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Coaching archivos | Página 17 de 19 | Sudaca - Periodismo libre y en profundidad

Coaching

Mientras duró la campaña electoral, el debate político se apoderó de todos los círculos de conversación de las personas afectando negativamente los ambientes familiares y laborales que, bajo el contexto de la pandemia, se encuentran estrechamente vinculados.

Según Marleny Fabián, psicóloga organizacional y docente de Psicología de la Universidad Peruana Cayetano Heredia (UPCH), siempre van a existir diferencias políticas, pero en este proceso se sintieron más por la intensidad de las emociones.

“Lo que hay que aprender es a reconocer cuál es esa emoción que está siendo muy intensa y que está impidiendo que logre el equilibrio con mi familia y mi trabajo. Estoy dejando que mi emoción gobierne. La emoción es muy importante para estar alerta y disfrutar, pero si está perjudicando nuestra relación, debemos darnos cuenta y ponerle un alto”, explica.

Considera que, en ese insulto, ofensa o ataque hacia otra persona, lo que está detrás es un descontento, ira o fastidio que cada persona debe ser responsable en gestionar. “Es importante que primero nos encontremos nosotros y nuestro espacio de equilibrio personal. Este ha sido un momento electoral muy importante, sí, pero que no debe ir sobre la relación personal o la convivencia que se pueda tener con los amigos que siempre van a estar”, estima.

Acercarse al otro

En principio, la forma correcta de convivir con quien tenemos alguna discrepancia es respetando su opinión. “Si no las comparto, no quiere decir que lo voy a amar menos o apreciar menos”, precisa. “Todas las personas tienen una verdad y un sentir, y es por eso que se mueven sus emociones. Hay que comprender que tiene una perspectiva distinta a la tuya y respetar su proceso de maduración y perspectiva”, agrega.

Al igual que con los deportes, indicó que es válido vivir el juego desde la tribuna con mucha intensidad, pero siempre hay que respetar las reglas y que la emoción no nos distancie del otro.

Advirtió que aquellos con más tiempo en el hogar también están siendo vistos por niños, que van a tomar como regla esta conducta. “Si el abuelo pelea con el tío, en realidad, lo que ellos están viendo es cómo se maneja una situación de conflicto”, indica.

Reconoció que la situación política también se involucró en el ambiente laboral con el temor de que los negocios pudieran paralizarse, lo que ocasionó más estrés y ansiedad entre los colaboradores. Sin embargo, confió en que poco a poco bajarán los ánimos.

“Se ha polarizado muy fuerte sí, pero va a pasar. Va a llegar un momento en que baje la intensidad y todo va a volver a como estaba”, asegura.

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Polarización, polarizados, polarizar

Era un día soleado, tranquilo y muy alegre para Fátima, que se encontraba con el mejor de los ánimos. Sin embargo, mientras manejaba su carro por la avenida, otro vehículo que circulaba a gran velocidad, la sobrepasa, le cierra el paso y gira por delante de ella hacia la derecha, para luego perderse en el tráfico. Fátima, tuvo que frenar violentamente, para evitar chocar, y, lo que inicialmente fue una experiencia de alivio, por haber podido evitar el choque, se convirtió rápidamente en una ira inmensa, que la invadió posteriormente.

Ella siguió su camino hacia el trabajo, sin embargo, seguía pensando en lo que le había sucedido, y el día ya no se le presentaba ni tranquilo, ni alegre, más bien todo lo contrario. Estaba cargada con esta mezcla de cólera, rabia, frustración. Así que, cuando llega a la oficina, la primera persona con la que se encuentra es Rocío, y le cuenta, con lujo de detalle, viviéndolo nuevamente, todo lo sucedido. Cómo se sintió, el miedo, la ira, la rabia, la frustración. Luego siguió su camino hacia su escritorio y se encontró con Pepe, a quien también, de la misma manera, le cuenta todo lo que le sucedió, y trae nuevamente al presente, el episodio completo y como este individuo tan desconsiderado, le arruinó el día. Y esto se repite por un buen tiempo a lo largo de la mañana. Y mientras todo esto pasaba, mientras Fátima compartía con quien podía lo que le había sucedido, la persona que “le ocasiono” todo esto, probablemente siguió con su vida sin la menor idea, totalmente ajeno a que existe una Fátima en este mundo a quien él, le arruinó el día.

