Con una nueva cuarentena por delante, es importante darle armonía a la vida laboral, evitar el sedentarismo y generar un vínculo en el equipo de trabajo, a pesar de la distancia, aconsejó Claudia Draghi, profesora de Pacífico Business School.

Por María Claudia Medina

Los contagios del COVID-19 han obligado a decretar una nueva cuarentena y retornar al teletrabajo, pero esta vez, el ánimo de los trabajadores no es el mismo, existe lo que la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha denominado fatiga pandémica. Según Claudia Draghi, profesora de Pacífico Business School, se trata de una sensación de desesperanza producida por el esfuerzo que se hizo todo el año y la desazón de que continúe.

“La mayoría de personas le pusimos una luz al final del túnel con el año nuevo, pero en realidad lo que llegó fue la segunda ola. Es como una maratón en la que se corre a más no poder y todo queda en un espejismo. Eso se está volviendo como una bola de nieve de estrés laboral, ausentismo y otras enfermedades”, comentó.

Incluso, recordó que hay artículos científicos que ya hablan de esta pandemia como una sindemia, una conjunción de varias enfermedades distintas que se desarrollan al mismo tiempo. Por ello, consideró que tanto trabajadores como líderes de equipos de trabajo están en la necesidad de buscar formas de gestionar estas emociones.

Formas de combatirlo

A nivel personal, precisó que cada persona debería, en primer lugar, empezar a admitir que el camino para recuperar la “antigua normalidad” va a tomar más tiempo del que esperábamos y hay que acostumbrarnos a esta realidad. Después, recomienda trazarse nuevos objetivos y preocuparse por el bienestar físico y mental.

“Entender que no va a haber una nueva normalidad es importante. Lo segundo es no perder la dirección, pero sí redefinir objetivos, y lo tercero obligatorio es cuidarnos, pero no solo en términos físicos de no salir, sino cuidarnos físicamente, por ejemplo, de los altos niveles de obesidad y sedentarismo”, indicó.

Para las personas que están a cargo de un equipo, sugirió tomarse unos minutos a la semana para preguntar a todos cómo están, aunque la respuesta sea dura, es importante preguntarlo, porque muchas veces la gente solo necesita ser escuchada.

“Lo que tenemos que hacer es buscar formas de generar los vínculos que les hagan recordar que son un equipo, a pesar de la distancia y los bajos resultados, un aspecto que también afecta la moral del equipo. Como no van bien las cifras y son pocas las industrias que han podido mejorar, tienes que hablar del problema”, aseguró.

Precisó que ocultar la real situación de la empresa no solo genera más incertidumbre en el equipo de trabajo, sino que permite que los empleados también escondan información. “Es preferible decirle a la gente qué se logró y qué no. Si me ocultan las cosas, actuaré en concordancia con eso, ocultar mis resultados”, estimó.

Agregó que prender las cámaras durante alguna reunión por zoom o cualquier otro programa de videollamada ayuda mucho a generar esa vinculación en un ambiente laboral.

El Gobierno todavía está por anunciar algunas medidas económicas para la nueva cuarentena. Sin embargo, el economista Alejandro Indacochea, considera que los escasos recursos que se tienen deben ir hacia la población en emergencia, antes que a la reactivación de empresas.

Por María Claudia Medina

Durante su participación en el CADEx Perú Compite 2021, el ministro de Economía, Waldo Mendoza, indicó que la economía peruana no hubiera podido salir adelante después de la primera cuarentena sin políticas como Reactiva Perú, un programa al que consideró como un “respirador mecánico” para las empresas. En esta nueva cuarentena, todavía no se ha dispuesto de una medida similar, pero la posibilidad aún está en evaluación.

De acuerdo a la ministra de Comercio Exterior y Turismo, Claudia Cornejo, se han puesto sobre la mesa diferentes tipos de medidas y algunas tienen que ver con préstamos como Reactiva o FAE Turismo. Si bien ambos programas tenían por objetivo darle capital de trabajo a las micro y pequeñas empresas (mypes) con garantías del Gobierno, no todo el dinero se llegó a colocar y en el caso del FAE Turismo hasta se devolvió parte del presupuesto.

“La segunda etapa de Reactiva no se ha usado porque (las mypes) no cumplen con los requisitos. El primer Reactiva se usó desproporcionadamente, pero cumplió su función y el Reactiva II no. Ahora, los recursos son escasos. Para este año, la caída de ingresos en Sunat está alrededor del 20% a 25%. No hay recursos para atender a todos los negocios, hay que priorizar a los que estén en emergencia”, indica el economista Alejandro Indacochea.

El escenario para las mypes

En opinión de Indacochea, las mypes más afectadas por la falta de liquidez son las informales que no tienen acceso a los préstamos bancarios y están lideradas por independientes de bajos recursos, los mismos que pueden ser atendidos por el bono social de emergencia propuesto por el Gobierno y otras ayudas que deben darse de forma urgente.

“Los comerciantes más pequeños no tienen incluso ningún registro formal así que vamos a perder tiempo tratando de llegar así. No estoy convencido de un bono monetario que genere colas en los bancos. Se tiene que hacer un reparto de canastas alimentarias con las Fuerzas Armadas durante el horario de toque de queda. Hay que reforzar las ollas comunes y parte de la distribución podría hacerse con las Iglesias, que saben bien cómo llegar a los sectores de extrema pobreza”, comentó.

De lanzarse un nuevo paquete de Reactiva, incluso dentro de las mypes formales, existe el riesgo de que muy pocas participen pues se necesita tener una clasificación “normal” o “con problemas potenciales” antes de ser beneficiario del programa, y después de un año de pandemia, su historial crediticio se ha deteriorado.

Antes que un nuevo paquete, las mypes que han obtenido estos préstamos, como las del sector turismo, están solicitando que se extienda el periodo de gracia de un año que se les había concedido. Según la Asociación Peruana de Agencias de Viajes y Turismo (Apavit), de otra manera, les resultará imposible cumplir con estas obligaciones.

