Con más de 5 millones de usuarios en el Perú, LinkedIn es una de las redes sociales de mayor crecimiento en nuestro país ya que permite crear contactos y acceder a bolsas de trabajo.

LinkedIn es la red social de ámbito laboral más importante del mundo. Está orientada a crear contactos entre profesionales, comerciales, empresas y personas. En nuestro país, según MileniumGroup Perú, más de 5 millones de peruanos están en esta plataforma, una de las de mayor crecimiento este 2020, año en el que 1.2 millones de peruanos perdieron su empleo durante la crisis del Covid-19.

Ocurre que LinkedIn ofrece la oportunidad de conectar con personas que se han desarrollado o se desarrollan en el mismo círculo profesional. Por eso mismo, se hace más fácil establecer relaciones laborales. Se contactan a través de la mensajería instantánea, promocionan su experiencia en el muro de la plataforma y crean redes de que les permite intercambiar experiencias y acceder a bolsas de empleo. Sin contar que es una de las redes sociales más usadas por los profesionales de las áreas de recursos humanos para captar talento.

Augusto Ayesta, CEO en la agencia Trend.pe y consultor en Comunicación y Reputación asegura que el crecimiento de esta red social en el Perú se debe a la búsqueda de empleo y al interés de crear buenas relaciones entre las empresas y los profesionales. Ante el creciente interés por esta plataforma nos preguntamos ¿cómo sacarle provecho? Claudia Morales, especialista en gestión de talento de Ari Consulting, ofrece algunos tips.

Infórmate sobre Linkedln

Para ser parte de Linkedln, debes crear tu perfil profesional, que es la descripción de quién eres, tus competencias, habilidades, experiencia laboral, seas un profesional dependiente o un emprendedor, pero sobre todo hacia dónde te diriges, marcando tu estilo de pensamiento, conducta, preferencias en temas que son de tu interés, entre otros. Las empresas crean sus propios perfiles donde comparten información muy valiosa como buenas prácticas, felicitaciones a su personal, convocatorias a nuevos puestos laborales, aperturas o lanzamientos de nuevos productos o servicios, ofertas y novedades.

Diseña un perfil atractivo

1. La fotografía personal no puede ser cualquier imagen, debe transmitir empatía y ser lo bastante clara y sobre todo que vaya de la mano con el estilo de profesional que eres. 2. Resaltar los últimos empleos añadidos con logros puntuales, descripciones específicas de tus funciones y sobre todo tus logros alcanzados. 3. Activar las competencias que amigos, colegas y otros usuarios puedan validar.

Ser estratégico

Recuerda que LinkedIn es una red profesional que se emplea para compartir buenas prácticas profesionales y generar vínculos de confianza para la selección de personas, conocimiento de empresas, líneas de negocios e información general de lo que viene ocurriendo en el mundo empresarial. Por ello, debes evaluar a quien agregas y quienes te funcionan como contactos en esta red. No es recomendable que lo uses como red social, familiar o amical.

Desarrolla conexiones dentro de tu sector

Se recomienda analizar el perfil de quienes te inviten a conectar y aceptar solo aquellos que puedan generarte un interés real para compartir información, experiencias o incluso posibles contactos laborales. Aceptar a algunos desconocidos (como blogueros influyentes), puede ser una buena idea. Eso se debe a que muchas personas que piden ser tus contactos también colocan algo de información de su sector, o tienen el potencial de conocer a otros profesionales en el mismo campo.

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Linkedln, Redes sociales

Por Gabriela García y Romina Mendoza

Lucía Guevara tiene 43 años y ha sido trabajadora del hogar desde los nueve. Cuando comenzó la cuarentena no pudo salir de su lugar de trabajo durante dos meses. “Normalmente [antes de la pandemia] trabajaba doce horas diarias. En la cuarentena tuve que quedarme a cuidar a tres adultos mayores, los cuales tenían miedo de que los contagie. Tuve que hacer todo tipo de servicios y aumentaron las labores por el mismo sueldo. El estrés era demasiado. Prácticamente me quedé encerrada en el trabajo”, cuenta.

