[INFORME] La ejecución del proyecto de protección ante inundaciones en la quebrada Huaycoloro está en riesgo por la falta de acciones efectivas de la Autoridad Nacional de Infraestructura (ANIN) para retirar cruces vehiculares informales, lo que impide el avance de las obras y pone en duda el cumplimiento de su objetivo principal: garantizar una capacidad hidráulica suficiente ante desastres naturales y el cambio climático.

El proyecto de protección ante inundaciones y movimiento de masas en la quebrada Huaycoloro, uno de los más ambiciosos impulsados por la Autoridad Nacional de Infraestructura (ANIN) bajo el modelo de contrato de Estado a Estado, ha enfrentado desde sus inicios obstáculos que van más allá de lo técnico. A pesar de tener un diseño aprobado desde mayo de 2023, su ejecución se ve trabada por una situación adversa persistente: la permanencia de cruces vehiculares informales que impiden el avance completo de la obra.

Lejos de ser un simple problema logístico, estos cruces —conocidos informalmente por los vecinos como “badenes”— revelan una compleja red de tensiones sociales, falta de coordinación interinstitucional y una gestión pública que, aunque activa en comunicaciones, no ha logrado resolver el nudo central: garantizar el acceso irrestricto del contratista a las zonas de intervención.

Infraestructura sin acceso: un proyecto entrampado

Desde septiembre de 2022, el contratista alertó a la Gerencia de Proyecto sobre la existencia de tres cruces vehiculares informales que obstruyen el cauce natural de la quebrada. Estos pasos improvisados, construidos con rellenos no controlados, si bien permiten conectar rápidamente ambas márgenes —mejorando el tránsito entre localidades como Nievería, Cajamarquilla y Huachipa—, comprometen la seguridad hidráulica del proyecto.

El informe de control concurrente N° 28461-2024-CG/MPROY-SCC confirma que estos cruces no han sido retirados hasta noviembre de 2024, a pesar de que su permanencia contradice los principios técnicos y contractuales. De hecho, el contrato NEC3 que rige la obra señala explícitamente que el contratante (ANIN) debe proporcionar acceso al sitio para el contratista. La no remoción de estos cruces, por tanto, no solo retrasa el cronograma, sino que debilita la meta más importante del proyecto: dotar a la quebrada de una capacidad hidráulica que resista fenómenos extremos como el Fenómeno El Niño.

Una solución técnica que no logra salir del papel

Durante 2023, el contratista y la entidad elaboraron alternativas técnicas y sociales para reemplazar los cruces informales con puentes formales. En un informe remitido en febrero, se propusieron puentes Bailey y estructuras de concreto armado para cada uno de los tres puntos críticos. Además, se desarrollaron estudios sociales que identificaban los potenciales conflictos y percepciones comunitarias frente al retiro de los pasos actuales.

La propuesta más concreta se dio en octubre de 2023, cuando la Gerencia de Proyecto aceptó el diseño básico de un puente para el cruce vehicular N°2. Sin embargo, este diseño no fue finalmente incorporado al proyecto en ejecución. Esta omisión ilustra una desconexión preocupante entre la identificación de soluciones y su incorporación efectiva en los planes de acción.

Un diálogo institucional que no logra traducirse en decisiones

La ARCC —ahora ANIN— trató de involucrar al gobierno local y regional desde inicios de 2023. Oficios fueron cursados a la Municipalidad Distrital de Lurigancho-Chosica y al Gobierno Regional de Lima solicitando atención urgente a la demanda vecinal de puentes seguros. Las poblaciones de Cajamarquilla y Nievería advirtieron en reuniones informativas que, sin una solución viable de accesibilidad, no permitirían la ejecución del proyecto.

En respuesta, la municipalidad organizó mesas de trabajo y expresó su disposición para desarrollar la ingeniería básica de las estructuras necesarias. Incluso el contratista reportó en octubre de 2023 que las autoridades locales comprendieron la necesidad de ejecutar la obra pese a la situación de los puentes, comprometiéndose a articular soluciones con otras instituciones.

No obstante, en lo que parece una falta de articulación vertical entre niveles de gobierno, la solicitud enviada al Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC) para que asuma parte de la solución fue rechazada. Provías Nacional respondió que los cruces solicitados estaban fuera de su competencia, dejando el asunto sin una vía clara de resolución.

¿Quién es responsable?

Sin apuntar culpas individuales, el análisis de esta situación evidencia una cadena de corresponsabilidades institucionales. La ANIN, como ente ejecutor, ha mostrado actividad en la generación de informes, en la interlocución con otras entidades y en la aceptación de soluciones técnicas. Sin embargo, no ha gestionado con la efectividad necesaria el retiro de los cruces, ni ha logrado consolidar las condiciones básicas para la ejecución íntegra del proyecto.

Por su parte, el gobierno local ha demostrado cierta voluntad política, pero no ha asumido plenamente el liderazgo que le corresponde en el territorio. Mientras tanto, el gobierno central, representado por el MTC, optó por desentenderse, alegando un tecnicismo administrativo que deja sin atender una demanda social legítima.

En el centro de todo, las comunidades —quienes debían beneficiarse con una quebrada segura y adaptada al cambio climático— siguen atravesando cada día los pasos informales, esperando que la ingeniería prometida se traduzca en estructuras tangibles.

Sin puentes no hay solución

El caso de la quebrada Huaycoloro es un ejemplo claro de cómo los grandes proyectos de infraestructura no solo se juegan en los planos y en los contratos, sino en el territorio, en el consenso social y en la acción articulada de todas las instancias del Estado.

Mientras no se resuelva de manera efectiva el tema de los accesos —y con ello se garantice la continuidad de las obras—, la inversión millonaria corre el riesgo de quedar a medio camino, y con ella, también la esperanza de cientos de familias que esperan vivir sin temor a las lluvias, al desborde, al lodo.

El proyecto nació con la promesa de enfrentar los desafíos del clima. Hoy enfrenta, primero, los desafíos del sistema.

Tags:

Corte Suprema, Huaycoloro

[Casita de Cartón] Esta Casita de Cartón abre sus puertas con uno de sus mayores sueños cumplidos, y ese fue volver a ver a River en el país en que nació. Pero a su vez, le era inevitable no sentir un sentimiento que abrazaba la nostalgia profunda, y esa fue por la ausencia de la última persona a quien fue dedicado su columna, mi hermano y amigo, que desde el cielo seguramente alentó ese día con la euforia y emoción que le caracterizaba, Bruno Raitzin.