Quizás, cuando escuchaste esta historia, puedes haberte sentido identificado o quizás, te suene conocida. Sin embargo, te invito a que vayas más allá de lo anecdótico. Te invito a que veas a profundidad, y que te des cuenta, cómo la vida, la experiencia, los resultados y en general las acciones de Fátima, luego de este hecho, estaban inconscientemente, en manos de esta persona que cometió la imprudencia. La cual, como ya te mencioné, lo más probable, es que no tenga la menor idea de que lo que hizo o cómo afectó a Fátima.

Y todo esto se debe, a que ella sigue “atrapada” en el momento en que ese evento sucedió. Es como si ella se hubiera quedado atrapada en el pasado y a pesar de que el tiempo a su alrededor, sigue avanzando, ella no. Probablemente, tenga pensamientos como: “no es justo que me haya pasado”, “esa persona debe recibir un castigo”, “las personas son muy imprudentes, no deberían darles brevete” y muchos otros pensamientos.

Quiero que te des cuenta, que es como si esa otra persona, le hubiera puesto “pausa” a la vida de Fátima (y sin la intención de hacerlo). Cuando permitimos que las personas pongan pausa en nuestra vida, estamos al borde del fracaso. Porque hoy es un evento, mañana pueden ser dos, quizás después sean tres y en algún momento estamos dejando que el mundo determine mis acciones, mi experiencia, mis resultados, perdiendo de esta manera el control de mi vida, porque ya no soy la causa, sino sólo un mero efecto. Quiere decir que ya no estoy controlando mi vida y que los hechos de mi pasado determinan mi presente y por consecuencia mi futuro.

En esta historia, Fátima, está permitiendo que esa persona, “le arruine” el día que estaba tan bien encaminado. Pero no es que la persona se lo arruina, es que Fátima permite que se lo arruinen: Fátima está dándole el control y el poder de hacerlo, sin que exista conciencia de la otra persona de lo que está sucediendo.

Ok, me imagino que te estarás preguntando: “ya, ¿qué se supone que debo hacer? ¿dejarlo pasar así no más? Yo estoy seguro, a esta altura de este artículo, que tú ya sabes la respuesta. Es más, si has leído algún otro de mis artículos, estoy clarísimo que lo sabes. ¡Exacto! Simplemente lo sueltas ¿Cómo? ¿Cómo lo voy a soltar? eso no se puede quedar así. Esa persona debe pagar por lo sucedido.

Analicemos los hechos:

¿La persona hizo algo que no debió hacer? cierto.

¿Tú experimentaste un momento de angustia, miedo y otras emociones negativas? Cierto.

¿Es injusto que eso se quede así? quizás sea cierto o quizás no.

Pero lo que no es justo para ti y no tiene ningún sentido, es que tú te sigas cargando con la rabia, la cólera, la ira, la frustración de lo que ya pasó, porque cada vez que lo cuentas, revives la experiencia. Y si realmente lo miras, es justo eso: ya pasó. Y sea lo que sea que hagas o digas no van a cambiar los hechos. Sin embargo, seguir con todas esas emociones negativas en ti, es como tomar veneno y esperar que se muera el otro ¿Tú crees en realidad que te sirve?

Quizás al principio te pueda costar porque estamos apegados a tener la razón, pero con el tiempo y con la práctica, verás que cada vez será más fácil soltar el pasado, dejar las emociones negativas, para que así puedas realmente gozar de tu vida, alcanzar tus resultados y por, sobre todo, no permitir a nada ni nadie que controle tu vida. Por el contrario, ser el autor y protagonista de tu vida.

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control, Creciendo entre amigos

El Instituto Nacional de Salud Mental (INSM) del Ministerio de Salud advirtió este año que la crisis ocasionada por la COVID-19, el confinamiento por más de un año y la situación económica vienen causando incertidumbre y altos niveles de estrés que conllevan a trastornos del sueño. Esta semana, la incertidumbre por las elecciones se suman a ese estrés que los peruanos ya se encuentran viviendo desde hace más de un año.

En ese sentido, el experto en psicología social Arturo Torres brinda algunas recomendaciones para volver a conciliar el sueño y poder ser productivos en nuestros emprendimientos:

Date un margen

Es importante valorar nuestra salud. No afrontar el problema del sueño hace que sea más fácil que nuestra salud empeore y se complique día tras día. Rompe con aquellas responsabilidades que no sean urgentes y dedica un día solo a volver a entrar en la dinámica de descansar y dormir bien. Esto implica sacrificar algunas cosas en el primer día, pero en cambio crearemos situaciones propicias para dar el máximo de nosotros mismos durante las semanas que vendrán.