La casa en la que Lucía trabaja no está habilitada para alojar permanentemente a más personas. Ella tuvo que improvisar para poder dormir, bañarse, comer o contar con un poco de privacidad. “Lo básico que una trabajadora del hogar necesita es tener un baño propio. Una empleadora jamás permitiría compartir el mismo wáter con su trabajadora”, menciona Guevara. Además, se vio en la obligación de atender todo el día a sus jefes. Llegó, incluso, a no dormir.

Durante la emergencia sanitaria por la Covid-19 el silencioso problema de las trabajadoras del hogar se ha agravado: despidos intempestivos, aumento de la carga laboral, reducción de sueldos, discriminación, retención en sus lugares de trabajo y falta de protocolos de seguridad. Esos son apenas algunos de los problemas a los que más de una se ha visto expuesta.

Carmen Almeida, dirigente del Sindicato de Trabajadoras del Hogar de Lima (Sinttrahol), asegura que los derechos de las trabajadoras se han visto gravemente vulnerados. “La situación para nosotras ha sido muy crítica. El 80% de nuestras compañeras fueron despedidas. Otras quedaron prácticamente secuestradas en sus propios trabajos y a muchas les han reducido los sueldos”.

Se trata de números preocupantes recopilados por más de un gremio. La Federación Nacional de Trabajadores y Trabajadoras del Hogar Remunerados del Perú (Fenttrahop) calculó en septiembre que 6 de cada 10 trabajadoras del hogar habían sido despedidas, según El Comercio. Sudaca ha recopilado algunas de las historias detrás.

Cuadro: Elaboración propia.

Denuncias laborales en pandemia

Catalina Robles (es un seudónimo, a pedido suyo), de 46 años, es trabajadora del hogar desde que tiene memoria. Su último trabajo durante la pandemia fue en una casa en Ate, en septiembre, y duró solo 4 días. “Me dijeron que me encargaría de la limpieza, cocina y lavado de ropa para tres personas. Cuando llegué, me di con la sorpresa de que eran cinco. Yo estaba mal del brazo. Pese a ello, la señora me obligaba a lavar la ropa a mano. No aguanté más. En la agencia que me contrataron me dijeron que me pagarían S/1000, pero luego los empleadores me pagaron menos porque decían que tenían que evaluar primero mi trabajo. Tampoco me querían dar el contrato. Solo cuando lloré y supliqué, me mostraron una parte”, recuerda.

La Superintendencia Nacional de Fiscalización Laboral (Sunafil) es el ente encargado de supervisar y fiscalizar que se cumplan los derechos laborales de las trabajadoras del hogar: condiciones de trabajo dignas, entrega de implementos de bioseguridad por parte de los empleadores, pago de horas extra por encima de las 48 semanales, gratificaciones, CTS. Todos estos derechos están recogidos en la nueva Ley de las Trabajadoras y Trabajadores del Hogar, publicada en octubre. Según la Sunafil, sin embargo, del 16 de marzo al 28 de septiembre recibieron apenas 36 denuncias de trabajadoras del hogar, de las cuales 18 se dieron en Lima Metropolitana. Lo cierto es que pocas llamadas a la central de denuncias terminan en un proceso de inspección.

Almeida, por ejemplo, reclama que en estos meses llamaron a la Sunafil para reportar 16 casos. No consiguieron que se abra un solo proceso de inspección. En el último mes también fueron ignoradas: enviaron seis denuncias mediante la plataforma virtual de la entidad, pero no obtuvieron respuesta. “Cuando llamaba, decían que en ese momento no tenían inspectores que pudieran salir a la calle, porque no tenían los equipos de protección personal. La Sunafil me decía que llamara a la Policía para que intervenga la casa en la que trabajaba la compañera y que pida que se la lleven”, afirma.