Y es que el Monumental de Ate fue el escenario de este nuevo comienzo de la Libertadores para el cuadro millonario. Y ojalá que también sea la última, ya que sería en una hipotética final. Dado que Lima será la sede de la final de la Libertadores. Curiosamente, años atrás, después de la final más épica de este torneo entre River Plate y Boca Juniors en el Santiago Bernabéu (donde River terminaría alzando la copa), Lima sería la primera sede de una final única, en el 2019. Como siempre, torpe y sosamente, la Conmebol copiaría a la UEFA ese modelo (un sinsentido dado que, en Europa, a diferencia de Sudamérica, llegas en tren a otro país, en cambio acá cordilleras y densas y a la vez hermosas selvas nos separan). Aquella vez no pude estar, había pedido mi vuelo sin saber que la final sería acá tiempo atrás (en primera instancia iba a ser Chile, pero las revueltas sociales imposibilitaron que fuera y de emergencia lo trasladaron). Pero para darle más ironía a esto, una semana después de aquel partido, la fecha de mi viaje se daría. Historia aparte, hay algo que me dijo mi amigo y que me dejó brotando: ‘En tu propio país fue la final, hermano. Y por esas cosas caprichosas de la vida no pudiste estar”. Tal vez, el rótulo de esta columna debería llamarse así:” Y por esas cosas caprichosas de la vida”. Y sí, fue de las cosas que más me dolieron, pero aun así estuvieron mi hermano menor y mi papá. Me costó sacarle las entradas, noches enteras trataba de que funcionaran las tarjetas que me prestaban, hasta que por suerte uno de una prima, terminó siendo aceptada. Y ahora el problema era la ubicación. Quería que fuera al lado de la popular que le daban a River. Pero no se pudo, las veces anteriores se hubiera podido, pero se acabaron. Como fuese, fueron ellos y disfrutaron, más allá del resultado, de ver por primera vez a River en suelo peruano. 

Bruno también se hizo presente en aquel partido (no podía faltar, estuvo y vivió en carne propia lo de Madrid) viniendo con los muchachos de Plaza Italia en esos siete días de ida y vuelta interminables, pero a su vez hermosos, por los paisajes que visten y tiñen nuestro continente. Lo cierto es que a veces el destino nos condiciona, imposibilitando que uno pueda decidir por sí mismo qué decisiones tomar. No sé si me hago entender, pero creo quien ha atravesado este derrotero, sí. Y traigo a colación todo esto, dado que, para llegar al funeral, tampoco pude. Y ahora era una extorsión lo que me imposibilitaba. Y cuando pude haberme librado de ese problema, fallecería. Y el vuelo más próximo era con llegada a las 4 p.m. Lo enterrarían a las 2 p.m. 

Me queda como reflexión entender que los tiempos cambian, con los días, todo avanza en el reloj de arena de la vida. Pero los recuerdos, esos que retraen los vientos de aquellos cielos que alguna vez abrazaron tu corazón, quedan. Y pensar que días antes del sorteo por la presente copa, me diría que fijo a River le tocaría un equipo peruano y que nos volveríamos a ver. Estaba en lo cierto, el azar determinó que River pisara estas latitudes, pero no él. Al final la vida se acostumbra a tocar las sonatas de dichas y tristezas, de ironías y cosas sin sentido como sin respuestas.

Ese día estuve con los muchachos de la Filial de Lima de River Plate y con mi hermano menor. Y con algunos incidentes al momento de entrar, como el que no me querían dejar entrar por alcoholemia, cuando estaba lúcido pero emotivo. El partido fue de un primer tiempo para River, donde desplegó un buen fútbol para que en un segundo tiempo se torne más parejo. El resultado final sería 1-0. Un buen comienzo para el ‘millo’. Aunque claro, no negaré que quisiera que universitario clasifique al ser peruano. Fue un día lleno de emociones, dado la una ausencia indescriptible que sentia. Como cuando el estadio vibraba con el gol, y en ciertos momentos del partido, en que dirigía mi mirada al cielo buscando entre esa inmensidad abrazar a mi amigo, como lo hiciéramos incontables veces juntos en River como en distintas canchas del país (Argentina) o del exterior. Con los días entendería que las despedidas de las personas que amamos nos impiden ver a la vida con los mismos ojos. 

Esta Casita de Cartón Cierra sus puertas cantando esta canción: «Al millonario una ilusión, solo le pido… Para los pibes que desde el cielo te alientan conmigo… Vos no los ves, no los tocás, pero están presentes… Esos recuerdos inolvidables quedan en mi mente». Y esperando de nuevo recibir a River, otra vez sin Bruno, como hubiese pasado si la vida no hubiera sido tan veleidosa e injusta. Pero era tan grande ese ser humano que este plano terrenal no era su lugar, sino la eternidad. Se adelantó mi hermano. Pronto lo volveré a ver.

Tags:

Boca Juniors, Boca Junios, Copa Libertadores, Filial Lima, Plaza Italia, River Plate, Santiago Bernabéu

Parte tres ¡Papapa Presidente! A la tercera va la vencida…

Por: Rik Ahrdo

En un país acostumbrado a los personajes políticos extravagantes, Hernando de Soto logra destacarse con méritos propios. A sus 83 años, el autoproclamado «mesías del capitalismo informal» regresa por tercera vez a la arena electoral como si fuera la primera vez : con la misma sobreactuación, idéntico narcisismo y rodeado de teorías a medio digerir que vende como propias y revolucionarias. La única diferencia es que ahora suma a su currículum político una característica innegable: la vejez.

La derecha peruana ha degenerado en las últimas décadas. De tener representantes con convicción y sustancia, ha pasado a delegar su representación en voceros de quinta categoría que brillan en la Confiep mientras los verdaderos dueños del poder económico observan cómodamente desde la distancia. En este escenario, De Soto ha encontrado su nicho perfecto: ni empresario genuino, ni político con base social, sino simple intermediario que sobrevive en las grietas del sistema.

Su mayor habilidad no está en elaborar propuestas viables, sino en reciclar ideas ajenas presentándolas como propias. Resultó casi cómico verlo hace pocos días apropiarse del concepto de las 200 millas marítimas —una política establecida a fines de los años 40 por Bustamante y Rivero— como si fuera una solución revolucionaria de su propia cosecha. Un patrón de apropiación intelectual, ya visto con «El Otro Sendero»  y que, al parecer,  constituye desde hace un tiempo su método preferido. “A la vejez, viruela”, diría mi abuelita. Eso de tomar textos existentes y presentarlos como propios, no es muy digno de quien pretende representarnos. 