Evita utilizar pantallas al anochecer

Durante las horas previas a irte a dormir, trata de evitar las luces potentes y las pantallas, ya sean el celular, la computadora o la televisión. De esta manera, tu sistema nervioso no se mantendrá activado y se preparará para descansar. Por cierto, para evitar la ansiedad: no estés revisando cada 30 minutos los resultados de la ONPE. Eso solo te generará más estrés.

Haz deporte temprano

El deporte es una buena manera de descargar parte del estrés, y es útil usarlo como recurso. Evita practicarlo pocas horas antes de cenar, o cerca de dormir. Caso contrario, tu cuerpo aún estará muy activado cuando intentes conciliar el sueño.

No tomes estimulantes

Durante una temporada de problemas de sueño evita tomar cualquier sustancia que active de un modo significativo tu sistema nervioso, como el café, las gaseosas o alimentos altos en azúcar.

Practica ejercicios de relajación

La meditación contribuye a que tus niveles de estrés se mantengan regulados. Mediante ejercicios de relajación, trabajarás con tu foco de atención y con patrones de respiración. Esto último te servirá para oxigenarte con menos esfuerzo. Así, le restarás motivos a tu sistema nervioso para mantenerse en estado de alerta.

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Estrés, INSM

Las personas que pasan demasiado tiempo comparándose con otras personas suelen tener un mayor grado de inseguridad en sí mismas, indica el psicólogo Andrés Carrillo. El experto explica que compararse puede servir para aprender y tomar ciertos aspectos positivos de otros, pero esto empieza a convertirse en un hábito tóxico cuando nos comparamos de manera obsesiva.

¿Qué podemos hacer para evitar caer en este mal hábito? Aquí algunas claves para enfrentarlo:

Reconoce que te comparas con los demás

Parece algo sencillo, pero cuando existe un hábito, puede ser complicado darse cuenta rápidamente que estamos cayendo nuevamente en compararnos. Una vez que tomas conciencia en pleno momento puedes empezar a tomar acciones al respecto. En ese momento intenta concentrarte en las cosas positivas que tú puedes aportar a las personas alrededor tuyo.

Concéntrate en lo que tienes y eres

Piensa en la manera en que puedes contribuir a la vida de los demás. Esfuérzate en hacer cosas positivas que te hagan sentir bien contigo mismo, para empezar a fortalecer tu seguridad múltiples aspectos de tu vida.

Sé consciente del daño que te causas

Compararte con alguien te causa dolor, y este es generado por ti mismo. La persona con la que te comparas está dirigiendo su vida a su manera e ignora que constantemente te estás comparando con ella.

Enfócate en aprender y no en competir

Sentirte mal al compararte con los demás es signo de que no estás aceptando que puedes aprender de alguien más. Procura ver a las otras personas desde una perspectiva de aprendizaje. Utiliza la comparación para inspirarte. Si sientes malestar al compararte es probable que te enfoques en competir y no en aprender.

Limita tu tiempo en redes sociales

Muchas veces lo que vemos en redes es el mejor ángulo de la vida de las personas. Podríamos tener la impresión de que estas personas no tienen problemas ni dificultades. Sin embargo esto es falso, pues fuera de lo que mostramos al mundo, todos tenemos dificultades, defectos y frustraciones. Limita tu tiempo en las redes sociales pues te expones a ver situaciones que no son reales y pueden debilitarte.

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compararse, éxito, Fracaso

Según el boletín sobre la Demografía Empresarial en el Perú, elaborado por el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), más de 45,000 empresas dejaron de operar en Perú durante el 2020. A primera vista uno podría pensar que todas estas empresas fracasaron, cuando en realidad estos cierres se debieron a la crisis provocada por la pandemia por Covid-19.

Muchas veces nos enfrentamos a obstáculos en nuestro camino del emprendimiento, pero estos no deben representar un fracaso o abandono de nuestros sueños. El psicólogo organizacional Juan Armando Corbin explica que aquello que determina nuestro éxito es cómo afrontamos esos obstáculos. La perseverancia y levantarse a pesar de las caídas es lo que va a permitirnos lograr los objetivos planteados mediante la resiliencia.