Esto lo confirma Lucía, quien intentó denunciar y no tuvo respuesta. “Cuando pasaron 60 días en los que estuve encerrada en la casa de mis empleadores, llegué a mi tope de estrés. Los señores salían a la calle todos los días y no se cuidaban. Yo vivía con miedo a que me pudieran infectar. Llamé a Sunafil, pero nadie contestó. Necesitaba que alguien tome mi llamada y pueda constatar que yo estaba ahí trabajando por si me contagiaba”, cuenta.

Denunciar ante la Policía o iniciar un proceso judicial puede llegar a ser imposible para una trabajadora del hogar. “Es muy difícil para ellas. Hay diversas trabas para constatar los hechos, en la medida en que no se puede entrar fácilmente en una casa o no existen las pruebas suficientes. En ocasiones, la trabajadora del hogar ni siquiera conoce el nombre completo de su empleador. Además, es un sector económico con remuneración básica, por lo que no se puede dar el lujo de costear un proceso judicial”, explica la abogada laboralista Andrea Chávez.

El riesgo de volver al trabajo

María Salazar tiene 45 años y trabaja desde que tenía ocho. El 12 de marzo sus empleadores la mandaron a su casa porque comenzó a tener síntomas de Covid-19. “Se enteraron que tenía la enfermedad y desde ahí no he vuelto a trabajar”, cuenta. ¿Se ha establecido algún mecanismo seguro para que las trabajadoras del hogar retomen sus labores?

Con los protocolos para la nueva normalidad y la reactivación económica, en junio el Ministerio de Salud (Minsa) promulgó dos resoluciones ministeriales: la RM N°377-2020, que obliga a cada empresa a elaborar, registrar y entregar a cada trabajador un protocolo de vigilancia, control y prevención contra el Covid-19; y la RM N°448-2020, que contiene los lineamientos de bioseguridad para la prevención del Covid-19 que deben seguir todos los empleadores y trabajadores. Ambas resoluciones incluyen los servicios de limpieza y asistencia en el hogar. Es decir, a las trabajadoras del hogar.

Cuatro meses después de que iniciara la reactivación de las actividades laborales, en octubre, el Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo (MTPE) publicó la Guía de Seguridad y Salud en el Trabajo para evitar la propagación del Covid-19. Este documento no es un protocolo de bioseguridad, sino una guía básica de consulta para que los empleadores de las trabajadoras del hogar puedan elaborar uno propio.

Sin embargo, la demora del ministerio y la deficiente fiscalización de Sunafil puso en riesgo a las trabajadoras. El Sinttrahol tuvo que realizar un protocolo propio con recomendaciones básicas. “Los empleadores no han sido cuidadosos con la salud de las trabajadoras del hogar. Así como ellos, también tenemos familia y no queremos contagiar a nuestros hijos y padres. Realmente nos cuidamos como podemos. Nosotras mismas compramos todos los implementos de desinfección”, indica Almeida.

Sálvese quien pueda

A pesar de los esfuerzos, el constante contacto con las familias y personas a las que atienden expone a las trabajadoras a mayores riesgos que los de otros empleos. Los jefes no siempre respetan el distanciamiento social y tampoco quieren asumir los protocolos. “Fue un lío porque la señora dice que no está obligada a pagar una prueba Covid. Yo compro con mi propio dinero las mascarillas, porque ella no me ha dado nada, ni lo va a hacer. Dice que no le corresponde”, afirma Lucía.

Además, por la naturaleza de su labor, las trabajadoras no pueden estar todo el tiempo con la protección correspondiente. “Normalmente utilizamos la mascarilla [en el trayecto] de nuestro hogar al lugar de trabajo. Nos cambiamos los zapatos y la ropa al entrar a la casa de la empleadora. Muchas empleadoras nos obligan a permanecer con la mascarilla, pero si estás cocinando debes probar lo que haces. No vas a ir a la cocina con mascarilla, ¿no?”, comenta Almeida.