En ese sentido, su historial de coqueteos  políticos ha sido tuttifrutti. Salvo con los ahijados de MVLL, Toledo y Humala, De Soto se ha fotografiado con todos; con Keiko, su papá, con García y hasta con Chibolín… y como cereza de la torta, la patética foto con Pedro Castillo tras las elecciones de 2021. No importa la orientación política de quien ostente el poder; él siempre encuentra la manera de posar para una foto oficial, aunque sea con Gadafi. 

Lo más preocupante es que, detrás de su fachada de «Super International Advisor», existe un vacío propositivo absoluto. ¿Qué ha logrado concretamente en sus múltiples «asesorías? ¿A quién le ganó?

A estas alturas, lo que proponga De Soto carece de relevancia. Su trayectoria habla por sí sola: un aficionado bailarín, copy-paste,  con el idioma masticado y el ego exacerbado.

Por ello, en las próximas elecciones, votemos por quien queramos, pero al menos hagamos el esfuerzo de evitar que nuestro voto engrose la estadística de este eterno candidato que nunca llegará a presidente, pero que siempre consigue lo que realmente busca: una foto más para su colección de vanidades.​​​​​​​​​​​​​​​​

Palabra de maestro. 

Empresas de seguridad con deudas con SUNAT, sanciones e irregularidades en su formación integran un consorcio que está obteniendo contratos millonarios con el Estado que incluso les aseguran ganancias hasta el año 2028.

En el último informe publicado por Sudaca con el título LOS ENGREIDOS NÚMERO UNO este medio les presentó la historia del Consorcio Morgan del Oriente S.A.C. – Arsenal Security S.A.C. y sus millonarios contratos con el Ministerio de Cultura pese a que en su historial se encontraban serias irregularidades, como el haber brindado un servicio de seguridad privada con la licencia para portación de armas vencida, y un sinnúmero de datos extraños en la formación de las empresas que integran este consorcio, como que el gerente general de Morgan del Oriente S.A.C. era un vigilante que desconocía que lo habían colocado en dicho puesto.

Según la información disponible en el portal de Transparencia Económica, el Consorcio Morgan del Oriente S.A.C. – Arsenal Security S.A.C. como tal ha logrado facturar más de ciento sesenta millones de soles en contratos con diversos ministerios entre los años 2020 y 2025. Aunque, tal como se aprecia en la siguiente imagen, los años 2023 y 2024 han sido los que más ingresos han reportado para estas empresas de seguridad. 

Andres Hurtado 

Sin embargo, pese a que las circunstancias extrañas y hasta sanciones que han rodeado a estas empresas se han hecho de conocimiento público, el futuro de quienes integraron este consorcio estaría asegurado hasta, por lo menos, el año 2028. Sudaca pudo acceder a los contratos millonarios que han logrado Morgan del Oriente S.A.C. y Arsenal Security S.A.C. que no sólo los convierten en los engreídos número uno, como los llamaba Andrés Hurtado, sino en los engreídos del futuro.

FUTURO SEGURO

Luego de los millonarios montos que se adjudicaron bajo el rótulo de Consorcio Morgan del Oriente S.A.C. – Arsenal Security S.A.C., estas empresas se han asegurado un futuro económico envidiable. Sin embargo, esta vez decidieron hacerlo bajo el nombre de otro consorcio. En esta oportunidad, Morgan del Oriente S.A.C.  y Arsenal Security S.A.C. se unieron a Creta Security S.A.C. para formar el Consorcio Creta.

Los engreídos del futuro

Si bien pareciera que tanto Morgan del Oriente S.A.C.  como Arsenal Security S.A.C. tienen una participación reducida, los cambios no son tan drásticos como parecen. Esto debido a que la empresa con mayor porcentaje en este consorcio, Creta Secutiry, sigue perteneciendo a la familia Trisolini.

Mientras que Carlos Trisolini Tueros aparecía como el fundador de Morgan del Oriente, Creta Security tiene a Giancarlo Domenico Trisolini Torres como socio, representante y gerente general.

Los engreídos del futuro

Pero tal parece que Trisolini Torres también ha logrado un rápido éxito en las contrataciones con el Estado. El pasado mes de abril, el Consorcio Creta obtuvo un contrato de más que veintiséis millones de soles con la Central de Compras Públicas, un organismo público adscrito al Ministerio de Economía y Finanzas, y que estará vigente hasta el año 2028.

Andres Hurtado

La insólita prosperidad del Consorcio Creta es tal que, el mismo miércoles 15 de abril que firmó el contrato anterior, este consorcio logró un segundo contrato con la Central de Compras Públicas por un servicio de vigilancia que costará más de siete millones de soles y también durará hasta el mes de abril del año 2028.

Chibolin

Abril del 2025 cerró de la manera inmejorable para el Consorcio Creta. El pasado 11 de abril dicho consorcio de empresas de seguridad fue contratado por el Banco Central de Reserva del Perú por el periodo de un año para brindar un servicio de vigilancia y protección. Por este trabajo, la empresa de Trisolini recibiría más de nueve millones de soles.

Andres Hurtado

Pero estos contratos a largo plazo están ocurrieron desde hace mucho tiempo atrás. En el mes de agosto del 2024, el Consorcio Creta logró un importante contrato que tendrá duración hasta el año 2027 para brindar un servicio de seguridad y vigilancia con Essalud y por lo cual cobraría casi veinte millones de soles.

Los engreídos del futuro

DE VIGILANTE A GERENTE

En el informe anterior, Sudaca citó la investigación llevada a cabo por la periodista Stefanie Medina del programa Contracorriente en la cual se detallaba que la empresa Morgan del Oriente S.A.C. había colocado como gerente general a uno de sus vigilantes y, encima, este ni estaba advertido del cargo que ostentaba.

Sudaca ha podido encontrar dos situaciones muy similares en otros de los consorcios que involucran a estas empresas. La siguiente imagen pertenece a una orden de servicio con la Sunat de Tacna que estará vigente hasta el año 2028 y es por un monto que supera los veintitrés millones de soles.

 Andres Hurtado

Si bien los nombres Morgan del Oriente S.A.C. y Arsenal Security S.A.C. son familiares, en esa imagen se puede observar un nuevo integrante que, además, le da nombre a este nuevo consorcio. Binacional Empresa de Seguridad es este nuevo invitado a estos millonarios contratos con el Estado que, con este nuevo consorcio, superan los ochenta y seis millones de soles en total. Según la información disponible sobre Binacional Empresa de Seguridad, quien ha sido registrado como su gerente general y representante es Jesús Alberto Asca Castrejon. 

