En un potente informe elaborado por Apoyo Consultoría bajo encargo de la Confiep, se proponen políticas para fortalecer el proceso de descentralización. Es uno de los documentos de políticas públicas más valiosos que se han producido en los últimos años y merece ser discutido con amplitud y seriedad por los gobernantes de turno.
Algunos datos relevantes del estudio. Acceso a agua potable: Lima 91%, Puno 54%; Acceso a saneamiento: Lima 87%, Puno 36%; Electrificación: Lima 95%, Puno 74%; Acceso a internet: Lima 65%, Puno 26%; Locales educativos en buen estado: Lima 31%, Puno 8%. Por citar solo a la región que es hoy punto neurálgico del conflicto, pero así como Puno hay regiones -Loreto, por ejemplo- que muestra cifras de espanto.
La regionalización en el Perú ha sido un tema de debate y controversia desde hace décadas. El actual sistema de regiones no está funcionando como debería y es necesario un cambio drástico para mejorar la eficiencia y eficacia del gobierno en las regiones del país.
La regionalización en el Perú debe cambiar porque el sistema actual ha demostrado ser ineficiente e incapaz de resolver los problemas de las regiones más pobres y desatendidas del país. La creación de regiones en el Perú se llevó a cabo con la esperanza de que esto conduciría a un desarrollo más equitativo y justo en todo el país, pero esto no ha sucedido. En lugar de eso, las regiones más ricas se han beneficiado en detrimento de las más pobres, creando una brecha de desarrollo cada vez más grande.
El problema es que la regionalización en el Perú no se ha llevado a cabo de manera adecuada. En lugar de crear regiones basadas en factores geográficos, económicos y culturales, se han creado regiones en base a intereses políticos. Esto ha llevado a la creación de regiones artificiales, sobre lo que eran los antiguos departamentos, que no tienen una base económica sólida, lo que hace difícil que estas regiones se desarrollen y prosperen.
Se debe asegurar que las regiones más pobres reciban la atención y los recursos que necesitan. Esto significa que se deben invertir más recursos en estas regiones y que se debe establecer un sistema que garantice que los recursos se utilicen de manera efectiva y eficiente, poniendo en cuarentena la terrible corrupción que asola a los gobiernos regionales y locales.
En resumen, la regionalización en el Perú debe cambiar porque el sistema actual ha demostrado ser ineficiente e incapaz de resolver los problemas. Para lograr un desarrollo más equitativo y justo en todo el país -que evite los problemas recurrentes de gobernabilidad que apreciamos-, es necesario que las regiones más pobres reciban la atención y los recursos que necesitan para prosperar.
