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“Hubieron excesos en las decisiones que han tomado para responder a las manifestaciones”

El excongresista Richard Arce fue uno de los invitados por la presidenta Dina Boluarte para analizar las posibles salidas a la crisis que atraviesa el país. En esta entrevista con Sudaca, Arce expone su posición ante las decisiones que posteriormente adoptó el Ejecutivo.

¿Qué lo motivó a dialogar con un gobierno fuertemente criticado?

Recibí una gentil invitación de la presidenta para participar como experto en los conflictos sociales y tuve la oportunidad de expresarle cuál era mi lectura sobre la problemática. En ese momento recién empezaba el problema en Andahuaylas y esa fue mi motivación particular en un primer momento por tratarse de mi región y había testimoniado que se había cometido crímenes y era una situación muy compleja que se tenía que abordar. Evidentemente, como ciudadano y más como político, se tiene la responsabilidad en una circunstancia tan difícil y complicada de participar de alguna manera porque la opinión genera expectativa desde un sector. Mi posición ha sido de invocar al diálogo y exhortar la paz como camino. Lamentablemente, se han extralimitado y tenemos estas consecuencias con las víctimas. No ha habido ninguna intención de ningún beneficio personal. No soy funcionario público ni asesor. Lo hice como ciudadano y lo volvería a hacer. Es nuestro país que está en juego.

Antes de esta reunión, ¿conocía personalmente a la presidenta Dina Boluarte?

Justamente tuve la oportunidad cuando era congresista y ella presidenta del Club Apurímac de hacer muchas labores culturales relacionadas a la promoción de la danza, el arte y la música. Hemos hecho muchas actividades conjuntas. Después ella hace su alianza con Perú Libre y siento que se aisló porque era evidente yo soy antagónico a Vladimir Cerrón por lo que era imposible que estemos juntos en alguna propuesta política. A mí también me sorprendió cuando recibí la llamada telefónica de la propia presidenta para hacerme esa invitación.

¿Actualmente se mantiene en comunicación con Dina Boluarte o algún integrante del gobierno?

Solamente fueron esas reuniones y fue absolutamente transparente. Fueron reuniones públicas que se registran y, como corresponde, tenía que ir a Palacio de Gobierno a reunirme si me hace la invitación.

¿Los partidos de izquierda estuvieron a la altura del momento crítico que vive el país?

Lamentablemente, hay mucho oportunismo político. Hay gente que ve el tema de participar a cambio de intereses particulares. Por eso que en las redes sociales cuando intentan descalificar insinúan que hay un pago de por medio o un cargo. No entienden que hay mucha gente de izquierda que tiene una visión totalmente distinta, lo que se llama servicio al país y si hemos ingresado en política no es porque estábamos buscando un beneficio particular. Inclusive hemos dejado muchas otras cosas de desarrollo profesional para hacer política y no me lamento. Por eso me parece mediocre lo que han hecho muchos no solamente de la izquierda. En este momento crítico, la mayoría ha desaparecido del escenario político. Porque estamos en un momento de polarización en el cual te va a salpicar siempre la crítica y lo que hace la mayoría de los políticos es la estrategia del avestruz escondiendo la cabeza para que pase el vendaval y luego aparecer en campaña como salvadores.

¿Encontró en Dina Boluarte a una persona dispuesta a escuchar sugerencias?

Sí y fue por eso que acepté retornar cuando me volvió a convocar. Vi esa predisposición de la señora presidenta. Uno como ciudadano puede proponer ideas, pero ellos están en el poder y toman la decisión que consideren tomar en cuenta. Eso ya es una atribución directamente de los que están ostentando el poder y me refiero a la presidenta y su gabinete de ministros.

¿Por qué un sector de la población no cree en su intención de dialogar?

Lamentablemente hubo muchos errores estratégicos. En política son muy importantes los gestos y desde el momento que asumió el poder la narrativa que se construyó no entiende que hay un orden constitucional y una sucesión de mando. Pero la gente que ha estado distorsionando vende la imagen que esto es un gobierno de facto.

¿Los excesos por parte de las fuerzas de orden marcaron el quiebre entre la población y el Ejecutivo?