La necesidad de generar ingresos es lo que las lleva a someterse a este tipo de prácticas, que ponen en riesgo su vida y la de sus familias. “Les hablo a mis empleadores del protocolo de seguridad, pero a ellos no les importa. Al final les dije que cada uno se cuide como pueda. Si nos vamos a morir, lo haremos juntos, porque yo ya me cansé”, finaliza Lucía.

A pesar de los protocolos ministeriales y del esforzado trabajo de sus gremios, la realidad es cruda: al final, la mayoría de trabajadoras debe cuidarse sola. Durante estos meses, muchas de ellas han tenido que lidiar con sus empleadores como una carga –antes que una ayuda– para su seguridad sanitaria. Y lo han hecho sin el apoyo de la Sunafil ni la supervisión efectiva de sus derechos. Los riesgos de la pandemia seguirán en el Perú, por lo menos, durante varios meses. ¿Seguirá la silenciosa batalla de las trabajadoras del hogar por cuidarse en casas ajenas?

El empresario Gonzalo Monteverde Bussalleu, a través de su abogado Luis Francia, envió una carta notarial dirigida a la periodista María Isabel Alvarez, tras la publicación de un informe en Sudaca el pasado 7 de diciembre titulado “La ruta del dinero que Odebrecht aportó al fujimorismo”. La nota está basada en información a la que han tenido acceso este medio y las partes vinculadas a la investigación sobre los aportes de la constructora al partido de Keiko Fujimori.

En la nota, Sudaca explica cuál habría sido el camino que siguió el dinero del Departamento de Operaciones Estructuradas de Odebrecht, la Caja 2, hasta llegar a la campaña de Keiko Fujimori. Todo de acuerdo a documentación bancaria que la fiscalía ha incorporado como parte de su tesis fiscal y en la que aparecen las cuentas de la empresa Construmaq de Gonzalo Monteverde.

En su carta, Monteverde se refiere al testimonio de Luiz Da Rocha Soares, extesorero de la Caja 2, quien ha mencionado al empresario ante los fiscales peruanos durante los interrogatorios en Brasil.

“En ninguna de las dos declaraciones que brindó Luis Da Rocha Soares (el 21 de febrero y el 10 de diciembre de 2019), ha declarado que “Gonzalo Monteverde, a través de su empresa se encargó de esconder los pagos” , supuestamente provenientes de Odebrecht”, dice la defensa del empresario en su misiva.

Al finalizar el interrogatorio a Da Rocha Soares de diciembre del año pasado, el fiscal superior Rafael Vela se refirió a la diligencia en declaraciones a la prensa que cubría los interrogatorios en Brasil de la siguiente manera:

“Para el Ministerio Público, siempre dentro de sus hipótesis de investigación, el señor Monteverde es presuntamente uno de los principales lavadores de activos vinculados a Odebrecht, como tal siempre lo hemos postulado así en nuestra línea de investigación y pensamos que todas las declaraciones y elementos que han sido aportados generan que exista un avance notable dentro de la investigación comprobando la hipótesis del equipo del fiscal José Domingo Pérez. El lavador presunto Gonzalo Monteverde también tiene una participación directa a partir de que lo es de público conocimiento, que hay codinomes relacionados a campañas nacionales, él era el que liquidaba esos recursos. La empresa Construmaq era una del grupo empresarial de Gonzalo Monteverde y que a partir de la posibilidad de ocultar el origen de dinero y tener solvencia para entregar estos montos se convirtió presuntamente en el principal lavador de Odebrecht”, manifestó.

El Poder Judicial también ha respaldado la tesis fiscal y ha dado crédito a lo dicho por Da Rocha Soares, a través de una resolución emitida en setiembre de este año por la Primera Sala de Apelaciones del Sistema Anticorrupción, donde rechazan un pedido de la defensa de Monteverde para que se ordene el cese de la orden de prisión preventiva en su contra. La cual, vale agregar, no se ha hecho efectiva porque está prófugo de la justicia.