 Cristian Rebosio

Al investigar el historial de Asca Castrejon se puede encontrar una sorprendente coincidencia entre la historia de Morgan del Oriente y Binacional Empresa de Seguridad. Sudaca pudo acceder a un informe de Osiptel, quienes habían firmado un contrato con el  Consorcio Morgan del Oriente S.A.C. – Creta Security S.A.C. en enero del 2024, en el cual figuraba el nombre de Jesús Alberto Asca Castrejon.

En el mencionado informe, Asca Castrejon no es mencionado como gerente general ni represente de una empresa. En dicho informe que data del año pasado, Asca es mencionado como una de las personas que realizaba el servicio de vigilancia y, por lo tanto, era sólo un empleado del consorcio integrado por Morgan del Oriente y Creta Security que pasó en poco tiempo a ser gerente general y representante de una nueva empresa de seguridad privada.

 Andres Hurtado

Arsenal Security S.A.C. es otro de los integrantes de estos consorcios beneficiados que tiene registrados en cargos importantes a personajes muy peculiares. Según la información que el Estado dispone de este proveedor, Jhosely Vivanco Serna es la socia o accionista de esta empresa.

No obstante, esta persona señala en su perfil del sitio web LinkedIn que es una contadora pública que sólo ocupó el cargo de asistente contable de la empresa Morgan del Oriente y esto ocurrió hace más de una década.

 Andres Hurtado

¿Cómo estas empresas con evidentes irregularidades han logrado seguir obteniendo contratos millonarios con el Estado? ¿cómo una empresa que apenas cuenta con una modesta oficina en Chorrillos logró que un personaje público y con influencias de peso, como Andrés Hurtado, le ponga tanto empeño a respaldar sus contratos con EsSalud? Estas son las preguntas que quedan en el aire luego de conocer la historia de estas empresas y los consorcios que hoy son los engreídos número uno de diferentes entidades del Estado y, con contratos por varios años más, también se han asegurado ser los engreídos del futuro. 

Tags:

Consorcio Creta, Ministerio de Economía, Morgan del Oriente, Perú Compras

 [La columna deca(n)dente] El escenario político nacional hace tiempo que dejó de ser solo caótico: ahora es profundamente ilegítimo. La crisis de representación ya no es un diagnóstico técnico, sino una experiencia cotidiana para millones de peruanos y peruanas que no se sienten reflejados en ninguna de las organizaciones políticas que dicen hablar en su nombre. En teoría, los partidos deberían canalizar demandas sociales, construir agendas públicas y disputar el poder en función de proyectos ideológicos. En la práctica, nuestros partidos se han convertido en otra cosa: cascarones vacíos, personalistas, desarticulados del tejido social y enfocados casi exclusivamente en capturar cuotas de poder. Hoy, el Congreso parece más un mercado persa que una arena democrática. 

Su fragmentación no expresa pluralismo, sino el efecto de una proliferación de agrupaciones diseñadas para las elecciones, como las famosas “combis electorales” que todos conocemos: sirven para llegar al poder, pero no tienen ni dirección, ni pasajeros, ni destino común. Partidos como Fuerza Popular, Alianza para el Progreso, Renovación Popular, Perú Libre y otros como Acción Popular o Somos Perú actúan más como cárteles o consorcios de intereses privados que como organizaciones al servicio del bien público.

Lo que estamos viviendo es más que una crisis política: es una degradación institucional sostenida. El Congreso no solo legisla, sino que ha capturado al Ejecutivo, vaciando la separación de poderes y anulando cualquier posibilidad de contrapeso. La presidenta Dina Boluarte, sin legitimidad ni respaldo político real, ha sido funcional a este nuevo régimen de facto. Un pacto informal entre facciones parlamentarias —unidas por el miedo a la justicia, el afán de impunidad y el deseo de controlar el aparato estatal— ha instaurado una forma perversa de gobernabilidad: autoritaria y antidemocrática.

El resultado es un vaciamiento democrático en toda regla. Tenemos elecciones, parlamento, leyes y discursos de legalidad. Pero lo que se esconde detrás es otra cosa: redes de protección mutua, legislación a medida de las organizaciones criminales y debilitamiento sistemático de los organismos de control.

Mientras tanto, los ciudadanos y ciudadanas observan con desconfianza, desafección y resignación. La política ha dejado de ser un canal de transformación para convertirse en un espectáculo ajeno. Y, sin embargo, ahí donde la indignación se vuelve generalizada, también surge la posibilidad de cambio. No se trata de una ilusión. Se trata de una urgencia. Hoy más que nunca, la participación ciudadana honesta, informada y activa no es un lujo, sino una necesidad vital. En este pantano político, quienes aún creen en la democracia tienen el deber de organizarse, fiscalizar, disputar espacios, construir nuevas formas de representación y afiliarse a partidos políticos que no están en el poder hoy. No para repetir las fórmulas fallidas, sino para sentar las bases de una regeneración que devuelva sentido a la política.

Porque si algo ha quedado claro es que lo viejo ya no sirve. Y lo nuevo, si no lo construimos nosotros, lo construirán otros… y no necesariamente para bien.

Tags:

Congreso, Democracia, Ejecutivo, Partidos políticos

[Música Maestro] 

NOTA: La asunción del nuevo Papa León XIV, estadounidense nacionalizado peruano, ha despertado una extraña e indefinida ola de esperanza en estos tiempos difíciles. Hacemos votos porque trascienda eso y se afiance como el apoyo que necesitamos en este país tomado por asesinos a sueldo y una bola de políticos necios, codiciosos y falsos.

I. Canción en harapos

“Qué fácil es escribir algo que invite a la acción contra tiranos, contra asesinos, contra la cruz o el poder divino, siempre al alcance de la vidriera y el comedor” canta, indignado, el cubano Silvio Rodríguez en Canción en harapos (Causas y azares, 1984), una letra que la derecha, si no fuera tan bruta y tan achorada, podría usar para burlarse de “los caviares”, esa fantasmal categoría con la que pretende descalificar todo lo que les huela a justicia social, cambio de reglas de juego y equilibrio ante las desigualdades. 

Sin embargo, pienso ahora en esos versos que denuncian las inconsistencias de quienes exigen soluciones desde tribunas cómodas y supuestamente combativas, frente a la corrupción y los asesinatos que hoy han convertido a Lima en la nueva Medellín o la nueva Tijuana, pero que, a la hora de la hora, miran de costado (casi) todo, con argumentos que usan como base una legalidad presentada como inalterable -para salvaguardar “el estado de derecho”- y que no es más que un pretexto para ejercer velados encubrimientos y hasta abiertas defensas de instituciones y personas nocivas para toda idea de democracia y justicia.

