIL detalla que para septiembre de 2020, el 44% de los ejecutivos de las principales empresas manifiestan tener un mal clima laboral y por ello, se hará necesario invertir en servicios de salud y bienestar. “Estos resultados son el reflejo de la necesidad de las personas en poner como prioridad su salud mental y física y en el caso de las empresas, el protagonismo que tienen sus colaboradores de cara a la situación que vivimos por la pandemia”, manifestó Marchena. Por ello, las organizaciones y emprendimientos deben cuidar ese equilibrio y bienestar que necesita toda persona para desarrollar su trabajo de la mejor manera y así, la empresa también pueda sobrevivir y reinventarse en tiempos complejos. Esa característica es conocida como resiliencia organizacional. 

Resiliencia organizacional: Para la compañía de normas comerciales, BSI, la resiliencia organizacional se define como la capacidad de una organización para anticiparse, prepararse, responder y adaptarse a los cambios cada vez mayores y a las interrupciones repentinas con el fin de sobrevivir y prosperar.

Equilibrio entre la vida laboral y personal: Para la doctora Patricia Cossío Torre, una organización es considerada como resiliente solo si sus empleados tienen un equilibrio entre su vida personal y laboral. De esta forma, los objetivos de la compañía se cumplen si la persona siente también que cumple sus objetivos personales y si considera que la empresa lo valora y cuida con empatía, considerando las dificultades personales que puede atravesar en una época de tanta incertidumbre como la actual. Ese clima de reciprocidad permite también que el trabajador se adapte con mayor facilidad a las nuevas estrategias y enfoques de la empresa.

Recuerda que los motivos de un despido deben estar dentro de la Ley de Productividad y Competitividad Laboral.

Miles de trabajadores se vieron afectados por los estragos económicos que la pandemia por COVID-19 viene dejando. Entre julio y septiembre de 2020, el desempleo a nivel nacional creció al 9,6%. Esto significa que más de un millón de personas buscan empleo en las zonas urbanas de nuestro país.

En esta segunda ola y con la llegada de la nueva inmovilización social obligatoria, nuevamente miles de trabajadores temen no solo a la pérdida de su puesto laboral, sino a un posible contagio y cómo esto puede afectar su trabajo.

Para tener el panorama claro, conversamos con Christian Montero, abogado especializado en Derecho del Trabajo y la Seguridad Social, que nos da luces al respecto:

¿Es posible que un trabajador sea despedido o reducido de sus beneficios laborales al contraer covid-19?

No es posible que un trabajador sea despedido y menos reducido de sus beneficios en este caso. Lo que corresponde en primer lugar es que se le otorguen los descansos médicos, que el trabajador vaya a cuarentena y progresivamente vaya retomando el trabajo, remoto por ejemplo, al mejorar. Es importante que la empresa esté pendiente de que el trabajador sea atendido adecuadamente a través de el médico que le corresponde, de acuerdo al seguro que la empresa haya adquirido para el trabajador.

¿Qué puede hacer el trabajador que ha sido despedido por esta causa?

No hay una causal que habilite a un empleador a despedir a un trabajador por enfermedad, a menos que esta enfermedad lo inhabilite de forma permanente. En ese  caso particular lo que el empleador debe hacer es reubicarlo, pero no aplica para el COVID-19. Si el trabajador ha sido despedido, debe ser por una causal que esté en la ley y debe estar especificada dentro de un procedimiento de despido donde a través de una carta, el empleador expliquen el motivo de despido. Estos motivos deben estar dentro de la Ley de Productividad y Competitividad Laboral. Ni el COVID ni contraer una enfermedad son una causa de despido. El trabajador puede recurrir a la Superintendencia Nacional de Fiscalización Laboral (SUNAFIL) para que la empresa sea sancionada por hacer este despido injusto o arbitrario. A nivel jurídico se trata de un despido incausado.

¿Cuáles son los pasos a seguir en caso de que un trabajador contraiga COVID-19 en trabajo remoto?

Lo que debe hacer el trabajador cuando se contagia de COVID es avisar al empleador. El trabajador que contrae COVID en trabajo remoto tiene derecho a todas las prestaciones de salud que le corresponden, y tiene derecho al descanso médico. Al presentar el documento de descanso al empleador, va a evitar que se le generen descuentos  en el proceso de enfermedad.

Buscar en distintas plataformas y mantenerse actualizado son factores clave para conseguir trabajo incluso en medio de la pandemia

Cientos de miles de peruanos buscan reinsertarse al mercado laboral tras los efectos de la pandemia del COVID-19 en la economía local y mundial. De acuerdo al INEI, durante el 2020 se perdieron un millón de trabajos solo en Lima Metropolitana.