“(…) de una lectura integral de la declaración de Luiz Da Rocha Soares, preliminarmente se puede concluir lo contrario a lo manifestado por la defensa técnica, pues éste refiere que Monteverde Bussalleu era contratista y que generaría caja en efectivo en el Perú proveniente de la Caja 2. Explica que la empresa Constructora Área y Construmaq sirvieron para generar efectivo para la División de Operaciones Estructuradas, a través de operaciones fiscales con subcontratistas y que en ellas existían sobrevaloraciones o una sobrefacturación, de modo que el subcontratista devolvía el exceso de la caja a través de otras operaciones. Lo cual, en efecto, guarda relación con la traducción certificada de la Sentencia del 13° Juzgado Federal Penal de Curitiba, en donde se concluye que Odebrecht utilizó empresas offshores para el pago de coimas o comisiones ilícitas”.

La defensa de Monteverde también señala en su carta que “si bien aparece la Constructora Internacional del Sur como cliente de Construmaq, aquella nunca transfirió dinero a las cuentas de esta”. Agrega que “además, en el 2010 nadie sospechaba que Constructora Internacional del Sur era offshore de Odebrecht, puesto que recién la investigación Lava Jato, en Brasil, se inicia en el año 2013, y estalla en el 2016”.

Al mismo tiempo indica que, si bien aparece el monto de US$5’828,216.00 en el reporte UIF, al no tener fecha de operación bancaria, “se trata de un documento deficiente”, y que la defensa ha constatado que a la cuenta de Construmaq en Panamá “entre enero del 2009 y diciembre del 2014 no existe un solo centavo que haya ingresado de Constructora Internacional del Sur”.

Como informó Sudaca en el reportaje, la documentación bancaria a la que tuvimos acceso es parte de la tesis fiscal. El reporte de UIF del 2017 al que refiere el abogado de Monteverde, que revisó este medio y en el que se advierten las transacciones, permitió que el Ministerio Público determine el movimiento financiero de las cuentas del prófugo. Este año, el equipo especial ha establecido que el dinero que recibe la cuenta en el Scotiabank está vinculado a las cifras de US$500 mil en el 2010 y US$500 mil en el 2011 que habría recibido Fuerza Popular de Odebrecht.

La afirmación del abogado de Monteverde busca dar a entender que la Constructora Internacional del Sur no ha transferido fondos a la cuenta de Construmaq en Panamá. Sin embargo, ya de por sí el documento que registra la apertura de cuenta de la empresa Construmaq en el Credicorp Bank Panamá, cuya primera página publicamos en el informe, precisa en sus siguientes hojas que la cuenta fue abierta con fondos de la offshore de Odebrecht, Constructora Internacional del Sur, por US$500 mil. A continuación, publicamos un extracto de esa página del documento:

Además, en una disposición fiscal emitida el pasado lunes 14 de diciembre por el fiscal José Domingo Pérez, vinculada al caso de los presuntos aportes ilícitos de Fuerza Popular, se indicó que el financiamiento para la campaña de Keiko Fujimori y “entregado por la empresa Odebrecht, habría llegado al Perú a través de las empresas vinculadas a Gonzalo Monteverde, tal como la empresa Construmaq”.

Se debe indicar que la fiscalía ha recibido más documentación vinculada a las transferencias bancarias realizadas entre las cuentas de Monteverde, el retiro de dinero en efectivo y la emisión de cheques.

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Debate, Episodio 23

Todos los días, de lunes a viernes, Alexandra Ames, David Rivera y Paolo Benza discuten los temas más importantes del día por Debate. En el vigésimo tercer episodio: ¿Se ha eliminado la inmunidad parlamentaria? ¿Es sospechoso lo que ha aprobado el Congreso? ¿La vacuna será de acceso masivo en el país recién en el 2022, como dice The Economist?

 

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Congreso, Francisco Sagasti, Gobierno
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