Algunas claves que el experto recomienda para recuperarse de los fracasos son:

Aceptación

Es necesario aceptar que los fracasos son parte de la vida y que le ocurren a todas las personas en el mundo del emprendimiento. También es importante que en este proceso no seamos duros con nosotros mismos cuando las cosas no salen como las esperábamos.

Busca los errores

Una vez que se ha aceptado el fracaso, es necesario buscar los errores o factores que hicieron que llegáramos a dicha situación. Es probable que haya sido la mala planificación o el resultado se debe a causas ajenas a uno mismo.

Ten un plan de acción

Al detectar los errores, debes tener claro que si se trata de un factor externo, no hay mayor motivo para cambiar. Si la responsabilidad fue tuya, es momento de planificar una nueva estrategia que te permita llegar al objetivo deseado. Esto te hará tener una visión más clara de los pasos a seguir.

Actúa en lugar de quejarte

El experto explica que para tener una mentalidad positiva es necesario no asumir el rol de víctima. Si no pasas a la acción, difícilmente conseguirás levantarte. Cuando cuentes con un plan de acción listo, el siguiente paso es ponerlo en marcha y fijarse objetivos concretos.

Desafía las creencias limitantes

Cuando fracasamos, es fácil pensar que superar estos momentos difíciles no está a nuestro alcance. Debes entender que estas palabras que te dices a ti mismo son creencias limitantes, que no te dejan avanzar en el camino hacia el éxito. Sustituye estas frases por creencias potenciadoras y afirmaciones positivas.

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éxito, Fracaso, Motivación

Nada mejor que conocerse uno mismo. El psicólogo organizacional Juan Armando Corbin explica que el autoconocimiento es clave para el bienestar psicológico, puesto que quienes se conocen mejor saben lo que buscan en la vida. Conocer las propias emociones y saber qué significado tienen para nosotros está íntimamente relacionado con la autorreflexión y la mejora de la salud mental.

El autoconocimiento en el ámbito profesional permite el desarrollo de las capacidades que incrementan el potencial laboral. Se trata de un proceso donde se cuestionan las capacidades y habilidades enfocadas al empleo. Algunos de los beneficios de autoconocerse en el ámbito laboral son:

Mejor desempeño laboral

Elabora una lista con tus fortalezas y debilidades. Esto te permitirá tener claro en qué puedes mejorar mediante el trabajo personal o capacitación ya sea en habilidades duras o blandas. Cuando hacemos un análisis de nuestra situación actual, podemos empezar a trabajar de manera concreta en nosotros mismos y obtener los resultados laborales deseados, haciendo que el desempeño sea mucho más eficiente.

Adaptabilidad

Esta es probablemente la capacidad más deseada por empleadores y trabajadores. Una vez que somos conscientes de nuestra zona de confort, podemos empezar a romperla y adaptarnos a distintos cambios que puedan darse en los proyectos en los que estemos trabajando.

Perfil profesional

El autoconocimiento es clave para descubrir tus aspiraciones profesionales. Con ello, podrás prepararte para acceder al tipo de puestos laborales que deseas. Esto permitirá que tu perfil profesional esté más enriquecido y con mayor enfoque. Además, definiendo y puliendo tus habilidades podrás incrementar tus expectativas profesionales para continuar el desarrollo y crecimiento laboral que mereces.

Mayor empleabilidad

La constante capacitación y actualización te mantendrá en tendencia. Este es un componente valioso para las empresas pues te hará destacar de entre otros aplicantes. En consecuencia, tu empleabilidad mejorará de forma exponencial.

 

 

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Autoconocimiento, Profesional, Trabajo

“María, ¿dónde están mis medias negras?”, grita Lucho, quien ya tenía buen rato buscando las famosas medias en el cajón, donde él las guardaba habitualmente. María responde: “Lucho, están en el cajón de siempre”. Lucho más molesto le contesta: “que no están, que ya he buscado por todo el cajón y no hay nada”. “Lucho, aprende a buscar. Las medias están ahí, yo misma las dejé en ese cajón ayer”, le responde María. “Me quieres decir que yo no sé buscar, que soy un inútil”, le contestó Lucho, ya bastante molesto. Finalmente, María se acerca donde Lucho, coloca su mano sobre el cajón, y con un aire de superioridad, sin dejar de mirarlo a los ojos, dejándole claro con esa actitud y en esa mirada que no sabe buscar, que es medio inútil y muchas otras cosas más, estira la mano, toma las medias negras y se las entrega. A lo que Lucho medio balbuceando le dice: “es que ese no es su sitio, es que ahí no se colocan, es que, es que… etc, etc”. ¿Alguna vez te ha pasado o te parece conocida la escena?