La claridad en cuanto a stock de productos y fechas de entrega son clave para mantener a nuestros clientes satisfechos en este contexto de incertidumbre.

Por Samanta Alva

Durante la primera cuarentena, 7 de cada 10 compradores en línea realizaron compras por Internet, según un estudio de Ipsos Perú. Los principales productos que compraron fueron alimentos (65%), moda (36%) y equipamiento del hogar (34%).

Ahora nos enfrentamos nuevamente a una inmovilización social obligatoria, con carácter de alerta extrema en la capital, lo cual puede afectar el flujo de ventas, pero es también una oportunidad para fidelizar a nuestros clientes actuales y a quienes pudimos alcanzar en los últimos meses. Según expertos en ventas de HubSpot, la tasa de éxito de venta con un cliente existente es del 60%, mientras que la tasa de éxito de venta con un nuevo cliente oscila entre un 5% y 20%.

Acercarse a los clientes en pleno distanciamiento

Para José Becerra, director de proyectos de Costumer Expericence en IPSOS son dos acciones clave las que pueden permitirnos acercarnos a nuestros clientes y generar experiencias memorables.

  • Trato justo: En estos tiempos de pandemia, es importante que los clientes no sientan que los negocios intentan aprovecharse de ellos. “Esto es capaz de dañar la reputación de la marca”, afirma el experto.

Algunos ejemplos de trato justo por parte de algunas empresas son: las aseguradoras en la categoría de automóviles que dejaron de cobrar seguros durante el confinamiento porque sabían que los clientes no usarían sus autos durante este periodo, proveedores de servicio de Internet que aumentaron la capacidad de datos sin costos extra, bancos que flexibilizaron los pagos de préstamos durante los primeros meses de pandemia o compañías que ofrecieron vales de descuentos como disculpa por fallar en el delivery de productos. Esto responde también a adaptarse al contexto y brindarle facilidades a los clientes para que sientan que la marca los respalda en tiempos difíciles.

  • Certeza: “Las decisiones de los clientes en el día a día pueden implicar cierto nivel de incertidumbre, particularmente en el período en el que estamos atravesando una pandemia, por lo que las marcas deben brindar información clara y una propuesta de servicio consistente”, indica Becerra.

Algunos ejemplos de cómo brindar certeza a nuestros clientes son: el canal de e-commerce que usemos para las ventas debe tener información clara de qué productos están disponibles o no de inmediato, el envío de correos electrónicos o SMS de confirmación luego de realizar una compra, envío de notificaciones de estatus luego de realizar algún reclamo formal o que el producto comprado por el canal online llegue a destino en la fecha pactada.

Las actividades de inspección técnica, industrias, actividades deportivas, construcción de vías, entretenimiento y materiales educativos no están permitidas.

Por Samanta Alva

Ayer domingo 31 de enero inició la nueva inmovilización social obligatoria con el fin de controlar y reducir los contagios por la COVID-19. Hasta el 14 de febrero, los trabajadores de las regiones en la categoría de alerta extrema, como Lima y Callao, deberán tramitar un pase laboral para circular, y en caso deban hacerlo en transporte particular, el pase vehicular será un requerimiento.

Estos pases, que puedes solicitar aquí, son accesibles únicamente para los trabajadores que laboran en actividades consideradas como esenciales por el gobierno, y que seguirán desarrollándose durante estas dos semanas de inmovilización.

Actividades no permitidas

Las actividades relacionadas a servicios de inspección técnica, industrias, actividades deportivas, construcción de vías, entretenimiento y materiales educativos no están disponibles en las regiones con nivel de alerta extremo.

Actividades permitidas con pase laboral

Alimentos: Servicios de adquisición, producción y abastecimiento de alimentos.

Farmacéuticos y primera necesidad: Servicios de adquisición, producción y abastecimiento de productos farmacéuticos y de primera necesidad.

Agricultura: Todas las actividades de agricultura, pecuario, caza y silvicultura, insumos y servicios conexos.

Pesca y acuicultura: Todas las actividades del rubro, insumos y servicios conexos.

Construcción: Todas las actividades del rubro, insumos y servicios conexos. Actividades de arquitectura e ingeniería para trámites de licencias, supervisión, inspección de obra y levantamiento de información.

Servicios públicos: Tratamiento de agua potable, residuales y evacuación. Captación, tratamiento y distribución de agua. Prevención de riesgos de desastres. Mantenimiento de espacios públicos y áreas verdes. Limpieza y recojo de residuos sólidos. Producción, almacenamiento, comercialización, transporte, y distribución para la continuidad de los servicios de agua, saneamiento, gas de uso doméstico y combustibles. Servicios funerarios. Servicios de reciclaje. Actividades de envase y empaque. Servicios de almacenamiento de abonos y materias primas agropecuarias, artículos de plásticos, vidrio, papel, cartones, aserradura de madera, y hielo. Servicios de almacenamiento. Actividades para la organización de procesos electorales.

Servicios técnicos: Carpintería, gasfitería, electricidad, mantenimiento de artefactos y reparación de equipos. Lavandería, ferreterías, servicios de limpieza. Soporte de TI y reparación de equipos de cómputo. Apoyo a instalaciones asociadas a limpieza, apoyo a edificios y mantenimiento de jardines. Servicios notariales.

Servicio profesional: Actividades jurídicas. Ensayos y análisis técnicos para las actividades económicas permitidas. Investigación, innovación y desarrollo experimental relacionadas a las actividades económicas permitidas. Actividades inmobiliarias realizadas con bienes propios o arrendados. Actividades inmobiliarias realizadas a cambio de una retribución o por contrata.

Salud: Servicios y establecimientos de salud, odontología, rehabilitación, reproducción asistida, diagnóstico, oftalmología, veterinarias.

Finanzas: Entidades financieras, seguros y pensiones y actividades conexas.