El gran Silvio que, en octubre, se reencontrará con nosotros, dice también en esa disonante composición, de las menos difundidas de su extenso catálogo: “Que fácil de apuntalar sale la vieja moral que se disfraza de barricada de los que nunca tuvieron nada…” refiriéndose a las máscaras del “pequeño burgués”.

Vienen a mi cabeza los que, en medio de masacres como la de Pataz y los diarios informes sobre personas comunes y corrientes muertas a balazos en las calles de cualquier distrito y a plena luz, discursean desde sus privilegios pero no llaman nunca las cosas por su nombre. Para no chocar con el amigo de sus amigos, para no cerrar la posibilidad de algún contrato o prebenda en el futuro inmediato.

II. No tenemos revolucionarios

Como nos cuenta Jon Lee Anderson, el genial cronista e investigador de The New Yorker, la centenaria revista estadounidense, en su extensa biografía de Ernesto “Che” Guevara, la vocación revolucionaria del legendario argentino comenzó a nacer en sus últimos veintes. 

Antes de eso, su intención estaba más cercana a convertirse en un doctor trotamundos experto en alergias que en ser un guerrillero armado con algunos conocimientos de medicina.

En su caso, fue la lectura y el contacto con diversas realidades que encontró en su camino aventurero -el abandono de regiones andinas de Perú y Bolivia, la situación política de Guatemala y México- lo que puso frente a sus ojos al verdadero enemigo.

¿Qué necesitarían los jóvenes de hoy para salir de su marasmo? Más que la literatura o los textos no ficticios sobre la historia de los países, convertidas en expresiones artísticas estimables, pero con poca capacidad de llamar a la acción, quizás deberíamos cifrar nuestras esperanzas en la música. 

Aunque, pensándolo bien -me digo a mí mismo mientras escribo esto-, resulta poco probable que las masas jóvenes actuales, extremadamente superficiales cuando se trata de aquellas que lidian por ingresar a círculos que les aseguren un buen trabajo o presencia en las siempre divertidas “clases altas”; y extremadamente superficiales también en los sectores menos favorecidos, embrutecidos por la farándula y las apuestas futboleras; obtengan alguna conciencia cívica, algún rasgo de indignación, escuchando a Dua Lipa, Shakira, Bruno Mars, Bad Bunny y su larguísimo etcétera de clones.

III. Thrash para el Perú de hoy

“Talking to you is like clapping with one hand!” grita Joey Belladonna en Caught in a mosh, tema del tercer LP de los neoyorquinos Anthrax, Among the living (1987). Es una figura que representa lo absurdo, lo imposible, lo idiota.

Es una de las tantas líneas que vienen a mi cabeza cada vez que, por algún desgraciado accidente o descoordinación durante el zapping, escucho a algún comentarista de Willax TV o la interminable retahíla de sandeces contenidas en cada mensaje que no escribe y lee mal “la señora que va a Palacio” (César Hildebrandt dixit), en sus apariciones públicas. 

Aunque para nosotros, más que aplaudir con una sola mano -acción que podrías ejecutar, digamos, golpeándote una pierna o la mesa- sirve, como metáfora de lo estúpido, la clásica parodia de comediantes ochenteros locales, como Miguel “El Chato” Barraza o Ricky Tosso quienes, cuando les tocaba representar a un oligrofrénico ponían cara de Jerry Lewis en El Profesor Chiflado mientras trataban de hacer chocar sus manos para aplaudir, sin lograrlo.

Los pesados riffs de Caught in a mosh -o de otros clásicos de ese álbum metalero como Efilnikufesin (N.F.L.) o I am the law– me hacen siempre fantasear con la idea de lanzar de cabeza a cualquier político actual en un pogo circular durante algún concierto de Anthrax, Metallica, Megadeth o Slayer.

¿Se imaginan? ¿A Boluarte, Quero o Adrianzén, sin zapatos y con los ojos cerrados, en medio de los empujones de decenas de fanáticos de System Of A Down mientras el guitarrista Malakian llamaba al frenético segmento intermedio de Toxicity, en el Estadio Nacional? Sería poesía para los oídos de los deudos de Pataz. 

Es cierto que no les devolverían la vida a sus seres queridos, injusta e incomprensiblemente abandonados, con su crudo y real secuestro reducido a la categoría de “fake news” por nuestras irresponsables autoridades.

Pero que aquellas personas que despreciaron su angustia reciban unas buenas patadas sin posibilidad de defenderse -y sin que ello sea considerado un delito o una acción “bárbara, al margen de la ley”- sería un mejor consuelo que las condolencias vacías de quienes jamás pensaron en hacer algo por ellos, ni antes ni después de tan trágicos acontecimientos.

IV. Rock clásico: ¿Dices que quieres una revolución?

Así comienza Revolution, clásico del periodo tardío de los Beatles. Grabada en 1968 en dos versiones, esta composición de John Lennon fue motivada por las noticias internacionales del primer semestre de aquel lejano año (París, Praga) que intenta cuestionar los métodos violentos de los grupos de izquierda e incluso alude negativamente al “jefe Mao” -una mención que causó cierta controversia en su momento y de la cual el mismo Lennon se arrepintió, tiempo después-, aunque sí muestra afinidad con la idea de la urgencia de cambios sociales.

La versión que hasta ahora escuchamos en las radios retro apareció como lado B de Hey Jude (agosto, 1968) y, veinte años después, en el volumen dos del primer recopilatorio oficial de singles beatlescos Past Masters (1988). La otra, más lenta y bluesera –Revolution 1-, es parte del doble The white álbum (1968). 

Como bien saben los fans del Fab Four, esta fue la primera y única vez en que tocaron temas políticos en sus letras, algo que sería mucho más común en el Lennon solista. Pero, más allá de una que otra alusión metafórica, los tótems del rock inglés, rebeldes y contraculturales por naturaleza, jamás abordaron problemas de este tipo en sus producciones musicales, lo cual cambió agresiva y drásticamente con la generación punk y posteriores subgéneros derivados de los gritos primigenios del bajo Londres. 

En líneas generales, la primera etapa del pop-rock y otros géneros nacidos en los Estados Unidos como soul, blues, funk o country (1955-1975), dominada por artistas de ese país, registra canciones acerca de problemáticas como la segregación racial -el movimiento de las Panteras Negras y el predicamento de Martin Luther King Jr. que tuvo musicalización gracias a James Brown y todo lo que vino después, desde Stevie Wonder hasta Marvin Gaye, desde George Clinton hasta Sly & The Family Stone-; los derechos civiles -a partir de Woody Guthrie y Pete Seeger, inspiración para Bob Dylan y Joan Báez- y la generación hippie, que alzó su voz de protesta contra la guerra de Vietnam, también desde un punto de vista rebelde y cuestionador pero, por la misma naturaleza de esos temas, con indirectas o manifestaciones que buscaban la reacción con propuestas artísticas que son usadas hasta hoy como símbolos de resistencia.