Si te parece conocida esta escena, si te ha pasado a ti, personalmente, que no “encuentras” algo que está frente a ti, te invito a que sigas leyendo. Más aún si crees que de lo que te quiero hablar es de que los hombres no sabemos buscar. Con mayor razón quieres leer este artículo, porque no tiene nada que ver con eso. Realmente lo que tiene que ver es con algo que nos sucede muchas veces en diversas áreas de nuestra vida: sólo vemos lo que conocemos.

Solo vemos las cosas como nosotros sabemos que son. Solo vemos las cosas, de la manera que creemos que son o, solo vemos las cosas que creemos que existen. Y no solo se trata de las cosas materiales que no vemos, se trata de cualquier cosa que no creemos que puede ser, que no creemos que es real, o que no creemos que existe. Incluso puede tratarse de la experiencia que estamos percibiendo de nuestra vida o las cosas que están sucediendo en ella.  A esto se le llama sesgo de confirmación, que básicamente es una propensión para dar más importancia y credibilidad a los datos que encajan con nuestras creencias que a aquellos que las contradicen. En pocas palabras queremos confirmar lo que ya sabemos.

Por ejemplo, con Lucho y María. No necesariamente es que Lucho no sepa buscar, puede que sí, puede que no. Realmente, lo que sucede en este caso en particular, es que él estaba “buscando donde se supone” deben estar. Es decir, él en realidad no estaba buscando las medias en todo el cajón, lo que estaba haciendo era buscarlas solamente en el lugar donde se supone deben estar.

Su cabeza le decía: las medias están en el lado izquierdo del cajón, porque allí es donde él las deja. Entonces, lo que estaba sucediendo es que él solo miraba allí, en el lado izquierdo, no en otro lado. Y aquí viene lo importante e interesante: no es que sus ojos físicamente no veían las medias, es que su cabeza le decía que la medias “tenían” que estar en el lado izquierdo, y no en otro lado. Y esto podría pasar con otras situaciones. Como, por ejemplo, cuando tienes un problema. Si tú dices que el problema no tiene solución, lo que le estás diciendo a tu cabeza, a tu mente, es que no se puede resolver y por lo tanto tu cabeza no va a encontrar una solución, porque tú no crees que la haya. Y lo contrario también sucede. Si tú crees que existe una solución, tu mente buscará y encontrará una, porque tú estás diciendo que existe.

Vamos a ver otra forma que nuestra mente “no nos deja ver”.  Digamos que tenemos un amigo que nosotros creemos que actúa de manera “A”, “B” y “C”. Lo que nosotros creemos de esta persona es eso, ni siquiera somos conscientes de que en realidad sólo actúa de esas maneras, que es sólo un comportamiento, lo que sucede es que nosotros creemos que él es así, como una verdad absoluta. (Te recomiendo que leas el artículo Tener éxito o tener la razón de esta columna, donde hablamos de la diferencia entre ser y actuar).  Entonces, puede ser que, en algún momento, por alguna razón, esta persona decida cambiar y comience a actuar de manera “X”, “Y” y “Z”. Lo más probable es que no lo notemos, o que no nos demos cuenta, porque nuestra mente está esperando que actúe de la manera que yo ya sé (A – B – C) y no es capaz de darse cuenta de los cambios, que en algunos casos podrían ser muy grandes. Nuestra mente no quiere lo desconocido, nuestra mente quiere encajar las conductas en las conductas conocidas. Lo desconocido lo desecha.

En los siguientes artículos profundizaremos más sobre porque nuestra mente quiere apegarse a lo conocido, y desechar lo desconocido. Por ahora te dejo con esta frase:

«Tanto si piensas que puedes, como si piensas que no puedes, estás en lo cierto»,

Henry Ford.

Para desarrollar todo tu potencial, debes comenzar a creer que lo tienes. Todo se crea dos veces: primero en la mente, y luego en la realidad. Así que te invito a que definas como quieres que sea tu vida y comiences a verte en tu mente de esa manera, te aseguro que cada vez estarás más cerca de “ver’” y “vivir” esa realidad.