Transporte: Férreo, terrestre, marítimo y fluvial. Servicios de transporte terrestre de trabajadores y pasajeros en ámbito provincial, modalidad de taxi, y con vehículos menores.

Transporte aéreo: Actividades aeronáuticas no comerciales. Actividades relacionadas al transporte aéreo. Actividades de servicios vinculadas al transporte aéreo. Traslado aéreo desde y hacia el Aeropuerto Internacional Jorge Chávez, no incluye a los departamentos de Huánuco y Junín.

Carga: Transporte de carga, mercancías, encomiendas, mudanzas y caudales.

Seguridad: Actividades de seguridad privada y sistemas de seguridad.

Asistencia: Asistencia y cuidado a personas adultas mayores, niñas, niños, adolescentes, dependientes, personas con discapacidad o personas en situación de vulnerabilidad.

Delivery: Tiendas en general, centros comerciales, galerías, conglomerados y tiendas por departamentos, restaurantes, supermercados, bodegas y farmacias. Actividades postales y de mensajería.

Comercio: Alquiler y arrendamiento operativo de vehículos automotores y otros tipos de maquinarias, equipos y bienes tangibles. Entrega de inmuebles y servicios post venta. Puntos de venta de servicios de telecomunicaciones ubicados en supermercados, mercados, bodegas y farmacias.

Hoteles: Hoteles categorizados, hospedaje (apart hotel) y transporte turísticos. Albergues, hostales y establecimientos de hospedaje no clasificados y categorizados.

Minería: Todas las actividades del rubro, insumos y servicios conexos.

Telecomunicaciones y servicios: Medios de comunicación. Actividades de centrales telefónicas, incluye call centers con 50% de aforo. Radiodifusión, instalación, despliegue, mantenimiento preventivo y correctivo de redes para servicios públicos de telecomunicaciones. Actividades de telecomunicaciones alámbricas, inalámbricas y satélite, otras actividades de telecomunicación y otras actividades de servicios de apoyo a las empresas NCP.

Control: Trabajo en el cumplimiento de las funciones de control vinculadas con la emergencia sanitaria por el COVID-19 en el marco de la Ley Nº 31016, excepto el personal de la Contraloría General de la República, de los Órganos de Control Institucional, de la Superintendencia Nacional de Fiscalización Laboral – SUNAFIL ya los inspectores de trabajo de los Gobiernos Regionales.

Sector público: Servicios necesarios para la atención de acciones relacionadas con la emergencia sanitaria producida por el COVID-19.

Comercio electrónico: Venta de vestuario, calzado y electrodomésticos, así como provisión de libros, útiles escolares y artículos para oficina, con fines de educación y trabajo.

Hidrocarburos y energía: Todas las actividades de hidrocarburos y energía, insumos y servicios conexos.

Manufactura primaria y no primaria: Todas las actividades del rubro, insumos y servicios conexos.

El desplome de Julio Guzmán es lo más significativo de la última encuesta del IEP. Políticamente lo más llamativo es el ascenso previsible de Yonhy Lescano, pero estadísticamente hablando la caída del líder morado es la que más relevancia denota.

Guzmán cae de 9.1 a 4.6, casi exactamente a la mitad de la intención de voto que tenía en diciembre. ¿Qué ha pasado en el camino que explique este revés? Un factor importante, sin duda, es el efecto dominó del gobierno de Sagasti. Las encuestas golpean brutalmente la aprobación del Presidente. Cae de 58% de aprobación a 21%, casi a la tercera parte en apenas un mes (en Ipsos había caído de 44 a 34%, entre diciembre y enero).

De hecho, hay un arrastre indirecto, revelando que en términos de estrategia electoral parece haber sido un error de los morados asumir la jefatura del gobierno, en una circunstancia tan complicada como la actual y teniendo como antecedente a un mandatario del estilo de Vizcarra, mediocre y taimado, que basó su alta popularidad simplemente en mentir respecto de la estrategia sanitaria frente a la pandemia (los pasivos del desastre los ha tenido que asumir Sagasti).

A ello se suma un liderazgo timorato de Guzmán. Mucho tiempo se le reclamó su ausencia en los debates surgidos los últimos cinco años. Creía seguramente que así no arriesgaba su capital político. Se equivocó Guzmán si creyó que la ciudadanía le iba a perdonar su silencio sepulcral durante el lustro. Lo que era un candidato potable, sacado de la contienda malamente el 2016, terminó convertido en un holograma. Resultado de ello, de lo único que parece haber memoria pasada respecto de Guzmán es de su indecoroso incidente.

Mejor candidata hubiera sido Carolina Lizárraga. De lejos. Las correrías de Guzmán no han sido interpretadas como un incidente amoroso (ello, inclusive, hasta votos le pudo haber dado), sino una prueba negativa de carácter. Debió leer el daño que le hacía a su propia agrupación luego del traspiés de la última elección congresal, donde apenas colocó un puñado de parlamentarios. Por lo que se ve, el castigo parece ya definitivo.

No es el suyo, síntoma de que la polarización política ha empezado a devorarse al centro. Es solo consecuencia de una mala performance personal y una pésima estrategia política y comunicacional

Tags:

Julio Guzmán

La candidata al Congreso Rosa María Apaza, del partido Democracia Directa, mencionó en una entrevista en ATV Noticias que la vacuna de Pfizer no era segura ni eficaz porque así lo había reconocido el propio laboratorio.  Como parte de sus argumentos dijo lo siguiente: “Pfizer en su reporte a FDA [señaló] que no hay información […] para decir que las vacunas son seguras”. Tras revisar los antecedentes y consultar expertos que hacen seguimiento al tema, la red Ama Llulla concluye que esta afirmación es engañosa.