Si bien la segunda ola genera incertidumbre, se espera una recuperación del mercado laboral durante el 2021. Claro está, la búsqueda de trabajos en el Perú no es cosa sencilla. Según un informe de Apoyo Consultorías, de cada cinco peruanos, uno consigue un puesto de empleo formal. 

Por eso, es de gran importancia tener una metodología definida y no desanimarse, ya que si bien la competencia por un puesto de trabajo es fuerte, la constancia y relevancia en la búsqueda es clave.

Atención a las tendencias: El trabajo remoto llegó para quedarse. De acuerdo a la encuesta de Marsh Perú, el 64% de las empresas planea mantener el trabajo remoto al menos unos tres días a la semana.

Además, sectores como e-commerce y canales de venta digitales, seguirán en crecimiento y requerirán perfiles para puestos referidos al Marketing Digital, Telemarketing, Business Intelligence y Tecnologías de la Información

Mantente actualizado: Para estar preparado ante una oportunidad de empleo, tu CV debe estar actualizado, conciso y atractivo. Giancarlo Ameghino, gerente de gestión y desarrollo humano del Grupo Crosland, detalla que el CV debe transmitir tu esencia, ser conciso pero contundente en la información y destacar tus logros y habilidades. Además, debido a la cuarentena tu entrevista podría ser a través de alguna aplicación como Zoom, Google Meet o Skype, así que es mejor estar un paso adelante e instalarlas y aprender a usarlas adecuadamente.

Portales web de empleo: Sitios web que facilitan la conexión entre empleadores y empleados. En este tipo de búsqueda, Google Empleos es un buen punto de inicio ya que reúne anuncios de casi todos los portales. Una buena herramienta para tener un panorama general de la oferta laboral.

Portales de empleo como Computrabajo, Laborum o Bumeran, funcionan con la creación de un perfil con el que se postula a las ofertas de sus anunciantes. En otras páginas como Indeed, envías directamente tu información y se adjunta el CV.

Por su lado el Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo ha creado el portal Empleos Perú una bolsa de trabajos en instituciones públicas y privadas.

Linkedin: Es una red social profesional y una herramientas muy eficaz para encontrar empleo y crear una red de trabajo profesional. Es importante mantenerla activa y actualizada para sacarle provecho y generar recomendaciones.

Avísale a tus círculos: Es importante considerar que el networking y los círculos de amigos y contactos pueden ayudarte. Avisales que quieres encontrar trabajo, tal vez saben de alguna búsqueda que se ajuste a la tuya.

Reinvéntate: Si no logras encontrar trabajo, créate uno. Muchos peruanos han cambiado de rubro para adaptarse a los cambios y han creado emprendimientos desde casa para ofrecer servicios y productos en línea, a través de páginas web y redes sociales.

Las familias más vulnerables empezarán a recibir subsidios económicos del Gobierno, recién desde la quincena de febrero. Por ello, Jorge Carrillo, profesor de Pacífico Business School, recomendó cuidar mucho los gastos y tener un presupuesto familiar de emergencia.

Ante la nueva cuarentena que se ha dispuesto en 9 regiones del país para reducir la propagación del COVID-19, el Gobierno anunció que se darán subsidios económicos para 4.2 millones de familias en situación vulnerable. Sin embargo, los S/ 600 ofrecidos como bono recién empezarán a entregarse desde la quincena de febrero.

Jorge Carrillo, profesor de Pacífico Business School, aconsejó identificar bien los ingresos y gastos, y ordenarlos por importancia.

“Hay que ordenarse y empezar a gastar de lo más a lo menos importante. Lo siguiente es evitar comprar demás. Estas aglomeraciones son focos de contagio y se termina gastando de más innecesariamente. En la cuarentena anterior no hubo desabastecimiento. No tiene sentido esas compras. Lo otro es reducir los gastos en casa, reutilizar todo lo que sea necesario”, comentó.

A pesar de los anuncios hechos hasta ahora, recomendó seguir informarse correctamente sobre las medidas económicas que se dispongan más adelante para poder aprovecharlo a su favor. Agregó que el pago de tributos ha sido postergado y el régimen de reprogramación de deudas se ha extendido, medidas que pueden aliviar a algunas familias.

Gastos claves y ahorro

Recordó que salir de forma habitual significa exponerse más a contagiarse del COVID-19 y contagiar a la familia, con los subsecuentes gastos de salud que ello implica y las dificultades que se tendrán después para seguir trabajando. Por lo tanto, acatar las medidas sanitarias y quedarse en casa el mayor tiempo posible también es una forma de proteger los ingresos familiares.

