Jorge Luis Tineo - Sudaca.Pe

La canción que Zappa habría dedicado a Trump

Durante los cuatro años que los Estados Unidos padecieron a Donald Trump como su presidente (vergüenza de la cual se liberaron la semana pasada), varios fanáticos de Frank Zappa alrededor del mundo se preguntaron qué habría dicho/hecho el sarcástico compositor y guitarrista, para hacer notar su desagrado por la llegada de este lunático e ignorante empresario al trono del país más poderoso del mundo.

Y la respuesta para este ejercicio de ucronía –Zappa falleció hace casi 30 años- es una canción demoledoramente ácida titulada Dickie’s such an asshole (Dickie es un tremendo idiota) que el músico dedicó nada menos que al presidente Richard Nixon -el “Dickie” del título-, durante su gira 1973-1974, en medio de la tormenta desatada por el escándalo de Watergate, que terminó con la renuncia del republicano, a la mitad de su segundo período gubernamental.

Zappa, cuyas agudas críticas al sistema norteamericano -político, educativo, social y cultural- no dejaban, literalmente, títere con cabeza, dirigió este blues sofisticado y arrabalero al malogrado mandatario, en el momento en que más quemaban las papas. Casi como una crónica periodística mordaz y malcriada, FZ le dice sus verdades a Nixon y sus más cercanos colaboradores, entre ellos Charles “Bebe” Rebozo. Para que se hagan una idea, Rebozo fue a Nixon lo que Luis Nava a Alan García: su amigo, su asesor, su testaferro.

A pesar de haber sido uno de los temas permanentes de esa gira de The Mothers Of Invention, Dickie’s such anasshole no fue incluida en el extraordinario LP que resumió aquellos conciertos, Roxy & elsewhere (1974), uno de los títulos fundamentales de su amplísimo catálogo, cargado de referencias a la situación política norteamericana.

En Son of Orange County, otra de las canciones del álbum grabado en el Roxie, uno de los teatros emblemáticos del Sunset Strip californiano, Zappa usa la famosa frase “I am not a crook” que Nixon soltó durante una conferencia de prensa televisada, tras las históricas revelaciones de Bob Woodward y Carl Bernstein, los periodistas de The Washington Post que sacaron a la luz el escándalo de espionaje y traiciones que remeció al país del Tío Sam en los años setenta. Las versiones originales de Dickie’s… se lanzaron en los álbumes póstumos You can’t do that onstage anymore Vol. 3 (1994), The Roxy Movie (2014) y The Roxy Performances (2018), un boxset de 7 CD con los cuatro conciertos completos que Zappa y su extraordinaria banda ofrecieron los días 9 y 10 de diciembre de 1973.

Pero Dickie’s such an asshole recién vio la luz, quince años después, en otro disco en vivo, Broadway the hardway (1988), esta vez dirigida al presidente de turno, Ronald Reagan. En esta versión combina la letra original, acerca de Nixon y Watergate, con irónicas menciones a la inhumana medida implantada por la administración Reagan para subalimentar a presos peligrosos con raciones de pésima calidad -incluso en su momento se llegó a decir que contenían pequeñas cantidades de “tranquilizantes”- conocidas como “confinement loaf” (comida de encierro). No es difícil imaginar una versión actualizada de Dickie’s such an asshole con Donald Trump (¿Donnie?) como protagonista de esta canción cuya última estrofa es: “The man in the White House… oooh! He’s got a conscience black as sin! There’s just one thing I wanna know: How’d that asshole ever manage to get in?” (El tipo en la Casa Blanca… uhhh, ese tiene la conciencia negra como el pecado. Solo quiero saber una cosa: ¿Cómo se las arregló este idiota para entrar?)

Frank Zappa (1940-1993) siempre dio en el blanco cuando se trataba de decir incómodas verdades al establishment. Desde sus duras críticas a la cultura hippie de fines de los sesenta hasta su participación en las sesiones del Congreso, en 1985, oponiéndose a la censura que la PMRC, grupo liderado por la esposa de Al Gore, Tipper Gore, impuso a las letras de diversos músicos de pop-rock y heavy metal; sus lúcidas y afiladas argumentaciones molestaban tanto a demócratas como a republicanos.

Por ello y, a pesar de su importancia artística, Zappa fue borrado del imaginario colectivo tras su muerte, un hecho que viene siendo corregido por recientes documentales como Eat that question (Thorsten Schütte, 2016) y Zappa (Alex Winter, 2020), que permiten, tanto a los conocedores de su trayectoria como a quienes desean enterarse de quién fue y qué hizo para ser tan temido por los medios y los gobiernos de EE.UU., conocer a fondo a este irreverente músico y pensador norteamericano.

Pero, en lugar de imaginar qué habría dicho Zappa sobre Donald Trump, revisemos qué opinaba acerca de este odioso personaje. En una entrevista de 1989 concedida a la revista High Times, el periodista y crítico de rock Elin Wilder le comenta al compositor una encuesta según la cual el mayor anhelo de los jóvenes norteamericanos al salir del High School (es decir, la Secundaria) era “hacer dinero” y que veían a Donald Trump como “su héroe”. A esto, Zappa comentó: “… ese dato es una muestra de lo que es la vida en Norteamérica. Es un buen indicador del fracaso de la educación estadounidense. Si Donald Trump es el ídolo de los adolescentes americanos y esos adolescentes no pueden leer, escribir, ni siquiera sumar ni restar ¿Qué podemos esperar de eso?” La respuesta la vivió y sufrió Estados Unidos entre 2017 y 2021.

Mas artículos del autor:

"Conciertos en Lima: Hay público para todo"
"King Crimson 1981-1984: A propósito de Beat, el acontecimiento musical del año"
"Rolex, música y otros temas (a)temporales"
x