Frank Zappa, líder de The Mothers Of Invention, fue una rara avis en esa época, con un estilo que combinó desde el primer día desarrollos musicales complejos e inclasificables con letras que, cuando trataban de política, eran sumamente directas, casi con nombre propio. Ejemplos de ello son Trouble every day (Freak out!, 1966), Agency man (1968), I’m the slime (Over-nite sensation, 1973), Dickie’s such an asshole (1974, contra Richard Nixon; 1988 contra Ronald Reagan), Heavenly bank account (You are what you is, 1981), When the lie’s so big (Broadway the hard way, 1988), son solo algunos ejemplos de cómo golpeaba a los corruptos de la política, la economía y la religión. Y están también sus entrevistas. 

Géneros extremos como el hardcore punk, el thrash metal y el gangsta rap, surgidos desde la década de los ochenta- cambiaron ese panorama de protestas rebeldes pero etéreas de las décadas anteriores, mostrándoles los dientes a los diversos grupos de poder con diatribas dirigidas sin contemplaciones ni eufemismos. Sin entrar a detalle, podemos mencionar a bandas como Rage Against The Machine, D.R.I., Megadeth, Dead Kennedys, Public Enemy o System Of A Down, como los más representativos, entre centenares de artistas con discursos políticos más fuertes y con amplia exposición mediática.

V. Rock peruano subterráneo: Plena vigencia

Hace cuarenta años, sin embargo, en plena era de violencia y guerra interna, un fenómeno social y artístico local nos dejó lecciones que hoy deberían recoger las nuevas generaciones. 

Escuchando las letras de canciones como Vivo en una ciudad muerta (Guerrilla Urbana), ¿Qué patria es esta? (Sociedad de Mierda), La esquina es la misma (Zcuela Crrada) o ¿Dónde está el Presidente? (Eutanasia) -recopiladas en el CD Varios artistas:

La historia del rock subterráneo, 1985-1992 (Ya Estás Ya Producciones/11 y 6 Discos, 2010)- cuesta trabajo no estremecerse e identificarse con la patética situación descrita en ellas y el alto nivel de indignación que exhibían estas bandas peruanas, todas pertenecientes al movimiento de rock subterráneo que hoy es tratado como un souvenir «arty» por algunos colectivos en busca de hacer algo de caja con aquella juventud auténtica e irreflexiva que hoy peina canas y se dedica actualmente a otras cosas más rentables y seguras que andar gritando realidades aún vigentes. 

Este extenso disco recopila un total de 28 temas, la mayoría compuestos y grabados de manera independiente entre 1985 y 1989, más uno que otro producido en los primeros noventa. Curiosamente, el final de la saga «subte» en el Perú es ubicado por todos sus investigadores en 1992, año del autogolpe de Alberto Fujimori.

Y es curioso porque esa disolución del Congreso que fue, a la postre, germen de toda la corrupción política, social y económica que hoy vivimos como república, marcó también la desaparición de este movimiento que fue capaz de registrar su cólera y tristeza frente a las masacres senderistas y los abusos militares/policiales.

Pero, de repente, los rezagos de la movida underground limeña -la de provincias es otro cantar- fueron también absorbidos por la progresiva degradación del sistema educativo -que ya venía muy mal en los ochenta, por cierto- y el encanallamiento de los medios de comunicación masiva que promovió desde entonces y hasta ahora, con bastante éxito, la noción del racismo/clasismo capitalino disfrazado de inclusión que hoy pasa piola en todas partes. 

Muchos comentan por ahí que, así como están las cosas -con sicarios que matan a adolescentes en losas deportivas y bandas que ejecutan a trabajadores en minas privadas- ya para nadie es un secreto que nuestro país está tan mal como en las épocas del senderismo. Sin embargo nadie, desde el terreno del arte sonoro de consumo masivo -porque sí hay gente que hace cosas, pero están absolutamente invisibilizados- reacciona. 

Los músicos actuales peruanos se mantienen impávidos frente a situaciones criminales y corrupciones políticas, las mismas que son soliviantadas por la prensa convencional con toda clase de argucias- los condicionales, el uso irritante de la palabra “presunto”, los encubrimientos de todo tipo, los lobbies- y una opinión pública dividida que, gracias a la desinformación y el afán por mantenerse en el bando de los que gobiernan, prefiere silbar mirando al techo o, en los peores casos, asumen como propias las opiniones tóxicas que terruquean y caviarizan, en lugar de hacer un solo puño con los que más padecen.  

El Ministerio de Cultura ha firmado millonarios contratos con una cuestionada empresa de seguridad privada que en el pasado fue contratada pese a no tener licencia para portar armas, acumuló una considerable deuda con la Sunat y tenía una sospechosa cercanía con Andrés Hurtado.

[INFORME] Pese a los incontables esfuerzos de la presidenta Dina Boluarte y sus ministros por armar discursos que describen un Perú próspero y colocan al gobierno como una víctima de los medios de comunicación, para la mayoría de peruanos está fuera de discusión que los integrantes del Ejecutivo están conduciendo al país a una grave crisis.

Este panorama desolador, que tampoco invita a creer en un cambio de rumbo en el corto plazo, ha mostrado su peor cara en sectores como salud, seguridad y educación. Sin embargo, el accionar errático del gobierno también está golpeando sectores que son menos mediáticos pero no por eso menos importantes. 

En esta oportunidad, Sudaca ha encontrado situaciones extrañas que comprometen las contrataciones efectuadas en el Ministerio de Cultura, el cual comanda Fabricio Alfredo Valencia Gibaja, por un monto que supera los trece millones de soles y, además, involucra a un cuestionado personaje de la farándula nacional.

¿CÓMO NO LO VIERON?

El protagonista de esta nueva historia que compromete a varios ministerios es el Consorcio Morgan del Oriente S.A.C. – Arsenal Security S.A.C. que en el mes de enero registró una orden de servicio con el Ministerio de Cultura por lo que fue consignado como un “servicio de seguridad y vigilancia” y para lo cual se destinó un monto superior a los treinta y dos mil soles.

Cristian Rebosio

Los servicios de este consorcio integrado por dos empresas dedicadas a la seguridad volvieron a ser requeridos por el Ministerio de Cultura. Sin embargo, en el mes de marzo, se observó un aumento notorio. Esta nueva orden de servicio fue por el monto de S/. 327,359.79 y con ello, en lo que corresponde al año 2025, este consorcio acumuló un total de S/. 1,260,807.82 sólo con el sector cultura. 