La declaración específica de Apaza, una abogada que se presenta como presidenta de la autodenominada Organización Médica Peruana de Investigación (OMPEI), figura de manera literal en la siguiente transcripción:

“Lo único que nosotros queremos es que las vacunas sean seguras y eficaces y no un experimento con una autorización de emergencia donde se tiene ocultada [sic] toda la información porque no hay data. Lo reconocen los propios laboratorios. Pfizer en su reporte a FDA —la Administración de Alimentos y Medicamentos de los EE.UU, agencia reguladora del sector en ese país y referente en el mundo—, ¿qué cosa ha dicho? Que no hay información, no hay data para sacar conclusiones y decir que las vacunas son seguras, son eficaces y cuando se trata de mujeres embarazadas o menores de 16 años, mucho peor, porque no se han hecho estudios en menores de 16 años”.

La red Ama Llulla envió una consulta a Rosa María Apaza para solicitarle precisiones sobre su afirmación. En respuesta, la organización de la candidata envió un documento informativo informativo de la Reunión del Comité Asesor de Vacunas y Productos Biológicos Relacionados de la FDA, fechado el 10 de diciembre del 2020 ―y disponible en la propia web de esa agencia estadounidense―, relacionado al pedido de Autorización de Uso de Emergencia (EUA, por sus siglas en inglés) presentado por Pfizer/BioNTech para la vacuna BNT162b2.

Según la candidata, el sustento de su versión está en la página 49 del documento.

En efecto, en un acápite relacionado con “Seguridad en determinadas subpoblaciones”, se indica lo siguiente: “Actualmente, no hay datos suficientes para sacar conclusiones sobre la seguridad de la vacuna en subpoblaciones como niños menores de 16 años, personas embarazadas y lactantes y personas inmunodeprimidas”.

Sin embargo, esa referencia está relacionada específicamente con esos subgrupos y no con las condiciones de la vacuna en general, como apunta la versión de la candidata.

La red Ama Llulla revisó el documento informativo y encontró que incluye detalles precisos sobre los resultados de los ensayos y las evidencias sobre la seguridad y eficacia de la vacuna BNT162b2.

En el acápite introductorio del documento señala de manera específica: “La solicitud de EUA incluye datos de seguridad y eficacia de un ensayo en curso de fase 3 aleatorizado, doble ciego y controlado con placebo de [la vacuna] BNT162b2 en aproximadamente 44.000 participantes”.

Con relación a la seguridad, el documento del comité de expertos de la FDA señala: “La información proporcionada por el Patrocinador [Pfizer] fue adecuada para su revisión y para sacar conclusiones sobre la seguridad de BNT162b2 en el contexto de la indicación propuesta y la población para el uso previsto bajo EUA”.

El número de participantes en la denominada “población de seguridad” de la fase 2/3 fue de 37.586 personas. De ese grupo, 18.801 recibieron la vacuna y 18.785 recibieron el placebo. Tanto la cantidad de personas participantes en el ensayo como la duración de al menos dos meses para el periodo de seguimiento cumplieron con las guías de la FDA para el desarrollo de vacunas contra la Covid-19 y el otorgamiento de autorizaciones de uso de emergencia.

Con relación a la eficacia, el documento señala: “Los datos presentados en esta solicitud de EUA [presentada por Pfizer] fueron consistentes con las recomendaciones establecidas en la Guía de la FDA sobre la Autorización de Uso de Emergencia para Vacunas para Prevenir el COVID-19 y cumplieron con los criterios de éxito preespecificados establecidos en el protocolo”.

Enseguida se indica que esos datos corresponden a los resultados de los análisis intermedios y finales 7 días después de la aplicación de la segunda dosis, según los cuales la eficacia fue de 95% en individuos que no habían presentado evidencia de infección previa con Covid-19, 94% en participantes con o sin evidencia de infección previa, y 93% en determinados subgrupos demográficos.

Estas condiciones fueron confirmadas y publicadas por la FDA un día después de la reunión de expertos, el 11 de diciembre del 2020, en un comunicado emitido para hacer de conocimiento público la aprobación de una autorización de uso de emergencia para la vacuna contra el Covid-19 de Pfizer-BioNTech.

Según esta comunicación: “La FDA ha determinado que la vacuna contra el Covid-19 de Pfizer-BioNTech ha cumplido los criterios reglamentarios para la emisión de una EUA”. De manera más precisa, el comunicado indica que: “La totalidad de los datos disponibles proporcionan pruebas claras de que la vacuna contra el COVID-19 de Pfizer-BioNTech puede ser eficaz en la prevención del Covid-19”.

El comunicado precisa la eficacia de 95% de esta vacuna, basada en que apenas se registraron 8 casos de Covid-19 en el grupo que recibió la vacuna, mientras que hubo 162 en el grupo que solo recibió el placebo.

La agencia estadounidense explicó el sentido de la autorización de uso de emergencia, que no es una licencia, sino un permiso extraordinario para usar productos médicos no aprobados “cuando no haya alternativas adecuadas, aprobadas y disponibles”.

Sin embargo, la FDA indica de manera precisa que “la totalidad de los datos disponibles proporciona pruebas claras de que la vacuna contra el Covid-19 de Pfizer-BioNTech puede ser eficaz en la prevención del Covid-19”.

Esta autorización fue revisada una segunda vez por la propia agencia y refrendada por completo con algunas precisiones en la carta que la FDA envió el 23 de diciembre a Pfizer―dos semanas después de la reunión del comité de expertos―, para comunicar el otorgamiento de la “autorización de uso de emergencia”. En este segundo documento, firmado por Denise Hinton, científica jefa de la FDA, se detalla las evidencias y elementos de análisis presentados por el laboratorio y evaluados por el ente regulador estadounidense.

“Habiendo revisado la información científica disponible para la FDA, incluida la información que respalda las conclusiones descritas en la Sección I anterior, he concluido que la vacuna Pfizer-BioNTech COVID-19 (como se describe en este Alcance de la autorización (Sección II)) cumple con los criterios establecidos en la Sección 564 (c) de la Ley sobre seguridad y eficacia potencial”.