Evidentemente que hubo excesos en las decisiones que han tomado para responder a las manifestaciones. La gestión de los conflictos sociales se basa en la prevención y el diálogo. Una estrategia reactiva, como indican los antecedentes, termina muy mal. Tienes que evitar de todas formas que la conflictividad escale y para eso es importante generar puentes de diálogo, espacios de confianza y realizar gestos políticos que permitan recuperar la confianza perdida. Si la gente se manifiesta es porque hay un descontento. La consecuencia de una mala estrategia en la gestión de los conflictos ha sido la exacerbación de la violencia. También es innegable que se ha preparado un terreno para la confrontación. No ha sido gratuito que durante diecisiete meses hayan impuesto un discurso de odio, y me refiero a Aníbal Torres y Pedro Castillo. Convocaban a organizaciones sociales no para atender sus demandas sino para exacerbar ánimos llegando al extremo de implementar una estrategia marxista de lucha de clases.

¿Por qué a la señora Boluarte le costó generar esa confianza y, por el contrario, tenía expresiones cuestionadas como el calificar como inmaculado el trabajo de la policía?

Discrepo abiertamente con esa posición que ha tomado el gobierno. Entiendo que ha sido una decisión que se ha tomado en el gobierno que, al no tener bancada, habrá buscado tal vez el soporte de su gabinete de ministros. Recordemos que en la Constitución se establece la responsabilidad de las decisiones de gobierno que recaen estrictamente en los ministerios. Incluso las responsabilidades penales.

¿El gabinete actual ha perjudicado a Dina Boluarte?

Considero que se han equivocado en la estrategia. Tenían que realizar el enfoque de manera más integral.

¿La presidenta Dina Boluarte está comprometida en el adelanto de elecciones?

Lo hemos visto de público manifiesto y cuando fuimos, con el constitucionalista Luciano López, le planteamos abiertamente que iba a haber este escenario en el cual el Congreso no lo aprobaría y que era el momento que tome una posición mucho más activa. La decisión está en el Congreso, pero el Ejecutivo tiene un poder muy importante. Por eso le planteamos que no solamente emplace al Congreso sino que vea la posibilidad de condicionar su renuncia para que sea un proceso ordenado.  Pero es evidente que optaron por una estrategia distinta a la que sugerimos.

¿Por qué en lugar de plantear la posibilidad de una renuncia habló de un proyecto de ley sobre adelanto de elecciones que el Congreso podía volver a rechazar?

Pudo haber tenido un rol mucho más activo y eso es innegable. Eso hubiera permitido que el día de hoy tengamos una fecha cierta para el adelanto de elecciones.

¿La presidenta tenía alguna razón para creer que el Congreso podía tener la voluntad de apoyar el adelanto de elecciones?

Eso tendría que responder la presidenta sobre cuál creyeron que era la estrategia que creyeron que funcionaría.

En los discursos del gobierno muchas veces se habló de infiltrados de Bolivia, ¿la presidenta Boluarte le mostró pruebas que justifiquen estas expresiones?

Nunca abordamos esos temas. En toda movilización social siempre va a haber infiltrados, pero es un error esa interpretación porque aquí hay un reclamo genuino de un sector muy importante de la población sobre todo de comunidades campesinas, centros poblados y caseríos. Lamentablemente, hay una lectura errónea cuando llegan a terruquear a todo el mundo. Es un error gravísimo porque no están entendiendo los temas de fondo que está viviendo el país.

¿Dina Boluarte está capacitada para conducir al país hasta 2026?

Más allá de las competencias acá hay una cuestión objetiva, ambos poderes del Estado, Ejecutivo y Legislativo, han ido perdiendo legitimidad. Los políticos se equivocan y creen que ganar una elección es un cheque en blanco. En democracia se tiene que hacer control ciudadano. En el caso del Congreso, ha sido cómplice de un gobierno irresponsable y corrupto como el de Pedro Castillo. Por eso hoy tienen 8% de aprobación. Lo mismo ocurre con el Ejecutivo y se ha llegado a este nivel de polarización. Si están pidiendo que se vayan todos, el camino constitucional es el adelanto de elecciones generales. Ahora, es evidente que el Congreso no quiere y eso traerá consecuencias lamentables en el futuro.

¿Volvería a reunirse con Dina Boluarte si lo invita?

Siempre voy a estar dispuesto a servir a mi país. Pero que quede bien claro que no es por ningún interés particular. Piensan que es como con Castillo que tenían que ofrecerles cargos recién se pongan de incondicionales. Mi posición crítica va a seguir siendo la misma porque mantengo mi independencia. Yo no me reuní en Sarratea sino en Palacio de Gobierno, algo muy diferente a lo que hicieron muchos compañeros y camaradas.

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