Cristian Rebosio

No obstante, el vínculo entre el Ministerio de Cultura y el  Consorcio Morgan del Oriente S.A.C. – Arsenal Security S.A.C. se remonta hasta el año 2023 y, si se tienen en cuenta los contratos entre estas empresas y el ministerio el cuestión durante este periodo, la cantidad de dinero que se invirtió en este servicio alcanza la cuantiosa cifra de S/. 13,442,633.04.

Aunque estos montos llaman la atención, existen varios capítulos en la historia de las contrataciones de este consorcio que resultan todavía más sorprendentes y que el Ministerio de Cultura no vio o no quiso ver antes de contratarlos. Para ello es preciso remontarse al año 2023. En septiembre de dicho año, el Ministerio Público le había otorgado la buena pro al consorcio integrado por Morgan del Oriente S.A.C. y Arsenal Security S.A.C. para que les brinden servicio de seguridad con armas.

Pero hubo un detalle que se habría pasado por alto en este proceso. Tal como lo informó el diario Expreso en el año 2023, tanto Morgan del Oriente S.A.C. como Arsenal Security S.A.C. no contaban con licencias vigentes que emite la Superintendencia Nacional de Control de Servicios de Seguridad, Armas, Municiones y Explosivos de uso Civil (SUCAMEC) para portar y usar armas. Pese a ello, el consorcio recibió la buena pro por un monto que superaba los cuarenta y dos millones de soles.

Cristian Rebosio

OTRA VEZ CHIBOLÍN

El siguiente capítulo en la historia del Consorcio Morgan del Oriente S.A.C. – Arsenal Security S.A.C. tiene como uno de sus protagonistas al conductor de televisión Andrés Hurtado, quien actualmente se encuentra privado de su libertad luego de verse involucrado en un caso de tráfico de influencias.

Quien se hizo famoso en los medios décadas atrás con el apodo de “Chibolín” también se ha visto inmerso en esta historia que involucra al Estado y sus contratos con estas empresas de seguridad privada. En octubre del año pasado, el dominical “Contracorriente” dio a conocer que Hurtado promocionaba en numerosos videos a la empresa  Morgan del Oriente S.A.C. y los calificaba como “los engreídos número uno” mientras estos le brindaban servicio a ESSALUD.

Cristian Rebosio

En el informe realizado por la periodista Stefanie Medina también se da a conocer una extraña coincidencia. Apenas diez días después de la detención de Andrés Hurtado, la empresa Morgan del Oriente S.A.C. se dio de baja en la Sunat, aunque sus oficinas siguieron funcionado y, como parte de otro consorcio que también integraba junto a Arsenal Security S.A.C., seguía firmando millonarios contratos con ESSALUD.

Entre las otras situaciones extrañas expuestas por el dominical de Willax se pudo conocer que Morgan del Oriente S.A.C. había colocado como gerente general a uno de sus vigilantes que, además, no estaba enterado del cargo que ocupaba. A ello se le sumaba que, pese a los contratos que habían conseguido, la empresa que tenía a Carlos Trisolini como dueño acumulaba más de cien millones de soles de deuda con la Sunat y contaba con sanciones impuestas por el Tribunal de Contrataciones del Estado.

Sudaca pudo revisar la información que la Superintendencia Nacional de Aduanas y de Administración Tributaria (SUNAT) actualizó en este mes de mayo y se encontró que bajo la denominación de Consorcio Morgan del Oriente S.A.C. – Arsenal Security S.A.C. se arrastra una deuda por S/. 5,678,987 y el Consorcio Creta, que incluye a estas mismas empresas, también registra una deuda de más de sesenta mil soles.

Cristian Rebosio

Además, pese a la exposición mediática de la situación de este consorcio y sus integrantes, los millonarios contratos no se han terminado. Un ejemplo de ello se observa en el caso del Consorcio Creta, que incluye a Morgan del Oriente S.A.C. – Arsenal Security S.A.C., que entre 2024 y este 2025 ha recibido más de 29 millones de soles.

Con estos antecedentes que datan desde hace varios años, resulta difícil entender que en el Ministerio de Cultura no se hayan percatado de las evidentes irregularidades en las que se vieron involucradas estas empresas de seguridad que integran el consorcio al cual ahora le pagan contratos millonarios. 

Tags:

andres hurtado, Ministerio de Cultura, Sunat

[El Corazón de las Tinieblas] Recién revisé, por generoso envío del amigo Fernando Bryce, el libro El robo de la historia, de Jack Goody. Ya tiene sus años, data de 2006. Pero lo encontré absolutamente polémico y sugerente en relación con estos tiempos contemporáneos de Donald Trump, la rivalidad sino-americana y la inteligencia artificial. 

Cada vez soy más el convencido de que los historiadores somos narradores de historias y poco más. Teorizamos claro, pero al final de cuentas contamos una historia, y la dinámica del poder influye en la redacción final, así como separa las memorias históricas dominantes de las subalternas. 

Luego, ¿será Occidente el ladrón singular y exclusivo de la historia? ¿o será que desde la escritura cuneiforme y los jeroglifos siempre hubo un vencedor que se situó en posición de imponer su narrativa sobre todas las demás? Además, se trae a colación el tema del conocimiento y se denuncia el monopolio Occidental de la epistemología ¿cómo negarlo? pero ¿podría ser de otro modo? 

En realidad, la respuesta es absolutamente afirmativa pero dependerá de la propia dinámica de la historia. Jack Goody denuncia una gran verdad: la Europa feudal fue periférica, tanto que sus caballeros andantes compraban sus armas en los grandes talleres de Córdoba, España. Los árabes tenían mejor tecnología por lo que señores y vasallos de toda Europa viajaban al califato ibérico a adquirir espadas, armaduras, cascos, yelmos, etc. Ese mundo árabe nos regaló el álgebra, Las mil y una noches, la Alhambra de Granada donde Felipe II, si mal no recuerdo,  mandó construir un ridículo castillete circular en medio, solo para mostrar que había reconquistado la península. Y del mismo modo impuso una narrativa a la medida de las nuevas circunstancias. ¿Alguna vez fue distinto?