Entrevistado por Ama Llulla, el doctor Germán Málaga, investigador principal de la Universidad Peruana Cayetano Heredia (UPCH) ―institución que junto con San Marcos tienen a cargo los ensayos clínicos de la vacuna de Sinopharm en el Perú―, indicó que la vacuna de Pfizer sí tiene efectividad respaldada por data.

“El ensayo clínico que fue publicado la primera semana de diciembre incluye a 44 mil personas y muestra un perfil de efectividad bastante bueno, y eso que tiene un grupo importante de adultos mayores. Casi el 15% son adultos mayores y la eficacia se mantiene en 94%, 95% sin eventos adversos mayores. Y hay que tener en cuenta que en Israel ya hay más de 5 millones de personas vacunadas con esa vacuna sin que se hayan reportado hasta el momento eventos adversos mayores. Por los datos que hay hasta ahora, no hay ningún dato de preocupación”, indicó Malaga.

Esta situación también fue explicada en el mismo sentido por la prestigiosa publicación científica New England Journal of Medicine (NEJM) en un artículo editorial de diciembre del 2020 ―firmado por los doctores Eric J. Rubin y Dan L. Longo―, para presentar los hallazgos de la fase 3 de la experimentación con la vacuna BNT162b2, como se identifica al producto de Pfizer y BioNTech.

Esta etapa consistió en una prueba controlada, aleatoria y de doble ciego a más de 43 mil pacientes. “Los resultados fueron impresionantes”, señalaron los doctores Rubin y Longo, integrantes del comité editorial del NEJM, una publicación de referencia mundial en cuanto a los avances en la ciencia médica.

“[…] los resultados del ensayo son lo suficientemente impresionantes como para sostenerse en cualquier análisis concebible. Este es un triunfo. La mayoría de las vacunas han tardado décadas en desarrollarse, pero es probable que esta pase de la concepción a la implementación a gran escala en un año”, dice el texto con base en la evidencia publicada.

En función de lo revisado, la red Ama Llulla concluye que la afirmación de la abogada Rosa María Apaza, candidata al Congreso por el partido Democracia Directa, acerca de que el laboratorio Pfizer reportó falta de evidencia sobre la eficacia de la vacuna, se basa en una frase sacada de contexto y, por lo tanto, resulta engañosa.

CADEx Perú Compite 2021: ministro de Economía y Finanzas, Waldo Mendoza, explicó que el Plan Nacional de Competitividad y Productividad solamente registra un avance de 34% y que llegada de la vacuna romperá con la dicotomía de elegir entre salud o economía.

Por Samanta Alva

La pandemia y las iniciativas legislativas populistas son factores que explican el reciente retroceso de nuestro país y amenazan nuestro progreso. Esa fue una de las conclusiones a las que se llegó, el último viernes, durante el CADEx Perú Compite 2021: Impulsar la competitividad para lograr mejores oportunidades para todos, donde participaron Waldo Mendoza, ministro de Economía y Finanzas, y Fernando Zavala, presidente del Consejo Privado de Competitividad (CPC).

Mendoza destacó que la situación de Perú en 2019, previa a la llegada de la pandemia, tenía la deuda pública, el déficit fiscal y la inflación más bajas de la región. Ello permitió contar con cierta fortaleza para hacer frente al COVID-19.

En ese sentido, Mendoza, señaló que la economía peruana tendría una recuperación vigorosa este 2021, siendo la que se recupere más rápido en América Latina y consideró que el crecimiento del Producto Bruto Interno (PBI) será de un 10% este año.

Recordó que el punto más bajo del PBI el 2020 fue en abril, con un -39,2%. Para noviembre -señaló- el PBI vio una recuperación hacia -2,8%. En cuanto a la recuperación del empleo, en abril de 2020 la Población Económicamente Activa cayó al -69,2%, mientras que en diciembre pasó a -10,8%.

Pandemia y otros males

“El riesgo más evidente es el de la pandemia, que obliga a tomar medidas que bajan la movilidad de la población y repercuten en el nivel de la actividad económica. Hay un dilema entre la salud y la economía, y en las circunstancias actuales el tema de la salud es lo más importante y por eso se ha tenido que tomar estas medidas (nuevas restricciones que inician hoy 31 de enero) con la expectativa de controlar la pandemia y de recuperarnos rápidamente”, dijo, al señalar que la llegada de la vacuna romperá dicha dicotomía entre salud y economía; y eso permitirá nuestra recuperación como país en un futuro cercano.

Otra amenaza para la recuperación económica -señaló el ministro- son las iniciativas legislativas que entorpecen el renacimiento de la inversión privada. “Felizmente, la solidez de la economía peruana no ha sido afectada sustantivamente por la crisis, las reservas internacionales del BCR siguen en su nivel original, el Gobierno sigue teniendo la fortaleza que le permite emitir deuda a tasas bajas y las perspectivas fiscales están en el camino que se ha señalado con una deuda pública que debe reducirse en los próximos años”, indicó.

El Plan Nacional de Competitividad y Productividad, lanzado a mediados de 2019, dijo, registra un avance del 34%.

Enfatizó que el Estado es el facilitador de la inversión privada y, en ese sentido, debe cumplir con su responsabilidad para que las empresas trabajen sin incertidumbre, en un contexto en que las condiciones fiscales y tributarias no cambien en el futuro. “La inversión privada será un aliado para poner en valor los proyectos del Plan Nacional de Infraestructura y Productividad, que genera miles de empleos”.

Consejo Privado de Competitividad

Por su parte, Fernando Zavala, presidente del Consejo Privado de Competitividad, presentó las propuestas de esta iniciativa promovida por IPAE, en la que destacó que el fortalecimiento de la salud pública, del mercado laboral, el tener una adecuada infraestructura y contar un sector público eficiente, nos permitirá avanzar como país.