“Quedándose en casa se evita el gasto por contagiarse, que podría ser variable, y también se contribuye a que la cuarentena dure lo menos posible. En casa, se pueden reducir los gastos, por ejemplo, al desconectar los electrodomésticos que no utilicemos, cuidar el agua y evitar el uso de la plancha o la terma”, precisó.

Para las personas que se están quedando en casa, resaltó que ellos ahora gastan menos en transporte o en comida fuera del hogar. Tampoco gastan mucho en ropa, por lo que pueden ahorrar algo de dinero para otros gastos que están surgiendo debido a la pandemia.

“Hay cosas que estamos gastando menos y hay cosas en las que estamos dejando de gastar. Por ejemplo, ahora se compra más alcohol gel, mascarillas, protector facial. Además de artículos de higiene personal”, refirió.

Entre las opciones de ahorro que existen en el mercado, Carrillo indicó que 42 entidades financieras son las que cuentan actualmente con el Fondo de Seguro de Depósitos, que respalda a los ahorristas en caso de quiebra. Sugirió tener en cuenta este seguro al momento de colocar sus ahorros en alguna entidad financiera.

Son profesiones ligadas a las ciencias, tecnología e ingeniería

Los cambios traídos por la pandemia del covid-19 han demostrado la importancia del trabajo de profesionales ligados a la ciencia y tecnología. Por ello, cada vez más organizaciones requieren activamente este tipo de talentos. Debido a esto, se están posicionando como las más demandadas y mejor cotizadas en el mercado. Es una tendencia que continuará hacia el futuro y todos los jóvenes deben estar preparados.

“Los profesionales de carreras relacionadas a la ingeniería y tecnología se están convirtiendo en piezas fundamentales para el desarrollo de todo tipo de empresas; ya que, actualmente, se hacen vitales la aplicación e innovación en recursos tecnológicos”, explicó Enrique Stiglich, director de la carrera de Administración y Negocios Digitales de la Universidad de Ingeniería y Tecnología (UTEC).

Por este motivo, la UTEC detalla cuáles son algunas de las carreras mejor remuneradas y con mayor proyección para estudiar en el 2021.

Administración y Negocios Digitales. Se enfoca en el desarrollo y aplicación de herramientas tecnológicas y de gestión para transformar las organizaciones y acelerar su crecimiento. Todo ello, gracias al uso de la innovación, gerencia digital, programación y analítica. Sumado al desarrollo de la empatía, colaboración y gestión de personas. Se estima que un recién egresado de esta carrera gane aproximadamente 4,000 soles.

Ciencia de Datos. Está preparado para descifrar grandes volúmenes de información que generan las empresas públicas y privadas, los centros de salud, las universidades e incluso el Estado.

Es capaz de hacer que una empresa sea más competitiva, predecir el comportamiento de los consumidores o minimizar los efectos de los desastres naturales. Un profesional recién egresado de Ciencia de Datos podría ganar entre 3,000 y 5,000 soles.

Ingeniería Civil. Está preparado para planificar, diseñar, construir y gestionar innovadoras obras de infraestructura con una sólida base científica, que transformarán las ciudades e industrias y potenciarán su desarrollo. Se puede desempeñar en las áreas de Recursos Hídricos y Medio Ambiente, Geotecnia, Estructuras, Construcción, Transporte. Un recién egresado gana entre 2,600 soles y los 4,200 soles.

Bioingeniería. Tiene la capacidad de liderar grupos dedicados a la investigación de materiales biogenéticos y al análisis de la biodiversidad en los sectores pesqueros y agropecuarios. Aplica sus conocimientos para revolucionar tanto la medicina como la biología. Su salario promedio, al egresar, oscila entre los 2,500 y 3.500 soles.

Ingeniería Mecánica. Permite diseñar máquinas innovadoras y sistemas para la industria. Desarrolla, diseña y fabrica los nuevos materiales que transforman el mundo. El salario promedio de un recién egresado es de 2,600 soles, pero puede llegar hasta los 4,000 soles.

Ingeniería Mecatrónica. Puede liderar equipos que desarrollen y ejecuten sistemas mecánicos capaces de agilizar las actividades productivas o de ensamblaje que se realizan dentro de una empresa. Utiliza conocimientos de robótica, ingeniería electrónica, informática y telecomunicaciones. El salario de sus egresados va de 3,000 a 4,000 soles.

Datos: UTEC organiza su Open Day, evento virtual gratuito donde ofrecerá las carreras afines a sus aptitudes y su demanda en el mercado laboral. Evento será el 11 de febrero. Para participar se puede inscribir gratuitamente en el link https://openday.utec.edu.pe/.

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