El dominio Occidental no es viejo, es nuevo, no es desde Cristóbal Colón: la lucha con los árabes fue ardua hasta el siglo XVIII. El maquinismo del siglo XIX decidió el enfrentamiento. De allí vinieron Michelet, la Historia Universal de las cuatro eras que en realidad es historia de Europa. Pero ahora los asiáticos parecen dominar mejor la tecnología que encumbró a Occidente, que los propios occidentales. ¿Qué sucederá en cincuenta años? ¿cuál será la narrativa dominante? ¿de qué centro de poder provendrá? ¿será China acaso? ¿quién se convertirá en el nuevo ladrón de la historia?

El concepto de historicidad es clave para descifrar el jeroglifo. Si situamos el acontecer en un tiempo caracterizado por el cambio y la discontinuidad, difícilmente señalaremos buenos y malos. Nos volveremos relativistas y comprenderemos que lo más que podemos hacer es administrarnos lo mejor posible para no ser englutidos. Así como Corea o los tigres del Asia, pero bajo nuestras propias pautas culturales, cómo no. Pero nuestra eficacia depende de nosotros, no del imperio viejo o del que está por venir.

Parece casi triste reducirlo todo al concepto de eficacia pero parece lo mejor que podemos oponer a la historicidad y, aun así, nada nos garantiza no acabar en el estómago del nuevo pez grande que seguro arrasará con todo a su paso.  

[Migrante al paso] La niñez. De pequeños soñamos con lograr cosas grandiosas cuando pases a ser adulto. Desde un Michael Jordan o un Ronaldo el Gordo, hasta Freddy Mercury y un científico loco. Artistas, rockstars y millonarios. Estos deseos van mutando y muchas veces entramos en contradicciones, a veces letales. Borraría algo de mi pasado, no lo sé. Tal vez, lo borraría todo. ¿No sienten que a veces, para lograr nuestros sueños de infancia, tienes que romper también con el ideal que tenías cuando eras niño? Yo me lo preguntaba constantemente, luego me di cuenta de que darle la vuelta a eso por 10 años, solo fue una pérdida de tiempo. Ya me aburrí de tanta preocupación y tan poca ocupación. Me quedaría con la enseñanza, pero ese pensamiento rumiante lo eliminaría. Entonces, ahora que estoy escribiendo, recupero la pregunta sobre qué es lo que realmente vale la pena borrar. Como base ficticia de que se puede. Hay ciertos momentos, ciertas anécdotas de las que me arrepiento; normalmente me acechan al despertar o antes de dormir. Eso que son cosas leves y totalmente parte del desarrollo de cualquiera; imagínense lo trastornadas que están las mentes malvadas para poder estar tranquilos con sus actos.

Estábamos frente al arco, él solo, no hablaba. Le paso la pelota. Patea y la manda a cualquier lado. Recuerdo molestarme, voltear y ver su cara. Parecía asustado, normalmente una mirada así hubiera detenido cualquier pensamiento conflictivo en mí, esta vez no fue así. Me limité a quedarme callado y mirarlo feo. En esos tiempos, una pichanga de educación física nos la tomábamos como si fuera la final de un mundial y, como se sabe, en el fútbol entras en una especie de trance y, si no lo manejas bien, saca lo peor de ti. —Túpac —le gritaba uno. —Yupanqui —le comentaba el de su costado. Así varias seguidas. —Pachacútec —se iban aglomerando las bromas. Todo a manera de abuso. Luego me di cuenta de que es un insulto bastante ignorante, es como intentar hacer sentir mal a alguien y decirle Julio César o Alejandro Magno.

Iba pasando el partido y yo lamentablemente también me uní. Cada vez más. Todos se reían de mis chistes y yo reía de vuelta. No pude notar la ira de quien estaba recibiendo las burlas. Estaba bloqueado y perdí todo control sobre mí. Tenía máximo 12 años, pero igual es algo que me sigue persiguiendo. Perdimos. En el calor de la piconería le eché la culpa a él de perder, frente a todos. En el camino largo hacia los cambiadores, sentí que había sido cruel. No creo que existan niños que escapen de eso. Evidentemente algunos más que otros. Como niño sensible, me dieron ganas de llorar.

Tocaba clase de carpintería. Entré a este almacén oscuro, sin ventanas, todo lleno de madera, martillos, fierros, pinturas y unos estantes que rodeaban toda la habitación. Estaba dándole la espalda a todo buscando unas herramientas, siento un empujón fuerte y mi cabeza chocó con uno de los filos. —¡Ahora pues! —me dice violentamente. Volteé en posición de pelea inmediatamente. Pude ver antes de reaccionar y era el chico del partido de fútbol. Sus ojos sólo decían que me quería rellenar a golpes. Fue ahí que me di cuenta de la magnitud. Lo abusivo, discriminador, todo lo que estaba fuera de mi ideal lo había perpetrado y llegué a esa situación. Fue tan fuerte que recuerdo a detalle el ambiente, solo estábamos los dos. Su mano agarrándome el hombro. Yo confundido. La imagen que tenía de mí era de un protector y estaba en la situación contraria. Me amenazó y me dijo para encontrarnos en la esquina del colegio, después de la salida. Nunca me había pasado algo así. No le tenía miedo a la violencia, le tenía miedo a lo que había hecho. Peleas había tenido miles, pero siempre del lado correcto o de manera deportiva.

 Borrarlo o no.

No pude concentrarme, no hablaba, solo pensaba. Supe qué es lo que tenía que hacer. Una idea bastante infantil, pero honrosa y sin huir. Sobre todo, me basé en qué harían mis personajes favoritos de animes o caricaturas. Era solo un niño, después de todo. No le conté a ninguno de mis amigos, tenía que hacerlo solo. Sonó el timbre y me dirigí al lugar acordado. Él estaba preparado, también solo. Yo solo pedí disculpas y que si nos peleábamos no me iba a defender porque me lo merecía. Su rostro cambió de ira a comprensión. Es extraño, nunca había hablado de eso y he sentido un poco de alivio. Era un buen tipo, bravo. Qué será de él. Es curioso cómo ciertas historias se te quedan marcadas; no tengo los años para decir que para siempre, pero sí que bastante tiempo.

Es posible analizar esta anécdota desde muchas perspectivas. Solo sé que me dediqué a ser amable, más de lo que era, fui un héroe en muchas circunstancias. Sin embargo, me olvidé de ser un héroe conmigo mismo. No lo borraría, borraría solo varias convicciones que el mismo día a día te impone. En cuanto a eso, sí, hay que romper todo. Somos un cúmulo de historias, algunas escondidas, otras olvidadas y otras siempre ahí. Recordar tanto, pensar tanto, preocuparse y mucha culpa; tal vez sin eso avanzaría más rápido. De repente sería mejor abandonar eso. Igual, es imposible de comprobar, así que solo se puede avanzar.

Página 2 de 4 1 2 3 4
x