  • Infraestructura: Evitar la duplicidad de funciones creando un marco normativo integral que regule la participación de distintos actores. Incorporar mecanismos alternativos para la contratación de obras públicas para proyectos de gran envergadura.
  • Salud: Fortalecer y ampliar la oferta de salud, con énfasis en el primer nivel, mediante mecanismos como Asociaciones Público Privadas o Acuerdos de Gobierno a Gobierno (G2G). Así como  Reducir la fragmentación de los fondos públicos de salud, para que el SIS maneje gradualmente un presupuesto mayor al actual.
  • Mercado Laboral: Implementar un régimen laboral temporal para la reactivación económica, que brinde facilidades de contratación y liquidez a las empresas más afectadas por el COVID-19. Simplificar los regímenes tributarios con un régimen único de impuesto a la renta, que cuente con tasas marginales que crezcan de manera progresiva.
  • Eficiencia del sector público: Contratar directivos y servidores públicos en puestos clave mediante procesos meritocráticos y con nombramiento regulado. Revisar el ejercicio sancionatorio de la Contraloría para optimizar el control y evitar la inacción de los funcionarios.

Waldo Mendoza mencionó que, si bien más del 60% de las propuestas del CPC han sido acogidas por el Estado, lamentablemente el avance en su ejecución es muy limitado. Comentó interesado la propuesta de implementar un sistema meritocrático para los puestos claves de la gestión pública, como directores generales de los ministerios, que generaría mayor eficiencia. Para detallar al respecto, Zavala indicó que el tiempo de permanencia promedio de estos puestos son de 6,9 meses en el Ministerio de Salud y de 10,4 meses en el Ministerio de Transportes y Comunicaciones.

El Informe completo del Consejo Privado de Competitividad está disponible en compite.pe.

No solo el Covid-19 puede arrebatar una vida. Una alteración de la salud mental mal atendida también. Lo sabe la familia de una adolescente de 16 años que ha sido acusada por la Fiscalía de degollar a un panadero en el asentamiento humano Enrique Milla Ochoa de Los Olivos. El presunto asesinato ocurrió el 4 de enero.

La menor de edad, quien trabajaba en la panadería del difunto Fernando Osorio (48), habría usado un cuchillo de su casa para hacerle un corte en el cuello a la víctima. Según su historial médico en el hospital Honorio Delgado–Hideyo Noguchi, la adolescente ya había intentado antes asesinar a su hermana.

Rocío Ramírez, quien trabaja en ese hospital psiquiátrico tratando niños y adolescentes, contó a Sudaca que la joven fue su paciente hasta julio del año pasado. En ese tiempo la atendió tres veces mediante ‘consultas virtuales’. Estas pueden ser por celular, teléfono fijo o Google Meet.

La psiquiatra diagnosticó que su paciente sufría cuadros depresivos y asegura que recomendó, a través del director de su área, que sea internada. Dicho servicio, sin embargo, está suspendido desde el inicio de la pandemia.

“Yo le dije ‘no doctor [a su jefe], esta paciente está tan mal que no está para que le llamen por teléfono todos los días. Esta paciente tiene que ser vista en emergencia y hospitalizada. Había vivido cosas muy fuertes’”, cuenta Ramírez. Al final, la joven igual pasó a hospitalización domiciliaria.

La psiquiatra enfermó de Covid-19, se recuperó en septiembre y supo que la adolescente seguía recibiendo atención domiciliaria. El 4 de enero se enteró por la televisión del presunto crimen.

¿Qué es hospitalización domiciliaria? Es un servicio que fue implementado en el Noguchi desde el inicio de la pandemia, en abril del año pasado, cuando la hospitalización corriente y la atención médica personalizada fueron suspendidas. La jefatura del hospital decidió que los médicos envíen a los pacientes a sus casas y les hagan seguimiento médico diario por teléfono. Desde esa fecha, en el Noguchi −ubicado en San Martín de Porres− solo se realizan atenciones de forma virtual, sacando previa cita por teléfono. El servicio de emergencia es para casos graves y permite que los pacientes se queden apenas unos días.

Para Rocío Ramírez, que también es presidenta del cuerpo médico del hospital, este caso se hubiera evitado si la joven accedía al internamiento. Lo que ocurre, explicó, es que a través de la hospitalización domiciliaria “no se puede conversar con la familia ni controlar si el paciente puede tomar o no su medicación”.

Otro hecho fatal que pudo evitarse si siguiera habilitada la hospitalización regular en el Noguchi fue el suicidio de un joven de 18 años en Los Olivos, el pasado 17 de septiembre. Un día después de haber recibido atención médica virtual, trepó hasta lo alto de una torre de energía eléctrica y se lanzó contra el piso. La caída fue de 40 metros.

Seis meses antes, en marzo, el mismo paciente ya se había subido a la misma torre de alta tensión. También quiso lanzarse, pero aquella vez fue salvado por los bomberos.

Si bien esa víctima fatal no fue paciente directo de la doctora Ramírez, ella recuerda que se le había recomendado aumentar la medicación. Tampoco estuvo internado. La portavoz de los médicos del Noguchi señala que esos dos hechos fatales corroboran la necesidad de que su centro psiquiátrico deba volver a las atenciones presenciales y recibir hospitalización con normalidad. 

No tienen protección

La segunda necesidad que tienen los médicos del Noguchi es que se respeten los protocolos de bioseguridad contra la Covid-19. En el hospital psiquiátrico, aseguran, no hay espacios para que el personal se coloque sus equipos de protección personal (mamelucos y mascarillas) y no les realizan pruebas moleculares sino pruebas rápidas.

Durante la pandemia han muerto de Covid-19, infectados en el propio nosocomio, dos vigilantes y una empleada administrativa. Actualmente, dos médicos y cinco enfermeros están contagiados y hacen la cuarentena en sus casas. Pese a ello, Ramírez dice que el personal quiere volver a atender de forma presencial. En total, son cerca de 40 médicos atendiendo desde casa que desean volver a hacerlo en persona. Para no arriesgar tanto sus vidas, necesitan protocolos más eficientes.