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Creciendo entre amigos, Solo vemos lo que conocemos

La carga laboral y el tiempo que los peruanos dedican al trabajo ha incrementado en el último año debido al teletrabajo, consecuencia de la pandemia.  Un 73% de los trabajadores aseguran que su carga laboral se incrementó entre 1 y 5 horas al día, según el “Barómetro Edenred Perú 2021: La situación laboral a un año de la pandemia”.

Esto puede traer consigo múltiples problemas, como el descuido de la vida familiar. Gabriela Turiano, coach y experta en la gestión de tiempo para maximizar empresas, brinda algunos consejos para encontrar el balance adecuado, sobre todo para quienes son padres de familia:

1.- Elimina lo que te hace perder tiempo

Aprende a dejar de hacer aquello que no te beneficia. Usa la regla de las 3D: delegar, desechar y descontinuar. Descontinúa todo lo que ya no funciona como antes, que no genera resultados y que te quita más tiempo, energía y hasta dinero mantener. Puede ser un producto o servicio, o incluso una estrategia que ya no está dando frutos. Desecha aquello que no te trae un beneficio concreto, delega lo que otra persona puede hacer mejor que tú o de manera más eficiente.

2.- Usa tu tiempo de forma inteligente

Piensa en tu tiempo como si fuese dinero. ¿Estás gastándolo o invirtiéndolo? Plantéate las siguientes preguntas para asegurarte de estar usando de forma correcta tu tiempo: ¿cuánto tiempo voy a invertir en este proyecto? ¿cuánto estoy dejando de ganar por invertir en este proyecto el tiempo que podría invertir en generar clientes o ingresos para mi negocio de otra forma? Si descubro que es una buena inversión, ¿en cuánto tiempo voy a recuperarla?

3.- Enfócate en las tareas prioritarias

 Deja la dispersión y la confusión, pues estas generan que busques hacer muchas cosas a la vez.  Enfócate primero en las actividades urgentes y que permitan un avance sostenido. Cuando se trabaja pocas horas o cuando los días son caóticos, es difícil seguir esta regla, pero procura que el 50% de tu tiempo esté destinado a lo imprescindible, y durante esos momentos, evita las distracciones como revisar redes sociales.

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equilibrio, familia, productividad, Trabajo

Muchas veces nos ha sucedido que cometemos un error y es difícil de asimilar, por lo que nos rehusamos a admitirlo en lugar de asumirlo y enmendarlo. En estos casos nuestro sesgo de confirmación se impone y provoca que comencemos a buscar cómo probar nuestras creencias.

Carol Tavris, psicóloga social y coautora del libro Mistakes Were Made (But Not by Me) explica esto como una disonancia cognitiva, o el estrés que experimentamos al tener dos pensamientos, creencias, opiniones o actitudes contradictorias. “La disonancia cognitiva consiste en lo que sentimos cuando el concepto que tenemos de nosotros mismos se ve confrontado por el hecho de que lo que hicimos no fue lo mejor, que lastimamos a otra persona y que esa creencia no es verdad”, dice la autora.

Estas son algunas formas prácticas de empezar a aceptar los errores y a partir de ello, mejorar:

No te castigues

Perdónate y regálate un espacio para asimilar lo ocurrido. Desear la perfección a veces hace que seamos muy duros cuando las cosas no salen como esperábamos. Sé amable contigo mismo y mira hacia adelante.

Hazte responsable de tus actos

Si tomaste una decisión concreta, probablemente en ese momento creíste que era lo más conveniente, por lo que no es necesario que trates de buscar la forma de justificarte.

No tropieces con la misma piedra

Aprende la lección a partir del error y exprime al máximo esa experiencia. Si en una próxima ocasión te encuentras nuevamente en una situación similar, recuerda que una vez te equivocaste para ahora escoger una mejor opción.

No te rindas

Que un error no sea pretexto para frenar tus sueños o planes a futuro. Piensa que sólo ha sido una forma de saber por dónde no debes ir y que esto te ayudará a seleccionar mejor tus caminos.

No te compares

A veces nuestro afán por ver a los que tenemos alrededor nos carga con cierto peso en las espaldas. No te pretendas vivir la vida de otros, pues admirar a terceros no implica que no se hayan equivocado o que estén en el camino correcto. Cada uno tiene su evolución y proceso. Céntrate en ti mismo y deja atrás las comparaciones.

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aprender del error, aprendizaje, Errores
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