La doctora Ramírez explica que el Noguchi atiende 200 consultas de niños y adolescentes al día, la mayoría por intento de suicidio, hechos violentos, ansiedad, alucinaciones (por ejemplo escuchan voces que los llaman a matar al hermano o llamados del demonio) y depresión. Durante la pandemia, asegura, se ha incrementado en 30% el número de consultas de jóvenes de entre 18 y 25 años. La razón más importante es el confinamiento. 

¿Qué ha sido lo determinante? Según la psiquiatra, que los jóvenes hayan sido testigos de la pérdida del empleo de sus padres, de hechos violentos en sus casas y que no haya podido estar en contacto con otras personas.

La atención remota en el Valdizán

En el hospital Hermilio Valdizán, ubicado en Santa Anita, la situación es similar a la del Noguchi. Alexis Alcázar, médico psiquiatra de ese nosocomio, dice a Sudaca que las hospitalizaciones y las atenciones presenciales también están suspendidas. Solo funcionan 15 de las 42 camas para casos de extrema emergencia. 

Explicó además que, si bien en el 2020 se han atendido menos casos de conducta suicida en comparación al 2019, ello no quiere decir que hayan disminuido sino que “lo preocupante es que no se están atendiendo”. Así, no se estaría dando una cobertura adecuada a la demanda de eventos de conducta suicida y de hechos violentos en nuestra capital. “La finalidad en psiquiatría es la atención individualizada, que es lo más efectivo, y eso no se está dando mucho porque es de forma virtual”, aseguró.

Para Alcázar, el riesgo es alto. “No lo vemos ahorita. Lo podemos ver después de un año. Sobre todo en los jóvenes, hay conducta violenta y consumo de sustancias (droga, alcohol). El término técnico es conducta reemergente. Puede ser que al término de la pandemia veamos todos esos fenómenos incrementados”, afirma.

Sobre los protocolos contra el Covid-19 que se siguen en el Valdizán, el doctor señala que solo se cumplen en las áreas focalizadas, como la Unidad de Emergencias, donde se atienden unos 100 casos al día. “No todo el personal posee equipos de protección personal (EPP)”, sostiene.

De los 60 médicos, solo 36 están trabajando de forma presencial y 24 lo hacen de forma remota con las atenciones virtuales. Según Alcázar, todos están dispuestos a trabajar en las hospitalizaciones y en las atenciones presenciales, como sus colegas del Noguchi.

Sudaca envió un cuestionario al Ministerio de Salud, pero no obtuvo respuesta hasta el cierre de esta edición. Este medio también intentó comunicarse con las centrales telefónicas del Noguchi y el Valdizán, pero nadie contestó el teléfono.

Fugas en el Larco Herrera

El único hospital de salud mental que no atiende consultas externas de forma virtual ni presencial es el histórico Hospital Víctor Larco Herrera, fundado en 1918 y ubicado en Magdalena del Mar. Ningun paciente nuevo puede atenderse mediante las consultas externas, ya sea por teléfono, chat o de forma presencial. Antes, deben pasar por sus redes de salud comunitaria, las cuales -en su mayoría- no tienen capacidad para diagnosticarlos y derivarlos. En el Larco Herrera solo se atiende a pacientes llamados «continuadores».

Además, pareciera que no hay un estricto control interno, porque en diciembre del año pasado se escapó el paciente Richard Arce. Sudaca pudo encontrar a esta persona en el cruce de las avenida Brasil con el jirón Inclán, a cuatro cuadras de la plaza principal de Magdalena. Tiene alrededor de 50 años de edad y durante 30 años estuvo internado en dicho hospital.

No usaba mascarilla y no se sabe si tiene Covid-19. Según los vecinos de la zona, se dedica a cuidar vehículos de los restaurantes. Sin embargo, desconocen que ha tenido conducta violenta, según confirmó a Sudaca el psiquiatra Óscar Villanueva, quien fue su médico de cabecera en el hospital.

El especialista de salud mental confirmó que Arce estuvo internado en el Larco Herrera y que él mismo ha pedido su regreso. Él lo encontró en la calle y lo llevó a Emergencia. Lo atendieron, pero la dirección ya no quiso su retorno pese a que puede ser un peligro en la calle.

Señaló además que hay preocupación en el personal médico y los enfermeros del hospital psiquiátrico puesto que los 300 pacientes que permanecen hospitalizados se infectaron de Covid-19. Ellos están ahí desde antes de la pandemia, ya que el centro de salud mental no hospitaliza pacientes desde la primera cuarentena. El año pasado murieron 10 trabajadores y este año han fallecido otros 12. Solo funciona el servicio de Emergencia.

¿Quieres volver al Larco Herrera?, le preguntamos a Richard Arce, quien solo por coincidencia lleva el mismo nombre que un parlamentario del Congreso disuelto. “¿Por qué? Si ya fui dado de alta” nos contestó.

**La foto que abre esta nota es referencial y le pertenece a Reuters.

Por lo mismo de siempre. Por informales, inmediatistas e incapaces de reconocer nuestras propias limitaciones. Porque casi desde sus inicios, nuestra escena pop-rockera, escuálida y siempre en modo amateur, se ha computado -especialmente en Lima- el centro del universo. Esa falta de humildad es la principal razón de que no tengamos una escena capaz de merecer reconocimientos internacionales suficientes para ser considerada en esta serie documental que, sin ser la gran cosa, se fija precisamente en algunas de las manifestaciones más exitosas y trascendentes del rock en español.

A esa vocación por el autobombo debemos sumar la ausencia de políticas públicas y privadas masivas de educación musical desde la infancia. En este punto no pienso, por supuesto, en los jóvenes privilegiados que, en los cincuenta o ahora, tuvieron posibilidades de acceder a clases particulares de algún instrumento, nutrirse de la melomanía de sus padres o hermanos mayores o de, simplemente, aprender solos por interés casi natural, instintivo, sino en la nula importancia que se le ha dado en colegios, universidades y medios de comunicación a la formación y apreciación musical, dejando (casi) todo en manos de Dios y los casos aislados.

Con la excepción de Pedro Solano y Ricardo Brenneisen, integrantes de dos de las bandas peruanas más activas y respetadas de los años noventa -Cementerio Club y Dolores Delirio-, solo hemos escuchado quejas, en distintos registros, de parte de diversos personajes de la comunidad rockera local, respecto de la ausencia peruana en esta producción de Netflix, deficiente e incompleta si la examinamos con ojos de experto, pero efectiva en aspectos nostálgicos para el oyente promedio de música popular en nuestro idioma. Los lamentos tienen, en consonancia con la autoindulgencia de la que hablo, ese insoportable tonito engreído que hace recordar al eterno «al cabo que ni quería» que soltaban los entrañables personajes de El Chavo del Ocho, cada vez que no se cumplían sus caprichos.

Salvo muy contadas excepciones, la escena pop-rock del Perú, desde sus albores en las matinales nuevaoleras de los sesenta y setenta hasta las más recientes y aburridisímas bandas tipo We The Lion o Alejandro & María Laura, prácticamente todas adolecen de esa antipática tendencia a sentirse geniales a la primera, la misma tara que sufren nuestra televisión, teatro y cine comerciales. Miren sino los realities de la señal abierta, la programación de Plus TV (Resiste Teatro, Jamás perfectas) o las películas de Tondero. Todos son lo máximo haciendo el mínimo esfuerzo –y, a veces, ni eso- pues tienen asegurada la adulación de una prensa no especializada y una masa, a ambos extremos del espectro socioeconómico, que regala sus admiraciones a cualquiera que se haya hecho famoso por sobreexposición, contactos o argollas. O todo junto.

quiero decir con esto que, a contrapelo del predicamento del recordado Gerardo Manuel (1946-2020), no todos los peruanos son buenos. Estamos hablando de más de seis décadas de producciones musicales que han tenido, en paralelo al desarrollo del rock en otras latitudes, muchos momentos rescatables y otros, los menos, realmente buenos. Pero, sin entrar a recuentos tediosos y arbitrarios, ni siquiera esos puntos altos alcanzan la calidad necesaria para hacerse notar en contextos más amplios y globales. Alguien me podrá mencionar, seguramente, el prestigio que han logrado, en países europeos, grupos peruanos como Silvania (shoegaze/ambient), Flor de Loto (prog-rock) o Mortem (death metal). Pero esos casos son, precisamente, excepciones a la regla.

Un aspecto interesante es que este fenómeno no se produce por igual en las escenas de folklore local (música criolla, negra, andina), donde sí podemos encontrar excelencia interpretativa y autenticidad; mientras que en otros géneros como la música latina (salsa, bolero), el jazz y la música clásica, se replica la problemática del pop-rock, con los mismos matices y casos excepcionales, tema que merece un desarrollo aparte.

Por otro lado, debido el serio problema de amiguismo que sufrimos desde hace años, son las propuestas más interesantes las que terminan relegadas para dar espacio a aquellas con buenas relaciones en los medios y canales de distribución masiva. Ni hablar de exponentes de música experimental o géneros extremos (como los mencionados Silvania y Mortem) que, simple y llanamente, no existen para los medios convencionales, salvo que se trate de una mención superficial para dar la impresión de ser «inclusivos» a la hora de hablar de pop-rock y sus innumerables vertientes Made-In-Perú.

Si bien es cierto el nuevo entramado digital permite que cada músico invente su propio espacio y llegue a sus atomizados públicos (pienso en plataformas como BandCamp o MediaFire, por ejemplo); eso, lejos de promover la creatividad y la excelencia interpretativa, promueve más la improvisación y el relajo, dentro de una lógica según la cual todos podemos hacer un disco y lanzarlo al ciberespacio. En ese aquelarre de opciones, los que trabajan diligentemente se entremezclan con los destalentados, haciendo más difícil rescatar valores y separar pajas de trigos. A la precariedad y amateurismo transversales a todo el espectro pop-rock local, llegan las argollas para empeorar todo, generando injusticias que hacen célebres a quienes no ofrecen nada valioso e invisibilizan a otros, de mejor perfil.

A todo esto. En Rompan todo sí se habla del Perú. Aparecen, en este orden: José Luis Pereira (Los Shain’s, El Polen), César «Papi» Castrillón (Los Saicos) y Octavio «Tavo» Castillo (Frágil, Actitud Modulada). Brevemente, como contextualizando, nada más, aquella época auroral en la que todo comenzaba al mismo tiempo. De hecho, es una metáfora de la realidad: en una carrera de 100 metros, los ocho velocistas parten al mismo tiempo, pero solo tres llegan al podio. Si seguimos la lógica de ese ejemplo, y según los parámetros impuestos por Rompan todo, nuestro país quedó entre los últimos. Es así de sencillo. Y de cierto.

El gran documental sobre rock en español aún está por hacerse (claramente, Rompan todo no lo es). Y para incluir lo que pasó en Perú, ese utópico gran documental tendría que abarcar tanto lo bueno como lo malo del rock latino, tanto lo que evolucionó y mejoró como lo que se quedó en el partidor y jamás levantó cabeza. Pero no se equivoquen: la ausencia peruana en Rompan todo no es un error de los productores ni es culpa de Gustavo Santaolalla. No es un sectarismo «de pibes y de chavos» como mal planteó, hace algunas semanas, un periodista de El Comercio. Corresponde plenamente con la intención de la serie documental, que se presenta engañosamente como «la historia del rock en América Latina» (ver más aquí), cuando solo habla de aquellos a quienes les fue mejor, ya sea por sus merecimientos artísticos, por su impacto en ventas o por ambas cosas, cuando ambas cosas iban unidas una a la otra. Más allá de las deficiencias del documental de Netflix, nos toca reconocer, con hidalguía, que no estamos en esas ligas.

Tags:

#Rock, Cultura
Página 22 de 23 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23
x